Selvicultura y Pascicultura

07
Jun
2022

“GESTORES DE BOSQUES, ALIADOS DE LA TIERRA”

 

En el Día Mundial del Medio Ambiente los propietarios forestales privados reclaman su papel como “Gestores de bosques, aliados de la Tierra”

Los propietarios forestales españoles, asociados en COSE, reivindican su labor medioambiental en el Día Mundial del Medio Ambiente. Para mantenerla señalan la necesidad de aprovechar el bosque como única salida al abandono. En palabras de su presidente Francisco Carreño, “nuestra misión es cuidar de la biodiversidad, hacer una gestión de los montes sostenible y económicamente rentable logrando que nuestros bosques sobrevivan en las mejores condiciones posibles al cambio climático”.

Las asociaciones autonómicas repasan los proyectos de investigación y desarrollo rural en los que trabajan.

Para los propietarios forestales es imprescindible el aprovechamiento de los recursos del bosque para sufragar los gastos derivados de su gestión y conservación, «las subvenciones no son suficientes”. Según sus datos, por cada euro recibido como subvención, los selvicultores o propietarios forestales invierten tres en el cuidado de su monte.

Pero aprovechar no es tan sencillo como simplemente decidirse a hacerlo. Abandono rural; minifundio; escasa rentabilidad de la gestión forestal; ausencia de políticas forestales, de consumo y fiscales que promuevan el aprovechamiento, la demanda de productos forestales y la inversión en gestión; además de una enorme burocracia y falta de personal en la administración pública para agilizar la actividad forestal dificultan el aprovechamiento de los montes, algo que en COSE consideran “imprescindible si queremos que mantenga su prestación de servicios ambientales a la sociedad”.

La superficie forestal privada supone 20,1 millones de ha, el 73 % de la superficie forestal. Pero tiene más de cuatro millones de propietarios de montes, muchos de los cuales no saben que lo son, o su propiedad es tan pequeña que su gestión es inexistente por falta de rentabilidad, desconocimiento de la legislación ambiental y falta de experiencia de gestión. Asegura COSE que “se encuentra distribuida en unidades de explotación de muy pequeño tamaño, la mayoría procedente de herencia, que no tienen en la actualidad posibilidad de obtener rentabilidad económica y que, según la legislación tributaria, sus titulares tienen la consideración de empresarios”.

Bosques de pinos carrasco en la sierra de Ricote Murcia, con una importante función de fijación de suelo y conservación de biodiversidad

Frente a esta situación, COSE propone: el asociacionismo; las agrupaciones y planes de gestión conjuntos; aumento de ayudas públicas; pagos por servicios ambientales; una fiscalidad específica para el sector; y la puesta en valor de la cadena forestal de productos de origen sostenible, otra de las carencias que lastran a un sector forestal que ofrece grandes posibilidades.

Entre el pago por servicios ambientales la reclamación más evidente es la relacionada con la capacidad de los boques de fijar CO2. Los bosques españoles fijan 94,07 Mill. toneladas equivalentes de CO2 a razón de 5,06 teqCO2/ hectárea por año. COSE hace una extrapolación a la superficie forestal privada para concluir que “los propietarios forestales son los responsables del 67 % del CO2 absorbido por las masas forestales”.

En España, los bosques absorben una media del 20 % de las emisiones totales de CO2 anuales (38,1 Mt). 1 m3 de madera equivale a una tonelada de CO2 absorbido (aproximadamente).

Otro beneficio social que ofrece la gestión forestal es la relacionada con la reducción del riesgo de grandes incendios forestales. A la relación estrecha entre abandono rural y acumulación de vegetación en los montes se unen los efectos del cambio climático para aumentar la gravedad del riesgo.

Numerosos dispositivos de extinción de incendios forestales han señalado la necesidad urgente de generar bioeconomía para mantener población que gestione los bosques y genere “un paisaje mosaico que sirva de freno al avance descontrolado de un incendio”, nos comentaba recientemente Marc Castellnou, jefe del Grupo de Apoyo de Actuaciones Forestales (GRAF) de Bomberos de Cataluña. Y añadía “sabemos lo que nos cuesta desarrollar actividades que mantengan la economía en zonas rurales, y sabemos el coste que tiene la extinción los grandes incendios, es siempre más barato y beneficioso lo primero”.

Para COSE “la existencia de una alta actividad económica asociada al aprovechamiento y utilización de los recursos forestales es lo que permitirá zonas vivas haciendo viable su desarrollo y convirtiendo a sus selvicultores en los principales valedores del territorio”.

Otro de los beneficios ecosistémicos que prestan los bosques, y por el que sus propietarios no reciben compensación o beneficio, es la conservación de la biodiversidad. España es el país de Europa que más contribuye a la biodiversidad con cerca de 85.000 especies. El 80 % de la biodiversidad terrestre habita en los bosques.

Según los datos de Europarc-España, publicados en su Anuario 2020, España tiene el 36,2 % de la superficie terrestre protegida y el 12,3 % de la superficie marina. Es el país europeo que más aporta a la Red Natura 2000 con el 27,4 % del país, y el que más reservas de la biosfera tiene del mundo con 53.

En total, el 40,5 % de la superficie forestal en España está protegida, es decir 11,2 millones de hectáreas. De ellas, 7,4 millones de hectáreas son arboladas.

