Ciencia y Técnica

07
Feb
2023

 

Una investigación dirigida por el Instituto de Salud Global de Barcelona, que recopila datos en 93 urbes europeas, pone de relieve que cubrir un 30 % de este espacio con vegetación podría reducir de forma considerable el número de fallecimientos durante la época estival.

Más del 4 % de las muertes que se producen en las ciudades durante los meses de verano se deben a las altas temperaturas. Una cobertura arbórea del 30 % podría reducir un tercio de estas muertes, según un estudio de modelización publicado en The Lancet y liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). Los resultados, obtenidos con datos de 93 ciudades europeas, enfatizan los beneficios sustanciales de plantar más árboles en las ciudades para atenuar el impacto del calentamiento global.

Las olas de calor están involucradas en la mortalidad prematura, enfermedades cardiorrespiratorias e ingresos hospitalarios. Sin embargo, las temperaturas moderadamente altas del período estival también pueden ayudar a que aparezcan estos problemas. Las ciudades son los lugares más vulnerables a esta realidad. La menor vegetación, la mayor densidad de población y las superficies impermeables de edificios y calles provocan una diferencia de temperatura entre la ciudad y las zonas circundantes. Este fenómeno se conoce como isla de calor urbana, y en vista de la crisis climática, puede empeorar en las próximas décadas.

La investigadora de ISGlobal y primera autora del trabajo, Tamara Iungman, afirma a SINC que “todas las ciudades tienden a ser islas de calor, pero dentro de una misma ciudad hay mucha variabilidad. Por ejemplo, cuando decimos que los parques son pulmones de la ciudad también nos referimos a que proveen enfriamiento”.

El estudio señala que los lugares con mayor tasa de mortalidad por calor se encontraban en el sur y el este de Europa. “España es de los países que tiene las ciudades con mayores impactos en la mortalidad atribuible a las islas de calor urbanas”, explica Iungman. Las localidades más afectadas son Barcelona, Málaga, Palma de Mallorca, Madrid, Sevilla y Valencia. “Todas estas ciudades presentan un porcentaje bastante bajo de cobertura de árboles”, añade la experta.

Hacia un modelo de ciudad integral

Ha pasado más de un siglo desde que el urbanista Ebenezer Howard fundara el movimiento de la ciudad jardín, que pretendía hacer frente a la distinción modernista entre “ciudades industriales” y “ciudades dormitorio”. A este respecto, Iungman destaca que “es importante empezar a pensar las ciudades más en función de las personas y menos en función de los coches”.

El estudio subraya los beneficios sustanciales de plantar más árboles en el espacio urbano. No obstante, los autores reconocen que el diseño de algunas ciudades puede dificultar la plantación de árboles, por lo que debe combinarse con otras alternativas como tejados verdes para reducir la temperatura. Para las áreas urbanas más compactas y densas, Iungman propone “bajar el objetivo a un 25 % y acompañarlo con otras estrategias como jardines verticales, techos verdes y reemplazar superficies impermeables como el asfalto por superficies vegetales”.

Este giro hacia planes urbanísticos integrales puede traer grandes beneficios, “incluyendo mejoras en la salud mental y física, además de los propios beneficios en el medioambiente”, comenta la científica. Por el contrario, una continuidad de los modelos actuales puede conllevar graves problemas de salud para los residentes de estas zonas.

"Las predicciones basadas en las emisiones actuales revelan que las enfermedades y muertes relacionadas con el calor se convertirán en una carga mayor para nuestros servicios de salud en las próximas décadas", alerta Iungman. "Nuestro objetivo es informar a los y las responsables de las administraciones locales de las ventajas de integrar zonas verdes en todos los barrios para promover entornos urbanos más sostenibles, resilientes y saludables", añade Mark Nieuwenhuijsen, director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal.

Nieuwenhuijsen lideró un equipo que estimó las tasas de mortalidad de residentes mayores de 20 años en 93 ciudades europeas —un total de 57 millones de personas— entre junio y agosto de 2015. Los investigadores también recopilaron datos sobre las temperaturas diarias rurales y urbanas de cada ciudad. En primer lugar, simularon un escenario hipotético sin isla de calor urbana para calcular la mortalidad prematura. En segundo lugar, estimaron la reducción en temperaturas que se obtendría aumentando la cobertura de árboles hasta el 30 %, así como las muertes que podrían evitarse.

