Ciencia y Técnica

12
Sep
2023

 

Describir de forma gráfica lo que nos rodea ha significado alejarnos del caos, entender mejor nuestro entorno y hacerlo más accesible. Desde los estudios de historia natural de la Antigüedad clásica, repasamos algunos de los maestros, técnicas y retos de esta disciplina con la ayuda de varios especialistas.

“El dibujo científico tiene una función principal y es ayudar a ordenar el mundo”, asegura Mónica Vergés Alonso, responsable del archivo histórico del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN).

De algún modo, describir lo que nos rodea ha significado alejarnos del caos mitológico de los orígenes y hacer que nuestro entorno resulte accesible a estas criaturas minúsculas que lo habitamos, época tras época.

En Occidente, conocemos la intención de poner orden gracias al legado de los autores clásicos, ya que “la ilustración científica se remonta a los estudios de la historia natural con Aristóteles y, luego, con Plinio”, sostiene Vergés, y desde entonces “siempre ha sido un instrumento imprescindible para el avance de la ciencia”.

“El objetivo de la ilustración científica consiste en realizar un dibujo que pueda sustituir a la descripción teórica”, apunta, por su parte, Marta Chirino, profesional independiente del arte botánico y, a la sazón, hija del gran maestro canario de la escultura.

Entre los ejemplos históricos, están las láminas didácticas sobre anatomía humana, de Leonardo Da Vinci, o la alineación de los planetas, según Copérnico.

Sin embargo, algunos de los dibujos icónicos de todos los tiempos contienen una buena dosis de inspiración libre y atributos fantasiosos, como el rinoceronte de Durero de principios del siglo XVI, que lo trazó siguiendo relatos de gente que lo había visto en directo.

Otras veces esconden acciones algo controvertidas. Es el caso de la colección Aves de América (1827-1838) del naturalista estadounidense John James Audubon, quien mataba a los pájaros con un disparo “fino”, para evitar destrozos. Luego los convertía en modelos estáticos, ensamblados con alambres, a los que retrataba con detenimiento y en una escala uniforme.

Sus obras hoy cotizan como otras de grandes pintores y, compiladas, se han convertido en la 'biblia' de la ornitología. Se realizó a partir de unas 400 pinturas de fauna de Norteamérica en tamaño natural, que antes se habían distribuido por entregas.

Para su realización se llevaban a cabo los singulares sacrificios, que el autor no disimulaba: “Una bonita mañana me ha permitido continuar dibujando desde primera hora (…) He terminado el pato a la hora del almuerzo y he tenido la fortuna de matar otro del mismo tipo, con las mismas características exactas, pero más pequeño”, comentaba por carta a su esposa.

El proceso de Audubon solía concluir con las aves hervidas o asadas, como parte del experimento para determinar qué carnes eran comestibles y cuáles no. Se aprovechaba todo y se intentaba averiguar incluso si algunas de las vísceras eran venenosas.

Muchas cosas cambiarían desde entonces, aunque otras parecen inalterables, a juzgar por la confesión epistolar del ornitólogo: “Al no disponer de ingresos, debo apoyarme en mis talentos, y mi entusiasmo será mi guía en momentos difíciles. Estoy dispuesto a esforzarme para conservar el primero y superar estos últimos”.

Herencias del siglo XIX en el XXI

Con naturalistas entusiastas como Audubon o el ornitólogo y taxidermista inglés John Gould (1804-1881), en cuyas obras aparecen detalladas ilustraciones de aves y otros animales, llegamos a nuestros días.

Hoy los más experimentados ilustradores se resignan a que su trabajo valga poco en el mercado, pero tienen la satisfacción de que sus nervaduras y otros detalles finamente iluminados reflejen todos los años de paciencia, perseverancia y práctica, las "tres P" necesarias para el oficio, según Chirino.

A la hora de enumerar prioridades de la disciplina en la actualidad, Vega Asensio, coordinadora del máster en Ilustración Científica de la Universidad del País Vasco y responsable de la empresa NorArte asegura que “lo primero es saber valorar” la necesidad de una información gráfica.

A propósito, la ilustradora y bióloga Clara Cerviño expone su punto de vista: “Lo más difícil creo que es que los grupos de investigadores contraten a ilustradores, queda trabajo para volver a acercar estos dos mundos. En muchos casos, esta relación funciona, pero en otros, por experiencias que hemos tenido, suele echarse mano de fotos y de vídeos”.

Sin embargo, resulta importante señalar que ni la fotografía ni el audiovisual reemplazan a la ilustración científica, sino que son sus aliadas: basta pensar en los dibujos esquemáticos de la geología, la química, la geografía, la oceanografía o la astrofísica, entre otras disciplinas.

