Ciencia y Técnica

02
Ago
2020

 

polvo ahara 1

 

Foto: Wolfgang Hasselmann / Unsplash

Hace unos años leí que la fertilidad del suelo en las innumerables islas del Pacífico se mantenía, entre otros factores, por la llegada de polvo desde las capas altas de la atmósfera y llevado por el viento desde las estepas y desiertos del Asia Central. El polvo llega a Corea, Japón, las islas del Pacífico y, atravesando el océano y en una semana, hasta Canadá y Estados Unidos. Lo leí en el libro, muy recomendable, “Colapso. Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen”, de Jared Diamond.

Poco después, conocí las lluvias de barro del Levante español o la calima de Canarias. Era el polvo del Sáhara, que veremos en detalle más adelante. Ahora, volvamos al Pacífico. No es fácil calcular la cantidad de polvo que el viento transporta desde las llanuras centrales de Asia. Según Taichi Tanaka y Masaru Chiba, del Instituto de Investigación Meteorológica de Tsukuba, en Japón, las cantidades de polvo se dan en teragramos, es decir 1012 gramos, o sea, 1000000000000 gramos, un 1 seguido de 12 ceros. O, más fácil de captar, 106 toneladas o un millón de toneladas. Esta es la unidad de medida. Pues bien, Tanaka y Chiba calculan que de las llanuras de Asia salen 214 teragramos de polvo por año o, si se quiere, 214 millones de toneladas. Es una cifra siempre en debate y muy cambiante cada año, según la intensidad y dirección del viento y otras condiciones del clima.

Este polvo mantiene la fertilidad de las islas del Pacífico, como escribía Jared Diamond, pero también aumenta la productividad del propio océano. Joo-Eun Yoon y sus colegas, de la Universidad Nacional de Incheon, en Corea, lo han estudiado, en el norte del Pacífico, analizando la concentración de clorofila en el agua, una medida indirecta del crecimiento de algas microscópicas o fitoplancton. Los episodios más fuertes de viento con polvo se dan en el mes de abril, con más de la mitad del total, según datos tomados entre 1998 y 2014. Como medida del polvo en suspensión en la atmósfera utilizan su transparencia o, según la terminología técnica, su capacidad de aerosol. Todos los datos se toman de satélites preparados para tomar esas medidas.

El análisis de los resultados demuestra que la concentración de clorofila y, por tanto, la productividad en algas del Pacífico norte, crece más del 70% en los episodios de viento del oeste y polvo en suspensión.

Una consecuencia inesperada de este aumento de productividad, y de clorofila en el océano, supone la utilización de dióxido de carbono en la fotosíntesis de las algas y, en consecuencia, en la toma de carbono de la atmósfera, con disminución de gases de efecto invernadero y mitigación del cambio climático.

Pero este aumento de productividad llega lejos, como decía antes, hasta Estados Unidos y Canadá, y mantiene la fertilidad del suelo también a millones de kilómetros. El equipo de S.M. Aciego, de la Universidad de Michigan en Ann Arbor, lo ha estudiado en las montañas de la Sierra Nevada, en California.

El nutriente más importante que llega con el polvo es el fósforo, con 1.5 miligramos por gramo de polvo y, recordad, antes hablamos de teragramos o, si se quiere, millones de toneladas. El fósforo que llega a Sierra Nevada repone el perdido por erosión y por arrastre en el agua de la lluvia. Supone el 10%-20% del fósforo que llega al suelo de los bosques.

 

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Viento del Sahara sobre las Islas Canarias. Fuente: Earth Observatory /NASA

Volvamos a nuestro entorno más cercano, al Sáhara y su polvo. Supone, con los cálculos de Tanaka y Chiba, más del 58% del contenido en polvo de la atmósfera del planeta, con algo más de 1100 millones de toneladas al año, pero, como decía, son cifras siempre en debate y muy variables. Para acercar este polvo a nuestra geografía, repasemos la revisión de José Quereda y Jorge Olcina, de la Universidad de Alicante, sobre las lluvias de barro en la vertiente mediterránea de la Península. Siempre faltan algunos datos pues, hasta muy recientemente, las lluvias de barro eran un fenómeno que no se anotaba en los informes meteorológicos.

Son, como escriben los autores, las lluvias de barro, lluvias de tierra roja o, incluso, las lluvias de sangre de la Biblia y, no hay que olvidarlo, de los condenados de Charles Fort. Hacia el norte de la Península, y en Europa, son más raras que en el Mediterráneo, pero en absoluto desconocidas, como luego veremos.