El efecto protector de los árboles

Las ciudades fueron de media 1,5 grados más calientes que sus alrededores durante el verano de 2015. Unas 6.700 muertes prematuras pueden atribuirse al aumento de las temperaturas urbanas, lo que representa el 4,3 % de la mortalidad total durante los meses de verano y el 1,8 % de la mortalidad durante todo el año. Un aumento de la cobertura arbórea en un 30 % habría reducido las temperaturas, evitando un tercio de estas muertes, un total de 2.644 fallecidos.

"Nuestros resultados también muestran la necesidad de preservar y mantener los árboles que ya tenemos porque son un recurso valioso y los árboles nuevos tardan mucho tiempo en crecer. Además, no se trata sólo del número de árboles, sino también de cómo se distribuyen", afirma Nieuwenhuijsen. A este respecto, Iungman puntualiza que “las áreas donde vive más gente son las que menor porcentaje de árboles presentan, lo cual indica que la población no se está beneficiando de los mismos y los impactos van a ser mayores”.

Los análisis se hicieron con datos del 2015 porque no se disponía de datos de población para años posteriores, pero, como señala Iungman, los resultados son generalizables y el estudio proporciona información valiosa para adaptar nuestras ciudades y hacerlas más resilientes al impacto del cambio climático.

"Aquí solo analizamos el efecto de los árboles sobre la temperatura, pero aumentar las áreas verdes en las ciudades tiene muchos otros beneficios para la salud, incluyendo el incremento en la esperanza de vida, la reducción de los problemas de salud mental y mejoras en la función cognitiva de las personas", añade la científica.

Para Antonio Gasparrini, profesor de Bioestadística y Epidemiología en la London School of Hygiene & Tropical Medicine, coautor del estudio: "La vulnerabilidad al calor cambia de una ciudad a otra en función de varios factores. Comprender los beneficios de políticas como el aumento de la cubierta arbórea puede ayudar a fundamentar las medidas para reducir los riesgos y prevenir muertes evitables, especialmente con el cambio climático".

Referencia:

Iungman, T. et al. Cooling cities for health through urban green infrastructure: a health impact assessment for European cities. The Lancet (2023).

Fuente: ISGlobal

20
Ene
2023

Science Daily thumb

En un giro sorprendente, los alimentos, no la temperatura, es el factor más importante que impulsa la liberación microbiana de CO2.

Fecha: enero 17, 2023

Fuente: Universidad de Massachusetts Amherst

Resumen:

El sumidero de carbono terrestre más grande de la Tierra es el suelo del planeta. Uno de los grandes temores es que un planeta en calentamiento libere porciones significativas del carbono del suelo, convirtiéndolo en gas de dióxido de carbono (CO2), y así acelerar aún más el ritmo del calentamiento planetario. Un jugador clave en esta historia es el microbio, la forma predominante de vida en la Tierra, y que puede convertir el carbono orgánico (las hojas caídas, los tocones de árboles podridos, las raíces muertas y otra materia orgánica) en el suelo, o liberarlo a la atmósfera como CO2. Ahora, un equipo internacional de investigadores ha ayudado a desenredar una de las preguntas más complicadas relacionadas con los microbios del suelo y el cambio climático: ¿qué efecto tiene un planeta que se calienta en el ciclo del carbono de los microbios?

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El sumidero de carbono terrestre más grande de la Tierra es el suelo del planeta. Uno de los grandes temores es que un planeta en calentamiento libere porciones significativas del carbono del suelo, convirtiéndolo en dióxido de carbono (CO2) , y así acelerar aún más el ritmo del calentamiento planetario. Un jugador clave en esta historia es el microbio, la forma predominante de vida en la Tierra, y que puede convertir el carbono orgánico (las hojas caídas, los tocones de árboles podridos, las raíces muertas y otra materia orgánica) en el suelo, o liberarlo a la atmósfera como CO.2. Ahora, un equipo internacional de investigadores dirigido por la Universidad de Massachusetts Amherst ha ayudado a desenredar una de las preguntas más complicadas relacionadas con los microbios del suelo y el cambio climático: ¿qué efecto tiene un planeta que se calienta en el ciclo del carbono de los microbios?

