Hidrología

11
Jun
2022

Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 17 de junio

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Superando juntos las sequías

Las sequías se encuentran entre las mayores amenazas para el desarrollo sostenible, especialmente en los países en desarrollo, aunque bien es cierto que cada vez son más las naciones ricas afectadas. De hecho, las previsiones estiman que para 2050 las sequías afecten a más de las tres cuartas partes de la población mundial.

El número y la duración de las sequías han aumentado un 29% desde 2000 y, a día de hoy, hay más de 2300 millones de personas que sufren problemas a causa de la escasez de agua. Se trata de unas cifras crecientes y preocupantes, máxime considerando que uno de cada cuatro niños en el mundo se verán afectados por este fenómeno de aquí a 2040 (UNICEF). Ningún país es inmune a la sequía.

Este año, el tema del Día Internacional contra la Desertificación, "Superando juntos las sequías", hace especial hincapié en la acción temprana para evitar consecuencias desastrosas para la humanidad y los ecosistemas planetarios.

Cuando la Tierra nos pide ayuda

La desertificación es la degradación de la tierra en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Está causada fundamentalmente por la actividad humana y las variaciones climáticas. Este proceso no hace referencia al avance de los desiertos existentes. La desertificación se debe a la vulnerabilidad de los ecosistemas de zonas secas, que cubren un tercio de la superficie del planeta, a la sobrexplotación y el uso inadecuado de la tierra. La pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el sobrepastoreo y las malas prácticas de riego afectan negativamente a la productividad del suelo.

Cada 17 de junio celebramos el Día Mundial para Combatir la Desertificación y la Sequía para sensibilizar a la opinión pública sobre este tema, demostrar que existen soluciones y herramientas para combatir la desertificación si todos cooperamos y fortalecer la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en los países afectados por sequía grave o desertificación, en particular en África.

La materia requiere una importante atención, aún más en estos tiempos. Cuando la tierra se degrada y deja de ser productiva, los espacios naturales se deterioran y transforman. Por ende, las emisiones de gases de efecto invernadero aumentan y la biodiversidad disminuye. También supone la existencia de menos espacios silvestres que amortigüen las zoonosis, como la COVID-19, y nos protejan de fenómenos climáticos extremos, como las sequías, las inundaciones y las tormentas de arena y polvo.

Es por este motivo que la Convención para la Lucha contra la Desertificación, organismo de la ONU que lidera las celebraciones del día internacional, hace un llamamiento a toda la comunidad mundial para que tratemos la tierra como un capital natural preciado y limitado que debemos restaurar. Cada uno de nosotros tenemos una función que cumplir porque el futuro es un tema que nos afecta a todos.

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