Actualidad y noticias

16
Abr
2018

Los resultados también muestran diferencias notables entre zonas protegidas y áreas sin un plan de conservación.

Los autores de esta investigación han estudiado en qué estado se encuentran los doseles arbóreos en los bosques tropicales de los distintos continentes, es decir, la densidad de las copas de los árboles. Su composición está relacionada con la estructura y funcionalidad de los ecosistemas forestales porque regula la entrada de luz y modula tanto la temperatura como la precipitación que llega al interior del bosque. Los resultados obtenidos han demostrado que existen diferencias significativas entre continentes respecto a la cobertura del dosel arbóreo de los bosques tropicales. "Estas diferencias están relacionadas con la variación en la disponibilidad de agua a lo largo del año entre continentes. La cobertura del dosel es menor en África, seguido de Australasia (región suroeste de Oceanía compuesta por Australia, Melanesia y Nueva Zelanda) y finalmente América y Asia, aunque también hemos observado mucha variabilidad dentro de cada continente", explica Luis Cayuela, investigador del área de Biodiversidad y Conservación de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y coautor del estudio.

urjc bosquestropicales sAdemás de los factores climáticos de las distintas regiones, la estructura del dosel también puede verse afectada por la acción del ser humano, tal y como señala el investigador de la URJC: "Que el dosel sea más abierto o más cerrado va a depender de varios factores, entre ellos el clima local, pero también del régimen de perturbación del ecosistema, como la tala selectiva o la ganadería. Por tanto, nuestros resultados también muestran que los bosques protegidos tienen un dosel mucho más cerrado que aquéllos que no lo están".

En el contexto del cambio climático, los resultados de este estudio son relevantes porque evidencian el impacto humano sobre la estructura y funcionalidad de los bosques tropicales. En este sentido, los investigadores subrayan la necesidad de protección de estos bosques frente a la acción del ser humano para mitigar las consecuencias climáticas de estos ecosistemas.

ADAPTACIÓN DE LOS BOSQUES TROPICALES A PERIODOS DE SEQUÍA

A la luz de los resultados de este estudio, el incremento en la frecuencia y la intensidad de las sequías, predicho para las regiones tropicales según los modelos climáticos, obligará a los bosques tropicales a adaptarse a las nuevas condiciones. Esta respuesta evolutiva propiciaría, por ejemplo, el aumento de las especies con hojas más pequeñas y gruesas (que sirven para reducir su transpiración y evitar así las pérdidas de agua) y como consecuencia la reducción de la cobertura del dosel. Estos cambios estructurales, según manifiesta Luis Cayuela, "aumentarían a su vez la entrada de luz y la pérdida de humedad dentro del bosque, incrementando más el efecto del cambio climático".

El uso de modelos estadísticos (como el índice de área foliar) ha sido una de las herramientas utilizadas para esta investigación, junto con el análisis de fotografías hemisféricas. El estudio de estas imágenes es un método empleado para estimar las estructuras del dosel arbóreo y la iluminación en el interior de los bosques. "Hemos utilizado medidas de la cobertura del dosel y del área foliar obtenidas con fotografías hemisféricas tomadas con los mismos protocolos de trabajo en 887 parcelas en bosques tropicales distribuidos por cuatro continentes", detalla Luis Cayuela. Los investigadores han relacionado las medidas obtenidas con variables climáticas, como disponibilidad de agua, temperatura y radiación, y otros factores para determinar la presencia de la huella humana en estos ecosistemas.

En este trabajo han participado alrededor de una treintena de investigadores y ha estado dirigido por la Newcastle University. El estudio El dosel de los bosques tropicales y su relación con el clima y con la perturbación ha sido publicado recientemente en la revista científica Forest Ecosystems.


Referencia bibliográfica: Pfeifer, M., et al. 2017. Tropical forest canopies and their relationship with climate and disturbance – results from a global dataset of consistent field-based measurements. Forest Ecosystems, 5:7. DOI: 10.1186/s40663-017-0118-7

De la web http://www.madrimasd.org/notiweb/noticias/evidencias-impacto-humano-en-los-bosques-tropicales?origen=notiweb

 

 

09
Abr
2018

En Silicon Valley (California) se encuentran las mayores corporaciones de tecnología del mundo, hasta tal punto que Silicon Valley se ha convertido en el metónimo para el sector de la alta tecnología (a la manera de Hollywood para el cine). Marcan tendencias a escala global: moda, estilo de vida, pensamiento… Incluso alimentación. La última idea feliz que ha triunfado en Silicon Valley es la de beber «agua cruda», agua sin tratar y sin analizar.

Siendo justos, ya existía en el mercado agua sin tratar que se embotella directamente extraída del manantial. Es el agua mineral natural que todos conocemos y que podemos comprar por unos 30 céntimos el litro. Sin embargo, si un agua no se trata, o se trata mínimamente, es porque no lo necesita. Periódicamente se analiza su composición química y biológica para determinar si es segura. Si no se analiza, sencillamente no se puede vender.

