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12
Ene
2019

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Sección de Medio Ambiente Conferencia 


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Conferenciante: Eduardo Rojas Briales.


Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes. Coordinador de la plataforma Juntos por los Bosques. Profesor de la Universidad Politécnica de Valencia

Presenta: Gregorio Montero González
Modera: David Martín
Fecha 14 de enero, Salón Úbeda. Hora: 18 horas
Convoca la Sección de Medio Ambiente del Ateneo de Madrid en colaboración con el colectivo Distrito Forestal

16
Dic
2018

pinos en Matalascañas                                 Los pinos piñoneros fijan las dunas costeras en Matalascañas, en la provincia de Huelva. / GREGORIO MONTERO

 

El Gobierno 'condena' a la tala a tres tipos de árboles que llevan siglos en Españapor ser «especies exóticas invasoras» y después rectifica
Pongamos que a un español de toda la vida, con varias generaciones de ancestros en la piel de toro, lo intercepta un día la Policía, le pide los papeles y ordena su inmediata expulsión del país, acusado de representar un peligro para la convivencia. Extraño, ¿no? Pues es lo que les ha pasado a tres especies de pinos que, pese a llevar miles de años en la Península Ibérica, son considerados 'inmigrantes sin papeles' por la Administración central, que ha decretado su eliminación y el arranque de sus raíces en las zonas litorales. La decisión, que el Gobierno atribuye ahora a un «error», ha causado indignación entre los expertos e incluso se ha iniciado una campaña para que el premio IgNobel -que distingue estudios científicos inusuales o ridículos- le sea concedido al Ministerio de Transición Ecológica.
«Las superficies de montes naturales de 'Pinus pinaster' (resinero) superan más del medio millón de hectáreas, las de 'Pinus halepensis' (carrasco), las 300.000 y las de 'Pinus pinea' (piñonero), más de 100.000. Estas 'especies exóticas invasoras' han debido estar invadiendo superficie desde hace muchos miles de siglos», señala con sorna en su portal de información el colectivo de ingenieros de montes Distrito Forestal. Es decir, casi un 5% de la superficie arbolada del país (18 millones de hectáreas) está poblada por estos árboles de forma natural. Entre los ejemplos de dunas fijadas por masas naturales de estas especies, estos especialistas citan las de Portillo e Íscar (Valladolid), en el interior, y las de Doñana, Sanlúcar de Barrameda o Puerto Real (Huelva y Cádiz), en la costa.

Pero además estos árboles han sido utilizados desde hace más de cien años por los servicios forestales para fijar dunas móviles que amenazaban cultivos, carreteras y poblaciones, ya que sus raíces, a diferencia de las plantas anuales, son lo suficientemente profundas y fuertes como para sujetar los arenales 'vivos'. «Con más de un siglo, los valores ecológicos de estos pinares fueron reconocidos al ser incluidos en la Red Natura 2000», recuerda Gregorio Montero, miembro del grupo y uno de los mayores expertos españoles en selvicultura. Y estos bosques, fruto de la intervención humana, son los que el informe encargado por el Ministerio considera peligrosos y aboga por eliminar. A su juicio, el argumento de que estos árboles son extraños que amenazan su hábitat porque sus semillas germinan y arraigan en la arena es absurdo. «Con ese criterio todas las plantas capaces de germinar en las dunas serían invasoras», apunta.
Casas amenazadas
La sentencia condenatoria contra los pinos se llama, en realidad, 'Plan de control y eliminación de especies exóticas invasoras de sistemas dunares' y lleva adjuntas 25 fichas con las más comunes de esas plantas. La número 19, relativa a los tres pinos citados, incluye un mapa en el que se aprecia que masas de estos árboles se extienden a lo largo de todo el litoral español, sin excepción. Y se recomienda «su eliminación solo en el caso de que no se trate de formaciones naturales o cuando interfieran con otros hábitats naturales». ¿El método? «La tala. Es conveniente el arranque con maquinaria de todo el cepellón».
Los expertos se llevan las manos a la cabeza. «Una medida pionera en el mundo que estamos seguros será agradecida por los ayuntamientos de Rosas y Torroella de Montgrí (Gerona), Guardamar de Segura (Alicante) o Barbate (Cádiz) cuando sus vecinos puedan volver a ver sus cultivos y casas amenazados», ironiza el ingeniero de Montes José Miguel Sierra, en alusión a las masivas repoblaciones arbóreas que fijaron las dunas de esos municipios a finales del siglo XIX y principios del XX.
Quizá alentado por la tradicional animadversión de los ecologistas hacia los pinares de repoblación, el informe se elaboró en 2011, año en el que el socialista Zapatero cedió el Gobierno al popular Rajoy. Parece que, con el regreso del PSOE a La Moncloa, alguien desempolvó este plan y decidió reciclarlo en 2018. Fuentes ministeriales aseguran que la declaración de los pinos entre las especies exóticas fue «un error» y que, por algún motivo, un informe de la Dirección General de Costas acabó publicado en la página web del Ministerio. Pero lo cierto es que la información seguía colgada hace unos días.

