Pablo Campos Palacín.
Doctor en Ciencias Económicas
Profesor de Investigación
Premio Nacional de Economía y Medio Ambiente
Instituto de Políticas y Bienes Públicos (IPP), Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Albasanz 26-28, 28037 Madrid (ESPAÑA)
Resumen:
Las especies cinegéticas son gestionadas por los propietarios de la tierra con fines económicos privados y públicos. Los propietarios privados aplican planes de gestión y capturas sujetos a la aprobación del Gobierno. Los propietarios públicos de la tierra y el Gobierno, además de perseguir un objetivo económico, buscan mitigar la competencia dañina de las especies cinegéticas a otras especies de fauna y flora silvestres. Al complimiento de esta última motivación se aplica la legislación española de parques nacionales que admite las capturas cinegéticas por motivos de mitigar los daños a la biodiversidad biológica y mejorar el hábitat. Partiendo de la realidad de los reconocimientos científico y legal de la necesidad de las capturas de especies cinegéticas por causas, tanto económicas como ambientales, puede ser de interés general debatir sobre las contribuciones social y ambiental de la caza a la economía y la conservación de la naturaleza en España.
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