Selvicultura y Pascicultura

19
Jul
2024

El 70% del silvopastoreo de Catalunya tiene lugar dentro de espacios protegidos

 

Raquel abre la puerta del cerrado de sus cabras a primera hora de la mañana y comienza con entusiasmo el pasto con su rebaño. Como cada día, las acompaña durante dos o tres horas entre el bosque y vuelven a casa con la barriga llena de hojas y brotes de lentisco y coscoja. Al igual que ella, una treintena de pastoras y pastores han sido estudiadas por la investigadora del CREAF Sandra Saura Mas, también profesora de la UAB, y Lídia Quevedo, profesora asociada en la UAB. Los resultados del estudio se han presentado en una jornada técnica online e indican que, en Catalunya, el silvopastoreo se da sobre todo en bosques de coníferas, como son los pinares, y en espacios naturales protegidos; un 70% concretamente. Asimismo, cabe destacar que los rebaños catalanes suelen ser de un solo tipo de animal, practican el pasto dirigido -es decir, con un pastor o pastora que los acompaña siempre, como hace Raquel- y el animal más utilizado es la cabra.

El estudio se ha realizado a través del proyecto SILVODIVERS, una iniciativa del Departamento de Acción Climática, Agenda Rural y Alimentación que lidera el CREAF. El objetivo ha sido radiografiar el silvopastoreo de Catalunya y proponer medidas para practicarla de forma compatible con la naturaleza. Para ello, se han realizado entrevistas, se ha profundizado en las prácticas ganaderas y del sector en general y se ha analizado la biodiversidad de las fincas de pasto. Los resultados se pueden consultar en la web del proyecto donde existe un mapa exhaustivo de la situación en Catalunya.

20 recomendaciones tangibles

Hay que evitar hacer el pasto, siempre que sea posible, entre marzo y junio, porque es la época reproductiva de la mayoría de plantas y animales de interés.

Las recomendaciones recogidas por las expertas quieren ayudar a que el silvopastoreo tenga una sostenibilidad ecológica sin perder la viabilidad económica. Por ejemplo, se ha identificado que la pérdida de especies de flora protegida puede ser uno de los puntos críticos si consideramos que el pasto se da muy frecuentemente en espacios naturales protegidos. Por eso, en la línea de recomendaciones, las autoras apuntan a que «hay que evitar hacer el pasto, siempre que sea posible, entre marzo y junio, porque es la época reproductiva de la mayoría de plantas y animales de interés«. Además, también recomiendan que los rebaños no afecten a una construcción histórica en Catalunya: la piedra seca. Entre los muros se esconden plantas y algunos animales, como roedores o lagartos, que resisten así la depredación de los rebaños y permiten el equilibrio entre esta fauna tan valiosa y el campesinado que vive en los alrededores.

Por otra parte, los resultados advierten que el sobrepastoreo es uno de los factores al que hay que prestar especial atención. Primero, porque puede provocar un empobrecimiento de las plantas herbáceas, ya que si los rebaños van comiendo constantemente hierbas solo sobrevivirán y crecerán las que no les gustan o las que son más resilientes, empobreciendo la biodiversidad de la zona. En segundo lugar, el sobrepastoreo va compactando cada vez más el suelo, porque existe una carga de animales por encima de lo que el suelo puede soportar para mantenerse con buen estado de salud, y lo contamina por exceso de heces. En este caso, algunas de las recomendaciones propuestas son evitar el pasto en zonas debilitadas como las que han sufrido un incendio o evitar que el rebaño siga siempre la misma ruta.

Muchos puntos positivos

El silvopastoreo de baja presión beneficía a la biodiversidad ya que mantiene los claros y prados en el bosque, donde se concentran más invertebrados, que son polinizadores y a la vez alimento para muchas especies.

Por último, no podemos olvidar que un silvopastoreo hecho de forma adecuada puede ser una aliada social –por la prevención de incendios– y económica por el campesinado, pero también por la propia conservación de la biodiversidad. Si es en baja presión y en épocas adecuadas, hay plantas y animales que se ven beneficiados de que haya pasto en su hábitat, porque mantienen los claros y prados en el bosque, donde se concentran más invertebrados (que son alimento y polinizadores), son una zona de caza para los pájaros rapaces y ayudan a la germinación de determinada flora que en otros lugares tiene mucha competencia herbácea.

Para realizar este ‘match’ entre la ciencia, los pastores y pastoras y todas las personas implicadas en el sistema silvopastoril, SILVODIVERS ha estrenado un tablón de anuncios en su web donde estas personas pueden indicar qué necesidades tienen o qué pueden ofrecer. Por ejemplo, se podrá pedir pastora para la temporada de verano o los propietarios forestales ofrecer ciertas hectáreas para destinarlas a silvopasto. «Podemos decir que el silvopasto sostenible es aquel que permite satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras«, concluye la bióloga del CREAF.

Proyecto financiado a través de la Operación 01.02.01 de Transferència Tecnològica del Programa de desenvolupament rural de Catalunya 2014-2022.

Veronica Couto Antelo

Tècnica de Comunicació del CREAF des del 2016. Apassionada del món natural i la seva divulgació. Biòloga (UB), màster en comunicació científica (BSM-UPF) i estudiant Humanitats (UOC).

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