Fotografía y dibujo se complementan y, de hecho, “son indispensables la una para la otra”, aclara Cerviño. “La ventaja de la ilustración científica es que puedes simplificar y, en algunos temas, como el de los dinosaurios y, en general, en el paleoarte, hay que especializarse y echar mano de ella”, advierte.

Por supuesto, en el caso de las ciencias naturales, la condición ineludible de la ilustración es que refleje el arquetipo, algo que ninguna fotografía puede conseguir.

“El dibujo científico abstrae el ejemplar tipo, maduro y perfecto. Por ejemplo, un estornino no puede ser un polluelo, ni tener una patita dañada o el pico torcido, porque debe representar al ejemplar estándar”, señala Vergés. Y recuerda las guías de campo, que contienen fotografías y, también, dibujos, porque “para identificar una planta o un ejemplar de una especie desconocida se recurre al dibujo, no a la fotografía”.

La ciencia “se sirve de la ilustración científica para avanzar y el ilustrador, que es un artista, siempre está reprimido”, argumenta la investigadora del MNCN, porque “no se puede tomar ninguna licencia creativa: tiene que representar lo que ve, en el caso de los seres vivos, o plasmar una idea, si se trata de las ciencias abstractas”, sentencia.

Primeros libros científicos ilustrados

Uno de los primeros libros científicos ilustrados es un códice del siglo VI, en griego, conocido como el Codex de Dioscórides de Viena (porque se conserva en la Biblioteca Nacional de Austria). Se trata del más antiguo ejemplar de De Materia Medica del médico Dioscórides (Anazarba, en la actual Turquía, entre el año 40 y 90), una farmacopea de alrededor de 400 de plantas, que también contiene gráficos de minerales y animales, la mayoría en estilo naturalista.

Respecto a las obras con ilustraciones de fauna, tras el famoso rinoceronte de 1515 que Durero nunca vio —una historia que inspiró un libro publicado el año pasado por Editorial Nórdica—, continuaron reproduciéndose los grandes mamíferos a partir de descripciones orales. Y es que "no todo el mundo tenía posibilidad de ir a tierras lejanas”, según Vergés.

De hecho, hay bestiarios medievales en los que los animales no tienen ninguna precisión y que, no obstante, podrían considerarse los inicios de la ilustración animal, aunque no puramente científica, porque allí se mezcla fauna real con unicornios y otras bestias mitológicas. A partir del siglo XVI, sí hay “una intención de representar lo que vemos y lo que es, tal y como es”, indica la responsable del archivo del MNCN.

De esa época destaca la icónica acuarela de la liebre, también de Durero, por su realismo incuestionable.

Desde el viaje de Colón a América y con las expediciones europeas a las Indias, en busca de especias y otras materias primas, se extiende la ambición de los grandes viajes de conquista y apenas asoma la idea del naturalista.

De hecho, no es hasta que aparece la instrumentación marina (las brújulas o los sextantes de barcos para orientarse en los océanos), cuando “los mapas dejan de ser una fantasía”, expone Vergés.

Posteriormente, en el siglo XVIII, cuando Carlos Linneo crea una clasificación taxonómica de seres vivos y establece la nomenclatura binomial (para nombrar género y especie), el panorama se simplifica para biólogos y botánicos, porque se homogeneiza la designación de lo que se va descubriendo.

Si cualquier perro en el mundo es un Canis lupus familiaris, aparece el orden entre los seres vivos. A partir de este inmenso paso, el ilustrador puede representar el ejemplar tipo del animal que se va identificando.

En el siglo XVIII también se organizan los viajes de exploración imperiales, que coinciden con el auge de los principios de la Ilustración, cuando se venera el conocimiento racional. “Esas rutas lejanas nos abren a los europeos una ventana porque quienes viajan, luego explican, escriben e ilustran todo aquello que han visto”, continúa la experta.

Desde entonces, el mundo es global. Pero fue en el siglo XIX, con los estados europeos trayéndose todo lo que fuese de interés desde sus territorios de ultramar, cuando los avances técnicos trazaron buena parte de la historia de la ilustración científica.

En el mundo editorial, la cromolitografía (con láminas que luego se iluminaban a mano) contribuyó a la unificación de los colores, que resultan vitales para la descripción de algunas  especies.

Precisión en las formas y en el color permiten el gran salto en la disciplina, mientras la fotografía da sus pasos inaugurales. Aunque, en sus albores, el tiempo de exposición que necesitaba el primer daguerrotipo era tan grande que impedía retratar animales en movimiento. Harán falta muchos años para que la fotografía acceda a lo que el ojo humano no puede.

