Es un estudio de la evolución histórica de la vegetación del macizo de Segura en función de documentación referente a los aprovechamientos tradicionales, desde la alta edad media hasta el siglo XX. Se desprende de ello que los tipos de bosque presentes debían ser muy similares a los actuales, siendo dominantes en ellos tanto los pinos salgareños, rodenos y carrascos como las encinas y quejigos.