La temporada de los grandes incendios en California se ha adelantado. Miles de rayos en las últimas dos semanas han provocado numerosos incidentes que llevan quemadas más de 505.000 hectáreas. En estos momentos permanecen activos catorce grandes incendios entre los que destacan el de Santa Clara con casi 150.000 hectáreas y el de Sonoma-Napa con 145.000 hectáreas son los de mayor tamaño.
Más de 15.000 personas trabajan en los incendios de California en estos días, obligados a doblar sus turnos ante el avance incontrolado de las llamas que han provocado la muerte de siete personas y destruido más de 100 viviendas, en un primer recuento.
Según informa Callfire, el Servicio de Protección contra los Incendios forestales de California, los dos principales incendios se encuentran “controlados o contenidos” en un 35 % de su superficie. Se trata del segundo y tercer incendio más extensos de la historia de California, después del incendio de Mendocino en 2018, en los condados de Colusa, Lake, Mendocino & Glenn County, que quemó 185.800 hectáreas.
Si lo que buscamos es el ránking de los incendios más destructivos de California, a la espera de medir las consecuencias de los de Santa Clara y Sonoma-Napa, el de Camp fire, en noviembre de 2018, quemó más de 62.000 hectáreas, pero destruyó 18.804 estructuras y provocó la muerte de 85 personas. La causa de este incendio fue el mal estado de las líneas eléctricas de la compañía Pacific Gas and Electric.
El segundo más destructivo fue el de Tubbs, en octubre de 2017 y en el mismo condado de Sonoma-Napa en el que ahora hay otro gran incendio, que destruyó 5.636 estructuras y causó la muerte de 22 personas. La causa fue una tormenta eléctrica.
Son ya cuatro años consecutivos en los que se los mega incendios toman California. Hasta ahora se producían en el otoño, cuando se sumaba a la sequedad del verano los vientos del sur, principalmente en el sur de California, con velocidades cercanas a 100 km/h. Este año se han adelantado, todo hace suponer que debido a los miles de rayos que han caído en las últimas semanas y a la acumulación de combustible.
Los incendios de verano no son nuevos
“No es un fenómeno nuevo. Si observamos la sucesión histórica observamos que en otros años ha habido incendios también en esta época, pero sí es cierto que no se producían en los últimos años”, comenta Víctor Resco, profesor de la Universidad de Lleida. “Tradicionalmente, en verano se han producido incendios en los picos de sequía, mientras que en el otoño se han producido grandes incendios por los vientos del sur de Santa Ana”.
En opinión de Víctor Resco no se puede explicar todo solo en función del cambio climático. “En algunas partes de Estados Unidos se ha producido una acumulación de combustible por el abandono de las quemas prescritas y el uso del fuego como herramienta de gestión del territorio. A esto lo unimos un grado de conexión muy grande de la vegetación, sin ruptura del paisaje en grandes extensiones de territorio y con muy baja densidad de población, pero con un problema de interfaz urbano-forestal muy grande desde hace muchos años, por su modelo de vida horizontal y de ocupación del territorio. Le ponemos la guinda de la sequía y tenemos posibilidades de grandes incendios forestales que nosotros llamamos convectivos”. Es decir, incendios capaces de crear sus propias condiciones meteorológicas y de provocar nuevos incendios a partir de las tormentas eléctricas que pueden llegar a producir.
“Existen estudios, que se remontan hasta tres mil años, que demuestran que existía un régimen de incendios de baja densidad en coníferas de media montaña, como son las secuoyas, que permitía romper la continuidad vertical del combustible. Hoy sabemos que las tribus indias antes de que llegaran los europeos utilizaban el fuego para gestionar el territorio. La supresión de los incendios ha provocado una acumulación de combustible que, con las condiciones climatológicas adecuadas, puede explicar los grandes incendios de hoy”.
Fueron los investigadores norteamericanos los primeros que hablaron del término “paradoja de la extinción”. “De nuevo esto se observa muy bien en la evolución histórica. En épocas más calurosas y de sequía se observa que había más incendios, mientras que en las épocas más húmedas disminuía su número. Esto se interrumpe en el último siglo en el que tenemos menos incendios de los que en teoría deberíamos tener por el clima y, sin embargo, son de gran tamaño”, asegura Víctor Resco.