Los animales disecados de los gabinetes de historia natural, en cambio, se podían copiar con todo el tiempo del mundo. Y en esa búsqueda de la representación más fidedigna, “el dibujo de perfil es el que reúne la mayor información en una sola imagen”, detalla Vergés.

En otras ciencias, como en la paleontología o la arqueología, el dibujo también hace una reconstrucción de lo que falta (en el caso de piezas dañadas o esqueletos de los que se hallan solo algunas vértebras, por ejemplo). Se trata de “añadir lo que no existe siguiendo lo que existe”, en palabras de la especialista del MNCN.

Ordenador o tinta china

En las últimas décadas, las herramientas informáticas han cambiado bastante las reglas del juego en materia de diseño e ilustración. Sin embargo, hay artistas de generaciones más jóvenes que siguen trabajando con lápices y pinceles.

Cerviño, por ejemplo, admite que pinta con acuarela, pero que puede echar mano de la digitalización para retocar y, por supuesto, para enviar.

“Supongo que, como en cualquier otra profesión artística, no dejas de aprender cosas nuevas; de hecho, se puede hacer acuarela en digital, por ejemplo. Siempre aprovechas los recursos que salen y te facilitan la vida”, asegura.

Por su parte, Vega Asensio era doctora en biología y trabajaba en un laboratorio hasta que se decantó por seguir la carrera de ilustradora, “porque en mi tiempo como investigadora vi que había escasez de diseños rigurosos para comunicar la ciencia de forma eficiente”.

En cuanto a las técnicas a elegir, aboga por utilizarlas todas: 3D si hay que mostrar una molécula que rota, tinta china en blanco y negro sobre papel para la botánica y el ordenador, “ya que permite mayor capacidad de corrección”.

Hace más de una década que Asensio ejerce el oficio. Ahora, como profesora del máster del País Vasco, detecta otras necesidades: “Creo que sigue siendo deficiente la comunicación que hacemos los científicos entre pares, cuando vamos a un congreso o presentamos propuestas de investigación”. Considera que a los investigadores "les falta mucho por adquirir en materia de comunicación gráfica".

Además, a su juicio, en el ambiente no se ve todo lo que abarca la ilustración científica: “Me da un poco la sensación de que solo estamos hablando de flora y fauna, pero hay muchísimas más cosas que abordar, como la tecnología y el cambio climático, y para ello hay que hacer gráficos. Incluso en algunas carreras de letras sería interesante comunicar gráficamente”.

Las dos ilustradoras consultadas coinciden en que uno de los grandes avances es que ahora hay posibilidades de formación en buenos centros como el del País Vasco, el de Girona o algunos de Madrid, ya que “el interés ha crecido”, según apunta Cerviño.

Asensio reivindica que lo que se está consiguiendo es “tener a profesionales en cada área y que no sean el científico o la científica quienes tengan que hacer este trabajo, sino un profesional que controle de técnicas, que entienda su ciencia y que les pueda ayudar”. No obstante, reclama “que se valorara más la ilustración”.

En este ámbito también existen colectivos como el de Illustraciencia, en el que se mueven una quincena de ilustradores y el intercambio resulta “inspirador”, según Cerviño.

Consultado al respecto, Miquel Baidal, coordinador del proyecto Illustraciencia, explica que este nació en 2009, y que convoca anualmente un certamen internacional. Las 40 obras que allí se seleccionan forman parte de una exposición itinerante.

Además, se realizan actividades permanentes “para acercar la ilustración científica a la sociedad”. Mediante formación a distancia, se enseña a ilustrar ciencias como la botánica, la entomología, la paleontología, la arqueología o la microbiología, entre otras. Por último, para quienes están empezando, Baidal destaca que “se ha creado un ebook con ejercicios para desarrollar la capacidad de observación y aprender a crear con rigor”.

Marta Chirino, galardonada artista botánica

“Vivíamos en San Sebastián de los Reyes (Madrid), en un chalecito donde papá tenía su estudio. Eso estaba en medio del campo, porque antes no había nada. Aunque fuera un campo muy pobre, en medio de Castilla, yo fui una niña a la que le encantaba la naturaleza y dibujar”, recuerda Marta Chirino (Madrid, 1963) sobre sus inicios.

“Papá” es el reputado escultor Martín Chirino (Las Palmas de Gran Canaria, 1925-Madrid, 2019), por lo que Marta creció entre lápices y cinceles. También su madre, según ella refiere, “era muy creativa y le gustaba pintar”, además de trabajar como diseñadora de accesorios de hombre en Loewe.

“Desde chiquitina he sentido amor hacia la naturaleza, por lo que estudié biología (en la Universidad Autónoma de Madrid)”, narra. Muy pronto supo que lo que le cautivaba de su entorno era la belleza y que lo que le apetecía era “dibujar las plantas, más que estar en un laboratorio”.

