Política Forestal

24
Feb
2021

Una alianza contra la despoblación y por el desarrollo rural

 

 serrania celtiberica

El Colegio Oficial de Ingenieros de Montes (COIM) y la Asociación Instituto de investigación y Desarrollo Rural Serranía Celtibérica (ISC) han firmado un acuerdo de colaboración por el que se comprometen a sumar esfuerzos para “aportar voz contrastada al debate público con respecto al reto demográfico y al desarrollo rural”. Ambas instituciones se han sumado a la solicitud realizada al Gobierno de España para que la Serranía Celtibérica sea declarada en situación de “catástrofe demográfica”.

Con este convenio, el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes se suma a la “Red de Investigación y Desarrollo para Zonas Escasamente Pobladas del Sur de Europa” REDN-SESPA. Esta Red, impulsada por el Instituto Serranía Celtibérica y el Instituto de Ingeniería de España, tiene la finalidad de asesorar y desarrollar estrategias ante la Unión Europea, y ante los Gobiernos de los países del Sur de Europa, en los planes correspondientes a los fondos estructurales y de cohesión.

Eduardo Rojas Briales, decano del COIM, enumera hoy en su cuenta de Twitter razones para apostar por la gestión forestal como una de las herramientas para luchar contra la despoblación en las zonas de montaña como la Serranía Celtibérica.

El mapa de la despoblación coincide en más de un 80 % con el de las zonas más forestales de montaña. La despoblación es tan dramática que no se puede renunciar a ninguna aportación posible y más de recursos endógenos renovables, como los forestales.

Infra aprovechamos el potencial forestal de forma irresponsable, se aprovecha menos del 40 % del crecimiento anual de los bosques. La infragestión y el abandono rural es la causa subyacente del riesgo de megaincendios.

La demanda térmica dispersa -en los municipios de montaña- debe cubrirse con fuentes locales de energía como la biomasa.

El mejor ratio de emisiones CO2 por habitante de la Unión Europea lo tiene Suecia por uso activo de sus bosques, también energéticamente.

Luchar contra la despoblación también tiene como objetivo preservar patrimonio cultural e identidad siendo para ello claves las mal llamadas actividades primarias.

Repetir el modelo urbano viviendo en el medio rural despegado del territorio circundante es tremendamente absurdo”.

La Serranía Celtíbera reúne todas las características descritas por el decano del COIM: despoblación dramática, demanda dispersa de energía, infragestión en buena parte del territorio, pero dispone de riqueza forestal que puede generar productos naturales, ecológicos y renovables, además de puestos de trabajo y oportunidades de fijación de población.

La Serranía Celtíbera abarca 1.311 municipios en una superficie de 65.825 km², más del doble de Bélgica, repartidos entre las provincias de Teruel y Zaragoza en Aragón, Cuenca y Guadalajara, en Castilla-La Mancha; Burgos, Segovia y Soria, en Castilla y León, Castellón y Valencia, en la Comunidad Valenciana, y la Rioja.

En este territorio están censadas 460.613 personas, lo que supone una densidad de 6,99 habitantes por km². Según el COIM “estas cifras la convierten en el mayor desierto demográfico de toda la Unión Europea, junto con Laponia, que también tiene menos de 8 hab/km², pero debe su baja densidad de población a su climatología extrema”.

Solo cuatro municipios tienen más de 10.000 habitantes: Teruel, Soria, Cuenca y Calatayud. Pero tiene 669 municipios con menos de 101 habitantes. Si estos datos reflejan una dura la realidad, menos esperanzador es que en los últimos siete años esta región ha perdido 54.067 habitantes, la mayoría por defunciones. “Esta situación se prevé que se agrave por la falta de relevo generacional y la elevada tasa de envejecimiento (448,39 %). Unas cifras que auguran la “desaparición de la especie humana” en este territorio en el plazo de 10 años, perdiéndose con ello la memoria inmaterial colectiva”, asegura el COIM.

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