Actualidad y noticias

03
Ago
2018

De todos es aceptado que una de las causas de que los incendios forestales progresen y pasen a ser Grandes Incendios, con las consecuencias devastadoras que eso tiene, es la excesiva acumulación de biomasa en nuestros montes. La causa de esta acumulación, por supuesto que es principalmente porque los montes son comunidades vivas y estas tienen la particularidad (menos mal) de que están en un continuo crecimiento, pero también hay que verlo en el abandono del mundo rural y la utilización tradicional que del monte se hacía, además de haberse reducido los aprovechamientos propiamente de maderas. Tampoco se nos escapa que el pasado pasó y que los usos tradicionales, muchas veces consecuencia de una vida de subsistencia, no volverán, al menos no en la medida que nuestros montes precisan. Por ello si queremos que los incendios no devasten nuestros montes gracias a toda esa biomasa acumulada, es preciso realizar su aprovechamiento, pero un aprovechamiento que, en la mayoría de las veces y por desgracia, no está acompañado de una rentabilidad tangible, es decir en moneda contante y sonante. La rentabilidad de estos aprovechamientos viene en forma de los Servicios Ambientales que mejoran y se mantienen con los mismos y que, aunque no estén reconocidos en un valor económico por la sociedad, nadie ya puede negarlos  y no tenerlos en cuenta.

Biomasa

También es cierto que, hablando de rentabilidades económicas, estas llegan gracias al aprovechamiento energético de la biomasa, sin el cuál estos trabajos no hubieran pasado de ser una eliminación de residuos, bien por quema o por astillado. De ahí la importancia de potenciar este sector, teniendo en cuenta que aquí no solo se está favoreciendo la permanencia de las masas forestales por su no inmolación (con todos los beneficios que eso reporta), sino también se está potenciando la reducción del consumo de los combustibles fósiles, pudiendo progresar positivamente en la senda hacia una “Transición Ecológica” de la sociedad.

En este sentido, existe un movimiento generalizado en el país en el que los propietarios particulares (a groso modo el 70% de la superficie forestal), bien de manera individual o apoyándose en asociaciones, están llevando a cabo proyectos de aprovechamientos de biomasa de una manera rentable o cuando menos sostenible. Asociaciones como la de los Forestalistas del País Vasco y Galicia, el Consorci Forestal de Catalunya, Asociación de propietarios de monte alcornocal de Andalucía, otros movimientos bien individuales o asociativos en Castilla y León, Extremadura, Comunidad Valenciana o Andalucía entre otros, son ejemplos de iniciativas en este camino.

Igualmente meritorios son los ejemplos que se están desarrollando en el marco de los montes públicos, a través de actuaciones de sus administraciones gestoras; en estos casos muchas veces no se alcanza una rentabilidad económica, demostrando con ello una aptitud positiva y valiente, pues es difícil justificar sin atenerse a valoraciones económicas al uso, la inversión de unos dineros que lo serán, en la mayoría de los casos, a fondo perdido. Esto se logra gracias a los técnicos forestales de las diferentes administraciones que, con su ingenio y conocimiento, hacen posible que estos trabajos no sean onerosos a la administración o si lo son, se pueda justificar en base a los servicios ambientales generados y o mantenidos.

Al menos en los casos de los montes públicos, la reducción de biomasa, al igual que otros tipos de actuaciones como pudiera ser el del ganado extensivo, habría que verlo desde el punto de vista de hacer rentables los Servicios Ambientales proporcionados por los montes y no sólo como una actividad económica rentable. Es decir, la economía generada sería un apoyo para reducir los costes de actuación que, en cualquier caso, habría que acometer.

Desde Distrito Forestal queremos difundir estas experiencias con las que se logra reducir la biomasa mediante aprovechamientos que, de una manera u otra, consiguen afrontar el costo de la operación.

Y para comenzar esta difusión, se pone a continuación el enlace a un video de los trabajos realizados en la   Región de Murcia por la administración forestal para reducir la biomasa de sus montes, al tiempo que se aprovecha en forma de bioenergía, favoreciendo el empleo de las zonas rurales.

