El investigador Juan Picos apunta que el uso de esta "herramienta" controlada en 100 hectáreas ahora puede prevenir que ardan "1.000 hectáreas en verano"
Los investigadores han creado un visor que permite analizar las áreas forestales que si se quemasen tendrían mayor riesgo de emisiones de CO2.
Un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV), perteneciente al grupo de Tecnologías de la información contra el Cambio Climático del Instituto ITACA, ha desarrollado en el marco del proyecto Interreg Sudoe REMAS un modelo de riesgo de emisiones de efecto invernadero en áreas del sudoeste europeo sujetas a incendios forestales.
Además de las consecuencias materiales, ambientales y sociales, los incendios generan grandes emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero debido a la liberación a la atmósfera del carbono almacenado en los sumideros del suelo y en la vegetación.
El número de incendios forestales en el sudoeste europeo es cada vez mayor, debido a las altas temperaturas y baja humedad, condiciones agravadas por los efectos del cambio climático, indica la UPV en un comunicado. Así, el modelo desarrollado por los investigadores de la UPV identifica las zonas críticas de mayor riesgo de emisiones en esta zona del continente europeo, con el objetivo de ayudar a optimizar los esfuerzos de prevención y gestión.
Detectar las zonas más sensibles "Para evitar la liberación súbita de este carbono acumulado durante el paso de un incendio se requiere de una gestión forestal sostenible y prevención activa previa, así como de una restauración de carbono posterior que ayude devolver la función fijadora a los ecosistemas", señalan estos especialistas.
Por ello, es clave considerar el riesgo de emisiones en el diseño de planes de prevención y en la toma de medidas en la restauración de sumideros en suelo y vegetación. "No sólo se trata invertir esfuerzos en reducir las emisiones, sino de invertir para evitar que se produzcan", añaden.
Así, el modelo incluye un visor cartográfico del riesgo de emisiones si se diera un incendio y un protocolo de actuación que ayudaría a priorizar de los recursos disponibles, ayudando así a la toma de decisiones de las administraciones públicas de Europa, nacionales, regionales y locales con competencias en la materia.
Tanto el modelo como el visor se presentarán en el marco de la reunión final del proyecto, que tendrá lugar el próximo miércoles en el Instituto Superior de Agronomía de Lisboa (Portugal).
En estas jornadas, que reunirán a personal investigador de universidades, entidades y administraciones comprometidas con la lucha contra el cambio climático, se expondrán, analizarán y debatirán las conclusiones extraídas de los trabajos realizados en las áreas de estudio de Portugal, España y Francia.
“Presentaremos las conclusiones sobre el riesgo de emisión súbita de gases de efecto invernadero en estas áreas. Y abordaremos también los últimos avances en la inclusión de la gestión del riesgo de emisiones de GEI por incendios forestales en la planificación estratégica y legislación en las regiones SUDOE, de modo que se contemplen estos esfuerzos de reducción de riesgo entre los compromisos que se adoptan para mitigación del cambio climático”, apunta la investigadora Victoria Lerma.
El proyecto ha sido coordinado por la Asociación de Municipios Forestales de la Comunidad Valenciana (AMUFOR).
Investigadores e investigadoras del Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya (CTFC), en colaboración con el CREAF, han liderado un estudio para entender mejor el efecto de diversos tratamientos forestales en la resistencia de bosques de pino salgareño frente a la sequía y los incendios, y han comprobado que el sotobosque juega un papel relevante.
Los tratamientos forestales estudiados incluyen aclareos de diferente intensidad, tratamiento mecánico del sotobosque y quema prescrita de los restos. En tres localidades de la red de parcelas demostrativas del Centre de la Propietat Forestal en el Solsonès se desbrozó mecánicamente el sotobosque y se hicieron dos tipos de aclareos en el marco de los proyectos. LIFE Demorgest y LIFE Pinassa: aclareo de alta intensidad (cobertura de copa final del 50%) y de baja intensidad (cobertura de copa final del 75%). Aparte, en una mitad de cada zona se hizo una quema prescrita de los restos. Cinco años después de los tratamientos forestales, gracias al proyecto LIFE Climark, se han evaluado los efectos de la gestión sobre el riesgo de incendio y la disponibilidad de agua para los pinos de mayor altura mediante simulaciones a partir de datos de campo que incluyen la estructura forestal a escala arbórea y de sotobosque: aclareo de alta intensidad (cobertura de copa de hasta el 50%) y de baja intensidad (cobertura de copa final de hasta el 75%). Además, en una mitad de cada zona se hizo una quema prescrita de los restos.
Los resultados indican que los tratamientos forestales contribuyen a la resistencia del bosque a ambas perturbaciones en comparación con la no gestión, y, además, evidencian que cuando el sotobosque se ha tratado con quema prescrita, la resistencia de los bosques es mayor. Las quemas prescritas reducen el crecimiento del sotobosque durante los años que siguen la gestión y, por tanto, también reducen la competencia por el agua que el sotobosque supone para los árboles y la cantidad de combustible disponible que puede quemar durante un incendio. Los resultados de estas simulaciones se comprobarán en un futuro analizando el crecimiento y la eficiencia en el uso del agua de los árboles de mayor altura en años secos en función del tratamiento. “Creíamos que la intensidad de aclareo sería el factor de más influye en la vulnerabilidad del bosque a sequías e incendios, pero las simulaciones indicaron que el sotobosque también juega un papel muy importante: el tratamiento que más contribuye a la resistencia es el que combina el aclareo del arbolado con la quema prescrita del sotobosque”, explica Lena Vilà, investigadora del CTFC y autora principal del artículo. Ahora, en el marco del proyecto HoliSoils, se está estudiando si la quema de restos tiene efectos no deseados sobre el suelo. Por el momento, el equipo investigador concluye que la gestión forestal, sobre todo acompañada de la quema de restos, mejora la resistencia de los bosques de pino negral del Solsonès tanto a incendios como a sequías extremas.
Más información:
Vilà-Vilardell, L.; De Cáceres, M.; Piqué, M.; Casals, P. (2022) Prescribed fire after thinning increased resistance of sub-Mediterranean pine forests to drought events and wildfires Forest Ecology and Management, 527, 120602. DOI: 10.1016/j.foreco.2022.120602