Árbol muerto por Xylella fastidiosa
En diciembre de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó 2020 Año Internacional de la Sanidad Vegetal (AISV) . Este año constituye una oportunidad única e irrepetible para sensibilizar a escala internacional sobre cómo la protección de la salud vegetal puede ayudar a eliminar el hambre, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente y estimular el desarrollo económico.
Las actividades del AISV contribuirán a:
• fomentar la sensibilización sobre la importancia de la salud de las plantas para la vida en la Tierra;
• prevenir la propagación de plagas y enfermedades de las plantas;
• erradicar las plagas y enfermedades de las plantas o, en el caso no sea posible, llevar un buen manejo y control;
• incrementar la financiación de organizaciones regionales y nacionales de protección fitosanitaria, que son la primera línea de defensa contra las plagas y enfermedades de las plantas
No obstante, el verdadero resultado del AISV se podrá apreciar a largo plazo, a medida que las personas tomen conciencia de cómo sus acciones contribuyen al bienestar del planeta. Plantas más saludables aumentan la seguridad alimentaria y reducen la pobreza, sobre todo en aquellas poblaciones cuya subsistencia depende de la agricultura. El medioambiente también se beneficiará de plantas saludables y de prácticas ecológicas más respetuosas con el medioambiente, como el manejo integrado de plagas
Mensajes clave
1. Es arriesgado llevar consigo plantas y productos vegetales en viajes o desplazamientos transfronterizos, ya que pueden propagar plagas y enfermedades de las plantas.
Los ciudadanos corrientes deben evitar llevar plantas y productos vegetales consigo cuando viajen. Deben evitar hacer pedidos en línea de plantas y productos vegetales o a través de servicios postales, ya que los paquetes pueden eludir fácilmente los controles fitosanitarios habituales.
2. Garantizar la inocuidad del comercio de plantas y productos vegetales sin establecer obstáculos innecesarios.
Muchos países dependen del comercio de plantas y productos vegetales para sostener sus economías. Sin embargo, este comercio puede propagar rápidamente las plagas de las plantas y dañar seriamente las variedades autóctonas, y la biodiversidad. La implementación de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) y las normas internacionales, así como el cumplimiento de la legislación fitosanitaria existente, ayudan a promover el comercio mientras lo mantienen inocuo.
3. Preservar la sanidad vegetal para proteger el medio ambiente y la biodiversidad.
Las plagas de las plantas son uno de los principales causantes de la pérdida de biodiversidad. El cambio climático y las acciones humanas han alterado los ecosistemas y han creado nichos ecológicos nuevos donde las plagas pueden desarrollarse. Al combatir las plagas los agricultores deben adoptar, y los encargados de las políticas deben fomentar, el uso de métodos ecológicos que reduzcan la utilización de plaguicidas tóxicos, que matan a los polinizadores, a los enemigos naturales de las plagas y a los organismos fundamentales para un medio ambiente sano.
4. Proteger, gestionar y recuperar los ambientes terrestres y marinos para preservar la sanidad vegetal.
Las plantas solo pueden desarrollarse en un ambiente salubre. Los encargados de las políticas en todos los niveles deberían, por lo tanto, promulgar políticas para proteger, gestionar y, en última instancia, restaurar los recursos naturales. Los ciudadanos corrientes y los grupos de ciudadanos pueden tomar medidas diarias para reducir su impacto ambiental, y participar activamente en iniciativas para proteger y gestionar los recursos naturales.
5. Invertir en organizaciones de sanidad vegetal e investigación y desarrollo fitosanitario.
Los gobiernos, los responsables de las políticas y los legisladores deben priorizar las políticas y la legislación relacionadas con la prevención, el seguimiento y la notificación de brotes de plagas; promover medidas de manejo de plagas favorables al medio ambiente; y facilitar el comercio inocuo. Deben empoderar a las organizaciones de protección fitosanitaria nacionales y regionales e instituciones similares, y proporcionarles los recursos humanos y financieros adecuados. Los sectores público y privado deberían invertir más en iniciativas, investigación y tecnologías innovadoras relativas a la sanidad vegetal.
6. Las plantas sanas son fundamentales para acabar con el hambre y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Las plantas constituyen el 80 por ciento de los alimentos que comemos. Sin embargo, sufren el ataque constante de plagas que destruyen hasta el 40 por ciento de los cultivos alimenticios cada año y son responsables de pérdidas en el comercio agrícola estimadas en más de 220 mil millones de USD anuales. Las plagas de las plantas dejan a millones de personas sin alimentos suficientes y afectan negativamente a la agricultura, que constituye la fuente de ingresos principal de las comunidades rurales pobres. Las políticas y acciones para promover la sanidad vegetal son fundamentales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular aquellos dirigidos a reducir la pobreza, el hambre y las amenazas al medio ambiente.
7. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) proporcionan orientación y lideran los esfuerzos mundiales para garantizar la sanidad vegetal.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)), la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) y sus asociados están liderando los esfuerzos mundiales para promover la sanidad vegetal en 2020 y en el futuro. La CIPF es un tratado internacional, firmado por más de 183 países, que proporciona un marco para proteger los recursos vegetales de plagas y enfermedades. Lidera el desarrollo de normas internacionales de sanidad vegetal y promueve el comercio en condiciones de inocuidad entre todos los países. La FAO es un organismo especializado de las Naciones Unidas que lidera los esfuerzos internacionales para lograr la seguridad alimentaria para todos y garantizar que las personas tengan acceso regular a suficientes alimentos nutritivos de alta calidad para llevar una vida activa y sana.