29
Jul
2018


La preocupación aumenta entre los agricultores, ya que por primera vez la bacteria, que sólo había atacado a los almendros, se ha manifestado en plantas arbustivas de comarcas del norte de Alicante

La consellera de Agricultura, Elena Cebrián, ha informado a las organizaciones agrarias y cooperativistas de la Comunitat Valenciana de la aparición de un octavo foco de Xylella fastidiosa en la provincia de Alicante y de las medidas adoptadas como consecuencia de los nuevos positivos, que se mantienen en el área acotada.
Ha sido en el curso de una reunión con el sector en el que han participado AVA, La Unió, ASAJA Alicante, FEPAC, UPA, COAG, Cooperatives Agroalimentàries, AILIMPO, Comité de Gestión de Cítricos y ASFPLANT y en la que han participado el secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Francisco Rodríguez Mulero, y el director general de Agricultura, Roger Llanes.
Los responsables de la conselleria han explicado que ha habido detecciones de Xylella fastidiosa en material vegetal de la especie Prunus dulcis (almendro), como en ocasiones anteriores. En esta ocación, además, se ha observado en las siguientes especies forestales: Los arbustos Calicotome spinosa y Phagnalon saxatile, el arbusto floral ornamental Polygala myrtifolia, así como Helichrysum italicum (Siempreviva del Monte), Rhamnus alternus (Aladierno) y Rosmaninus Officinalis (Romero).
Los últimos positivos se encuentran dentro de la actual zona demarcada y son de la misma subespecie múltiplex. En concreto, se han detectado 23 parcelas con almendros infectados en Altea, Benissa, Famorca, Gata de Gorgos y, Tàrbena. Respecto de las especies forestales, se han detectado afecciones en Calicotome spinosa y Helichrysum italicum en Beniardà, Phagnalon saxatile, Polygala myrtifolia y Rosmaninus Officinalis en Benissa y Phagnalon saxatile y Rhamnus alternus en Callosa d'en Sarrià.
La declaración se ha efectuado en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana mediante una resolución de la conselleria, que puede consultarse en el siguiente enlace: consultar aquí .
En torno a las nuevas parcelas infectadas por la bacteria, la Conselleria ha adoptado unas medidas fitosanitarias de erradicación y control, en aplicación de la Ley 43/2002 de Sanidad Vegetal, las medidas fitosanitarias de erradicación y control que establece la Decisión de ejecución (UE) 2015/789 de la Comisión. Asimismo, la Conselleria ha comunicado al Ministerio la nueva situación.
Erradicación necesaria
En la reunión, se ha puesto de relieve que el paso de la enfermedad a especies forestales refuerza la necesidad de las medidas de erradicación que eviten la expansión. También, que la falta de colaboración en la zona está dificultando la contundencia necesaria en las actuaciones de la Conselleria, que impidan el avance de la enfermedad dentro de la zona demarcada y un mayor control.
Además, la consellera ha trasladado a los representantes de las organizaciones agrarias que recientemente ha planteado al Gobierno de España la insuficiencia de los fondos asignados a la Comunitat Valenciana para la lucha contra plagas, y en particular la Xylella fastidiosa.
Cabe recordar que la conselleria tiene convocadas las ayudas indemnizatorias a los propietarios de las parcelas agrícolas y proveedores de material vegetal afectados por la Xylella fastidiosa, que regirán desde el día siguiente a la destrucción del material vegetal afectado hasta el 15 de noviembre de 2018.
AVA-Asaja pide un plan de reestructuración
La devastadora bacteria de la Xylella prosigue su implacable avance por el territorio valenciano ante la preocupación creciente de los agricultores. La conselleria de Agricultura confirmó hoy que ha detectado un octavo brote de la enfermedad en la misma zona demarcada de las comarca de la Marina y del Comptat donde se sitúa el epicentro de este grave problema que estalló el mes de junio del año pasado.
En este nuevo brote, la novedad que está incrementando la inquietud del sector agrario, radica en el hecho de que la bacteria se ha manifestado por primera vez en plantas arbustivas, cuando hasta la fecha sólo había atacado a los almendros.
La relación de casos positivos localizados en esta ocasión asciende a un total de 30, algunos de ellos en plantas como la aliaga, la siempreviva, la manzanilla, el romero o el aladierno, y la mayoría de los mismos en el almendro. De las 6.008 muestras tomadas a lo largo de este año, todavía quedan pendientes de análisis más de 2.000, por lo que no sería improbable que apareciesen nuevos casos.
"La Xylella se está convirtiendo en una verdadera epidemia para toda el área afectada -lamenta el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Cristóbal Aguado- y en una amenaza potencial para el conjunto de la agricultura valenciana ante la que la Administración en general, y más concretamente la conselleria de Agricultura en el ejercicio de sus competencias, debe actuar con firmeza y contundencia".
La organización agraria reclama el establecimiento de una ayuda a la superficie para laboreo de conservación en aquellas parcelas cuyos almendros hayan sido arrancados, así como que se elabore un plan de reestructuración para la zona donde la Xylella está causando estragos a fin de poder ofrecer alternativas de futuro a los agricultores obligados a arrancar sus almendros en cumplimiento del plan de erradicación elaborado por Bruselas.
Asimismo, el pago de las indemnizaciones contempladas por el arranque del arbolado debe realizarse con la máxima celeridad, puesto que se trata de una medida extrema y traumática. "Estamos ante una situación cada vez más grave -afirma Cristóbal Aguado- y la conselleria tiene que dar un paso al frente y tomar la iniciativa en la búsqueda de opciones viables, no puede limitarse a aplicar los protocolos. Hace falta imaginación y compromiso".
Fuente.- Publicado el 19 de julio de 20418 en el diario digital Levante- El Mercantil Valenciano.

