Actualidad y noticias

18
Ene
2021

 

La impresionante nevada que la borrasca Filomena produjo sobre Madrid y Castilla-La Mancha, fue impresionante porque se produjo en la mitad sur de España y en el Levante, pues nevadas así las hay usualmente en la Cordillera Cantábrica, Álava, Soria, etc., sin que se las pueda llamar catastróficas sino que en esos lugares las llaman las de todos los inviernos.

El peso de la nieve sobre los árboles quebró muchas ramas, sobre todo en árboles de hoja perenne de clima mediterráneo, cuyas copas se extienden sobe mucha superficie.

La madera de los troncos de los árboles sanos tiene una gran resistencia a los esfuerzos de compresión pudiendo aguantar cargas muy superiores al peso de su copa, por eso hay muchos edificios con estructura de pilares de madera.

Sin embargo la resistencia de la madera es mucho menor  frente a los esfuerzos de tracción, torsión y, sobre todo al esfuerzo cortante.

Durante casi todas las nevadas, como fue el caso de Filomena, no hay viento por lo que la nieve al depositarse sobre la copa hace solo esfuerzo de arriba hacia abajo. Si un árbol sano tiene una copa extendida en todas las direcciones con peso equilibrado, el esfuerzo sobre el tronco será de compresión y no romperá.

Para que el tronco rompa se necesitan esfuerzos de tracción, torsión y/o esfuerzo cortante. Estos esfuerzos sobre los troncos los producen los vientos y por eso son los vendavales el tipo de meteoro que derriba árboles.

Sin embargo el peso que la nieve deposita sobre las ramas es de tracción y torsión, haciendo palanca, y puede romper las ramas. La rotura de las ramas puede desgajarlas e incluso desgajar el tronco.

Hay dos casos en que el peso de la nieve puede ocasionar un esfuerzo de tracción y de corte, que rompa un tronco sin necesidad de viento: a) que la copa no sea uniforme sino que esté muy desarrollada en un sentido y muy escasa en otro; esto es muy corriente en el arbolado urbano, por ejemplo, los árboles que al estar cerca de las fachadas de los edificios han desarrollado copas muy grandes hacia la calzada y muy ralas hacia el edificio por falta de espacio; b) en árboles viejos en los que el tronco tenga pudriciones. En ambos casos  el esfuerzo de compresión por la nieve depositada sobre la copa puede transformarse en esfuerzos de tracción, torsión y cortante sobre el tronco que lleguen a partirlo.

Puesto que al caer sobre las ramas el peso de nieve que se depositaría es proporcional a la superficie que la copa tenga, afectará más una nevada a las especies de hoja perenne. No es de extrañar que los plátanos de las calles madrileñas (por lo menos los que he visto en el barrio en que vivo) al no tener hojas en estas fechas no han sufrido daños dado que no se ha podido depositar mucha nieve sobre las copas. También cuanto más tienda a la horizontalidad una copa más afectada se puede ver. Especies como las piceas o los cedros, que tienen copa piramidal, inclinada hacia abajo y sobre los que la nieve tiene dificultades para depositarse parecen haber pasado sin muchos apuros el temporal. Son las encinas y los pinos piñoneros árboles mediterráneos de hoja perenne con copas extendidas, grandes y que dejan una superficie considerable ligeramente cóncava, que no permite despejar la nieve que se depositara, las que más sufren porque son el tipo de copa sobre la que se puede acumular más volumen de nieve.

La información reproducida en los medios ha sido, en general, bastante alarmista e inadecuada. Dos afirmaciones vistas en los telediarios, que no voy a indicar en que televisiones han sido emitidas,  quiero destacar:

“Más de un millón de árboles derribados por la nieve”

Acompañada de imágenes de ramas podadas.

Es una afirmación alarmista que confunde la rotura de ramas con el derribo de un árbol. Si hubiese habido un millón de árboles derribados por la nieve muchos miles habrían cortado calles o caído sobre las fachadas de las casas y no han dado los medios ninguna noticia de calles cortadas por la caída de árboles o de casas afectadas porque un árbol haya caído sobre la fachada. Soy comprensivo con el trabajo periodístico y comprendo que el titular correcto que hubiera sido: “Más de un millón de árboles drásticamente podados por la nieve e incluso unos miles tronchados” no tiene el mismo gancho para abrir un telediario. O sea el viejo lema del amarillismo en prensa: “que no dejes que la realidad te estropee un titular”.

