Ordenación de montes

24
Abr
2021

 

La gestión forestal en Murcia produce créditos de CO2 que, cuando se venden, proporcionan ingresos a los propietarios forestales

El proyecto Life Forest CO2 ha desarrollado una metodología que permite conocer la absorción neta de CO2 por trabajos de gestión forestal sostenible en masas de Pinus hapensis y Pinus pinaster. De momento, el trabajo se ha hecho para la Región de Murcia, en 22 proyectos de gestión forestal que suman 1.500 hectáreas y han generado 13.549 créditos de CO2. Estos créditos se venden ahora a empresas que necesiten compensar sus emisiones. Es la primera vez en España que se generan créditos de CO2 procedente de gestión forestal, lo que permite crear un mercado.

Es una vieja demanda de los propietarios forestales basada en el principio de quien contamina paga, pues quien descontamina, que cobre. Es decir, recibir una compensación por su contribución a la lucha contra el cambio climático gracias a la fijación de carbono que realizan sus bosques por su gestión forestal. El proyecto Life Forest CO2 ha señalado el camino. Ha establecido una metodología que estandariza el cálculo de las absorciones netas de CO2 por hectárea gestionada en masas forestales de pino carrasco (Pinus halepensis) y pino resinero (Pinus pinaster) en la Región de Murcia. La certificación de esa gestión la realiza la Dirección General de Política Forestal de la Región de Murcia.

El Life CO2 ha realizado un proyecto de gestión sostenible, mediante una metodología y unos determinados criterios técnicos, en 22 proyectos de la región. En total son 1.500 ha. Y ha estimado que el potencial de secuestro de CO2 de la atmósfera alcanza 53.400 toneladas a largo plazo.

Todas estas absorciones han sido certificadas en créditos de CO2 por la Dirección General del Medio Natural de la Región de Murcia, a razón de crédito por tonelada de CO2. De todos estos créditos, se han liberado al mercado 13.549, ya que se liberan de forma gradual, y están disponibles para que los adquieran las empresas que necesiten compensar sus emisiones.

Una de ellas ha sido Navantia, que ha adquirido 165 créditos generados en un proyecto de gestión selvícola en el término municipal de Moratalla (Murcia), para la compensación de emisiones del año 2020 de su sede en Cartagena, donde está a punto de botar el primer submarino de tecnología y fabricación enteramente española desde 1888.

El Life ha desarrollado una plataforma, accesible desde la página web del proyecto, que permite poner en contacto a propietarios forestales que dispongan de créditos y a empresas que necesiten compensar sus emisiones mediante certificados que avalen esa compensación.
De momento, se trata de un proyecto desarrollado a nivel regional pero la idea es que se pueda desarrollar a nivel nacional en un futuro.

Estos créditos se venden en el Mercado Voluntario de Carbono, por lo que su precio lo pone el propietario forestal que lo vende. “Se suelen vender entre 15 y 25 € el crédito, aunque en el Mercado del Comercio de Emisiones, regulado por la Unión Europea, el precio suele estar alrededor de 30 €”, asegura Rubén Martínez, técnico de la empresa Ingeniería del Entorno Natural que ha realizado los trabajos.

Este mercado no está pensado con la intención de obtener un beneficio económico, es decir, que los ingresos por venta de créditos de CO2 sean mayores que la inversión necesaria para gestionar de forma sostenible el bosque. “La idea es que esta venta permita financiar la gestión, es difícil que se puedan obtener beneficios con esos precios”, comenta Rubén.

Para Rubén Martínez “esta venta de créditos de CO2 no sólo es un beneficio para los propietarios forestales, sino que también lo es para las empresas y trabajadores del medio rural y las poblaciones del entorno. Permitirá mantener una gestión forestal que es garantía del mantenimiento de los servicios ecosistémicos que dan los bosques gestionados, entre los que se incluyen la mejora de la calidad del aire o la generación de recursos hídricos”.

Curiosamente, no todos los propietarios que han realizado una gestión forestal ajustada a la metodología del proyecto quieren ahora vender los créditos obtenidos. “Las razones pueden ser varias, desde la avanzada edad de los propietarios y cierta dificultad para entender este proceso a la dificultad para ingresar y repartir adecuadamente esos ingresos cuando son varios propietarios. Sin embargo, una vez que han comprobado cómo funciona, cada día son más los propietarios que quieren vender los créditos obtenidos”, asegura Rubén.

El Life termina en junio. La intención es que la plataforma, donde se pueden ver los proyectos que venden créditos y permite el contacto con las empresas compradoras, se mantenga por si sola, con la actividad de sus asociados. “Es probable que el mantenimiento lo realice la Dirección General del Medio Natural”, comenta Rubén.

Cómo se consiguen créditos de CO2

Los bosques, siempre que crezcan, captan CO2, se haga en ellos gestión o no. Pero está comprobado que una determinada gestión forestal ayuda a fijar mucho más carbono. Esta es la situación de partida de los trabajos del Life, han contemplado dos escenarios que son los que evalúa: de no intervención, es decir, dejarlo sin gestionar y el de gestión forestal.

El Life Forest CO2 realizó un cálculo experimental en ambos casos del carbono contenido en todos los almacenes considerados como tales por el Protocolo de Kioto: biomasa viva aérea, biomasa viva subterránea, detritus, materia muerta, carbono orgánico del suelo y productos madereros.

Estos datos se modelizaron mediante el programa CO2-FIX, que permite la integración de diferentes variables selvícolas para cada uno de los depósitos de carbono medidos, meteorología, estación e incluso el destino de los productos forestales obtenidos. “De esta forma, hemos conseguido valores comparativos en entornos idénticos. La única diferencia estaba en si se trataba de una superficie gestionada o no”, nos dice Rubén.

La diferencia de fijación de carbono entre la intervención y la no intervención, en eso 22 proyectos en toda la región, es de 53.400 toneladas de CO2. El cálculo está basado en una estimación de 150 años (dos turnos) de las absorciones generadas desde la intervención selvícola. El propietario se obliga a mantener esa gestión forestal al menos en un turno de 75 años, a incluir un plan de carbono en los planes técnicos de gestión y a monitorear cada 10 años con el fin de comprobar si se cumplen las previsiones y de incluir correcciones en caso necesario.

Este proyecto demostrativo está cofinanciado por el programa LIFE de la Unión Europea, y está liderado por la Dirección General del Medio Natural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, en colaboración con Ingeniería del Entorno Natural, la Universidad de Córdoba, Agresta, Fundación Cesefor, la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio de la Xunta de Galicia y el Centro Nacional de la Propiedad Forestal de Francia.

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