25
Jul
2018


Con ocasión del Comité Forestal de la FAO, que se celebra en Roma, se analizan asuntos como la contribución de los bosques a la agenda de desarrollo pactada por la comunidad internacional para 2030.


Reproducimos la nota de la Agencia EFE, tomando los datos ofrecidos por La Vanguardia el 16 de julio de 2018


Roma, 16 jul (EFE).- La gestión forestal debe alinearse con los demás objetivos de desarrollo sostenible mediante la reforestación, la participación de las comunidades y la mitigación del cambio climático, opinaron hoy responsables gubernamentales en la FAO.
Representantes de distintos países se reunieron en Roma con ocasión del Comité Forestal de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que esta semana tiene previsto analizar asuntos como la contribución de los bosques a la agenda de desarrollo pactada por la comunidad internacional para 2030.
Uno de esos objetivos globales está relacionado con la conservación y la recuperación de ecosistemas terrestres como los bosques.
La viceministra de Medio Ambiente de Bolivia, Cynthia Silva Maturana, recalcó en un acto que "los bosques no se pueden gestionar al margen" y hace falta una "política integradora" que permita manejar adecuadamente esos recursos naturales.
Además, pidió "entender todas las complejidades" de los sistemas forestales y adaptarse más a las características de ecosistemas tan distintos como puedan ser la selva amazónica o el bosque del Chaco en Sudamérica.
El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, aseguró que la tala de árboles para permitir los asentamientos ha llevado a la erosión de muchas zonas en su país, por lo que se han propuesto reforestarlo con cinco millones de árboles antes de 2020.
En Indonesia, los bosques cubren el 70 % de la superficie, donde viven 10 millones de personas en situación de pobreza, afirmó la titular de Medio Ambiente de Indonesia, Siti Nurbaya Bakar.
Explicó que el Gobierno ha decidido entregar 1,7 millones de hectáreas forestales a un millón de esas personas para que las gestionen y dejen de ser pobres, al tiempo que está trabajando en la repoblación de árboles y la reducción de incendios.
La ministra apuntó que la tasa de deforestación se ha reducido a unas 400.000 hectáreas anuales en un país conocido por la explotación forestal a manos de la industria del aceite de palma.
El consejero del Ministerio de Medio Ambiente de Senegal, Racine Diallo, indicó que en África los bosques son "esenciales" para la seguridad alimentaria y el suministro de agua, tan importante para las comunidades de pastores en el Sahel.
El senegalés mencionó un programa para proporcionar energía a partir de la madera del que se benefician 600 organizaciones locales, mientras que el representante del Líbano, Louis Lahoud, citó los planes de su país para combatir el cambio climático plantando más árboles.
La deforestación se ha ralentizado en los últimos años a nivel mundial, de modo que la cubierta forestal pasó del 31,6 % de la superficie global en 1990 al 30,6 % en 2015, según la FAO, que recuerda que los bosques aportan alrededor del 20 % de los ingresos de los hogares rurales en los países en desarrollo. EFE

 

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