Solicitud de ayuda a Canadá y Australia
Mapa de incendios activos en California en la pantalla de Callfire
A pesar de las dificultades de viaje durante la pandemia de COVID-19, la National Multi-Agency Coordinating Group trabajaba ayer «en una solicitud de 55 miembros del personal de incendios forestales de Australia y de cuatro a cinco equipos de Canadá«, formados por 20 personas. El gobernador de California, Gavin Newsom, afirmó que «estamos utilizando todos los recursos que tenemos en este momento».
La última comunicación oficial de Callfire anunciaba que “las continuas condiciones climáticas favorables ayudan a los bomberos en sus esfuerzos por contención”. Con respecto a la semana pasada, vientos procedentes del mar han aportado algo de humedad y han bajado la temperatura en lagunas zonas. El temor es que esta humedad marina pueda provocar rachas de viento en tierra “especialmente por la tarde, lo que puede dificultar las labores de extinción en esos momentos durante varios días”.
Las previsiones meteorológicas anuncian más calor durante el fin de semana. “Las tormentas eléctricas aisladas todavía son posibles en la parte superior del norte de California y la Cordillera de Sierra Nevada. El resto de California experimentará un retorno a un patrón de clima cálido y seco”.
En las últimas 24 horas, se contabilizaron más de 400 rayos en el norte de California. Los bomberos continúan monitoreando si hay incendios forestales adicionales por estos rayos o focos secundarios por paveseo. Desde mediados de agosto se han contabilizado casi 14.000 rayos. En este tiempo, ha habido más de 700 nuevos incendios forestales, que han quemado más de 505.000 hectáreas, han muerto siete personas y se han destruido 1.700 estructuras.
En los momentos de máxima concentración de personal son más de 15.000 personas los que hacen frente a más de dos docenas de incendios en todo California. Además de los bomberos de California, participan también bomberos de otros estados, el ejército y la Guardia Nacional de California.
Ismael Muñoz. Publicado en Osbo digitalLos grandes incendios en California se adelantan
La temporada de los grandes incendios en California se ha adelantado. Miles de rayos en las últimas dos semanas han provocado numerosos incidentes que llevan quemadas más de 505.000 hectáreas. En estos momentos permanecen activos catorce grandes incendios entre los que destacan el de Santa Clara con casi 150.000 hectáreas y el de Sonoma-Napa con 145.000 hectáreas son los de mayor tamaño.
Más de 15.000 personas trabajan en los incendios de California en estos días, obligados a doblar sus turnos ante el avance incontrolado de las llamas que han provocado la muerte de siete personas y destruido más de 100 viviendas, en un primer recuento.
Según informa Callfire, el Servicio de Protección contra los Incendios forestales de California, los dos principales incendios se encuentran “controlados o contenidos” en un 35 % de su superficie. Se trata del segundo y tercer incendio más extensos de la historia de California, después del incendio de Mendocino en 2018, en los condados de Colusa, Lake, Mendocino & Glenn County, que quemó 185.800 hectáreas.
Si lo que buscamos es el ránking de los incendios más destructivos de California, a la espera de medir las consecuencias de los de Santa Clara y Sonoma-Napa, el de Camp fire, en noviembre de 2018, quemó más de 62.000 hectáreas, pero destruyó 18.804 estructuras y provocó la muerte de 85 personas. La causa de este incendio fue el mal estado de las líneas eléctricas de la compañía Pacific Gas and Electric.
El segundo más destructivo fue el de Tubbs, en octubre de 2017 y en el mismo condado de Sonoma-Napa en el que ahora hay otro gran incendio, que destruyó 5.636 estructuras y causó la muerte de 22 personas. La causa fue una tormenta eléctrica.
Son ya cuatro años consecutivos en los que se los mega incendios toman California. Hasta ahora se producían en el otoño, cuando se sumaba a la sequedad del verano los vientos del sur, principalmente en el sur de California, con velocidades cercanas a 100 km/h. Este año se han adelantado, todo hace suponer que debido a los miles de rayos que han caído en las últimas semanas y a la acumulación de combustible.