Gran diversidad de bosques

En España hay una gran diversidad de especies, tipos de bosques y recursos forestales. La cornisa cantábrica es la zona donde mayor aprovechamiento de madera se produce, con Galicia destacada sobre el resto al cortar más del 50 % de la madera aprovechada en España. Esta diversidad produce también una gran variedad de circunstancias, necesidades y enfoques para desarrollar la gestión forestal sostenible.

Las distintas asociaciones de propietarios forestales privados de cada comunidad autónoma han hecho un breve resumen de los trabajos que desarrollan en estos momentos.

GALICIA

La Asociación Forestal de Galicia (AFG) aglutina desde su fundación en 1986 a propietarios particulares y comunidades de montes vecinales en mano común. Su objetivo principal es impulsar la gestión de las masas forestales, evitando su abandono y compatibilizando la productividad del monte con la conservación de los valores medioambientales. En estos momentos desarrollan proyectos de I+D+i como FORMANRISK (Interreg Sudoe) cuyo objetivo principal es mejorar las técnicas de gestión forestal ante las dificultades de regeneración vinculadas al cambio climático, y el proyecto FORVALUE (Interreg V-A), en el que se trabaja para aumentar la resiliencia del territorio frente al riesgo de incendios forestales en un contexto de cambio social y climático, explica su presidente, Antonio Rigueiro Rodríguez.

PAIS VASCO

La Confederación de Forestalistas del País Vasco, reúne a 6.600 socios de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa. Su presidente, Iñigo Mínguez, asegura su “firme compromiso en impulsar la diversidad de especies, la gestión forestal sostenible y el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente”. En Euskadi los propietarios forestales han repoblado este año más de 3.800 hectáreas con las que “seguimos combatiendo la deforestación y el abandono”.

NAVARRA

La Asociación Forestal de Navarra, FORESNA-ZURGAIA, aborda en estos momentos las consecuencias “derivadas del cambio de normativa sobre la fiscalidad forestal y cómo afecta a nuestros propietarios”, explica su presidente, Jesús Maria Velaz Burgui. El relevo generacional, tanto entre propietarios como entre trabajadores del sector, y la complejidad burocrática “excesiva” del sector forestal son otros de sus retos. “Las plagas y enfermedades, que siguen en aumento, según, son una de nuestras preocupaciones actuales, y trabajamos para reivindicar el papel de los bosques y las actuaciones de sus propietarios en nuestra salud y bienestar físico y emocional”.

CATALUÑA

Desde el Consorci Forestal de Catalunya, los propietarios forestales trabajan en varios proyectos de ámbito nacional y europeo, como el Life Biorgest. Su objetivo es mejorar la biodiversidad del bosque mediterráneo mediante la integración de medidas específicas y prácticas innovadoras en los instrumentos de planificación y gestión forestal, y mediante nuevos mecanismos de financiación y compensación. Según el presidente del Consorci, Rosendo Castelló, “nuestro objetivo es compatibilizar la mejora de la biodiversidad con la sostenibilidad económica de la gestión forestal, garantizando la persistencia de las masas y su adaptación al cambio climático”.

CASTILLA Y LEON

La Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León (FAFCYLE) reúne a más de 50.000 propietarios. Entre sus acciones más destacadas la defensa de las plantaciones de chopo en la cuenca del Duero a través de la plataforma +CHOPOSÍ. Su presidente, Jesús Pestaña, destaca los avances para combatir el problema de la atomización de la propiedad forestal con la consolidación de la Asociación de Propietarios de Nieva (Segovia) o el proyecto Montes de Socios y destaca “su identificación como agente clave del territorio gracias, por ejemplo, a la participación en el proyecto Europeo DRYADS, enfocado en la gestión integral de incendios forestales, o a los Grupos Operativos Pinea y Resinlab”.

VALENCIA

La Asociación de Valencia trabaja en las alegaciones al proyecto de Reglamento de la ley forestal Autonómica. Para su presidente, Santiago Chiva, es muy relevante trasladar a través de ponencias la importancia del asociacionismo entre el sector forestal, y el mayor reto han tenido en estos últimos años, y que ya está casi conseguido es la unificación de las asociaciones de la Comunidad Autónoma de Valencia.

MURCIA

Asociación murciana Profomur destaca la función estratégica de los bosques privados “en tierras de frontera, semiáridas y de pocas lluvias, con consecuencias en la erosión y por lo tanto en la estabilidad de la tierra fértil”.

Algunos de los logros conseguidos hasta el momento, según su presidente, Francisco Carreño, han sido las ayudas de los Planes de Desarrollo Rural; proyectos europeos como LIFEFOREST CO2, que pone en marcha un mercado secundario de créditos de carbono; o haber conseguido la certificación forestal PEFC.

ANDALUCÍA ORIENTAL

Los propietarios de Andalucía Oriental acaban de constituir una asociación con el fin de promover el asociacionismo para frenar el abandono, ordenar el monte y conseguir la sostenibilidad ambiental y económica para sus propietarios.

ANDALUCIA OCCIDENTAL

«La Asociación Forestal de Andalucía. Amigos de los Alcornocales» centra su trabajo en la gestión de los aprovechamientos, destacando el corcho, del que se ha desarrollado un Plan Estratégico encaminado a efectuar repoblaciones que frenen la perdida de producción. Otros frentes abiertos a combatir son, a juicio de su presidente Francisco Blanco «las patologías y factores que inciden en el declive de las quercíneas, con especial atención a la “seca” y defoliadores como la “limantria dispar”. También ponen el foco en la regeneración del alcornocal, la gestión cinegética y el control de los cochinos asilvestrados

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