Actualidad y noticias

11
Nov
2019


El proyecto financiado por el programa LIFE se centra en las zonas de media montaña, entre los 500m y 1000m de altitud. En estas zonas, el consorcio liderado por el CREAF quiere recuperar zonas de pastos, introducir viñedos en altitud o gestionar el bosque para prevenir incendios, entre otras acciones.

 lifecreaf

Las zonas de montaña del sur de Europa son altamente sensibles al cambio climático. En las zonas de media montaña, ya se nota que hay menos agua disponible, que las sequías son más largas y severas, y que la frecuencia de incendios está aumentando. A esto se le suma que son zonas que sufren una despoblación progresiva por la falta de oportunidades. En este contexto nace el proyecto LIFE MIDMACC, Mid-mountain adaptation to climate change, un proyecto liderado por el CREAF, que tiene como objetivo activar el desarrollo local de estas zonas y, a su vez, gestionar estos paisajes para hacerlos más resistente al cambio climático
LIFE MIDMACC trabajará en zonas de media montaña al sur de los Pirineos: en La Rioja, Aragón y Cataluña. En estas regiones, se implementarán medidas para gestionar el paisaje que además mejoren su desarrollo socioeconómico.
En estas regiones, se implementarán medidas para gestionar el paisaje que además mejoren su desarrollo socioeconómico.
Serán medidas pensadas para promover tres actividades agro-silvo-pastorales que ya se daban en esas zonas en épocas pasadas: recuperar pastos donde ahora hay matorral, desbrozándolo e introduciendo ganadería extensiva; gestionar el bosque para la prevención de incendios, también con la ayuda de la ganadería extensiva; e introducir viñedos en zonas de montaña.
Recuperar un paisaje en forma de mosaico
Uno de los focos del proyecto es el de recuperar un paisaje combinado, donde el bosque, los cultivos y los pastos sean las “piezas” de un mosaico agro-silvo-pastoral. Un paisaje variado que es capaz de aportar una mayor biodiversidad, que da más servicios ambientales o ecosistémicos vitales para la sociedad y que es más sostenible y resiliente al cambio climático. “En las últimas décadas, este mosaico se ha ido perdiendo debido al abandono rural y a la reducción de la actividad socioeconómica, haciendo que las zonas de pastoreo y cultivo en desuso hayan pasado a bosque o matorral y se haya homogeneizado el paisaje”, comenta Diana Pascual, una de las coordinadoras del proyecto.
Por último, el proyecto identificará en los tres territorios los beneficios de aplicar estas medidas de adaptación, desde un punto de vista ambiental y económico. Con ello, podrá ofrecer recomendaciones al sector agroforestal, así como coordinar políticas con las administraciones regionales. “Como producto final del proyecto, elaboraremos una guía para la adaptación de las zonas de media montaña, válida y replicable en otras regiones montañosas del sur de Europa”, concluye Eduard Pla, el otro coordinador.
El proyecto cuenta con la participación de distintos actores vinculados a los territorios donde se implementará el proyecto, que se coordinarán a través de diferentes comités regionales. En ellos, contaremos con representantes del sector agrícola y forestal, la administración local y regional, el ámbito de la investigación, asociaciones ambientalistas y de la sociedad civil.
El proyecto está liderado por el CREAF y cuenta con la participación del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), el IRTA, el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC-CTP), la Oficina Catalana de Cambio Climático (OCCC), la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), la Universidad de Zaragoza (UNIZAR) y la Universidad de La Rioja (UR). El proyecto empezó este verano y tiene una duración de 5 años. La Comisión Europea, a través del Programa LIFE (Adaptación al Cambio Climático) aporta 1.427.639 €.


Fuente.- CREAF. 29 de octubre 2019

 

09
Oct
2019

modeliza
27/Sep/2019

Los próximos 6 y 7 de noviembre se celebrará en Solsona (Lleida), la V Reunión del GT de Modelización Forestal, que lleva por título Modelización forestal en la era de la información: retos y soluciones ante un futuro incierto. Esta reunión pretende ser un marco de difusión de trabajos relacionados con la modelización forestal a múltiples escalas de trabajo, así como un foro de debate sobre los desafíos que afronta la conservación y gestión de los bosques, y cómo la modelización puede contribuir a solventarlos.
Al mismo tiempo, los organizadores pretenden que el encuentro sea también un espacio de discusión sobre los principales retos que aborda la modelización de los ecosistemas forestales en un contexto en el que la disponibilidad de datos es cada vez menos limitante. La reunión quiere integrar disciplinas como la modelización del crecimiento y la productividad forestal, la selvicultura y gestión adaptativa, o la cuantificación y valoración económica de servicios ecosistémicos, con aspectos más metodológicos sobre los retos de la modelización como disciplina.
Las inscripciones pueden formalizarse hasta el 11 de octubre. Consulta aquí las condiciones.
La reunión se estructura en cuatro sesiones temáticas:
• Sesión I: Modelización de la dinámica forestal y la distribución de especies en un contexto de cambio global
• Sesión II: Modelización del crecimiento y la productividad forestal: nuevas técnicas y herramientas
• Sesión III: Modelización de procesos ecológicos e interacciones bosque-agua
• Sesión IV: Cuantificación, valoración y optimización de servicios ecosistémicos