Los incendios de verano no son nuevos
“No es un fenómeno nuevo. Si observamos la sucesión histórica observamos que en otros años ha habido incendios también en esta época, pero sí es cierto que no se producían en los últimos años”, comenta Víctor Resco, profesor de la Universidad de Lleida. “Tradicionalmente, en verano se han producido incendios en los picos de sequía, mientras que en el otoño se han producido grandes incendios por los vientos del sur de Santa Ana”.
En opinión de Víctor Resco no se puede explicar todo solo en función del cambio climático. “En algunas partes de Estados Unidos se ha producido una acumulación de combustible por el abandono de las quemas prescritas y el uso del fuego como herramienta de gestión del territorio. A esto lo unimos un grado de conexión muy grande de la vegetación, sin ruptura del paisaje en grandes extensiones de territorio y con muy baja densidad de población, pero con un problema de interfaz urbano-forestal muy grande desde hace muchos años, por su modelo de vida horizontal y de ocupación del territorio. Le ponemos la guinda de la sequía y tenemos posibilidades de grandes incendios forestales que nosotros llamamos convectivos”. Es decir, incendios capaces de crear sus propias condiciones meteorológicas y de provocar nuevos incendios a partir de las tormentas eléctricas que pueden llegar a producir.
“Existen estudios, que se remontan hasta tres mil años, que demuestran que existía un régimen de incendios de baja densidad en coníferas de media montaña, como son las secuoyas, que permitía romper la continuidad vertical del combustible. Hoy sabemos que las tribus indias antes de que llegaran los europeos utilizaban el fuego para gestionar el territorio. La supresión de los incendios ha provocado una acumulación de combustible que, con las condiciones climatológicas adecuadas, puede explicar los grandes incendios de hoy”.
Fueron los investigadores norteamericanos los primeros que hablaron del término “paradoja de la extinción”. “De nuevo esto se observa muy bien en la evolución histórica. En épocas más calurosas y de sequía se observa que había más incendios, mientras que en las épocas más húmedas disminuía su número. Esto se interrumpe en el último siglo en el que tenemos menos incendios de los que en teoría deberíamos tener por el clima y, sin embargo, son de gran tamaño”, asegura Víctor Resco.
Solicitud de ayuda a Canadá y Australia
Mapa de incendios activos en California en la pantalla de Callfire
A pesar de las dificultades de viaje durante la pandemia de COVID-19, la National Multi-Agency Coordinating Group trabajaba ayer «en una solicitud de 55 miembros del personal de incendios forestales de Australia y de cuatro a cinco equipos de Canadá«, formados por 20 personas. El gobernador de California, Gavin Newsom, afirmó que «estamos utilizando todos los recursos que tenemos en este momento».
La última comunicación oficial de Callfire anunciaba que “las continuas condiciones climáticas favorables ayudan a los bomberos en sus esfuerzos por contención”. Con respecto a la semana pasada, vientos procedentes del mar han aportado algo de humedad y han bajado la temperatura en lagunas zonas. El temor es que esta humedad marina pueda provocar rachas de viento en tierra “especialmente por la tarde, lo que puede dificultar las labores de extinción en esos momentos durante varios días”.
Las previsiones meteorológicas anuncian más calor durante el fin de semana. “Las tormentas eléctricas aisladas todavía son posibles en la parte superior del norte de California y la Cordillera de Sierra Nevada. El resto de California experimentará un retorno a un patrón de clima cálido y seco”.
En las últimas 24 horas, se contabilizaron más de 400 rayos en el norte de California. Los bomberos continúan monitoreando si hay incendios forestales adicionales por estos rayos o focos secundarios por paveseo. Desde mediados de agosto se han contabilizado casi 14.000 rayos. En este tiempo, ha habido más de 700 nuevos incendios forestales, que han quemado más de 505.000 hectáreas, han muerto siete personas y se han destruido 1.700 estructuras.
En los momentos de máxima concentración de personal son más de 15.000 personas los que hacen frente a más de dos docenas de incendios en todo California. Además de los bomberos de California, participan también bomberos de otros estados, el ejército y la Guardia Nacional de California.
Ismael Muñoz. Publicado en Osbo digital