“Según los ecologistas el problema deriva de que en los parques y jardines madrileños deberían haberse usado especies autóctonas”

Me gustaría saber quién es el ecologista que ha podido hacer esta afirmación o si es una afirmación de la inventiva de un periodista

La realidad de los datos desmiente esta proposición. Está muy dañado el arbolado de la Casa de Campo, donde la nieve ha producido drásticas e inadecuadas podas, pero en la Casa de Campo el arbolado está compuesto por pino piñonero y encinas principalmente que son las especies que han sufrido más daños y que son especies autóctonas de Madrid, lo que era esperable pues sus copas con hoja perenne, extensas y extendidas en superficie cumplen todos los requisitos  para que se acumule la nieve sobre ellas. Sus copas no están adaptadas a las nevadas intensas.

En contraste los plátanos, sin hoja en estas fechas, no han acumulado nieve y no han sufrido graves daños; las piceas, cedros y cipreses, con sus copas piramidales son especies adaptadas a evacuar la nieve; y las palmeras, al carecer de ramas no han podido acumular mucha, al ceder las hojas y dejar que se deslice hasta el suelo. Pero plátanos, cedros, piceas, cipreses y palmeras no son especies autóctonas, pero las que más han sufrido el pino piñonero y la encina  sí que lo son.

15
Ene
2021

 

La carrasca milenaria de Lecina competirá con otros 15 árboles europeos en la elección del Árbol Europeo del Año, del 1 al 28 febrero de 2021. La votación será on line y el 23 abril se dará a conocer el nombre del ganador de Árbol Europeo 2021.

 

encina de Lecina

 

Encina milenaria de Lecina.

La encina de Lecina obtuvo 9.929 votos, por los 7.068 de las moreras de la Cala del Moral en Málaga, que quedaron en segundo lugar.

La encina está en el pueblo de Lecina, que forma parte del municipio de Bárcabo, en la comarca del Sobrarbe oscense, en el parque natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Forman parte del municipio los núcleos urbanos de Almazorre, Betorz, Eripol, Hospitaled, Lecina, Mesón de la Potenciana, Santa María de la Nuez y Casa de la Coloma. Todos ellos suman una población aproximada de 100 habitantes.

Se da la circunstancia de que lo que ahora es una zona despoblada ha tenido presencia humana desde el Paleolítico, como lo demuestran las pinturas rupestres de las cuevas del Trucho, el Arpán y la Mallata. Lo que un día fue un excelente lugar para vivir parece que en nuestros días ha perdido sus ventajas, o no las suficientes a los ojos de los que emigraron a lo largo de todo el siglo XX. La que permanece fuerte, verde y vigorosa es la encina que ahora recupera el nombre de estos pueblos para los que viven en la ciudad.

En 1042 aparece una primera referencia escrita a Bárcabo. El “Castillo de Hospitaled”, también llamado Espluguiello, pudo ser edificado a finales del siglo X o principios del XI, con carácter defensivo frente a los musulmanes del sur, con sede en Alquézar. Se tiene constancia de que, en 1142, Bárcabo era de don García y que entre 1285 y 1291, el rey Alfonso III de Aragón lo vendió a Alfonso de Castronovo.

Casas blasonadas, iglesias y ermitas, dan constancia de la importancia de estos pueblos en los siglos XV, XVI y XVII, dedicados especialmente a la ganadería y agricultura.

 

La encina de Lecina tiene una altura de 16 metros y un tronco de 7 metros de perímetro.

La encina es el árbol de Aragón, incluida en su escudo con una cruz roja sobre su copa. Es el reflejo de la leyenda que cuenta cómo los jacetanos fueron desde San Juan de la Peña hasta Aínsa para reconquistar este territorio a los musulmanes. Cuando los cristianos iban perdiendo la batalla apareció una cruz roja sobre una encina y entonces cambió su suerte hasta conquistar Aínsa. Desde entonces la encina y la cruz roja es el símbolo de Sobrarbe (“sobre árbol”).

Otra leyenda, más fantástica aún, relaciona a esta encina con un bosque espeso de encinas y alcornoques al que ningún habitante quería acercarse por ser el refugio de las brujas causantes de todos sus males. Una joven encina fue la única que se enfrentó a las brujas, consiguió que marchasen a otro bosque y sobrevivió hasta ahora.