La respuesta es sorprendente: el aumento de la temperatura disminuye la velocidad a la que los microbios del suelo respiran CO.2 -- pero sólo en verano. Durante el resto del año, la actividad microbiana sigue siendo en gran medida históricamente consistente.

Pero hay una trampa en esta historia aparentemente feliz.

Los microbios del suelo están liberando menos CO2 en el verano porque se mueren de hambre. Y se están muriendo de hambre porque el calentamiento a largo plazo está amenazando la viabilidad de los árboles de hoja caduca, de cuyas hojas muertas dependen los microbios.

"Uno de los principales resultados de nuestro estudio", dice Kristen DeAngelis, profesora de microbiología en la Universidad de Massachusetts Amherst y autora principal del estudio, publicado recientemente en la revista Global Change Biology, "es que todas esas hojas de otoño mitigan los efectos negativos del calentamiento global en los microbios del suelo". Por ahora. Pero menos hojas muertas significa menos alimento para los microbios y parece estar conduciendo a una reducción de la biomasa microbiana durante el verano.

Para llegar a estas conclusiones, DeAngelis y sus coautores se asociaron con dos notables estudios a largo plazo ubicados en el Bosque de Harvard: un proyecto iniciado en 1991 por el coautor Jerry Melillo sobre el calentamiento del suelo en los ecosistemas forestales, y otro, iniciado por la coautora Serita Frey en 2006, centrado en los microbios del suelo y el calentamiento.

"El muestreo de suelos que se han calentado durante 13 y 28 años nos ayudó a dilucidar cuán resistentes a los cambios son los microorganismos a los cambios de temperatura", dice Luiz A. Domeignoz-Horta, autor principal del artículo, quien completó esta investigación mientras estaba en UMass Amherst y que ahora es becario postdoctoral en el Departamento de Biología Evolutiva y Estudios Ambientales de la Universidad de Zurich.

Aunque gran parte de la atención al cambio climático se ha centrado comprensiblemente en la quema de combustibles fósiles, es igualmente importante que los científicos comprendan el "presupuesto de carbono", o el ciclo completo de cómo el carbono circula a través del aire, el suelo y el agua. "Una vez que me desperté al cambio climático, pensé 'qué puedo hacer como microbiólogo'", dice DeAngelis. Esta investigación más reciente brinda a los modeladores climáticos una mejor comprensión de cómo funciona el carbono en el suelo, lo que nos permitirá a todos planificar mejor para un mundo que se calienta.

Esta investigación fue apoyada por la National Science Foundation y el Departamento de Energía de los Estados Unidos.

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Mitigación del cambio climático

Fuente de la historia:

Materiales proporcionados por la Universidad de Massachusetts Amherst. Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.

Referencia de la revista:

Luiz A. Domeignoz‐Horta, Grace Pold, Hailey Erb, David Sebag, Eric Verrecchia, Trent Northen, Katherine Louie, Emiley Eloe‐Fadrosh, Christa Pennacchio, Melissa A. Knorr, Serita D. Frey, Jerry M. Melillo, Kristen M. DeAngelis. La disponibilidad del sustrato y no la aclimatación térmica controla la respuesta de sensibilidad a la temperatura microbiana al calentamiento a largo plazo. Biología del Cambio Global, 2022; DOI: 10.1111/gcb.16544

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Universidad de Massachusetts Amherst. "Nuestro clima futuro depende en parte de los microbios del suelo, pero ¿cómo se ven afectados por el cambio climático? En un giro sorprendente, los alimentos, no la temperatura, es el factor más importante que impulsa la liberación microbiana de CO2". ScienceDaily. ScienceDaily, 17 de enero de 2023. <www.sciencedaily.com/releases/2023/01/230117192907.htm>.

13
Dic
2022

Science Daily thumb

Fecha:  noviembre 28, 2022

Fuente: Universidad de Harvard, Departamento de Biología Organísmica y Evolutiva

Resumen:

Los investigadores examinaron los exudados de las raíces y su impacto en el almacenamiento de carbono del suelo revelando resultados sorprendentes y contraintuitivos.