El hostigamiento a los pinos vernáculos es aún más llamativo si se tiene en cuenta que el eucalipto, un árbol de origen australiano que llegó a la Península Ibérica de la mano de un misionero gallego en 1860, no es considerado especie exótica invasora: el anterior Gobierno rechazó esa clasificación alegando que se trata de una especie controlada y adaptada a su entorno. Y muy rentable para el sector de la madera y el papel, todo hay que decirlo. Según Greenpeace, que considera estas plantaciones un problema para el medio ambiente, hay unas 760.000 hectáreas de masas «puras y mixtas» de eucaliptos, sobre todo en Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco

Diario La Verdad. 13 de diciembre de 2018

 

 

13
Dic
2018

leptoglosusu norte

                                                     Imagen de la chinche americana sobre una piña en la provincia de Valladolid. / EL NORTE

La industria alerta de que no aguantará «más de dos años» si no se erradica este insecto

El oro blanco de pinares, el codiciado piñón que desde hace décadas sitúa Valladolid como una de las principales productoras del país, está en peligro. Desde hace siete años hay una chinche americana –denominada 'Leptoglossus occidentalis'– que ha ido paulatinamente mermando la cosecha de piñas y el rendimiento de piñón hasta llegar a la situación «límite, desastrosa y gravísima» con la que las decenas de empresas y autónomos que se dedican al sector se han topado este año. La campaña será casi nula. De apenas mes y medio (lo normal son cinco meses), con la consiguiente reducción en el número de trabajadores contratados para las cuadrillas que las recogen y la merma brutal de la producción. Si lo habitual era obtener cuatro kilos de piñón blanco por cada cien kilos de piña recolectada, este año no alcanza ni los 800 gramos. «Y la cosecha de piña ha caído al 10% de lo habitual; si hace siete años conseguíamos en una campaña 400.000 kilos, ahora estamos entre 35.000 y 40.000», se lamenta Rodolfo Padrones, presidente de la Asociación Castellana de Elaboradores de Piñón (Acep).


La situación es grave. El insecto actúa en las piñas, de forma sigilosa y casi inapreciable, y estropea la producción de piñón. Apenas hay cosecha y las subastas que en otros tiempos inyectaban sumas cuantiosas a las arcas de numerosos municipios ahora apenas lograr rebasar el precio de tasación. «Y los que han optado por pujar y entrar ahí porque no se pueden quedar en casa se han encontrado con que no es viable, que no están obteniendo rédito a su inversión», señala Rodolfo Padrones.