A su padre, sin embargo, no le gustaba mucho que hubiera dejado la biología para ponerse a dibujar, según Marta confiesa: “Soy de la generación del baby boom, éramos tropecientos mil biólogos y, encima, quería dedicarme al arte”.

No, no la alentó, pero, al cabo de muchos años, le dijo: “Me han hablado de tus dibujos”. Entonces, Marta supo que el gran Chirino aprobaba su seria afición al dibujo. Por supuesto, aclara, “él respetaba mucho mi libertad, pero le daba miedo la falta de trabajo... y mi madre era la balanza”.

¿Ha hecho toda su carrera como ilustradora botánica dentro del CSIC?, le preguntamos. Marta Chirino asiente, pero aclara que nunca tuvo un contrato de trabajo.

“Yo comencé yendo al Jardín Botánico a aprender, especialmente con Santos Cirujano Bracamonte —uno de los mayores expertos en plantas acuáticas en España— y empezaron a incluirme en proyectos para divulgar”, señala. “Así seguí toda mi carrera, con gente que me preguntaba si me interesaba colaborar en uno o en otro, porque en este mundo no hay dinero, esto se hace por amor al arte”, asegura esta ilustradora que desde 1998 forma parte de la prestigiosa The Society of Botanical Artists (Reino Unido).

Cuando en 1999 le dieron la Medalla de Oro de la británica The Royal Horticultural Society, por su proyecto ilustrado sobre la flora acuática de Castilla-La Mancha, por fin su padre se mostró convencido.

“La vida del dibujante es como la del artista –compara. Vas dibujando cuando salen proyectos y, en mi caso, aunque ya no salieran, he seguido dibujando. He trabajado porque es mi pasión, pero he cobrado muy poco… Si un investigador no tiene dinero, cómo va a pagar a un dibujante”.

Respecto a los estilos, Chirino reconoce que tiene una forma de dibujar “más orgánica y menos esquemática” que la que suele llevarse en esta materia, “porque hay otros dibujantes que no han pasado por Bellas Artes”. Acerca de la inspiración, confiesa su admiración por Durero y Piranesi, entre los clásicos, y también menciona a españoles más cercanos como Eugeni Sierra Ràfols y a algunos contemporáneos como José Pizarro, de la Facultad de Farmacia de la Universidad Autónoma de Madrid.

Consultada acerca del porqué del blanco y negro en el dibujo botánico, responde que “en las ilustraciones científicas realmente no necesitas el color para representar aquellos caracteres que tienen que identificar a una especie”. Las formas son determinantes.

Por otra parte, la representación del “individuo ideal” se hace muchas veces con “pliego seco” (la planta prensada) de herbarios: entonces sí, para “darle un volumen a la planta” lo que hacen los dibujantes es “imaginar una iluminación”. Aunque “no estés representando algo figurativo”, las sombras “pueden darle un poquito de gracia al dibujo”, agrega la artista.

Así, sin flores marchitas, el tiempo y el espacio se difuminan: “En el jardín, yo he dibujado de pliegos de 1800, por ejemplo”, dice Chirino, quien en 2010 recibió el galardón Margaret Stevens Award y el SBA, Certificate of Botanical Merit, en reconocimiento por su compromiso medioambiental y con los estudios botánicos a través de la ilustración científica.

Fuente: SINC

 

11
Sep
2023

 

Un nuevo informe internacional aporta pruebas, herramientas y opciones que permitan a los gobiernos luchar de manera global contra esta amenaza. Desde el departamento de Acción Climática de la Generalitat de Cataluña y el CREAF, llevan más de 10 años trabajando también en el sistema de información Exocat y este 2023 han terminado la primera lista negra y lista de alerta con las cerca de 300 especies exóticas que más preocupan en Cataluña.

El primer informe mundial sobre especies exóticas invasoras ha visto la luz esta semana. El trabajo está dirigido a los más de 140 gobiernos que integran la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES, por sus siglas en inglés) que evalúa las tendencias, las causas, los impactos y las propuestas de gestión para hacer frente a las invasiones biológicas en todas partes del mundo. 

La grave amenaza mundial que suponen las especies exóticas invasoras está infravalorada, subestimada y es, con frecuencia, ignorada. Según este nuevo documento, muchas actividades humanas han introducido más de 37.000 especies exóticas en regiones de todo el mundo. Esta estimación es prudente y crece en la actualidad a un ritmo sin precedentes. Más de 3500 de ellas son especies exóticas invasoras nocivas, que amenazan gravemente a la naturaleza, a las contribuciones de esta a las personas y a la buena calidad de vida. Las especies exóticas invasoras, a menudo ignoradas hasta que es demasiado tarde, constituyen un reto importante para la población de todas las regiones y países.