   

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Los estudios de ecología de ecosistemas a menudo se centran en lo que está sucediendo con las plantas sobre el suelo, por ejemplo, explorando la fotosíntesis o la pérdida de agua en las hojas. Pero lo que está sucediendo debajo del suelo en las raíces de las plantas es igualmente importante cuando se evalúan los procesos de los ecosistemas.

En un nuevo estudio en  Nature Geoscience, investigadores del Departamento de Biología Organísmica y Evolutiva de la Universidad de Harvard examinaron los exudados de las raíces y su impacto en el almacenamiento de carbono del suelo, revelando resultados sorprendentes y contraintuitivos.

Los exudados de las raíces son compuestos orgánicos de carbono (como azúcares simples, ácidos orgánicos y aminoácidos) liberados de las raíces de las plantas vivas en el suelo. Estas pequeñas moléculas pueden unirse directamente a los minerales del suelo, lo que las convierte en importantes reguladores de la formación y pérdida de carbono del suelo. A diferencia de la hojarasca vegetal (como las hojas y las raíces), que debe descomponerse antes de que pueda afectar la reserva de carbono del suelo, los exudados de las raíces pueden tener efectos inmediatos sobre la materia orgánica asociada a minerales (MAOM), que contiene carbono "estable" del suelo de ciclo prolongado.

Varios estudios muestran que el CO atmosférico antropogénicamente elevado2Es probable que las concentraciones aumenten la tasa de exudación de la raíz de la planta y cambien la composición química de los exudados de la raíz. El autor principal Nikhil R. Chari, Ph.D. candidato, y el autor principal, el profesor Benton N. Taylor, probaron cómo estos cambios pueden afectar el carbono del suelo examinando cómo el cambio de la tasa de exudación de las raíces y la composición de los exudados afectaron la dinámica nativa del carbono del suelo en un bosque templado.

Chari y Taylor recolectaron núcleos de suelo del bosque de Harvard, un bosque templado de madera dura en el centro de Massachusetts, y los incubaron directamente en tubos de centrífuga. Luego fabricaron tres "cócteles" diferentes de exudado de raíz de carbono 13 de azúcar simple, ácido orgánico y aminoácido. Entregaron los "cócteles" a los núcleos del suelo a través de "raíces artificiales" a dos velocidades diferentes durante un período de treinta días. A diferencia de otros estudios, Chari y Taylor no utilizaron suelos homogeneizados o artificiales. Su método de muestreo preservó grandes cantidades de heterogeneidad en el carbono del suelo y las comunidades microbianas presentes en el bosque.

"Queríamos saber si estos mecanismos estaban teniendo un efecto a escalas ecológicamente significativas", dijo Chari. "Utilizamos núcleos de suelo intactos para probar si el efecto de los exudados de las raíces superaría la heterogeneidad natural en el sistema".

Los investigadores midieron las reservas iniciales y finales de carbono en los núcleos. Encontraron que las contribuciones de los exudados de las raíces al carbono del suelo fueron impulsadas por las contribuciones a la fracción MAOM de ciclo largo. MAOM son recubrimientos microscópicos en partículas del suelo hechas principalmente de subproductos de bacterias y hongos. MAOM permanece en el suelo durante décadas, lo que significa que puede mantener el carbono en el suelo durante mucho tiempo.

A tasas más altas de exudación radicular, la reserva de carbono MAOM no cambió incluso cuando aumentaron las contribuciones de exudado de raíz a MAOM. Pero a tasas más bajas de exudación de la raíz, Chari y Taylor observaron una acumulación neta de carbono MAOM, a pesar de que las contribuciones de exudado no fueron tan grandes.

"Uno pensaría que si aumenta la tasa de exudación de la raíz, aumentaría la entrada de carbono en el suelo formando más carbono del suelo", dijo Chari, "pero encontramos en cambio un efecto opuesto que compensa el aumento de carbono".

Los investigadores se refieren a esto como el efecto de cebado. El cebado ocurre cuando la entrada de nuevo carbono del suelo provoca la descomposición del carbono del suelo viejo. Las tasas mejoradas de exudación radicular parecieron aumentar las tasas de cebado de MAOM en relación con las tasas de formación de MAOM.