La composición de las lluvias de barro del Levante lleva carbonatos de calcio y de magnesio. En el análisis de una lluvia de barro que cayó en Castellón en 1993, se encontró calcio, magnesio, sodio y potasio.

Como ocurría en los bosques de California, también en el Mediterráneo el polvo del Sáhara aporta nutrientes a los árboles. Por ejemplo, en el estudio que publicó Anna Ávila, de la Universitat Autònoma de Barcelona, en el macizo del Montseny, con datos desde 1983 a 1998, el polvo llevó nutrientes al suelo en el que crece el encinar. La composición del polvo prueba que proviene del Sáhara occidental y central y del Atlas de Marruecos. De los 58 episodios de lluvia de barro que están anotados en esos 15 años, el 60% del polvo llegó solo en dos, en 1985 y 1991.

El polvo aporta al encinar el 100% del fósforo, el 27% del potasio, el 45% del calcio y el 84% del magnesio que necesita como nutrientes.

No solo a las montañas, sino también a los lagos de altura como, por ejemplo y según el estudio de Anna Hervàs y su grupo, llega el polvo del Sáhara. Lo han demostrado en tres lagos de altura de los Pirineos centrales con la llegada de bacterias que, con muestreos paralelos, han encontrado que también se encuentran en las arenas del Sáhara en Mauritania. Algunas de ellas incluso son potencialmente patógenas. Y, por supuesto, también llegan nutrientes a las aguas de los lagos.

También el polvo del Sáhara llega a las islas del Mediterráneo. El grupo de Ll. Feol, de la Universitat de les Illes Balears, lo ha estudiado en las lluvias de barro en Mallorca. Fueron 253 episodios en los 22 años que van de 1982 a 2003, con gran variabilidad del número de lluvias, como es habitual, y que van de las 29 del año 1999 a solo una en 1981.

Los datos de las cantidades que se depositan sugieren a los autores que suponen un proceso sedimentario importante en las islas. Se depositan, de media, 14 gramos de polvo por metro cuadrado de suelo, pero hay picos de hasta 35 gramos por metro cuadrado. Quizá impresiona más si se traduce a 140 y 350 kilogramos de polvo por hectárea y año.

 

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Calima (polvo del Sáhara en la atmósfera) sobre Málaga (España). Foto: Vicente Camacho 

Es obvio que, además, el polvo del Sáhara contribuye a la contaminación con micropartículas en la atmósfera en la Península y en los archipiélagos. El estudio de Xavier Querol y su grupo, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC, en Barcelona, muestra que las concentraciones de los PM2.5 y PM 10 se multiplican hasta tres veces en episodios de polvo del Sáhara. Las PM2.5 y PM10 son pequeñas partículas sólidas, micropartículas, con un diámetro de 2.5 o 10 micrómetros, medida que es la millonésima parte de un metro.

Como ocurría en el norte del Pacífico con el polvo de Asia Central, también el Mediterráneo aumenta su productividad con el polvo del Sáhara. Son resultados del grupo de Mario Cabrerizo, de la Universidad de Granada, en el Mar de Alborán, con datos recogidos entre 1979 y 2016, con la conocida variabilidad en el número de episodios de cada año. Reproducen las condiciones en el laboratorio y muestran el aumento de productividad con el crecimiento de algas microscópicas o fitoplancton, tal como ocurre en el Pacífico.

Acabo con un resumen de hasta donde llega el polvo del Sáhara que, hay que recordar, supone la mayor cantidad de polvo en la atmósfera según los cálculos de Tanaka y Chiba. Los vientos que predominan en el Sáhara son del este y del sur y, por ello, el polvo llega al Atlántico cuando se mueve hacia el oeste, y hasta Europa cuando se mueve hacia el norte. A la Península llega el polvo del Sáhara con más frecuencia al centro y al sur, en verano, y con vientos del sur, según datos de 2005 a 2016, analizados por A. Russo y sus colegas de la Universidad de Lisboa.

En Europa es habitual en el Mediterráneo y llega a los Balcanes, pero en episodios menos corrientes se ha encontrado polvo del Sáhara en Escocia, Suecia, Polonia o los estados bálticos. Cuando el viento es del este, el polvo atraviesa el Atlántico y llega al Caribe y a Sudamérica, por ejemplo, a las cuencas del Amazonas y del Orinoco y, por el camino, se ha encontrado en el Mar de los Sargazos.