Entre las diferentes medidas de control que el IPBES propone, destaca crear sistemas de información, realizar planes de prevención con listas negras y de alerta o dedicar esfuerzos a erradicar algunas especies en fase incipiente de invasión, entre otros.

El Informe de la evaluación sobre las especies exóticas invasoras y su control, aprobado el sábado pasado en Bonn (Alemania) concluye que, en 2019, aparte de los cambios drásticos en la biodiversidad y los ecosistemas, el costo económico mundial de las especies exóticas invasoras superó los 423.000 millones de dólares anuales, y que los costos se han cuadruplicado, al menos cada década, desde 1970.

"Las especies exóticas invasoras suponen una grave amenaza para la biodiversidad y pueden causar daños irreversibles en la naturaleza, incluida la extinción de especies a escala local y mundial, además de amenazar el bienestar humano", afirma Helen Roy copresidenta de la Evaluación junto con los catedráticos Aníbal Pauchard (Chile) y Peter Stoett (Canadá).

En este contexto, el departamento de Acción Climática de la Generalitat de Cataluña y el Observatorio del Patrimonio Natural y la Biodiversidad trabajan para integrar los datos sobre especies invasoras que recogen instituciones e iniciativas que después deben servir para planificar y gestionar esta problemática ambiental, social y económica.

 El grueso de este trabajo lo realiza el CREAF que ha liderado el desarrollo de las listas negra y alerta de las especies más peligrosas que podrían entrar en Cataluña en los próximos años y sobre las que se trabaja de forma prioritaria. Es la primera vez que Cataluña dispone de estas listas, una acción alineada con las recomendaciones científicas internacionales del IPBES. De hecho, en nuestro país ya se trabaja de forma muy activa en todos estos frentes desde hace más de 10 años gracias al proyecto Exocat.

El último informe anual presentado en enero ampliaba un año más la lista actual de especies presentes, construido gracias a un sistema de información online que gestiona el departamento de Acción Climática con la coordinación del CREAF. Esta herramienta de apoyo a la toma de decisiones se ha complementado este 2023 con ambas listas.

“El informe internacional demuestra que Cataluña está en línea con las recomendaciones que hace la ciencia en la que el énfasis de las políticas actuales se hace en la prevención y la respuesta rápida. Las listas negras y de alerta son una herramienta muy efectiva para priorizar dónde es necesario poner los esfuerzos de prevención y detección y asegurar que respondemos de forma rápida y precisa”, confirma Marc Vilahur, director general de Políticas Ambientales y Medio Natural del departamento de Acción Climática.

Aunque históricamente muchas especies exóticas se introdujeron a propósito debido a sus beneficios percibidos para el ser humano, el informe de la IPBES concluye que los impactos negativos de las especies que se convierten en invasoras para la naturaleza y las personas son enormes.

“En este documento, IPBES recomienda que se pongan en funcionamiento sistemas de información abiertos e interoperables para mejorar la coordinación y eficiencia de las acciones de gestión para luchar contra las especies invasoras. Cataluña hace 10 años que dispone de este sistema gracias a Exocat y al trabajo conjunto entre el CREAF y el Departamento de Acción Climática”, añade Joan Pino, director del CREAF.

Lista negra y de alerta de las invasiones

Este 2023 EXOCAT ha elaborado unas primeras listas negras y listas de alerta con las especies potencialmente invasoras en el territorio catalán. Casi 300 especies que requieren actuaciones de control y erradicación, en el caso de las 172 especies de lista negra, y de seguimiento y vigilancia en el caso de las 125 de la lista de alerta. La lista está ordenada según la prioridad de actuación.

Cataluña, España y Europa disponen de diferentes reglamentos sobre las especies invasoras más preocupantes que han servido de base para realizar estas listas. Son la Mesa de especies prioritarias de la red de alerta que gestiona el DACC, el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto de 2013 y el Reglamento de la Unión Europea 1143/2014, de 22 de octubre de 2014 .

Los grupos dominantes en estas listas negras y de alerta son las plantas, los pájaros, los invertebrados acuáticos y los mamíferos. La mayoría de pájaros considerados prioritarios y con potencial invasor ya están presentes en Cataluña y, por tanto, incluidos en las listas negras, mientras que una parte importante de las plantas y de los mamíferos todavía no han sido detectadas en el territorio y están incluidos en las listas de alerta.