"Los primeros principios sugerirían que cuanto más carbono empujamos hacia el suelo a través de la exudación, más carbono se acumulará en estas fracciones de MAOM. Cuando, de hecho, ese no parece ser el caso", dijo Taylor. "En realidad, obtienes más formación de MAOM, pero también obtienes más pérdida y se equilibra. En realidad, no obtienes más carbono pegado en el suelo, incluso cuando estás empujando más".

Chari y Taylor también encontraron que los diferentes compuestos de exudado tenían diferentes efectos sobre el carbono del suelo. La glucosa (azúcar simple) produjo un mayor recambio de MAOM tanto en formación como en pérdida, pero no hubo acumulación neta de MAOM. Mientras que el ácido succínico (ácido orgánico) y el ácido aspártico (aminoácido) impulsaron tasas más bajas de formación de MAOM, pero dieron como resultado una acumulación neta de carbono de MAOM. Curiosamente, los investigadores encontraron que los aminoácidos tenían un efecto positivo particularmente fuerte en el aumento de la formación de carbono de biomasa microbiana, mientras que los ácidos orgánicos no lo hicieron. Estos hallazgos nuevamente sugieren que la comunidad microbiana más grande mejora el efecto de cebado microbiano. Los resultados validan aún más que los aumentos previstos en las tasas de exudación de las raíces y un cambio hacia azúcares simples causados por el cambio global pueden reducir la capacidad de almacenamiento de carbono del suelo.

"Estos cambios están ocurriendo ubicuamente debajo de la superficie del suelo, sin embargo, incluso pequeños cambios en este proceso pueden tener una gran implicación para el almacenamiento de carbono del suelo", dijo Taylor. "La gente sabe que los procesos en una hoja son importantes, pero cada raíz debajo de nuestros pies tiene un gran impacto en el carbono en el suelo. Y CO elevado2, el calentamiento u otros factores del cambio climático podrían hacer que la pérdida de carbono del suelo aumente desproporcionadamente a la formación de carbono del suelo".

En el futuro, Chari y Taylor continúan midiendo los cambios en la tasa y composición de los exudados de la raíz bajo CO elevado.2y el calentamiento en una variedad de ecosistemas diferentes, incluidos bosques templados, pastizales y campos agrícolas de maíz y soja.

Fuente de la historia:

Materiales proporcionados por la Universidad de Harvard, Departamento de Biología Organísmica y Evolutiva.

Referencia de la revista:

Nikhil R. Chari, Benton N. Taylor. La formación y pérdida de materia orgánica del suelo está mediada por exudados de raíces en un bosque templado. Geociencia de la naturaleza, 2022; DOI:10.1038/s41561-022-01079-x

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Universidad de Harvard, Departamento de Biología Organísmica y Evolutiva. "Los investigadores descubren que los exudados de las raíces tienen un impacto sorprendente y contrario a la intuición en el almacenamiento de carbono del suelo". ScienceDaily. ScienceDaily, 28 de noviembre de 2022. <www.sciencedaily.com/releases/2022/11/221128112957.htm>.

18
Dic
2022

Science Daily thumb

Fecha: diciembre 7, 2022

Fuente: Universidad de East Anglia

Resumen:

Una nueva investigación destaca los riesgos de que los países confíen en soluciones basadas en la naturaleza para lograr cero emisiones netas. Las estrategias climáticas nacionales establecen cómo los países planean reducir las emisiones, por ejemplo, eliminando gradualmente el uso de combustibles fósiles, para llegar a cero neto en 2050. El estudio encontró que, una vez que se haya reducido la mayor parte de las emisiones, los países planean "cancelar" las emisiones difíciles de descarbonizar sobrantes, como las de la agricultura, mediante el uso de bosques y suelos para eliminar el carbono de la atmósfera.

   

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Una nueva investigación de la Universidad de East Anglia destaca los riesgos de que los países confíen en soluciones basadas en la naturaleza para lograr cero emisiones netas.

