Ha pasado año y medio del nacimiento de la iniciativa Juntos por los Bosques. Es un loable intento por revertir la situación de abandono en que desde los últimos decenios ha caído el sector forestal. Como muestra teniendo más de 27 millones de hectáreas de monte, de las que 18 son bosques, carecemos de una política forestal mínimamente coherente. Resulta chocante que el país, que según datos de la FAO, es el tercero de la Unión Europea en superficie boscosa casi carezca de ella.
La situación se agravó notablemente desde que empezó en 2008 la crisis económica y la iniciativa Juntos por los Bosques se presentó al Gobierno de España con la esperanza de ser escuchada.
Presentada por una treintena de organizaciones y tras estar argumentada sobre una sencilla exposición de la importancia del Sector Forestal, exponía una serie de actuaciones consideradas urgentes. Sus ejes centrales eran cinco medidas prioritarias para ser ejecutadas en los 100 primeros días del gobierno.
Estas eran:
- CONSTITUIR EL CONSEJO FORESTAL NACIONAL, como órgano consultivo en materia de montes y política forestal.
- Asegurar una dotación idónea para el sector forestal en los PRESUPUESTOS GENERALES 2017.
- PUESTA EN MARCHA EFECTIVA DEL PASSFOR, convocando a los representantes del Comité de seguimiento del Plan de Activación Socioeconómica del Sector Forestal.
- PROPUESTA DE MEDIDAS EN IRPF, IMPUESTO DE SOCIEDADES, IMPUESTO SOBRE EL PATRIMONIO E IMPUESTO SOBRE SUCESIONES Y DONACIONES.
- Definir una AGENDA DE TRABAJO DE LEGISLATURA EN ASUNTOS FORESTALES ambiciosa que incluya al menos las siguientes actuaciones:
- Programa de promoción de productos forestales
- Plan de Restauración Hidrológico Forestal que ayude a paliar las pérdidas de suelo por erosión y reduzca el riesgo de desertificación.
- Potenciar la sanidad forestal,
- Retomar el Inventario Forestal Nacional y su cartografía, el Mapa Forestal Español.
- Promover la investigación forestal.
Ha pasado un año y medio y la propuesta presentada, ha fructificado en el borrador del Plan de Actuación Forestal que a finales de noviembre de 2017 fue presentado por el Ministerio. Dicho Plan presenta unos objetivos bastante bien centrados y plasmados en propósitos de actuaciones que, a priori, son correctos, como la potenciación de las estructuras organizativas del sector forestal mejora de la competitividad de las empresas forestales y la armonización del mercado interior, la integración de la gestión forestal en la planificación hidrográfica y la gestión de los recursos hídricos, el control y mejora de la defensa de los montes frente a incendios forestales, y la defensa de los montes frente a plagas y enfermedades.
Sin lugar a dudas es un paso adelante en la buena dirección. Sin embargo el planteamiento temporal de las inversiones y que puedan estar ligadas a la financiación de la Unión Europea, en lugar de asumir que el sector Forestal debe tener unas inversiones estables y garantizadas en los presupuestos de cada año nos indica que aún hay mucho recorrido por caminar.
El representante del Ministerio adelantó, como ejemplo, que en el Plan de Desarrollo Rural financiado por la Unión Europea habían sido destinados 2.000 millones de euros con para el periodo 2014-2020, que iban destinados prevención de incendios forestales. Pero una inversión en 7 años de 2.000 millones supone 285 al año, lo que supone entre las 27 millones de hectáreas de superficie forestal una inversión de 10 euros/Ha/año. Visto así tras estar desmenuzado no parece una gran cifra. Sabemos que la intervención selvícola en una hectárea cuesta unos 4.000 euros por lo que, si toda la inversión se hubiera hecho en selvicultura preventiva hubiera sido suficiente solo para 65.000 ha al año, demasiado poco para lograr una buena prevención de los incendios forestales.
Estamos de acuerdo con la opinión del Decano del Colegio de Ingenieros de Montes Sr. Rojas en que llevamos sufriendo un abandono de la selvicultura y en la atención de las infraestructuras en los montes que está suponiendo una situación muy preocupante y que supone un fracaso de 30 años en la prevención de incendios forestales. Y es que los montes son tanto más susceptibles de sufrir grandes incendios cuanto más abandono hayan sufrido y menos selvicultura se les haya aplicado. Recuperar el tiempo perdido de 30 años exige unas muy mayores inversiones de las que el MAPAMA ponía como ejemplo de lo hecho.
Además nos preocupa que no haya respuesta a la pregunta de cómo se financiará el Plan de Actuaciones Forestales. Suponemos que no se esperará a que llegue dinero de Bruselas sino que se considerarán inversiones de los Presupuestos Generales del Estado, ya que las necesidades de nuestros bosques no pueden estar supeditadas a una financiación de la Unión Europea; si en 2021 no llegara dinero de Bruselas, ¿se continuará con el Plan de Actuaciones Forestales? Esperemos que sí y que este Plan no sea otro de los grandes planes forestales en el papel que no se plasman en la realidad por falta de financiación.
En cualquier caso vayan nuestras felicitaciones para Juntos por los Bosques por el logro conseguido que es una de las noticias más halagüeñas que ha recibido el sector en muchos, muchos, pero que muchos años.
Para más detalles acerca de la iniciativa y como están actualmente las gestiones sugerimos consultar la web Juntos Por los Bosques