"Se buscan"

Casi el 80 % de los impactos documentados de las especies exóticas invasoras sobre las contribuciones de la naturaleza a las personas son también negativos, especialmente a través del daño a los suministros de alimentos. Un ejemplo de ello podría ser el impacto del cangrejo verde europeo (Carcinus maenas) sobre los bancos comerciales de marisco en Nueva Inglaterra y el daño provocado por el mejillón de agua dulce (Mytilopsis sallei) en los recursos pesqueros de importancia local en la India.

En el caso de Cataluña, las especies más buscadas que ya se han encontrado pero que todavía no son invasoras (lista negra) abarcan diferentes grupos de animales y plantas. Por ejemplo, en cuanto a las plantas destacan las cactáceas punzantes del género Cylindropuntia (C. spinosior), algunas plantas acuáticas, sobre todo del género Ludwigia (L. grandiflora) o la Egeria densa y la Eicchornia crassipes. En el caso de los insectos podemos destacar la avispa oriental (Vespa orientalis), detectada por primera vez en el puerto de Barcelona en 2022 y en principio erradicada por el Departamento de Acción Climática.

De pájaros hacen una mención especial a las cotorras del antiguo género Aaratinga que se encontrarían en la ciudad de Barcelona y en el área metropolitana de Barcelona, como Psittacara mitratus o Nandayus nenday. Los dos mamíferos más buscados son el mapache (Procyon lotor) y el cerdo vietnamita (Sus scrofa var. domestica), ambos están siendo objeto de medidas de control por parte del departamento de Acción Climática.

En cuanto a las que todavía no están en Cataluña pero que están presentes y con carácter invasor en territorios vecinos o cercanos (lista de alerta) destacan las algas marinas como la Caulerpa taxifolia, los cangrejos asiáticos (Cherax destructor, Eriocheir sinensis) y los mamíferos vistosos que ya están extendidos por Europa: la mangosta de Java (Herpestes javanicus), el perro mapache, (Nyctereutes procyonoides), la ardilla gris (Sciurus carolinensis), el arruino, (Ammotragus lervia), el montjac (Muntiacus reevesi) y la rata almizclera americana (Ondatra zibethicus).

La rana toro, un caso de reciente éxito de erradicación en Cataluña

El departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural y el Parque Natural del Delta del Ebro ha dado este agosto por erradicada la presencia de la rana toro (Lithobates catesbeianus) en el delta, aunque en 2024 se repetirán los muestreos por confirmar su erradicación. Los últimos resultados de seguimiento de esta especie invasora no han detectado presencia en ninguno de los puntos analizados.

“La detección precoz y la rápida y contundente actuación han sido claves para obtener la reciente erradicación en Cataluña de la rana toro y que se considera un caso de éxito, dado el elevado potencial de adaptación de esta especie invasora en un sistema complejo como es el delta del Ebro” explica Vilahur. También ha destacado en esta lucha la importante colaboración de las diversas entidades, voluntarios, equipos de investigación y expertos que han participado en el plan de erradicación.

La rana toro se detectó por primera vez en junio de 2018, cuando se localizaron larvas en las lagunas del filtro verde de Isla de Mar. Ante el impacto que esta especie podía causar en el delta, inmediatamente se pusieron en marcha medidas de control para contener el núcleo detectado y evitar su dispersión, y se puso en marcha un plan de erradicación

"El principal motivo que hace que estas especies despierten más preocupación es su capacidad de tolerar diferentes condiciones ambientales, y sobre todo su gran capacidad de dispersión y colonización del territorio, que hacen difícil su control", explica Roser Rotchés, coordinadora técnica del Exocat. 

Además, la mayoría tienen un impacto importante sobre el medio natural alterando las condiciones y desplazando a las especies autóctonas. Las plantas acuáticas, además, pueden alterar los niveles de agua de ríos y lagunas, pudiendo obstruir infraestructuras de riego, por ejemplo. Otros presentan impactos sobre la salud humana o la economía, como los cactus del género Cylindropuntia, que pueden ser un peligro para animales y humanos por sus pinchos o la Vespa oriental que puede ser problemática para el sector apícola y un peligro para los humanos para las picaduras.

Asimismo, las cotorras ocasionan importantes impactos en la agricultura. En cuanto a los mamíferos, algunos pueden ser carnívoros muy voraces y ser portadores de enfermedades que afecten a la fauna local o incluso a los humanos.

Fuente: CREAF-Universitat Autònoma de Barcelona

25
Ago
2023

logosciencedaily

Fecha: agosto 14, 2023

Fuente: Universidad de New Hampshire

Resumen:

Nuevos hallazgos han encontrado que la eficiencia del uso del agua se ha estancado desde 2001, lo que implica que las plantas no absorbían tanto CO2 y se consumía más agua, lo que podría tener implicaciones en el ciclo del carbono, la producción agrícola y los recursos hídricos.

