Ecología, gestión y protección de la fauna silvestre

15
Dic
2020

Las poblaciones de fauna salvaje se han reducido de media un 25% en los últimos 18 años

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9 de diciembre 2020

Cataluña vive un declive progresivo y generalizado de su biodiversidad, según se desprende del informe ‘Estat de la Natura a Catalunya 2020’, la primera evaluación de la biodiversidad basada en la mejor evidencia científica disponible.

El documento pone en evidencia que las poblaciones de vertebrados (peces, reptiles, anfibios, aves y mamíferos) y de invertebrados (mariposas) sobre las que se tienen datos de seguimiento a largo plazo han perdido, en promedio, uno de cada cuatro individuos (un 25%) los últimos 18 años. La tendencia es la misma que escala global pero de menor intensidad que la registrada en alcance mundial, que llega a una reducción del 60% desde 1970.

El informe demuestra que la pérdida de biodiversidad en Cataluña no es igual en los diversos ambientes o hábitats: es de un 54% para las especies animales que viven en ríos, lagos y humedales, un 34% para las de ambientes agrícolas y prados y un 12% para las de bosques y matorrales. En el mar, los datos disponibles indican una situación también desfavorable, si bien los datos no son suficientemente completos.

Esta pérdida de animales en el territorio catalán está directamente relacionada con la alteración de sus hábitats. Los cambios en los usos del suelo y la explotación directa son los principales responsables, si bien el cambio climático y la llegada de especies exóticas invasoras tienen un impacto cada vez mayor. El motivo de fondo de esta tendencia es un modelo socioeconómico que intensifica la obtención de recursos en determinadas áreas y abandona otros que habían sido utilizadas de manera más sostenible.

El informe, un esfuerzo colectivo y basado en evidencias científicas

El informe Estat de la Natura a Catalunya 2020”  ha sido un encargo del Departamento de Territori i Sostenibilitat (DTES) al CTFC y al CREAF, que han elaborado el documento conjuntamente con el Instituto Catalán de Ornitología (ICO) y el Instituto de Ciencias del Mar (ICM) y con la colaboración de los servicios técnicos de la Dirección General de Políticas Ambientales y Medio Natural del propio Departamento.

Para hacerlo, se ha contado con la contribución y los datos de más de 40 entidades de investigación, universidades, administraciones, asociaciones privadas y ONGs y cientos de personas voluntarias agrupadas en proyectos de ciencia ciudadana.

Este informe es una obra colectiva y es el resultado del conocimiento generado por el país durante décadas. En Cataluña, se dispone de algunos documentos relevantes para comprender la forma en que nuestra sociedad está incidiendo sobre la biodiversidad. Naturaleza, uso o abuso ? Libro blanco de la gestión de la naturaleza en los Países Catalanes (1976, 1988 y 2018-2019) o el Informe sobre el Estado y las tendencias del medio natural en Cataluña (2010) del Instituto de Estudios Catalanes forman parte de este legado. Pero también hay que tener presente el esfuerzo de análisis colectivo que se ha hecho en los últimos años y que ya se ha comentado en el marco del informe de la Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los servicios ecosistémicos de Naciones Unidas (IPBES) o en la evaluación sexenales del cumplimiento de las directivas Hábitats y Aves que encarga la Generalidad de Cataluña.

El informe pone Cataluña al nivel países más avanzados

Este informe entronca con informes de alcance internacional y europeo, como los que evalúan el cumplimiento de los objetivos de Aichi, el Living Planet Index 2020, el State of Nature EU o de otros a escala regional y los aterriza en Cataluña. Permite poner en contexto la situación particular de nuestro país y nos sitúa al mismo nivel de los países más avanzados en términos de identificación de prioridades de conservación.

Este trabajo llega en el momento oportuno para que a principios del 2021 está previsto que los gobiernos del mundo y las instituciones interesadas en la conservación de la naturaleza, en la Conferencia de las Partes de la Convención sobre Diversidad Biológica, hagan balance de resultados del último decenio y establezcan lo que ha venido a llamar la estrategia post 2020. Es un momento adecuado para que también Cataluña haga balance de la situación y pueda participar, con conocimiento de causa, de estos debates.

El informe, carta de presentación del futuro Observatorio del patrimonio natural y la biodiversidad

Los resultados de este informe avalan la necesidad de desplegar una política ambiciosa y efectiva de conservación del medio natural y la biodiversidad. En cierto modo justifica las apuestas que ha hecho el Gobierno los últimos tres años, entre las que la aprobación de una Estrategia del patrimonio natural y la biodiversidad, la creación de la Agencia de la Naturaleza de Cataluña o el despliegue de un fondo económico específico para las políticas del medio natural.

