Incendios Forestales

07
Ago
2025

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Cada verano, los incendios forestales regresan con fuerza a nuestro país, dejando a su paso miles de hectáreas afectadas, cientos de personas desalojadas o confinadas en sus casas y un paisaje cada vez más expuesto a riesgos sanitarios e hidrológicos. No estamos ante fenómenos imprevisibles, sino ante una consecuencia repetida de múltiples factores que se han ido consolidando con el tiempo. La pérdida de actividad en el medio rural, la falta de gestión forestal continuada y la presión creciente del cambio climático han configurado un escenario especialmente propenso a la propagación del fuego.

Frente a esta realidad, la prevención no puede seguir siendo la gran olvidada. Desde el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural se propone una hoja de ruta clara para cambiar de enfoque: de la reacción a la anticipación, de la extinción a la gestión.

Prevenir desde el territorio.

La primera gran clave está en integrar la prevención en todas las políticas públicas que afectan al territorio: planificación forestal, adaptación al cambio climático, desarrollo rural y ordenación urbana deben coordinarse y compartir objetivos. La lucha contra los incendios no es exclusivamente una emergencia, empieza mucho antes, directamente relacionado con  la forma en que gestionamos nuestros paisajes.

Esto exige un modelo de gobernanza más abierto y participativo, en el que administraciones públicas, profesionales forestales y de otros ámbitos, asociaciones (ONG, de agricultores, ganaderas, empresas, entre otros), gestores y propietarios de terrenos, así como la ciudadanía, trabajen juntos desde una visión compartida del territorio. La corresponsabilidad resulta esencial: ninguna estrategia será realmente eficaz si se diseña e impone de manera unilateral, sin la implicación activa de quienes conocen, habitan y gestionan el territorio en su día a día.

Asimismo, resulta imprescindible reforzar los mecanismos de financiación. La prevención no solo es más eficaz, sino también más rentable. Invertir en la conservación de la naturaleza y en prácticas de selvicultura sostenible —como la creación de mosaicos agroforestales, el pastoreo extensivo o la gestión de la biomasa— permite reducir la carga de combustible, disminuir el riesgo de grandes incendios y dinamizar la economía rural mediante la movilización de los recursos forestales. Se recomienda que al menos el 50 % del gasto público en materia de incendios se destine a medidas preventivas, generando un retorno tanto ecológico como social.

Cultura del riesgo y herramientas de futuro.

 

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Prevenir implica también construir una sociedad más consciente e informada. La educación ambiental, la comunicación adaptada y la mejora de la percepción del riesgo deben formar parte de cualquier estrategia preventiva. Sin una ciudadanía informada, las políticas forestales tienen menos recorrido.

Por último, la prevención necesita mejores herramientas de análisis y decisión. Contar con sistemas de información actualizados, mapas de riesgo, datos sobre combustibles y modelos de comportamiento del fuego permitirá anticiparse mejor, priorizar acciones y evaluar resultados con base científica.

Prevenir no es opcional.

Los incendios forestales no son solo una amenaza ambiental. También representan un riesgo creciente para la seguridad de las personas, un lastre económico y un serio desafío para la cohesión territorial. La seguridad se ve comprometida cuando el fuego amenaza núcleos de población, infraestructuras, cultivos o recursos estratégicos. En términos económicos, las pérdidas por incendios son multimillonarias, tanto por el coste directo de la extinción como por los daños a la biodiversidad, el turismo, la producción forestal, la capacidad del suelo para regenerarse y los costes de restauración, sin contar los riesgos de catástrofes que pueden derivarse por fenómenos atmosféricos.

Pero más allá de lo visible, los incendios revelan un problema profundo de desequilibrio territorial. La cohesión territorial se rompe cuando amplias zonas rurales quedan deshabitadas y sin actividad, mientras la población y los servicios se concentran en pocas áreas urbanas. En estos paisajes abandonados, la falta de gestión favorece la acumulación de vegetación inflamable y convierte al fuego en el único actor que interviene. Donde no hay personas, hay más combustible. Donde no hay usos ni rentabilidad económica el fuego manda.

