Actualidad y noticias

25
Mar
2021

La «Carrasca de Lecina» es elegida Árbol Europeo del Año

 

Es la primera vez que un árbol en suelo español gana este concurso europeo que reconoce el valor de los árboles singulares para la historia, la cultura y las emociones de las personas que viven a su alrededor. El trabajo en equipo y el esfuerzo de los vecinos de Lecina y del Gobierno de Aragón, volcados en su promoción, ha dado sus frutos.

carrasca de Lecina 

Encina de Lecina, a la entrada del pueblo.

La encina o carrasca de Lecina ha conseguido 104.264 votos populares de toda Europa, frente a los 78.210 que ha logrado el plátano de Curinga en Italia, que ha quedado en segundo lugar, y los 66.026 votos que ha logrado el sicomoro antiguo de Rusia. Es una votación abierta en la que participan ciudadanos de toda Europa que deciden su elección por muy diversos motivos.

“Seamos sinceros, llegados a este punto, gana el árbol que mejor promoción tiene para conseguir el mayor número posible de votos”, comenta Susana Domínguez responsable de la organización Bosques sin Fronteras que organiza el concurso en España.

“Tampoco puede convertirse esto en una competición deportiva absurda, pero si sirve para que la gente tome conciencia de ese árbol especial o singular que tiene en su territorio y esto ayuda a que lo cuide, bienvenida sea”, asegura Susana.

La victoria está en el proceso que lleva a un pequeño pueblo de Aragón a colocar su nombre en el mapa de España primero y en el europeo después. ¿Quién conocía a Lecina hace unos meses? “Y todo gracias a un árbol, que se ha convertido en un símbolo del pueblo, de la comarca y de la importancia que tiene valorar socialmente a estos monumentos naturales. Cuidarlos, protegerlos y convertirlos en un símbolo de una comunidad, de su cultura y su historia es realmente lo importante. El premio es una anécdota más en los mil años de vida de esta encina”, comenta Susana Domínguez.

Participar en este concurso a nivel nacional supone, en la mayoría de los casos, una oportunidad para que la comunidad comparta una causa común. “La gente toma conciencia de lo que tiene y siente orgullo de su tierra, se une sin tener en cuenta política ni diferencias, trabajan juntos por promocionar su árbol. Ganes o no ganes después el punto de inflexión ya se ha producido”.

Quizás por eso han solido tener más éxito en este concurso los pueblos pequeños: el sentimiento de comunidad suele estar más presente que en las ciudades y solo se necesita una causa para que aflore con toda intensidad.

Ahora, a la «Carrasca de Lecina» la visitan “hasta tres veces más personas que antes”. Y la previsión es que esas visitas aumenten por su aparición en todos los medios de comunicación y en cuanto se incluya en las guías turísticas, como le pasó al Encino de las Tres Patas. “El árbol se convierte en un monumento y todos los turistas que visitan una comarca ya saben de su existencia y quieren ir a verlo como un monumento más”, asegura Susana.

Para no morir de éxito, los vecinos con la ong Bosques sin Fronteras y el propio Gobierno de Aragón manejan ideas para promocionarla sin ponerla en peligro por el exceso de turistas. Han pensado elaborar una página web donde reservar fecha para la visita con un guía, que aprovechará para mostrar otras peculiaridades culturales y naturales de la zona. “De momento los vecinos de Lecina no la dejan sola ni un minuto, todos están muy pendientes de mostrarla sin que nada ni nadie la perturbe”.

A partir de ahora se desarrollarán distintas actividades en torno a la encina: jornadas formativas, interpretativas, “y si podemos, incluso un congreso de árboles singulares”, comenta esperanzada Susana Domínguez.

El próximo concurso a Árbol del Año en España comenzará en el mes de junio, con una nueva convocatoria para que se presenten los candidatos. En septiembre comenzarán las votaciones que decidirán quién será el representante español en el concurso europeo. Repetir triunfo no va a ser sencillo pero la fórmula de Lecina puede servir a muchos aspirantes: un pueblo pequeño con una encina enorme, más toneladas de ilusión y voluntad, multiplicado por el orgullo de mostrar su tierra, igual al triunfo de crear comunidad.

Autor: Ismael Muñoz Linares

Fuente.- Osbo Digital

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