 

28
Sep
2019


En lo que va de año, hasta el 8 de septiembre, se han registrado 9.483 incendios en España, con 74.610 hectáreas afectadas por el fuego, de ellas más de 24.000 de superficie arbolada, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Estos datos sitúan a 2019 como uno de los años con más extensión quemada de la última década.


El descenso de las precipitaciones y la incidencia del cambio climático agravan la propagación de los incendios y su voracidad. A esta circunstancia se añaden viejos problemas estructurales derivados de la escaso valor que se da al patrimonio que representan nuestros montes y terrenos forestales por parte de los gobiernos, estatal y autonómicos, que obvian la importancia de una adecuada ordenación de nuestros montes que posibilite una planificación adecuada y un mayor y mejor aprovechamiento ligado a su conservación. Una buena gestión forestal facilitaría una mayor sostenibilidad ecológica, económica y social de las actividades forestales.


Esta falta de consideración ha supuesto una política forestal errática o inexistente que se refleja en una progresiva reducción de la inversión, empezando por las políticas de prevención. Cuando afirmamos que los incendios se empiezan a apagar en invierno queremos poner de relieve que en este periodo se deben desarrollar muchas tareas silvícolas.


Esta actividad, además de evitar significativamente los riesgos de incendios facilitaría aumentar los aprovechamientos, no solo de biomasa y productos forestales, sino también de otras muchas actividades. Por eso, es una irresponsabilidad no fomentar esta posibilidad de beneficios económicos ubicados en el ámbito rural que ayudaría a evitar el abandono de muchas zonas de nuestra “España vaciada”, abandono que, a su vez, también representa un factor potenciador de los incendios forestales.


Los presupuestos sobre prevención son mucho más bajos que los dedicados a la extinción. Más grave aún si tenemos en cuenta que se considera prevención actividades como hacer cortafuegos, áreas de defensa o la apertura de pistas forestales para la evacuación, etc.


Para CCOO, si las consecuencias de los casi 9.500 incendios que se han producido en este año 2019 no han sido más perjudiciales, se debe a la demostrada profesionalidad de los componentes de los operativos contra incendios. Operativos que han sido objeto de drásticas reducciones presupuestarias a raíz de la crisis económica y que han visto mermadas sus condiciones laborales, que aún no han recuperado.


A esto hay que añadir que existen tantos modelos de operativos como comunidades autónomas, con enormes diferencias entre ellos que se reflejan en distintas formas de organizarse con respecto a los modelos, actividades, políticas de prevención de riesgos laborales, condiciones salariales y económicas de los profesionales que intervienen en primera línea en la lucha contra los incendios.


Estas situaciones se han visto recogidas en el Catálogo de Medios de Extinción Forestal que presentó CCOO en el pasado mes de julio, en el que se pone de manifiesto que nos encontramos ante un complejo entramado de medios y grupos humanos organizados de maneras distintas. Cada autonomía tiene su propio modelo en virtud de las competencias asumidas en defensa del medio natural, lo que dificulta conocerlos y compararlos.


Nos encontramos ante un mapa autonómico que a su vez define un puzle de modelos de extinción tan variados como desconocidos que en nuestra opinión representa un problema para determinar la suficiencia de los recursos humanos y técnicos, así como su seguridad, eficacia y eficiencia a la hora de extinguir los incendios.


CCOO considera necesario homogeneizar modelos de operativos y cohesionar las condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores de todo el Estado. Por ello, seguimos reclamando un Estatuto Básico de Bomberos Forestales para facilitar un reconocimiento de su actividad tanto desde el punto de vista de su profesionalidad, de sus funciones, de los riesgos a los que se enfrentan, de la formación básica y adecuada que necesitan, el derecho a un empleo digno y estable y a una retribución justa que disminuya o elimine las enormes diferencias económicas que perciben, dependiendo de dónde y quién les contrate.


Asimismo, es necesario mejorar la coordinación entre los distintos colectivos profesionales, los procedimientos de intervención entre comunidades limítrofes, los sistemas de comunicaciones y las medidas de seguridad para todos aquellos que intervienen en la emergencia.


En definitiva, corregir las graves deficiencias en la lucha contra los incendios forestales exige aunar prevención, extinción y restauración. Para CCOO, esto pasa también por contar con un operativo contra incendios con personal público y unas condiciones dignas de empleo.


Comunicado de CCOO de 17 de septiembre de 2019

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