Estamos enterados de la polémica suscitada por la propuesta de modificación de la Relación de Puestos de Trabajo en la Consejería que tan dignamente dirige y, deseando poder colaborar en que sirva la modificación para mejorar la gestión técnica de los bosques de Castilla y León, deseamos aportar al debate una serie de consideraciones para que las modificaciones vayan por el buen camino de mejorar la gestión.
Vaya por delante que en todas las profesiones existen unos ratios ideales sobre las plantillas necesarias para realizar los trabajos, así como de las titulaciones que se requieren para poder desempeñar correctamente la función que sea. La profesión forestal no es una excepción y también posee esos ratios.
En nuestro entorno de la Unión Europea, que es el que sin duda todos queremos alcanzar en la prestación de servicios, los países centroeuropeos y Francia siempre han mantenido unos ratios que, con el tiempo se han ido demostrando como los más adecuados para la gestión forestal. Por lo que nos permitimos sugerirle los siguientes cambios en la RPT con la justificación que antecede.
Tomemos como ejemplo la Oficina Nacional de bosques francesa (ONF). En 2007 tenía 10.000 empleados (cifra oficial) y administraba y gestionaba 12 de los 15 millones de hectáreas de bosque de Francia. No tiene competencias ni en Parques Nacionales, ni en incendios forestales.
De los 10.000 empleados que posee 6.631 eran funcionarios con un ratio de un ingeniero cada dos técnicos y cada 4 agentes forestales (dedicados solo a la gestión forestal, sin otros cometidos), y cada dos administrativos. lo que nos da una cifra aproximada de 736 ingenieros, 1.472 ingenieros técnicos forestales y 2.944 agentes forestales. El resto se compone, al parecer de personal administrativo junto a personal laboral encargado de viveros, capataces, etc.
Otros organismos llevan la gestión de los montes privados, espacios naturales e incendios forestales. Con criterios similares de plantillas.
Puesto que la superficie arbolada de Castilla y León es de 2.986.000 ha y la forestal total es de 4.838000 ha, estamos en disposición de calcular cual ha de ser la plantilla que, exclusivamente para la gestión forestal, debe haber en Castilla y León. Haciendo una simple regla de tres obtenemos que con criterios europeos, y solo dedicados a la gestión forestal, debería haber en la RPT de Castilla y León, 183 ingenieros de montes, 366 plazas de ingenieros de montes o ingenieros técnicos forestales y 732 agentes forestales, todos los cuales, como volvemos a recalcar, exclusivamente dedicados a la gestión forestal y con un total de 2.490 empleados entre técnicos, laborales, agentes y personal de oficina, solo dedicadas a la gestión forestal conforme a los criterios de la ordenación forestal sostenible.
Si bien la comparación entre la gestión forestal de la ONF y Castilla y León es válida, consideramos que la comparación para las demás facetas profesionales debe realizarse con otras comunidades autonomas.
Así en Espacios Naturales la Comunidad de Comunidad de Cantabria dedica dos secciones para los Espacios protegidos junto a dos secciones más para el Parque Nacional de Picos de Europa con un total de 9 de técnicos para 15.381 ha de parques nacionales y 44.808 ha de parques naturales, de estas plazas tres son para el Parque Nacional. Todas son plazas para ingenieros de montes, forestales o biólogos.
Observe la insuficiencia de medios en Castilla y León con sus 36.965 ha de superficie entre los Parques Nacionales de Picos de Europa y Guadarrama y sus medio millon de hectáreas de Parques Naturales declarados. ¿Hay en Castilla y León 81 técnicos destinados a la gestión de espacios naturales, de los que, siguiendo con el mismo criterio de atender superficies y número estén 7 destinados exclusivamente a la atención y gestión de los dos parques nacionales de la región?
En lo que se refiere a las demás facetas de la profesión, como especies protegidas, y caza y pesca, y defensa del medio natural (incendios y sanidad forestal) dedica Cantabría 4 secciones con 9 técnicos. La primera podría estar abierta a otros colectivos como biologos, las últimas no. Recordemos que es para atender 363.793 ha forestales. El equivalente en Castilla y León sería de 119 técnicos con 53 jefaturas de secciones. A ellos hay que añadir una docena de técnicos para atender los temas de propiedad, vías pecuarias, montes con contrato y el Catálogo de montes de Utilidad Pública, uno por provincia junto a tres en Servicios Centrales.
Por último hemos de hablar de las jefaturas de servicio que en Cantabria totalizan en el medio natural 3 jefaturas de servicio. Tomando las 9 provincias debería haber 27 jefaturas de servicio en Castilla y León. Estimamos dos jefaturas por provincia, una de Medio Natural y otra para las demás competencias de Medio Ambiente, así como 9 en la Dirección General de Medio Natural.
Vistas así las cosas y con el fin de que la Junta de Castilla y León tenga la dotación técnica suficiente para realizar una inmejorable gestión del medio natural le sugerimos la siguiente dotación de plazas de técnicos en la RPT
Total de plazas:
549 en gestión forestal, de ellos 183 de ingenieros de montes y 366 de ingenieros de montes o ingenieros técnicos
Parques Nacionales.- 7 plazas para la gestión de ingenieros de montes, ingenieros t. forestales o biológos.
Espacios Naturales.- 74 para la gestión de ingenieros de montes, ingenieros t. forestales o biológos.
Especies protegidas, caza y pesca, y defensa del medio natural (incendios y sanidad forestal).- 119 técnicos. Al menos la mitad deberían ser ingenieros de montes y la cuarta parte de ingenieros técnicos forestales-
Con estos datos la dotación de técnicos ideal para la gestión del Medio Natural de Castilla y León sería de 749, de los que podrían estar abiertas a biologos unas 135.
De estas 749 plazas estimamos que debe quedar un 7 % en Servicos Centrales de la Dirección General de Medio Natural, 52 plazas.
Una cuestión a mayores es que debemos felicitar la previsión que tuvo la Junta de Castilla y León con la creación del Centro para la Defensa contra el Fuego (CDF) y el Centro de Sanidad Forestal de Calabazanos (CSF), pues el tiempo ha dado la razón a la previsión de que eran necesarios, como lo demuestra el preocupante incremento de la peligrosidad y tamaño de los incendios en toda España y la utilidad del CSF para que Castilla y León haya podido atajar los problemas de enfermedades tan graves para nuestras masas forestales como el nematodo del pino. Estos centros debieran no solo mantenerse sino, además verse potenciados.
Agradeciéndole de antemano su interés reciba un cordial saludo.
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