En cambio, el «agua cruda» (raw water), aunque también es agua sin tratar como la mineral, no se analiza. Ahí está la diferencia fundamental: no sabes qué estás bebiendo, si es agua segura o no. La comercializan embotellada, a una media de 6 € el litro (20 veces más que el agua mineral natural), empresas como Live Water, en Oregón, y Tourmaline Spring, en Maine. Zero Mass Water, en Arizona, es una empresa que instala en los hogares sistemas para captar agua de la atmósfera y evitar así beber agua del grifo. Liquid Eden, en San Diego, ofrece, entre otras opciones, agua libre de flúor y libre de cloro, según publicaba recientemente The New York Times.

Los supuestos beneficios del agua cruda son disparates
Los absurdos motivos que han llevado a que estas empresas generen ingresos comercializando agua cruda son de naturaleza muy diversa. Apuntan a la desconfianza en la calidad del agua que sale del grifo, principalmente por los compuestos de cloro y flúor que se agregan durante el tratamiento, sustancias a las que les atribuyen efectos tóxicos sin parangón e incluso la conspiranoica idea de que esas sustancias sirven para volvernos dóciles y controlarnos. Otros alegan que el agua corriente contiene restos de medicamentos y fitosanitarios capaces de producirnos enfermedades. Algunos creen que durante el filtrado se eliminan minerales beneficiosos y probióticos saludables. Otros hablan de disparates mayores, como que el agua cruda ayuda a los chacras y está impregnada de energías de piedras preciosas.

Potabilización del agua: uno de los mayores progresos en salud pública de la historia
En 1997 la revista Life publicó que «la filtración de agua potable y el empleo de cloro es probablemente el avance en salud pública más significativo del milenio».

A lo largo de la historia hemos ido desarrollando métodos cada vez más eficaces para garantizar la seguridad del agua que consumimos. Hay registrados métodos para mejorar el sabor y el olor del agua 4.000 años antes de Cristo. Se han encontrado escritos griegos en los que se hablaba de métodos de tratamiento de aguas por filtración a través de carbón, exposición a los rayos solares y ebullición.

En el antiguo Egipto el agua se decantaba. Se dejaba reposar en vasijas de barro hasta que precipitasen las impurezas, quedándose con la parte superior del agua. También añadían alumbre para favorecer la precipitación de las partículas suspendidas en el agua.

A principios del siglo XIX algunas ciudades ya contaban con sistemas de abastecimiento de aguas y filtrado. Sin embargo, estos métodos eran insuficientes. Algunos agentes patógenos sobrevivían tras estos tratamientos.

En 1854, el médico británico John Snow, descubrió que el cólera era causado por el consumo de aguas contaminadas con materias fecales, al comprobar que los casos de esta enfermedad se agrupaban en las zonas donde el agua consumida estaba contaminada con heces. La OMS publicó un monográfico en el que se contabilizaron seis pandemias de cólera en el siglo XIX que se cobraron la vida de millones de personas en todo el mundo.

En 1908 se emplearon compuestos de cloro por primera vez como desinfectantes primarios del agua potable de New Jersey. La cloración causa alteraciones en la pared celular de las células bacterianas. Las deja indefensas, de modo que disminuyen sus funciones vitales hasta llevarlas a la muerte, por lo que son incapaces de producir enfermedades. Estos compuestos clorados, que bien pueden utilizarse como gas cloro, hipoclorito o dióxido de cloro, son oxidantes. Esto hace que además sean germicidas, eliminando mohos, algas y otros microorganismos además de bacterias.

Antes de la llegada de la cloración para el tratamiento de agua potable la gente se contagiaba fácilmente de enfermedades mortales como el cólera, la fiebre tifoidea, la disentería o la poliomielitis. Actualmente conocemos otros muchos oxidantes con cualidades similares, como los halógenos, el permanganato o el ozono.

 agua cruda 2

Hoy en día, en las estaciones de tratamiento de agua potable (ETAP) se realizan los procesos necesarios para que el agua natural procedente de embalses y otras captaciones se transforme en agua potable. En ellas se llevan a cabo procesos físicos, químicos y biológicos complejos capaces de lograr un agua segura, con buen olor y sabor. Además de tratar el agua, ésta se analiza periódicamente, es decir, se mide su calidad y su composición química y biológica.

Sin lugar a duda, el tratamiento del agua ha sido uno de los mayores avances en salud pública de la historia. Ha salvado una cantidad ingente de vidas. Rechazar el tratamiento del agua es rechazar el progreso.Es rechazar la salud. Incluso es rechazar un derecho humano fundamental.