Por eso, invertir en prevención es también invertir en un territorio vivo, diverso y funcional, donde existan oportunidades para quedarse, conservar, producir, cuidar y adaptarse. Cada euro destinado a la gestión forestal, al empleo rural, al pastoreo o a la bioeconomía no solo reduce el riesgo de incendio, multiplica el retorno en forma de ahorro público, resiliencia frente al cambio climático y equilibrio social y territorial.

No podemos seguir actuando como si el fuego fuera solo una emergencia estival. La prevención no es una opción: es la única vía responsable para construir un futuro seguro, habitable y sostenible en nuestro país.

12
Abr
2025

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28 marzo 2025

Durante una emergencia por incendio forestal en España intervienen las denominadas unidades de intervención, las cuales están formadas por personal especializado en incendios forestales, vinculado a instituciones u organizaciones, que desarrolla sus tareas de forma coordinada, tal y como explicamos en nuestro artículo sobre cómo se gestiona una emergencia por incendio forestal.

https://www.paucostafoundation.org/que-unidades-de-intervencion-hay-en-espana-para-hacer-frente-a-una-emergencia-por-incendio-forestal-ayudanos-a-completar-la-informacion/

01
Nov
2024

 

24 octubre 2024

Como es bien sabido la meteorología puede aumentar el riesgo de incendios forestales y dificultar su extinción. Pero la relación entre el fuego y la meteorología va más allá: a veces son los mismos incendios los que pueden generar sus propios fenómenos meteorológicos como los llamados pirocúmulos y pirocumulonimbus. Éstas son nubes originadas a partir del calor extremo de los incendios, capaces de desencadenar fuertes tormentas. A continuación le explicamos cómo se forman, porque son tan peligrosos y qué podemos hacer.

¿Cómo se forman?

Imaginemos un incendio forestal, cuando la vegetación se quema se liberan grandes cantidades de calor. Esto hace que el aire de cerca del suelo se caliente, y suba rápidamente generando una fuerte corriente ascendente. El vacío que éste deja se llena rápidamente por aire frío generando así corrientes convectivas.

A medida que el aire caliente llega a capas superiores en la atmósfera, éste se enfría y se expande. Cuando la temperatura es suficientemente baja, el vapor de agua contenido en el aire comienza a condensar y va formando una nube por encima de la columna de humo.

PIROCUMULOS

Es lo que se conoce como pirocúmulo una formación que puede crecer hasta unos 5.000 metros de altitud y que en su interior contiene agua liquida que puede precipitar en forma de lluvia.PIROCUMULOS2

Sin embargo, estas formaciones pueden crecer aún más y transformarse en pirocumulonimbus. Este proceso suele suceder cuando el calor liberado por el incendio es muy intenso como en los grandes incendios forestales o incendios de sexta generación. En estos casos, la columna de humo es cada vez mayor y alta pudiendo llegar a alcanzar hasta los 14.000 metros de altitud donde la temperatura se suficientemente baja como para congelar las gotas de agua del interior de la nube y formarse cristales de hielo.

 

Por tanto, los pirocúmulos y los pirocumulonimbus son nubes de tormenta que se forman de manera similar a las nubes cúmulos y cumulonimbus. En este caso, sin embargo, la fuente de calor que calienta el aire que formará la nube proviene del fuego intenso de los incendios forestales. Por este motivo, se utiliza el prefijo piro que significa fuego en griego.

¿Por qué son peligrosos?

Como nubes de tormenta que son, pueden desencadenar fenómenos típicos como rayos y relámpagos, e incluso lluvias intensas muy localizadas pero el problema es que también tienen la capacidad de generar fenómenos meteorológicos extremos como el downdrafts o desplome de la nube.

Este fenómeno sucede cuando las corrientes de aire caliente provenientes del incendio llegan a capas altas de la atmósfera donde la temperatura es baja, el aire se enfría y cae repentinamente hasta la superficie. Al llegar al suelo, el aire se dispersa violentamente, generando ráfagas de viento extremadamente fuertes de hasta 240km/h que pueden arrancar y romper varios árboles por la mitad, producir expansiones repentinas del incendio, entre otros fenómenos violentos que ponen en peligro a los profesionales que están trabajando en la gestión y extinción del incendio.

A su vez estas ráfagas de aire violentas hacen que el fuego arda con mayor intensidad ya que aportan oxígeno al proceso de combustión como también pueden transportar brasas o llamas más lejos y provocar incendios secundarios lejos del foco original.

