La avispilla del castaño, Dryocosmus kuriphilus, es una especie de avispa formadora de agallas (cinípidos), conocida comúnmente como avispilla del castaño. Es originaria de China, aunque su distribución es, en estos momentos, casi universal, estando citada desde China a España y de Finlandia a Turquía; en América esta citada en Estados Unidos. En España la especie fue localizada por primera vez en 2012 en Cataluña. Actualmente está citada en todas las Comunidaddes Autónomas con castañares, incluyendo a Andalucía. 
Hembra de Dryocosmus kuriphilus. Fuente.- Wikipedia
La hembra deposita sus huevos en los brotes de los castaños, llegando a producir alrededor de 100. La avispa produce huevos fértiles mediante un tipo de partenogénesis conocida como telitoquia, sin la participación de un macho. Las larvas eclosionan, iniciando su crecimiento a la siguiente primavera, cuando comienza el desarrollo de los brotes del árbol. Es entonces cuando las larvas inducen la formación de las agallas, de color verde o rosado y de más de 2 centímetros. Dichas larvas se desarrollan en el interior de la agalla protectora y emergen de ella como adultos. Las agallas se secan y vuelven leñosas, interfiriendo en la formación del fruto y pudiendo reducir la cosecha a menos de la mitad. Las agallas abiertas dejadas por las avispillas pueden ser usadas como vía de entrada para que entre el hongo causante del cancro del castaño (Cryphonectria parasitica).
Afecta a casi todas las especies de castaño (género Castanea).
A fin de controlar esta plaga se está usando su parasitoide el Torymus sinensis que está considerado como el controlador biológico de la avispilla. Tanto la plaga como su parasitoide proceden de China. La propagación del parasitoide se hace por la mano de las autoridades administrativas que paulatinamente van dando permisos de suelta de manera controlada solo sobre las áreas afectadas.
Torymus sinensis
Una especie exótica como Dryocosmus kuriphilus, que se ha adaptado a nuestros ecosistemas de castaños y carece de enemigos naturales en ellos, y cuya vida larvaria discurre en agallas, solo tiene como tratamiento eficaz posible el biológico mediante un parasitoide. Pero si D. Kuriphilus se convierte, allá donde llega, en plaga peligrosa por su proliferación al carecer de enemigos naturales, la suelta del parasitoide no deja de entrañar riegos pues no sabemos si el parasitoide en nuestros ecosistemas no se adaptará a parasitar especies autóctonas de cinípedos. Por eso el Ministerio se mostro contrario a autorizar la suelta de Torymus sinensis en 2015. Pero puesto que está autorizado en Portugal y Francia y como de todas maneras nos iba a llegar Torymus sinensis, mejor es que se le suelte ahora para que el daño por D. Kuriphilus sea el menor posible.