Incluso, con viento tormentoso de oeste sobre el Sáhara, el grupo de Jessie Creamean, de la Universidad de California en San Diego, han demostrado que el polvo del desierto atraviesa África y Asia, se une el polvo de China, atraviesa el Pacífico y llega a las montañas de California- Allí, las partículas de polvo forman núcleos de hielo que concentran agua y provocan lluvias en la costa oeste de Estados Unidos. Los autores proponen que ese polvo atmosférico ayuda a renovar los recursos de agua y a aumentar la potencia hidroeléctrica de la costa oeste de Estados Unidos.

Referencias:

Aciego, S.M: et al. 2017. Dust outpaces bedrock in nutrient supply to montane forest ecosystems. Nature Communications DOI: 10.1038/ncomms14800

Ávila, A. 1999. Las lluvias de barro y el transporte y deposición de material sahariano sobre el nordeste de la Península Ibérica. Orsis 14: 105-127.

Cabrerizo, M.J. et al. 2016. Saharan dust inputs and high UVR levels jointly alter the metabolic balance of marine oligotrophic ecosystems. Scientific Reports 6: 35892

Creamean, J.M. et al. 2013. Dust and biological aerosols from the Sahara and Asia influence precipitation in the western U.S. Science 339: 1572-1578.

Diamond, J. 2006. Colapso. Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen. Random House Mondadori. Barcelona. 752 pp.

Fiol, Ll.A. et al. 2005. Dust rains in Mallorca (Western Mediterranean): Their occurrence and role in some recent geological processes. Catena 63: 64-84.

Hervàs, A. et al. 2009. Viability and potential for immigration of airborne bacteria from Africa that reach high mountain lakes in Europe. Environmental Microbiology 11: 1612-1623.

Korle, L.F. et al. 2017. Downward of particle fluxes of biogenic matter and Saharan dust across the equatorial North Atlantic. Atmospheric Chemistry and Physics 17: 6023-6040.

Marinou, E. et al. 2017. Three-dimensional evolution of Saharan dust transport towards Europe based on a 9-year EARLINET-optimized CALIPSO dataset. Atmospheric Chemistry and Physics 17: 5893-5919.

Quereda Sala, J.J. & J. Olcina Cantos. 1994. Lluvias de barro en la vertiente mediterránea de la Península Ibérica. Investigaciones Geográficas 12: 7-22.

Querol, X. et al 2019. African dust and air quality over Spain: It is only dust that matters? Science of the Total Environment 686: 737-752.

Russo, A. et al. 2020. Saharan dust intrusions in the Iberian Peninsula: Predominant synoptic conditions. Science of the Total Environment doi: 10.1016/j.scitotenv.2020.137041

Tanaka, T.Y. & M. Chiba. 2006. A numerical study of the contributions of dust source regions to the global dust budget. Global and Planetary Change 52: 88-104.

Yoon, J.-E. et al. 2017. Spatial and temporal variabilities of spring Asian dust events and their impacts on chlorophyll-alpha concentrations in the western North Pacific Ocean. Geophysical Research Letters doi: 10.1002/2016GL0782124

Sobre el autor: Eduardo Angulo es doctor en biología, profesor de biología celular de la UPV/EHU retirado y divulgador científico. Ha publicado varios libros y es autor de La biología estupenda.

Reproducido del  Cuaderno de  Cultura Científica

30
Mar
2020

 

"¿Sabías que los ambientes con madera mejoran tu bienestar en casa?"

Con esa pregunta, la Asociación Española del Comercio e Industria de la Madera (AEIM), propone a los miles de ciudadanos que hoy permanecen en sus casas retomar el uso de la madera en espacios cotidianos y domésticos: "En esta situación de aislamiento que estamos viviendo, esto es fundamental, para estar con tranquilidad y armonia con quienes conviven con nosotros", apuntan. Como apuntan, no se trata únicamente de la sensación que aporta el uso de la madera, que "nos conecta con la naturaleza creando entornos más confortables", sino también de los datos científicos que avalan estas afirmaciones.

En concreto un estudio realizado hace tres años en Canadá por la Universidad de British Columbia y la empresa FP Innovations que puso de manifiesto que la presencia de madera en una habitación hace disminuir la actividad del sistema nervioso simpático (SNS). El SNS es responsable de las respuestas al estrés fisiológico en las personas.

