El bisonte europeo (Bison bonasus), el mamífero de mayor tamaño y uno de los más amenazados de nuestro continente, puede tener en los bosques del sur de España un refugio idóneo para su supervivencia en condiciones de semilibertada y en convivencia con otros herbívoros silvestres. Un estudio publicado en la revista Biodiversity and Conservation, con participación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha analizado por primera vez la dieta comparada de tres grandes herbívoros, el bisonte europeo, el ciervo común (Cervus elaphus) y el gamo (Dama dama), cuando conviven en la montaña mediterránea.
El estudio ha sido llevado a cabo en la finca El Encinarejo, con una extensión de 1.000 ha y localizada en la sierra de Andújar (Jaén), y caracterizada por un hábitat típico de monte mediterráneo con predominio del encinar adevesado y presencia abundante de arbustos como el lentisco, la lavanda y el romero.
"El bisonte europeo es el mayor mamífero europeo vivo, superviviente de un tiempo pasado en el que grandes rebaños de herbívoros campaban libres por prados y bosques, modelaban el paisaje y promovían la biodiversidad", señala Jordi Bartolomé, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor principal del estudio.
Este bóvido estuvo a punto de extinguirse a principios del siglo XX, y actualmente se encuentra en la lista roja de especies amenazadas de la UICN, por lo que está protegido en toda Europa.
Su amplia distribución geográfica durante el holoceno a lo largo del continente europeo, así como el éxito de poblaciones introducidas en las últimas décadas en distintos territorios europeos, han revelado la capacidad y la plasticidad de la especie para adaptarse a nuevos hábitats ya un amplio rango bioclimático.
"La creación de nuevos núcleos reproductores en condiciones de semilibertad se ha convertido en una estrategia para garantizar la supervivencia de la especie, al tiempo que permite aplicar su potencial para restaurar y mejorar la biodiversidad de estas áreas", indica Jorge Cassinello, investigador del CSIC en la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA) y coautor del estudio.
A finales de 2020 se introdujeron 18 ejemplares en la finca El Encinarejo, en la sierra de Andújar (Jaén), la distribución más meridional de la especie hasta la fecha. En la finca conviven con el bisonte otros ungulados herbívoros: unos 400 ciervos y 200 gamos. Para conocer cómo utilizan los recursos tróficos estas especies, se recolectaron muestras fecales estacionalmente durante el año 2021. Se utilizó la técnica de análisis microhistológico para determinar el porcentaje de fragmentos epidérmicos de los principales grupos funcionales (plantas leñosas, gramíneas, leguminosas) de cada muestra.
Los resultados muestran diferencias significativas entre las especies animales y las estaciones del año. Así, las plantas leñosas son consumidas preferentemente en otoño e invierno, las gramíneas en verano y las leguminosas y herbáceas en primavera. El componente leñoso es el más abundante en la dieta de las tres especies, concretamente representa el 81% de los fragmentos vegetales presentes en las heces de ciervo, el 52% en las de bisonte y el 38% en las de gamo.
"Se trata del primer estudio que evidencia el consumo de lentisco ( Pistacia lentiscus ) por el bisonte europeo, y la presencia abundante en su dieta durante todas las estaciones indica que es una fuente alimentaria muy importante", señala Bartolomé.
La comparación del comportamiento alimentario de las tres especies de herbívoros muestra que el bisonte consume significativamente más gramíneas (21%), mientras que las leguminosas están más presentes en la dieta del gamo (32%). El venado común, por su parte, consume menos herbáceas que las otras dos especies (8%).
Alimentación disponible
"La principal conclusión que podemos extraer de este trabajo es la existencia de una distribución de recursos tróficos entre las tres especies de herbívoros cuando conviven en el mismo hábitat, lo que parece evidenciar su capacidad de vivir juntos y, de por otro lado, la capacidad del bisonte de adaptarse a las condiciones bioclimáticas de la montaña mediterránea",concluye Cassinello.
Los autores de este trabajo señalan finalmente que, "más allá de que el bisonte europeo habitara o no en la península ibérica en el pasado (dato aún por determinar paleontológicamente), y tal y como proponen otros investigadores, ha llegado el momento de implementar medidas de conservación efectivas que permitan aumentar y mantener la biodiversidad, y centrarse primordialmente en las funciones ecosistémicas de las especies, en lugar de centrarse en su origen".
La Vanguardia
Nota de Distrito Forestal.- Pues con tantísima preocupación como tienen las administraciones españolas por la introducción de especies exóticas, nos preguntamos ¿qué entienden por evitar la introducción de especies exóticas si el bisonte europeo lo están introduciendo? El nicho ecológico del bisonte es el de los grandes rumiantes, si prospera y se reproduce bien el bisonte, ¿Igual tiene alguna competencia, influencia y daños al ganado vacuno?