De hecho, el informe quiere ser el inicio de la evaluación del desarrollo de la Estrategia del Patrimonio Natural y la Biodiversidad 2030. Además, el informe recoge algunas de las acciones concretas que se han llevado a cabo en Cataluña para revertir la pérdida de biodiversidad. Por ejemplo, proteger espacios naturales a través de la Red de Espacios Protegidos de Cataluña, o crear planes y acciones de conservación de especies amenazadas. Estas y otras acciones han permitido mitigar la pérdida de biodiversidad y recuperar las poblaciones de algunas especies fuertemente amenazadas como es el caso de la nutria, el oso pardo o el cernícalo primilla entre otros.

El informe es también el embrión y la carta de presentación del Observatorio del patrimonio natural y la biodiversidad, un proyecto del Gobierno que busca crear un espacio de colaboración entre la Generalidad de Cataluña, otras administraciones, centros de investigación, universidades y los entes y entidades dedicadas al estudio del medio natural para generar conocimiento en el ámbito de las políticas de naturaleza. El objetivo final es que las políticas de conservación de la naturaleza estén fundamentadas en indicadores cuantificables y en evidencias científicas.

El Observatorio, que se espera que sea una realidad en 2021, quiere ser el ente de referencia para la obtención, integración, tratamiento, accesibilidad y difusión de la información sobre el patrimonio natural en Cataluña. No se concibe como un centro de documentación ni un repositorio de información, sino como un espacio de generación de conocimiento orientado a la toma de decisiones. Desde un primer momento debe tratar de dar respuestas, porque sólo buscando respuestas será posible construir el sistema de información que necesitamos.

Un indicador global de Naciones Unidas

Para hacer el diagnóstico de la biodiversidad en Cataluña se ha adaptado al contexto de este territorio el Living Planet Index (LPI), un indicador global empleado por Naciones Unidas para hacer el seguimiento de la biodiversidad en el planeta, que de momento se basa sólo en información sobre los animales vertebrados. En el caso de Cataluña, como han hecho otros países europeos, se ha añadido información de invertebrados (sólo mariposas). El LPI-Cat ha calculado a partir de los datos de tendencias de 321 especies incluidas en 7 programas de seguimiento a gran escala ya largo plazo que Cataluña tiene activos actualmente.

Más bosque pero poco maduro

Cataluña es un país cada vez más forestal. Sin embargo, este aumento de superficie forestal no responde a un incremento de la mejora de la biodiversidad. El exceso de bosques jóvenes sin una gestión forestal orientada a acelerar la sucesión ecológica y la falta de bosques maduros hace que no se registren mejoras importantes en las especies de animales de ambientes forestales. En Cataluña, en una escala de madurez del 1 al 10, los bosques han pasado de tener un grado de 1’8 a 2’3, es un dato positivo pero insuficiente, ya que para alcanzar un buen grado de madurez y crear ecosistemas complejos con gran biodiversidad los bosques necesitan cientos de años. De hecho, el informe concluye que las especies de animales más asociadas al bosque se han mantenido bastante estables, mientras que las especies propias de matorrales han sufrido un descenso constante y muy pronunciada, sobre todo en el caso de las mariposas propias de matorrales , que han disminuido un 57% desde 1995. Esto es fruto del abandono continuado de muchos prados y cultivos, que ha hecho que la mayor parte de la superficie que ocupaban estos espacios haya sido sustituida, primero por matorrales, y ahora por bosques en crecimiento.

El valor de la agricultura sostenible

Las poblaciones de animales que viven en prados y ambientes agrícolas han perdido un 34% de sus individuos en poco menos de veinte años. Las especies más afectadas de las que se dispone de datos a largo plazo son los aves esteparias, que dependen de las tierras de secano y de los campos en barbecho, y las mariposas diurnas de prados y pastos, que han caído un 71%. Para revertir esta tendencia el informe recoge la importancia de mantener y recuperar los pastos, las prácticas agrícolas y ganaderas tradicionales, los márgenes de los cultivos y los barbechos, etc. Un conjunto de acciones capaces de crear microhábitats vitales para conservar la biodiversidad.

Las zonas agrícolas están inmersas desde hace décadas en un proceso dual en Cataluña: por un lado sufren el abandono de los terrenos menos productivos o abruptos y, por otro, la intensificación de la agricultura en las áreas más productivas y planas. Las cifras que recoge el informe indican que el consumo de fitosanitarios ha doblado en 13 años y la riqueza de plantas arvenses en campos de cereal (a menudo bautizadas como malas hierbas) ha caído un 50% en las últimas décadas.

En el contexto de intensificación agrícola se hace patente que determinadas prácticas asociadas a la agricultura ecológica son beneficiosas, porque evitan el uso de fitosanitarios de síntesis industriales y de fertilizantes químicos y utilizan técnicas de rotación de cultivos anuales más diversos. Actualmente el terreno explotado con prácticas de agricultura ecológica (excepto prados, pastos y forrajes), si bien está en fuerte expansión en Cataluña, con más de más de 61.000 hectáreas, aunque representa sólo el 7,1% del total de superficie cultivada en el país.