Dicho estudio puede consultarse en la web de AEIM con el título Madera y salud. Los beneficios que aporta para la salud humana el contacto con superficies de madera, y que incide en la utilización de madera para fomentar la salud en los interiores es una herramienta nueva para los profesionales del diseño que se basa en ensayos contrastados, subrayando además el hecho de que la madera es un material es renovable y contribuye a paliar el cambio climático. #EnCasaConMadera.

Fuente: Asociación Española del Comercio e Industria de la Madera (AEIM)

Reproducido de CESEFOR

09
Mar
2020

 

10 ene 2020

Sumario

02 Editorial Restauración hidrológico-forestal: soluciones basadas en la naturaleza

04 Apuntes • Salamandra común (Salamandra salamandra) [pág. 04]

• El acebo (Ilex aquifolium L.) Leyendas míticas, remedios, protección contra los malos espíritus y decoración navideña [pág. 06]

• Retos en la gestión del agua ¿Cuáles son y cómo abordar los retos de la gestión del agua? [pág. 08]

• El cambio climático y el sector forestal: efectos, mitigación y adaptación. Contribución al cambio climático de los incendios forestales [pág. 09]

• Incendios forestales#IIFF. La extinción de incendios forestales (I) [pág. 10]

• El sector forestal y la protección del medio natural en Portugal [pág. 14]

• Tecnología. La sanidad forestal gestionada desde la óptica de las nuevas tecnologías [pág. 18]

20 Entrevista José Anastasio Fernández Yuste, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Madrid

26 Opinión de actualidad. Restauración hidrológico-forestal

• Planes de ordenación y proyectos de restauración hidrológico-forestal: pasado, presente y futuro [pág. 26]

• Proyecto de disminución del riesgo de inundación y mejora del estado ecológico de los ríos Júcar y Moscas a su paso por Cuenca [pág. 30]

• Primeros pasos para aplicar sistemas naturales de retención del agua en la demarcación hidrográfica del Segura [pág. 33]

• Restauración hidrológico-forestal y cambio climático (o la necesidad de revisar dogmas) [pág. 36] • Restauración fluvial y avenidas [pág. 40]

• Lluvias torrenciales e inundaciones. Reaprendiendo a adaptarnos [pág. 42]

44 Especial Redforesta 2019 Arbolado urbano

• Parques urbanos para mejorar la salud [pág. 44]

• Techos verdes: infraestructura verde en altura [pág. 46]

• Conservación de los polinizadores en el medio urbano [pág. 48]

• Valoración del riesgo del arbolado de los jardines históricos de Patrimonio Nacional (2017 y 2018) [pág. 50]

• Una nueva forma de cultivar. Mejoramiento de los cultivos a nivel foliar, radicular y rizósfera [pág. 52]

• Bosques urbanos y cambio climático [pág. 53] • Control de arbolado urbano: poda en altura/desmonte de árboles [pág. 54]

• Jardines de lluvia, una solución verde en la gestión de las aguas pluviales [pág. 56]

58 Colaboraciones técnicas

• Metodología para la ubicación de tejados verdes en entornos urbanos [pág. 58]

• La situación del sector forestal en Asturias y sus potencialidades [pág. 66]

• El Parque Nacional de Talassemtane: valor ecológico y conservación [pág. 76]

• Medio siglo en la historia de una finca en el oeste semiárido de Castilla-La Mancha: hacia una ganadería ecológica, rentable y sostenible [pág. 84]

90 La página de... • Baskegur [pág. 90]

• El instituto universitario de gestión forestal sostenible (iuFOR): Unidad de investigación mixta entre la Universidad de Valladolid y el INIA [pág. 92]

www.forestales.net/Canales/Ficha.aspx?IdMenu=23626137-0408-49e5-a7f9-8fd16cfd91d5&Cod=eb374ac4-2aed-42bf-bf6c-a853085d0ef8&Idioma=es-ES

22
Mar
2020

 

Encerrados en casa por un virus ladino y criminal, tan solo las brigadas activas de los distintos dispositivos de extinción, más los agentes forestales y medioambientales y algún que otro afortunado que puede justificar laboralmente su salida al campo, pasamos estos días saboreando recuerdos de estancias en el monte y planeando dónde será la primera escapada forestal que hagamos cuando se levante el Estado de Alarma. Para que la espera no sea muy larga y aburrida, la Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León FAFCYLE nos propone unas cuantas series de documentales de bosques como celebración del Día Internacional de los Bosques.