Las estrategias climáticas nacionales establecen cómo los países planean reducir las emisiones, por ejemplo, eliminando gradualmente el uso de combustibles fósiles, para llegar a cero neto en 2050. El estudio encontró que, una vez que se haya reducido la mayor parte de las emisiones, los países planean "cancelar" las emisiones difíciles de descarbonizar sobrantes, como las de la agricultura, mediante el uso de bosques y suelos para eliminar el carbono de la atmósfera.

Sin embargo, esto puede resultar arriesgado porque los bosques y los suelos también están amenazados por una serie de impactos, como incendios, enfermedades, cambios en las prácticas agrícolas o deforestación. Esto significa que los bosques y los suelos podrían perder su carbono almacenado de vuelta a la atmósfera.

También existe el riesgo de ser demasiado optimista sobre la cantidad de carbono que los bosques y los suelos pueden eliminar para llegar a cero neto, especialmente si se combina con retrasos en la reducción de las emisiones de carbón, petróleo y gas.

Los hallazgos, publicados en la revista Communications Earth & Environment, muestran que la mayoría de las estrategias presentadas a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) no cuantifican la cantidad de "absorciones" de carbono necesarias en 2050.

Con el progreso en la reducción de emisiones estancado en la COP27, los investigadores piden que se fortalezcan urgentemente los requisitos de presentación de informes sobre los planes climáticos nacionales a largo plazo.

"El despliegue de la eliminación de dióxido de carbono es esencial para alcanzar los objetivos globales y nacionales de cero emisiones netas, pero los países han prestado poca atención a su despliegue práctico", dijo el autor principal del estudio, Harry Smith, becario doctoral de Leverhulme Trust en la Escuela de Ciencias Ambientales y el Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático en la UEA.

"Las extracciones basadas en la naturaleza, como el uso de bosques y suelos, siguen siendo vitales para abordar los desafíos en la biodiversidad y la adaptación al clima, pero pueden ser riesgosas si se usan como la única forma de eliminar el carbono. Los países también deberían explorar métodos diseñados para la eliminación de carbono. Para enfrentar el desafío del cero neto, necesitamos ambos".

El estudio analizó cómo los métodos de eliminación de dióxido de carbono (CDR), que eliminan el CO2 de la atmósfera y almacenarla permanentemente en bosques, suelos, océanos o formaciones geológicas subterráneas, se integran en las estrategias climáticas.

Agrupa los métodos en "CDR basado en la naturaleza", por ejemplo, almacenar carbono en bosques, suelos o hábitats costeros, y "CDR diseñado", almacenar carbono a gran profundidad a través de energía de biomasa con captura y almacenamiento de carbono o captura y almacenamiento directo de carbono en el aire.

A pesar de ser fundamental para las ambiciones de cero emisiones netas, la investigación encuentra que los CDR rara vez se hacen explícitos en los planes de política. Algunos países, como Francia, consideran las mudanzas diseñadas como una posible solución a largo plazo. Otros, como Australia y Letonia, analizan el potencial de la cooperación internacional y la creación de mercados de carbono para transferir las absorciones entre países.

Mientras tanto, el Reino Unido está invirtiendo en investigación y desarrollo para CDR de ingeniería y tiene un objetivo a corto plazo para 2030 para la cantidad de carbono eliminado por estos métodos.

Desde la adopción del Acuerdo de París en 2015, más de 124 países han acordado un objetivo de cero emisiones netas, definido como un equilibrio de fuentes de emisión y absorciones antropogénicas.

A diferencia de muchos estudios, que se centran en compromisos a corto plazo para 2030 publicados por los países, también conocidos como "Contribuciones determinadas a nivel nacional" o "NDC", este estudio se centra en las estrategias climáticas nacionales a largo plazo.

Oficialmente llamadas "estrategias de desarrollo de bajas emisiones a largo plazo" o "LT-LEDS", a menudo representan escenarios modelados o vías hacia 2050 o más allá, proporcionando un mayor compromiso con CDR que las NDC.

"Las estrategias climáticas nacionales a largo plazo son una herramienta importante para pensar en la eliminación de dióxido de carbono a nivel nacional y abogamos por que sean obligatorias en virtud de la CMNUCC, en lugar de su actual estado opcional", dijo el Sr. Smith.