El piñón no entra en la industria. Hay poco, con un rendimiento de entre un 50 y un 80% menos de lo habitual. Y el futuro, de no cambiar de forma inmediata, se presenta «negro». Abocados incluso «a cerrar». «No aguantamos más de dos años en esta situación», advierten desde la asociación de elaboradores de piñón. La competencia del piñón chino o pakistaní es inminente. Son especies diferentes, pero en el mercado se empieza a adentrar ya como sustituto. «El nuestro es el más rico, pero estamos ante una situación seria, muy seria», advierte el presidente de la Asociación de Propietarios Forestales (Asfova), Jesús Pestaña, que aglutina a más de setecientos socios.

 

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                                                     Piñones blancos extraídos de una piña frente a los secos obtenidos del mismo producto. / E. N.

La masa forestal de pino que pertenece a propietarios privados asciende a más de 43.000 hectáreas en Valladolid, más de la mitad. «Y si antes obteníamos unos ingresos por la explotación de las piñas, ahora son casi nulos. Ese es un problema gravísimo, porque al final los propietarios no van a atender a las masas forestales y el resultado es el abandono», advierte.

Posibles soluciones


Hace meses que los piñeros y piñoneros reclaman una solución a la Junta de Castilla y León, cuyos montes, los gestionados de forma pública, saldrán la próxima semana a subasta. Justo un mes después de que empezara la campaña, lo que para el sector refleja que la cosecha «es nula». Hay previstos 153.482 kilos en los 62 lotes que saldrán a subasta, por un importe global de 31.400 euros. Y pese al escaso importe que suman todas las pujas, la previsión es de que la mayoría queden sin recoger. «Hay piñas que de 118 piñones que tenían, 105 eran malos», añade Rodolfo Padrones.
La solución pasa por buscar algún tipo de producto que pueda poner coto a esta chinche. Desde la Asociación Castellana de Elaboradores de Piñón aseguran estar trabajando con la Junta para poner soluciones sobre la mesa. Una de ellas es la de autorizar un fitosanitario que Portugal podría probar la próxima primavera. Pero se encuentran con el problema de cómo aplicarlo, pues el uso de avionetas hace años que se extinguió para tratar los pinos. «El problema es que se ha tardado muchos años en actuar, porque primero nos decían que era el cambio climático y no se han invertido los recursos obtenidos. Ahora se va a llevar más de una industria por delante», advierte Pestaña.


La UVA apuesta por hacer un seguimiento del insecto para poder atajar su crecimiento


Hace varios años que la Universidad de Valladolid, primero en colaboración con la Diputación y ahora también con la Junta, investiga la merma de producción y rendimiento de piñón blanco en la provincia. Y el resultado es muy claro: «El 'Leptoglossus occidentalis' es el causante de los daños que se observan en las piñas», asegura Juan Pajares, del Instituto Universitario de Investigación sobre Gestión Forestal Sostenible. Porque al principio se llegó a pensar que la sequía era en parte la causante del problema. Pero se hizo un estudio con 150 piñas recién polinizadas expuestas y con 150 protegidas. Duró cinco años y las 300, sometidas al mismo estrés climático, arrojaron una mortalidad en los controles que se quedó en el 18% en las protegidas y que alcanzó el 80% antes del tercer año en las expuestas. «Sin duda alguna este bicho tiene un potencial de destrucción tremendo», advierte.
El problema es que este insecto no deja huella de su acción. Apenas se le ve. Por lo que el investigador apuesta por realizar una monitorización y seguimiento del mismo para poder conocer su comportamiento y encontrar algún método «sostenible» para controlarlo. Barajan así la utilización de feromonas femeninas para atraerlo y verlo, estudiar cuántos hay, cómo se dispersan y actúan. E, incluso, ver si así se pueden erradicar. «El problema de los fitosanitarios es de legalidad, porque no están autorizados, pues no hay ninguno selectivo, que solo actúe sobre este insecto sin erradicar otros tipos de animales o especies», concluye.

LORENA SANCHO YUSTE

 

EL NORTE DE CASTILLA 8 diciembre 2018

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