El agua potable es un derecho humano fundamental
El 28 de julio de 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró que el acceso al agua potable segura y limpia y al saneamiento era un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los demás derechos humanos. Además, expresó su profunda preocupación por el hecho de que casi 900 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso al agua potable. Esta carencia provoca la muerte de 3,5 millones de personas cada año. El doble de fallecimientos que se producen por accidentes viales y casi el triple de los ocasionados por el VIH.

Un problema inventado del primer mundo.
La escasez de agua potable y de saneamiento es la causa principal de enfermedades en el mundo. El 42% de los hogares carece de retretes y una de cada seis personas no tiene acceso a agua potable.

La mortandad en la población infantil es especialmente elevada. Unos 4.500 niños y niñas mueren a diario por carecer de agua potable y de instalaciones básicas de saneamiento. En los países en vías de desarrollo, más del 90% de las muertes por diarrea a causa de agua no potable y la falta de higiene se producen en niños y niñas menores de cinco años. Preguntadles a sus familias qué opinan del agua cruda, si están preocupados por los probióticos, por el control mental por cloración o por los chacras del agua.

La moda de beber agua cruda sólo la pueden seguir aquellos que cuentan con una nevera llena, buena cobertura sanitaria y, sobre todo, agua corriente potable. Ellos son los que lideran el movimiento antiprogreso, los que no tienen nada que temer y con insultante esnobismo, se lo inventan.

Sobre la autora: Déborah García Bello es química y divulgadora científica

 

Publicado en el Cuaderno de cultura científica

 

05
Abr
2018

resinas cesefor

El programa INTERREG-SUDOE ha aprobado recientemente una propuesta de trabajo de Cesefor para desarrollar, durante los próximos tres años, una iniciativa para dinamizar el sector de la resina con un proyecto que cuenta con un presupuesto de casi un millón y medio de euros.

SustForest Plus, que es el nombre de esta iniciativa y que pretende dar continuidad a algunos de los trabajos desarrollados con el proyecto SustForest (llevado a cabo entre 2011 y 2013),  se presenta con el triple objetivo de movilizar y potenciar el uso de la resina de los bosques del sur de Europa por la industria local; reforzar la calidad laboral de los trabajadores resineros locales mediante prácticas innovadoras y, finalmente, revalorizar comercial y tecnológicamente las resinas naturales del sur de Europa y sus productos derivados, en el marco de la nueva bioeconomía.

La propuesta que lidera Cesefor cuenta con el respaldo y la colaboración de instituciones de referencia en el ámbito de la investigación y la gestión forestal de España, Francia y Portugal, así como un nutrido grupo de entidades beneficiarias. Entre todas ellas, algunas como el Instituto Nacional de Investigación Agraria y Alimentaria (INIA) y su homólogo portugués, INIAV, la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid, o la delegación Atlántica del European Forest Institute (EFIATLANTIC) con sede en Burdeos. Otros socios beneficiarios son el Centro Nacional de la Propiedad Forestal francés, gestor de miles de hectáreas de montes privados en el país galo, y dos entidades locales portuguesas gestores de montes resineros, el municipio de Proença-a-Nova y el de Penela.

El primer proyecto SustForest tenía como objetivo principal la pervivencia de la actividad resinera como un aprovechamiento forestal rentable, que potencia el empleo rural y que fomenta la conservación medioambiental y la prevención de incendios forestales. Fruto de aquellos tres años de actividad fueron, entre otros, un manual de buenas prácticas del aprovechamiento resinero, un sistema de información geográfica para el análisis territorial orientado a la planificación del recurso y su compatibilización medioambiental, así como el desarrollo de diversos prototipos de herramientas para mecanizar la extracción de la resina y una importante actividad formadora y divulgadora, contribuyendo con esta última a una importante sensibilización sobre la actividad resinera.

Además de los logros conseguidos en el seno de SustForest en los aspectos técnicos y tecnológicos, los estudios socioeconómicos, jurídicos y administrativos, y la valoración de externalidades positivas generadas por la actividad resinera, sirvieron para presentar ante los órganos de decisión públicos europeos, nacionales y regionales los retos y oportunidades que ofrece el sector. El logro más relevante fue la presentación de un proyecto de mesa sectorial de la resina natural europea ante la Comisión Europea en Bruselas en julio de 2013. Dicha presentación se llevó a cabo por una delegación de representantes del sector resinero, que recalcó la importancia del desarrollo de planes y políticas de la Unión Europea que favorezcan el desarrollo de la actividad resinera en Europa.

La actividad de extracción de resina natural de nuestros bosques constituye una oportunidad excelente para que muchas comarcas rurales -que sufren el fenómeno de la despoblación- se incorporen a la dinámica de la nueva bioeconomía, generadora de empleo local y productora de materias primas de alto valor tecnológico.

Fuente: CESEFOR

 

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