Sobre un total de 32.607 votos emitidos, la clasificación final de la votación del Árbol Español del Año ha quedado así entre los once participantes y las historias que tienen detrás:
1. Encina de Lecina 9.929 votos, el 30,45 %
2. Moreras de la Cala del Moral (Málaga) con 7.068
3. Pino de La Baia – Elche (Alicante) con 4.441
4. Garrofera del Bovalar de Alaquàs (Valencia) con 4.341
5. Encina Milenaria Subbetica (Córdoba) con 2.242
6. Carbayón de Cornellana (Asturias) con 1.371
7. Magnolia de Santa Rita (A Coruña) con 1.027
8. Quejigo de Júrtiga (Granada) con 955
9. Moral de la Iglesia (Salamanca) con 620
10. Moral de Villoviado (Burgos) con 375
11. Sobreira do Loña (Ourense) con 240

El concurso del Árbol Europeo del Año se creó en el año 2011 como continuación del popular concurso popular Árbol del Año que en la República Checa durante mucho tiempo ha organizado la Fundación Alianza (Nadace Partnerství).

Cada año, la votación por internet del Árbol del Año Europeo es organizada por la Environmental Partnership Association (EPA). Ahora son 15 los países participantes que eligen a su árbol del año y después participan en el concurso europeo.

El objetivo de Árbol Europeo del Año es destacar el valor de los árboles como un patrimonio natural y cultural. No es tan importante la belleza, el tamaño o la edad como la historia y su relación con las personas. Se buscan árboles que son parte de la comunidad en su sentido más amplio.

Fuente Osbo Digital

10
Ene
2021

central nuclear

Los siete reactores suman 7.117 MW de potencia, el 6,5% del mix, frente al 24,7% que supone la eólica, con más de 27.000 MW

Los siete reactores nucleares que hay en España generaron el año pasado el 22,2% del total de la electricidad producida, alcanzando por séptimo año consecutivo el liderato del mix de generación. En segundo lugar, y a tan solo cuatro décimas (21,8%), se situó la eólica y, en tercer lugar, los ciclos combinados de gas (17,5%), según datos de Red Eléctrica (REE).

El primer puesto de la nuclear tiene más valor por cuanto las siete plantas suman 7.117 megavatios (MW) de potencia, el 6,5% del total (109.674 MW), frente al 24,7% que supone la eólica. Además, los parques eólicos, con 27.063 MW, lideran la potencia instalada en nuestro país.

Respecto a 2019, la nuclear ha incrementado su producción eléctrica del 21,43% entonces al 22,2% de 2020. La eólica también ha elevado su cuota, del 20,72% en 2019 al 21,8% del año pasado. En esta subida ha influido que a lo largo de 2020 aumentó su potencia instalada en unos 1.200 MW.

También hay que recordar que la energía nuclear tiene fecha de caducidad en nuestro país, ya que está previsto el cierre de las siete plantas de forma progresiva entre 2027 y 2035.

REE hizo público ayer el avance provisional del sistema eléctrico durante el año pasado, en el que la demanda total será de unos 249.970 gigavatios hora (GWh), un 5,6% menos que en 2019.

En cuanto a la demanda peninsular, se estima en 236.654 GWh, un 5,1%% menos que en 2019 y el dato más bajo en más de diez años.

Cabe destacar que en 2020 la demanda balear se desplomó un 19,2% y la de Canarias un 10,2% respecto al año anterior por la caída del turismo.

La generación eléctrica de origen renovable representó en 2020 el 44% de la producción total. En este incremento ha influido el buen dato de diciembre, mes en el que el 73,8% de la producción eléctrica procedió de tecnologías que no emiten CO2.

En el mes de diciembre y según datos estimados a día de hoy, la generación procedente de fuentes de energía renovable representó el 50,4% de la producción. Y es que el último mes ha sido especialmente favorable para la generación de energías limpias. En concreto, el pasado 28 de diciembre se marcó un récord histórico como el día de mayor producción diaria de eólica en España desde 2007, con 403,8 GWh.

Asimismo, con la información disponible actualmente, la producción de origen eólico en diciembre alcanzó los 7.455 GWh, un 36,1% superior a la del mismo periodo del año pasado, lo que representa el 31,4 % de la producción nacional, según REE.

FUENTE | ABC Economía

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