En otros casos, también pueden ocurrir tormentas secas llamadas así debido a la ausencia de precipitación durante la tormenta. Las altas temperaturas alcanzadas durante el incendio hacen que la humedad relativa sea muy baja y la precipitación se evapore antes de llegar al suelo. En consecuencia, no habrá lluvia para apagar los posibles fuegos nuevos producidos por los rayos.

PIROCUMULOS3

¿Qué factores favorecen su formación?

La formación de este tipo de nubes depende tanto de las condiciones atmosféricas como de la energía capaz de liberar el incendio. Actualmente, los científicos y cuerpos operativos están trabajando para determinar exactamente cuáles son estas condiciones atmosféricas. En cambio, existe un amplio conocimiento sobre cuáles son los factores que promueven que los incendios liberen grandes cantidades de energía facilitando así la formación de este tipo de nubes. A continuación se los detallamos:

El combustible forestal

La gran cantidad de vegetación muerta y distribuida de forma continua en el territorio debido a la falta de gestión forestal sumado a los efectos del cambio climático hará que el incendio arda con mayor intensidad.

Influencia de la sequía

Cuando hablamos de vegetación muerta o combustible muerto nos referimos a aquél que no tiene la capacidad de regular su propia humedad y por tanto depende de la humedad ambiental. De modo que en condiciones de sequía y altas temperaturas, el combustible muerto difícilmente podrá hidratarse y quemará con mayor facilidad.

Un método práctico y aproximado para conocer el tiempo que la vegetación muerta tarda en conseguir ese equilibrio con la humedad ambiental es calcular el tiempo o las horas de retraso.PIROCUMULOS4

De normal, en hierbas y ramitas, las horas de retraso pueden ir desde 1 a 10 horas. Mientras que en ramas y troncos éste puede llegar a ser de mes y medio siempre y cuando la humedad relativa ambiental sea favorable a lo largo del tiempo.

 

En un contexto de sequía extrema los combustibles con HR más altas, es decir, ramas y troncos más gruesos no logran equilibrar su humedad con la del entorno y por tanto, podrán arder cuando en condiciones normales no lo harían o sería más difícil que lo hicieran. De modo que los incendios tendrán más combustible disponible y por tanto serán más extremos, liberarán más energía y más convección, siendo así más fácil que se formen pirocumulos y pirocumulonimbus, siempre que las condiciones atmosféricas sean las adecuadas.

El patrón propagación

Cómo avanza y cómo se comporta el fuego en un incendio forestal también son factores condicionantes ante la aparición de este tipo de nubes.

Entre los diferentes patrones de propagación (topográfico, viento y convección), los incendios por convección, es decir, aquellos que generan una columna convectiva de aire caliente resultante de la quema de grandes cantidades de combustible, facilitarán la formación de pirocúmulos y pirocumulunimbus . El clima extremo de fuego generado durante el incendio comportará un gran calor y fuertes corrientes de viento que contribuirán a la aparición de este tipo de nubes.

¿Qué hacer?

En primer lugar, evitar poner en riesgo los servicios de extinción. Es muy importante que éstos presten especial atención a la presencia de pirocúmulos o pirocumulonimbus y se retiren a tiempo de la zona de actuación para evitar situaciones de riesgo en caso de que ocurra un downbrust o desplomo de la nube.

Como sociedad, es necesario tomar conciencia de la importancia de la gestión del paisaje para evitar que los incendios se conviertan en grandes incendios capaces de generar fenómenos como los pirocúmulos y pirocumulonimbus que comporten situaciones de riesgo.

Alcanzar un paisaje diverso que ofrezca oportunidades para gestionar la propagación del fuego es esencial. Hacerlo está en nuestras manos a través de la gestión forestal y la mejora de la economía rural.

Por último, también es fundamental aumentar el conocimiento sobre este tipo de nubes ya que actualmente todavía existen muchos interrogantes sobre su formación, comportamiento y evolución. Por eso a través de proyectos europeos como EWED financiado por DGECHO y coordinado por la fundación Pau Costa, se está trabajando para poner luz a este tipo de fenómenos meteorológicos asociados a los incendios forestales.