El estudio examinó 41 LT-LEDS presentados a la CMNUCC antes del comienzo de 2022, capturando los publicados en y alrededor de la COP26, y con un total de 3.885 páginas, para determinar cómo los países cuantifican y discuten los CDR. Las estrategias analizadas son en su mayoría del Norte Global y cubren el 58% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero de 2019 y alrededor del 74% del PIB mundial.

Los hallazgos muestran que la mejora de los sumideros de carbono de los bosques y el suelo son las estrategias más defendidas, pero solo se cuantifican explícitamente en 12. Las emisiones de descarbonización para 2050 solo se cuantifican en 20 estrategias y la mayoría de ellas utilizan los bosques para alcanzar los objetivos nacionales de cero emisiones netas.

Las estrategias que cuantifican tanto las emisiones difíciles de descarbonizar restantes como la eliminación de dióxido de carbono identifican limitaciones nacionales, como los riesgos de incendios forestales para los bosques y el CO geológico limitado.2 Capacidad de almacenamiento. Las estrategias también ponen de relieve la necesidad de cooperación internacional.

Naomi Vaughan, profesora asociada de Cambio Climático en la UEA, dijo: "Con más países presentando estrategias climáticas nacionales a largo plazo durante la COP27, la CMNUCC debería fortalecer urgentemente sus requisitos de presentación de informes.

"La eliminación de dióxido de carbono es una parte importante, junto con la reducción de emisiones, de cómo los países alcanzarán el cero neto. Se necesita un análisis a nivel nacional para determinar cómo los países planean incentivar diferentes métodos de CDR.

"Esto se combina con una necesidad urgente de ampliar los esfuerzos para reducir las emisiones y desarrollar métodos CDR para cumplir con las escalas necesarias para alcanzar los objetivos de temperatura del Acuerdo de París".

Fuente de la historia:

Materiales proporcionados por la Universidad de East Anglia. Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.

Referencia de la revista:

Harry B. Smith, Naomi E. Vaughan, Johanna Forster. Las estrategias climáticas nacionales a largo plazo apuestan por los bosques y los suelos para alcanzar el cero neto. Comunicaciones Tierra y Medio Ambiente, 2022; 3 (1) DOI: 10.1038/s43247-022-00636-x

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Universidad de East Anglia. "Los países apuestan por los bosques y los suelos para alcanzar el cero neto". ScienceDaily. ScienceDaily, 7 de diciembre de 2022. <www.sciencedaily.com/releases/2022/12/221207101021.htm>.

13
Dic
2022

Science Daily thumb

Fecha: noviembre 28, 2022

Fuente: Museo Field

Resumen:

Un nuevo estudio recopila datos sobre más de 3.000 especies para mostrar cómo los cambios climáticos y geológicos en Asia en los últimos 66 millones de años han dado forma a la evolución de los mamíferos del continente.

HISTORIA COMPLETA

Un nuevo estudio enPNASrecopila datos sobre más de 3.000 especies para mostrar cómo los cambios climáticos y geológicos en Asia en los últimos 66 millones de años han dado forma a la evolución de los mamíferos del continente.

La idea de que el cambio climático y los eventos geológicos pueden dar forma a la evolución no es nueva: cualquiera que haya oído hablar de los dinosaurios sabe que un gran cambio en el medio ambiente (como, por ejemplo, un meteorito que golpeó la Tierra hace 66 millones de años y causó una reacción en cadena de tormentas, terremotos, frío y oscuridad) puede dictar cómo viven y mueren los animales. y evolucionar. Pero si bien es un concepto generalmente acordado, los científicos se basan en datos minuciosamente precisos para mapear cómo este tipo de cambios afectan el curso de la evolución incluso para una especie. Un nuevo estudio enPNASrecopila datos sobre más de 3.000 especies para mostrar cómo los cambios climáticos y geológicos en Asia en los últimos 66 millones de años han dado forma a la evolución de los mamíferos del continente.

Asia es el continente más grande del mundo, y es el hogar de casi todos los tipos de biomas. "Asia tiene desierto en el norte, bosques tropicales en el sur, bosques templados en el este", dice Anderson Feijó, autor principal del estudio, investigador del Instituto de Zoología de la Academia China de Ciencias y ex investigador en el Field Museum de Chicago. "Mi idea era entender cómo todas estas regiones estaban conectadas y cómo terminamos con diferentes especies de mamíferos en diferentes áreas".