HISTORIA COMPLETA

A medida que el cambio climático hace que los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera aumenten rápidamente, los científicos han creído ampliamente que el aumento podría desempeñar un papel en ayudar a mejorar la forma en que las plantas consumen agua, conocida como eficiencia en el uso del agua (WUE). La idea era que los niveles más altos de WUE significaban que las plantas consumían menos agua pero absorbían más carbono atmosférico, aumentando el crecimiento y ayudando a disminuir el impacto del cambio climático. Sin embargo, nuevos hallazgos de investigadores de la Universidad de New Hampshire han encontrado que la eficiencia del uso del agua se ha estancado desde 2001, lo que implica que no hay tanto CO.2 estaba siendo absorbida por las plantas y se consumía más agua, lo que podría tener implicaciones en el ciclo del carbono, la producción agrícola y los recursos hídricos.

"Observamos un aumento significativo general en la eficiencia del uso del agua a lo largo de 1982 a 2016, con un aumento sustancial de 1982 a 2000, pero después de eso la eficiencia en el uso del agua parece haberse estancado", dijo Jingfeng Xiao, profesor de investigación en el Centro de Investigación de Sistemas Terrestres de UNH. "Un aumento en el CO2 permite que las plantas verdes crezcan más rápido y usen el agua de manera más eficiente, pero este estudio muestra que algunos de los métodos basados en la naturaleza que los científicos pensaron que podrían estar en su lugar para ayudar a lograr la neutralidad de carbono pueden verse socavados por los efectos adversos del calentamiento climático y que las plantas no están usando el agua tan eficientemente como los científicos podrían haber esperado ".

La dinámica multifacética involucrada en la compleja compensación entre la ganancia de carbono y la pérdida de agua en el aumento de las temperaturas y el aumento del CO atmosférico2 ha sido poco comprendido. En su estudio, publicado recientemente en la revista Science, los investigadores utilizaron datos satelitales y micrometeorológicos de FLUXNET y aprendizaje automático / IA para desarrollar 24 modelos para cinco tipos principales de vegetación: bosques, matorrales, sabanas, pastizales y tierras de cultivo. Analizaron las posibles influencias y limitaciones en cada ecosistema sobre CO2 Los modelos impulsados por satélite indicaron una respuesta debilitada en el crecimiento de las plantas y un aumento sostenido en el uso de agua de las plantas desde 2001, posiblemente debido al aumento del déficit de presión de vapor (VPD), la cantidad de agua realmente en el aire frente a la cantidad de vapor de agua que el aire podría contener. A medida que aumenta la VPD, potencialmente ralentiza o suprime la fotosíntesis y mejora el consumo de agua de las plantas, debilitando el crecimiento de las plantas y disminuyendo la eficiencia del uso del agua en los ecosistemas globales.

Los investigadores dicen que esta tendencia puede indicar que el aumento de las temperaturas, relacionado con el cambio climático, y los aumentos proyectados en VPD podrían afectar los futuros niveles globales de carbono de la tierra, que se almacenan principalmente en bosques y otros ecosistemas, y pueden afectar los ciclos del agua y el crecimiento de las plantas. Señalan que se tuvieron en cuenta varios factores y que la saturación de WUE no parecía ser el resultado de cambios en el rebrote de la vegetación, la cubierta terrestre o las limitaciones de nutrientes en la fotosíntesis, como demasiado o muy poco nitrógeno o fósforo.

Los autores del estudio incluyen al autor principal Fei Li, de la Academia China de Ciencias Agrícolas; Jiquan Chen y Michael Abraha, Universidad Estatal de Michigan; Ashley Ballantyne, Universidad de Montana; Ke Jin y Bing Li, Academia China de Ciencias Agrícolas; y Ranjeet John, Universidad de Dakota del Sur.

Fuente de la historia:

Materiales proporcionados por la Universidad de New Hampshire. Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.

Referencia de la revista:

Fei Li, Jingfeng Xiao, Jiquan Chen, Ashley Ballantyne, Ke Jin, Bing Li, Michael Abraha, Ranjeet John. Saturación global de la eficiencia del uso del agua debido al aumento del déficit de presión de vapor. Ciencia, 2023; 381 (6658): 672 DOI: 10.1126/science.adf5041

Citar esta página: MLA APA Chicago

Universidad de New Hampshire. "Los investigadores encuentran que la eficiencia global del uso del agua de las plantas se estancó debido al cambio climático". ScienceDaily. ScienceDaily, 14 de agosto de 2023. <www.sciencedaily.com/releases/2023/08/230814122323.htm>.

