En Europa se aprovecha el 70% de los recursos que genera el bosque cada año, pero en Catalunya, solo se aprovecha el 30%. En el contexto actual de cambio climático, la prevención de incendios pasa por una buena gestión forestal. Por eso, el Centre de Ciència y Tecnologia Forestal de Catalunya (CTFC), con sede en Solsona, busca la manera de potenciarla creando productos de valor añadido.
Ahora, gracias a unas ayudas europeas, técnicos del centro han creado una biorrefinería móvil para la industria agraria y farmacéutica. Neus Puy, coordinadora del proyecto, destaca su importancia en un momento en el que el petróleo se agoto y hacen falta alternativas que no contaminen.
Aprovechar la masa forestal
Se trata de una planta móvil que se puede trasladar allí donde sea necesaria y que aprovecha la masa forestal para crear productos de valor añadido como antioxidantes, fertilizantes o azúcares, bioestimulantes para el crecimiento de las plantas y biocombustibles, entre otros.
La clave es dar calor a una biomasa residual, que no se aprovecha y no tiene valor en el mercado. De hecho, actualmente en Catalunya la biomasa se utiliza básicamente para dos conceptos: la energía y la producción de paredes.
De momento, la biorrefinería se ha puesto en marcha usando la masa forestal de tres tipos de bosque: afectado por enfermedades y vendavales; alcornoques ya envejecidos y con baja productividad y regenerado después de un incendio. Además, se está mirando de aprovechar biomasa de arbustos como el brezo y el madroño para ver qué potencialidad tiene.
La iniciativa, que según sus impulsores es única en Europa porque puede utilizar biomasa local, de pequeño formato, se ha podido tirar hacia adelante gracias a una línea de ayuda europea de 1,5 millones de euros, que se enmarca en el proyecto Life Biorefformed (2020-2024), que tiene por objetivo la gestión sostenible de los bosques mediterráneos.
La coordinadora del proyecto, Neus Puy, destaca la importancia de la iniciativa en un momento en el que el petróleo se agota y es necesario buscar alternativas menos contaminantes. Además, asegura que las empresas cada vez están más sensibilizadas para trabajar con material renovable. Entre otros motivos, también porque así lo exigen los directivos europeos.
Fuente: La Vanguardia Energía