"Para comprender los eventos históricos, los científicos buscan asociaciones con su momento y ubicación: cuándo y dónde aparecieron las especies, y qué más estaba sucediendo en ese momento. Este documento hace eso para toda la fauna de mamíferos asiáticos", dice Bruce Patterson, curador emérito del Field Museum y coautor del artículo.

Asia no tiene la mayoría de las especies de mamíferos del mundo, o los tipos más diferentes de hábitats, pero "lo que lo hace especial son sus conexiones", dice Patterson. "Es una encrucijada para las conexiones con América del Norte, África, Europa y Australasia". Los investigadores querían ver cómo los diferentes mamíferos llegaron a Asia y salieron de allí a lo largo del tiempo, así como cómo evolucionaron las nuevas especies, y determinar si podían vincular estos cambios en la diversidad de mamíferos de Asia con los cambios en la geología de la región (como las placas tectónicas cambiantes que forman montañas) y el clima.

"Un gran paso de este proyecto fue construir una muy buena comprensión de la distribución de las especies de mamíferos. Y esto me llevó bastante tiempo porque necesitaba revisar la literatura, las bases de datos públicas y las colecciones de los museos", dice Feijó. Museos como el Field y el Museo Zoológico Nacional de China albergan colecciones que incluyen especímenes de animales preservados y fósiles junto con información sobre dónde se encontró el animal y cuándo. También utilizaron árboles genealógicos que muestran cómo se relacionan las diferentes especies para arrojar luz sobre el panorama más amplio de la evolución de los mamíferos. Combinando ambas informaciones, Feijó y sus colegas pudieron mapear dónde se han encontrado diferentes especies a lo largo del tiempo.

En general, los investigadores encontraron vínculos claros entre los cambios en el clima de la Tierra en los últimos 66 millones de años y los mamíferos encontrados en diferentes regiones de Asia. A medida que el clima se calentaba y enfriaba lentamente, algunas especies se extinguieron o se trasladaron a nuevos hábitats, mientras que otras prosperaron. Del mismo modo, la actividad de las placas tectónicas, como cuando el subcontinente indio avanzó hacia el resto de Asia y finalmente se estrelló contra ella, doblando la tierra y formando el Himalaya, jugó un papel importante en el movimiento, la extinción y la evolución de los mamíferos.

Los investigadores incluso pudieron explorar los efectos del clima y la geología en la evolución de especies individuales; Feijó pone el ejemplo de las pikas. Las pikas se parecen a sus parientes cercanos, conejos, pero tienen orejas pequeñas y redondeadas, y están adaptadas para vivir en grandes altitudes con bajos niveles de oxígeno. "Las pikas se originaron hace unos 15 millones de años en la meseta tibetana, y creemos que la formación de esta meseta fue un gran impulsor de la evolución de este grupo", dice Feijó. "Luego, a partir de ahí, colonizaron las tierras bajas del norte de Asia y luego invadieron América del Norte, donde todavía se encuentran hoy".

En general, "este documento dejó muy claro que todo está conectado". dice Feijó. "Estamos viendo que hoy ocurre mucho cambio climático, y este documento muestra que cada evento geológico de cambio climático ha llevado a la diversificación, extinción o migración, y podemos esperar que suceda lo mismo en el futuro".

Fuente de la historia:

Materiales proporcionados por Field Museum.

Referencia de la revista:

Anderson Feijó, Deyan Ge, Zhixin Wen, Jilong Cheng, Lin Xia, Bruce D. Patterson, Qisen Yang. Las explosiones de diversificación de mamíferos y los recambios bióticos son sincrónicos con los eventos geoclimáticos cenozoicos en Asia. Actas de la Academia Nacional de Ciencias, 2022; 119 (49) DOI:10.1073/pnas.2207845119

Citar esta página:

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Museo de campo. "La evolución de los mamíferos de Asia fue dictada por el antiguo cambio climático y el aumento de las montañas". ScienceDaily. ScienceDaily, 28 de noviembre de 2022. <www.sciencedaily.com/releases/2022/11/221128162123.htm>.

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