Recuerda el presidente de FAFCYLE, Jesús Pestaña, que los bosques albergan más del 80 % de las especies vegetales y animales, “tienen funciones tan importantes como combatir el cambio climático, proteger el suelo evitando la erosión y y la desertificación, limpiar el aire que respiramos al capturar el CO2 y proveen de recursos naturales a diferentes sectores económicos entre una larga lista de bondades. Debemos cuidarlos y gestionarlos adecuadamente para que cumplan su importante función y evitar su pérdida o abandono”.

Reivindica FAFCYLE el papel de los propietarios forestales en la gestión sostenible del territorio “generación tras generación conservando la biodiversidad mucho antes de que términos como “sostenibilidad” o “biodiversidad” se generalizaran, antes incluso de que la sociedad reconociese la necesidad de conservar el medio”. Según los datos de FAFCYLE, en Castilla y León, más del 70 % de la Red Natura se encuentra en terrenos de propiedad privada.

Aprovechan los selvicultores castellano-leoneses para recordar la importancia de que la administración regional de Castilla y León “apoye con más recursos el desarrollo y la gestión del sector forestal, y haga el mayor esfuerzo en comunicar a la sociedad la importancia que tienen nuestros montes en nuestra región, la mayor desde el punto de vista del territorio forestal del país, una riqueza que no podemos perder”.

Para disfrutar desde el sofá

“El Hombre y la Tierra”

Se conmemora en estas fechas el 40 aniversario de la muerte del divulgador de naturaleza más importante de la televisión española, Félix Rodríguez de la Fuente. Su programa “El Hombre y la Tierra” mantiene un valor didáctico, unido al emocional para muchas generaciones, que invita a recordar cómo éramos hace 40 años y qué conceptos teníamos a la naturaleza. A través de la página web de TVE, sección “Televisión a la carta” podemos ver de nuevo el mítico programa. “El Bosque Protector” El Colegio de Ingenieros de Montes aloja en su canal de Youtube

“El Bosque Protector”,

una serie, también de TVE dirigida por Luis García Esteban, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Madrid. Un viaje por todos los ecosistemas forestales españoles para conocer su ecología, gestión, aprovechamiento, usos sociales y económicos e incluso la historia de algunos de los rincones forestales más especiales de la geografía nacional. Guarda capítulos que deberían verse obligatoriamente en los institutos de Enseñanza Secundaria.

El Escarabajo Verde: “Bosques para el futuro”

El programa de TVE “El Escarabajo Verde” realizó el documental “Bosques para el futuro”, el 23 de marzo de 2018, para conmemorar el Día Internacional de los Bosques. Otra de las propuestas relacionadas con bosques que merece ser vista y tener presente.

Redacción OSBO digital

04
Feb
2020

 Con fecha del 10 de enero ha salido el número 75 de la revista Foresta.

Nos complace que el número esté dedicado preferentemente a la reflexión sobre la hidrología forestal en relación con el actual estado del clima

De sus artículos destacamos:

Restauración hidrológico-forestal: soluciones basadas en la naturaleza

Salamandra común (Salamandra salamandra) [pág. 04]

Retos en la gestión del agua ¿Cuáles son y cómo abordar los retos de la gestión del agua? [pág. 08]

El cambio climático y el sector forestal: efectos, mitigación y adaptación. Contribución al cambio climático de los incendios forestales [pág. 09]

El sector forestal y la protección del medio natural en Portugal [pág. 14]

Planes de ordenación y proyectos de restauración hidrológico-forestal: pasado, presente y futuro [pág. 26]

Proyecto de disminución del riesgo de inundación y mejora del estado ecológico de los ríos Júcar y Moscas a su paso por Cuenca [pág. 30]

Primeros pasos para aplicar sistemas naturales de retención del agua en la demarcación hidrográfica del Segura [pág. 33]

Restauración hidrológico-forestal y cambio climático (o la necesidad de revisar dogmas) [pág. 36]

Restauración fluvial y avenidas [pág. 40] Lluvias torrenciales e inundaciones. Reaprendiendo a adaptarnos [pág. 42]

PARA LEER PINCHA AQUÍ WWW.FORESTALES.NET/CANALES/LISTADO.ASPX?IDMENU=B6947309-987F-4BFF-808D-4E7E974CCAF8&IDIOMA=ES-ES

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