PAU COSTA FOUNDATION

01
Nov
2024

Science Daily thumb

Fecha: 17 de octubre de 2024

Fuente: Universidad de East Anglia

Resumen:

Un nuevo e importante estudio revela que las emisiones de dióxido de carbono de los incendios forestales han aumentado en un 60 por ciento a nivel mundial desde 2001, y casi se han triplicado en algunos de los bosques boreales del norte más sensibles al clima.

HISTORIA COMPLETA

Un nuevo estudio revela que el dióxido de carbono (CO2) Las emisiones de los incendios forestales han aumentado un 60% en todo el mundo desde 2001, y casi se han triplicado en algunos de los bosques boreales septentrionales más sensibles al clima.

El estudio, dirigido por la Universidad de East Anglia (UEA) y publicado en Science, agrupó áreas del mundo en "piromas", regiones donde los patrones de incendios forestales se ven afectados por controles ambientales, humanos y climáticos similares, revelando los factores clave que impulsan los aumentos recientes en la actividad de los incendios forestales.

Es uno de los primeros estudios que analiza a nivel mundial las diferencias entre los incendios forestales y los no forestales, y muestra que en uno de los piromas más grandes, que abarca bosques boreales en Eurasia y América del Norte, las emisiones de los incendios casi se triplicaron entre 2001 y 2023.

Se observaron aumentos significativos en general en los bosques extratropicales y ascendieron a 500 millones de toneladas adicionales de CO2 por año, con el epicentro de las emisiones desplazándose de los bosques tropicales hacia los extratrópicos.

El aumento de las emisiones se vinculó con un aumento del clima favorable a los incendios, como las condiciones cálidas y secas observadas durante las olas de calor y las sequías, así como con el aumento de las tasas de crecimiento forestal que crearon más combustibles para la vegetación. Ambas tendencias se ven favorecidas por el rápido calentamiento en las latitudes altas del norte, que está ocurriendo dos veces más rápido que el promedio mundial.

El estudio revela un aumento preocupante no solo en la extensión de los incendios forestales en las últimas dos décadas, sino también en su gravedad. La tasa de combustión de carbono, una medida de la gravedad de los incendios basada en la cantidad de carbono que se emite por unidad de superficie quemada, aumentó casi un 50% en los bosques de todo el mundo entre 2001 y 2023.

El trabajo involucró a un equipo internacional de científicos del Reino Unido, los Países Bajos, Estados Unidos, Brasil y España, que advierten que una mayor expansión de los incendios forestales solo se puede evitar si se abordan las causas principales del cambio climático, como las emisiones de combustibles fósiles.

El autor principal, el Dr. Matthew Jones, del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático en la UEA, dijo: "Los aumentos tanto en la extensión como en la gravedad de los incendios forestales han llevado a un aumento dramático en la cantidad de carbono emitido por los incendios forestales a nivel mundial. También se están produciendo cambios sorprendentes en la geografía global de los incendios, que se explican principalmente por los crecientes impactos del cambio climático en los bosques boreales del mundo.

"Para proteger los ecosistemas forestales críticos de la amenaza cada vez mayor de los incendios forestales, debemos mantener a raya el calentamiento global y esto subraya por qué es tan vital avanzar rápidamente hacia las emisiones netas cero".

Amenazas al almacenamiento de carbono

Los bosques son de importancia mundial para el almacenamiento de carbono, y su crecimiento ayuda a eliminar el CO2 de la atmósfera y reducir las tasas de calentamiento global. También desempeñan un papel crucial en el cumplimiento de los objetivos climáticos internacionales, con la implementación de planes de reforestación y forestación para eliminar el carbono de la atmósfera y compensar el CO humano2 emisiones de sectores difíciles de reducir, como la aviación y ciertas industrias.

El éxito de estos planes depende de que el carbono se almacene en los bosques de forma permanente, y los incendios forestales amenazan con ello. Los incendios extratropicales ya están emitiendo 500 millones de toneladas más de CO2 que hace dos décadas, y el efecto a largo plazo depende de cómo se recuperen los bosques. Los incendios forestales más generalizados y graves son una señal de que las emisiones están ahora desequilibradas con el carbono capturado por la recuperación posterior a los incendios.