Exceso de presión humana a los ríos

La actividad humana afecta gravemente a los ríos de Cataluña y, por tanto, es donde la biodiversidad está sufriendo las consecuencias más críticas. Se observa una regresión clara de las poblaciones de animales a los ríos y lagos, que han perdido el 50% de sus individuos los últimos veinte años. Además, casi el 80% de las especies evaluadas presenta un estado de conservación desfavorable, especialmente los peces autóctonos que han perdido 9 de cada 10 individuos, debido, principalmente de la presión de los peces exóticos. Actualmente se encuentran especies exóticas invasoras en el 64% de los cursos fluviales y en el 73% de las zonas húmedas.

Aparte de las especies exóticas, las aguas continentales han sufrido los efectos de las captaciones, la contaminación y la artificialización que afecta a más de la mitad de los ríos de Cataluña, con empleo de llanuras aluviales y cauces, y con la consiguiente pérdida de riberas y los hábitats que las ocupan.

A pesar de que las aguas residuales urbanas, agrícolas e industriales contaminan aún el 45% de los cursos fluviales, el Plan de Saneamiento de Cataluña ha mejorado sustancialmente la calidad del agua de muchos ríos en los últimos 40 años. Estas mejoras aún no tienen una repercusión directa en la mejora de la biodiversidad debido a la inercia de los sistemas biológicos, pero se detectan ya algunos indicadores positivos, como la presencia cada vez mayor de invertebrados acuáticos. Esta mejora se aprecia incluso en ríos como el Llobregat, expuesto a múltiples impactos humanos, donde se ha visto el regreso de un animal emblemático como la nutria.

Un mar diverso pero desconocido

El documento de diagnóstico pone en evidencia la riqueza de la biodiversidad marina en Cataluña, pero falta información básica sobre su estado para garantizar su conservación.

El Mediterráneo acoge una elevada biodiversidad marina: en menos del 1% de la superficie marina del planeta se encuentra un 10% de todas las especies marinas, de las cuales un 30% son endémicas. Ahora bien, la sobrepesca, la presión demográfica en la costa y el cambio climático están teniendo impactos cada vez más importantes sobre los ambientes marinos de las costas catalanas. En el caso de la pesca, el informe apunta que, a nivel mundial, el 33,1% de los peces de interés comercial están siendo sobreexplotados, y que en el Mediterráneo esto también afecta a otras especies de interés comercial como las gambas y los cefalópodos. Asimismo, técnicas de pesca como el arrastre empobrecen el fondo marino y atrapan especies amenazadas de forma accidental. Es el caso de algunos peces cartilaginosos (en Cataluña el 65% de los tiburones y el 42% de las rayas ya están consideradas en peligro de extinción), tortugas y pájaros (sobre todo las pardelas). El informe destaca la importancia de las reservas marinas para la recuperación de muchas especies, poniendo de ejemplo la Reserva Natural Parcial marina de las Medes, donde han aumentado las poblaciones de peces, sobre todo dentro de la reserva, pero también a la área periférica.

Por otra parte, se constata que el cambio climático está teniendo efectos evidentes en el medio marino catalán, con las proliferaciones de especies asociadas al calentamiento del agua, tales como algunas medusas y algas filamentosas, y la recurrencia de ondas de calor marinas, que están provocando episodios cada vez más frecuentes de mortalidad masiva de diferentes especies. Estos episodios menudo afectan especies con interés comercial, como es el caso del mejillón en el Delta del Ebro.

Cataluña, territorio clave en materia de conservación

En Cataluña viven 173 especies que están consideradas en riesgo de extinción en el planeta, de las cuales más del 10% de los peces, anfibios y reptiles. Y, al mismo tiempo, el territorio catalán acoge 245 especies y 99 hábitats de interés comunitario, incluidos en las directivas europeas de protección de la naturaleza (Directiva Hábitats y Directiva Aves). El caso de los pájaros es especialmente destacable, ya que en Cataluña se encuentran hasta 89 especies de aves de interés comunitario de presencia regular, que representan el 44% de los pájaros incluidos en la Directiva Aves, en tan sólo el 0,7% de la superficie total de la Unión Europea. Sin embargo, en diciembre se publicaron los resultados catalanes que se incluyen en el seguimiento de estas directivas y que apuntaban a que Cataluña debía fortalecer las políticas de conservación de la biodiversidad para que el 75% de las especies y el 58% los hábitats de interés comunitario presentaban un estado de conservación desfavorable.

Anna Ramon Revilla Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Responsable de comunicación en el CREAF.

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