La Fundación Arume le traslada a la Consellería de Medio Rural la necesidad de declarar la emergencia sanitaria en las masas de pino radiata, seriamente afectadas por la enfermedad de las bandas. Advierte de que esta conífera se enfrenta a un riesgo de desaparición a medio plazo en la comunidad
El monte gallego se enfrenta en las últimas décadas a una importante regresión de los pinares, pues en los últimos 15 años se perdieron 140.000 hectáreas (9.300 hectáreas / año), según se desprende de los datos del Inventario Forestal Continuo de Galicia. Es una pérdida de superficie debida a múltiples factores (expansión del eucalipto nitens, incendios, etc.), pero que en la actualidad se está agravando por la extremada incidencia de la enfermedad de las bandas, que afecta especialmente a las superficies de pino radiata.
Los pinares de radiata, que representan casi el 50% de las talas de coníferas en Galicia, se enfrentan a un riesgo de desaparición a medio plazo si no se adoptan medidas inmediatas. Para enfrentar el problema, la Fundación Arume propone un plan de choque que pase, en primer lugar, por la declaración de emergencia sanitaria en los pinares de radiata. El objetivo de tal declaración es la de posibilitar la aplicación urgente en esta primavera de tratamientos preventivos gratuitos en montes privados.
La propuesta incluiría la declaración de la utilidad pública de los tratamientos en áreas estratégicas, de manera que sea posible el acceso y actuación de la Administración en predios privados por causas de interés general. Los tratamientos serían ejecutados con medios públicos, si bien la Fundación Arume ofrece el apoyo de los equipos de la cadena forestal para promover y facilitar las actuaciones.
Las principales superficies de pino radiata en Galicia se sitúan en la provincia de Lugo, que suma alrededor del 85% de las talas anuales de pino radiata. Le siguen por detrás, a mucha distancia, las provincias de A Coruña (8%), Pontevedra (4%) y Ourense, que no llega al 3%.
Obtención de planta resistente a patologías
La Fundación Arume marca una segunda prioridad en la obtención de planta resistente a la enfermedad de las bandas. Para eso, señala que es preciso activar de manera urgente protocolos para la detección, en los montes más afectados, de árboles que sean resistentes a las bandas, para estudiarlas y, de ser posible, incorporarlas a los programas de mejora.
En paralelo, demanda un refuerzo de los servicios de Sanidad Forestal de la Consellería de Medio Rural, que carecen de los medios suficientes, así como un impulso para el Centro de Investigación Forestal (CIF) de Lourizán, dependiente de la Consellería de Economía.
El CIF de Lourizán es un centro de I+D de referencia a nivel forestal, pero atraviesa una situación de crisis institucional por la carencia de medios humanos suficientes, por la falta de una planificación sostenida en el tiempo y por la ausencia de un respaldo económico adecuado a la importancia del sector forestal en el país, según subrayan desde Arume.
La Fundación Arume estudia cofinanciar el lanzamiento al mercado de una generación de planta mejorada de radiata, de cara a que pueda ser asumible por el propietario forestal y no encarezca los costes de repoblación.
En el ámbito científico, otra necesidad pasa por la creación inmediata de un equipo pluridisciplinar que estudie la ecología del patógeno de las bandas, en particular es preciso determinar si existen carencias nutricionales en los suelos forestales que puedan estar afectando al vigor de las masas y, por lo tanto, a la gravedad de las bandas en Galicia.
Estudio y seguimiento del pino taeda
En paralelo a las acciones sobre las masas de pino radiata, la Fundación Arume considera preciso introducir el pino taeda en las zonas más afectadas por el hecho de que se trata de una conífera resistente a las bandas y a la plaga del nematodo. Al mismo tiempo hay que continuar con los ensayos científicos para valorar la adaptación a distintas zonas de Galicia del pino taeda, una especie que ya están empleando en monte los propietarios forestales.
La Fundación señala que es urgente, por tanto, instalar parcelas con metodología de ensayo científico e importar de manera controlada semilla de pino taeda, que puede ser una alternativa al radiata en determinadas zonas.
Ayudas directas a los silvicultores
Ante la situación manifiesta de regresión de los pinares en Galicia, Arume es partidaria igualmente de lanzar ayudas directas a los silvicultores. La Fundación Arume propone una modificación de las líneas de apoyo de las últimas décadas, pues considera que los hechos demuestran que no funcionaron.
La propuesta de la Fundación, que ya se le trasladó a la Xunta en diciembre del 2023, pasa por la creación de contratos a 12 años, con pagos progresivos a los silvicultores a medida que se cumplan los compromisos de manejo silvícola (podas, claras, desbroces) establecidos en el acuerdo.
Estos contratos deberán ir ligados a un modelo silvícola orientado a producir madera de alta calidad, por lo que también se debe de requerir la introducción de planta mejorada genéticamente.
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