El Dr. Jones, investigador independiente de NERC, dijo: "La fuerte tendencia hacia mayores emisiones de incendios forestales extratropicales es una advertencia de la creciente vulnerabilidad de los bosques y plantea un desafío significativo para los objetivos globales para abordar el cambio climático.

"Sabemos que los bosques se recuperan mal después de los incendios más severos, por lo que existe un gran interés en cómo los aumentos observados en la gravedad de los incendios influirán en el almacenamiento de carbono en los bosques en las próximas décadas. Esto exige nuestra mucha atención".

La escalada de los impactos de los incendios forestales ha quedado enmascarada hasta ahora

Significativamente, el aumento de las emisiones de los incendios forestales contrasta con la reducción de la quema de las sabanas tropicales del mundo durante el mismo período. Estudios anteriores han demostrado que, desde 2001, la superficie quemada por todos los incendios (forestales y no forestales) se redujo en una cuarta parte a nivel mundial, principalmente debido a esto.

Los últimos hallazgos son importantes porque los incendios forestales arden más severamente y liberan mayores cantidades de humo dañino a la atmósfera que los incendios de pastizales de sabana, lo que presenta grandes amenazas para quienes viven cerca de los incendios y para las comunidades más distantes expuestas a la mala calidad del aire causada por el humo.

Los autores dicen que el estudio desacredita la narrativa de que la disminución del área anual quemada por el fuego a nivel mundial significa una disminución del impacto de los incendios forestales.

"Hasta ahora, la reducción de la quema en las sabanas y pastizales, ya propensas a los incendios, ha enmascarado aumentos en la extensión y gravedad de los incendios forestales que tienen enormes consecuencias para la sociedad y el medio ambiente", dijo el Dr. Jones. "Nuestro trabajo muestra que los incendios están ocurriendo cada vez más donde no queremos: en los bosques, donde representan la mayor amenaza para las personas y para las reservas vitales de carbono".

Gestión de incendios forestales

El aprendizaje automático fue clave para desbloquear nuevas observaciones sobre la cambiante geografía global de los incendios forestales. Se utilizó para agrupar las ecorregiones forestales del mundo en 12 piródromos distintos, lo que permitió a los investigadores aislar los efectos del cambio climático de otros factores influyentes, como el uso de la tierra.

Este conocimiento también revela nuevos conocimientos sobre qué estrategias pueden ser más efectivas para mitigar los incendios forestales y proteger los bosques. El Dr. Jones dijo: "Se requiere un financiamiento sustancial para respaldar los programas estratégicos de manejo forestal, participación de las partes interesadas y educación pública, todo lo cual representa un cambio significativo en la estrategia de manejo de incendios de una estrategia en gran medida reactiva a una cada vez más proactiva.

"Por ejemplo, las áreas prioritarias para el manejo forestal y los cortafuegos deben definirse sobre la base de un monitoreo proactivo de la productividad forestal, particularmente en los trópicos extratrópicos. La gestión de las cargas de combustible en los lugares donde podrían presentar el mayor peligro durante un clima favorable a los incendios es una prioridad clave para limitar la gravedad y el impacto de los incendios cuando ocurren". El trabajo contó con el apoyo de financiadores como el Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural del Reino Unido (NERC), el programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea.

El trabajo contó con el apoyo de financiadores como el Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural del Reino Unido (NERC), el programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea.

Fuente de la historia:

Materiales proporcionados por la Universidad de East Anglia. Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.

Referencia de la revista:

Matthew W. Jones, Sander Veraverbeke, Niels Andela, Stefan H. Doerr, Crystal Kolden, Guilherme Mataveli, M. Lucrecia Pettinari, Corinne Le Quéré, Thais M. Rosan, Guido R. van der Werf, Dave van Wees, John T. Abatzoglou. Aumento global de las emisiones de incendios forestales vinculadas al cambio climático en los trópicos. Ciencia, 2024; 386 (6719) DOI: 10.1126/science.adl5889

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Universidad de Anglia Oriental. "Las emisiones globales de dióxido de carbono de los incendios forestales aumentan en un 60 por ciento". CienciaDiaria. ScienceDaily, 17 de octubre de 2024. <www.sciencedaily.com/Lanzamientos/2024/10/241017173155.htm>.

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