Así lo señala una investigación del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Catalunya (CTFC), la Universitat de Lleida (UdL) y el CREAF, publicada en la revista científica Agricultural and Forest Meteorology.
El estudio – realizado a partir de registros meteorológicos históricos, diferentes escenarios de cambio climático del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y modelos de productividad basados en inteligencia artificial- concluye que desde 1976 hasta la actualidad, la producción de setas ha sufrido una disminución moderada y prevé que esta tendencia se acentúe más o menos hasta el año 2100 en función de la magnitud del calentamiento global.
En el artículo, los autores señalan que los bosques subalpinos y montanos de pino rojo y pino negro del Pirineo serán los más afectados. En estos ecosistemas, la productividad total de setas podría caer cerca de 60 kg por hectárea en 2100 en el peor escenario, mientras que el resto del territorio catalán se mantendría más estable. El estudio distingue entre los hongos micorrícicos (aquellos que establecen relaciones simbióticas con las raíces de determinados árboles y entre los cuales podemos encontrar especies de gran interés gastronómico y recreativo, como el robellón o el boletus) y los saprófitos (aquellos que se alimentan de los residuos de otros organismos, entre los cuales podemos encontrar el champiñón y la colmenilla, por ejemplo). Mientras que para las especies micorrícicas podemos esperar una disminución de la productividad de manera general en los bosques pirenaicos, no es así entre las especies saprófitas, que verían como su productividad aumenta significativamente en los bosques más típicamente mediterráneas del territorio, donde más acusados se muestran los efectos del cambio climático.
“Este estudio también pretende concienciar sobre la necesidad de anticiparse a los posibles impactos del cambio climático sobre estos organismos (las setas), que juegan un papel tan importante en los ecosistemas naturales y a desplegar posibles políticas de gestión forestal para mitigar los efectos del cambio climático sobre nuestros bosques”, dice Albert Morera, autor principal del artículo e investigador en la Universitat de Lleida.
“Nuestra investigación destaca la complejidad de los impactos del cambio climático a escala regional sobre los ecosistemas forestales en general, y sobre los hongos en particular, con efectos diferentes, a veces opuestos, en función de las condiciones climáticas pasadas y futuras, así como dependiendo de las diferencias en los requerimientos ecológicos de los diferentes tipos de bosques y hongos. Este es un primer paso para determinar también los impactos del cambio climático tanto sobre la diversidad del conjunto de especies de setas como sobre especies individuales de interés socioeconómico por su comestibilidad”, dice Sergio de Miguel, investigador adscrito al CTFC, profesor de la Universitat de Lleida, y miembro de la Unidad Mixta de Investigación CTFC, Agrotecnio y CERCA.
Más información:
Morera, A.; Martínez de Aragón, J.; De Cáceres, M.; Bonet, J.A.; de-Miguel, S. 2022. Historical and future spatially-explicit climate change impacts on mycorrhizal and saprotrophic macrofungal productivity in Mediterranean pine forests. Agricultural and Forest Meteorology, 319: 108918. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0168192322001113
Fuente: Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Catalunya (CTFC)