08
Sep
2023

Science Daily thumb

Fecha: julio 21, 2023

Fuente: Universidad de Hokkaido

Resumen:

Un bosque fósil exquisitamente conservado de Japón proporciona eslabones perdidos y ayuda a reconstruir toda una planta de Eurasia de la época del Mioceno tardío.

Un bosque fósil exquisitamente conservado de Japón proporciona eslabones perdidos y ayuda a reconstruir toda una planta de Eurasia de la época del Mioceno tardío.

Los fósiles completos de plantas rara vez se encuentran como una sola pieza, ya que la madera, las hojas, las flores, los frutos, las semillas o el polen se desprenden fácilmente de las plantas. Esto da como resultado que las hojas y los troncos tengan nombres científicos separados. Juntar las diferentes partes para revelar la planta completa es como armar un rompecabezas. Conectar estos puntos y reconstruir las plantas es importante para establecer su identidad taxonómica, su lugar en el Árbol de la Vida.

Un grupo de investigación dirigido por el profesor Toshihiro Yamada del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Universidad de Hokkaido, encontró un fósil excepcionalmente bien conservado de un bosque de Wataria parvipora que estaba acompañado casi exclusivamente por fósiles de hojas de Byttneriophyllum. Sus hallazgos fueron publicados en la revista Scientific Reports.

En 1994, el río Kiso (en la ciudad de Minokamo, prefectura de Gifu) sufrió una sequía histórica, en cuyo proceso surgieron 400 tocones de árboles fosilizados in situ. Si bien la mayoría de los tocones han quedado sumergidos desde entonces, el equipo examinó 137 tocones, de los cuales 130 fueron identificados como Wataria parvipora. "Wataria es un fósil de madera, reconocido por sus distintivos anillos de crecimiento, abundantes rayos parénquima y falta de canales de resina. En los 2000m2 Estos tocones representaron el 95% de los restos de árboles, lo que indica que descubrimos un bosque predominantemente de esta especie ", dice Yamada.

El equipo también encontró que los tocones estaban cubiertos exclusivamente por un lecho de un tipo específico de hoja. Byttneriophyllum tiliifolium es una especie fósil de hoja perteneciente a la familia de la malva (que incluye algodón, cacao y durian). Los fósiles de esta hoja se distribuyeron ampliamente en toda Eurasia durante las épocas del Mioceno y el Plioceno y el descubrimiento del bosque fósil de Wataria indica que Byttneriophyllum tiliifolium son las hojas de Wataria.

"Encontramos que el 98% de las hojas fósiles encontradas en el sitio pertenecían a Byttneriophyllum, lo que indica fuertemente que fueron arrojadas de los árboles padres. Pudimos ver que las hojas se depositaron paraautóctonamente en el suelo del bosque, se fosilizaron donde cayeron", explicó Yamada.

La investigación realizada por otros grupos ha demostrado que el fruto fósil Banisteriaecarpum giganteum está relacionado con Byttneriophyllum tiliifolium. La investigación futura se centrará en la búsqueda de Banisteriaecarpum giganteum en Japón, ya que este descubrimiento proporcionaría una fuerte evidencia de que los tres son parte de la misma especie.

Fuente de la historia:

Materiales proporcionados por la Universidad de Hokkaido. Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.

Referencia de la revista:

Megumi Nishino, Kazuo Terada, Kazuhiko Uemura, Yuki Ito, Toshihiro Yamada. Un bosque fósil monodominante excepcionalmente bien conservado de Wataria del Mioceno inferior de Japón. Informes científicos, 2023; 13 (1) DOI: 10.1038/s41598-023-37211-z

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Universidad de Hokkaido. "Bosque fósil del período Mioceno de Wataria encontrado en Japón". ScienceDaily. ScienceDaily, 21 de julio de 2023. <www.sciencedaily.com/releases/2023/07/230721113246.htm>.

22
Ago
2023

 

Una revisión bibliográfica publicada en New Phytologist concluye que los árboles más altos son capaces de superar las sequías (al menos las de corta duración) gracias a una serie de adaptaciones que desarrollan a medida que ganan altura. El estudio, liderado por Laura Fernández de Uña, investigadora postdoctoral en CREAF gracias a una beca Marie Curie que ha contado con la participación de la Universidad Autònoma de Barcelona (UAB), concluye que mientras los árboles crecen, van haciendo reajustes estructurales y funcionales que minimizan la formación de embolias en su sistema circulatorio y el riesgo de muerte por inanición, las dos complicaciones más usuales que viven los árboles en períodos de sequía.

La evidencia científica demuestra que, con la altura, los árboles van mejorando su eficiencia en el uso del agua. Por ejemplo, cuando hay sequía son más ágiles a la hora de movilizar agua desde las reservas del tronco hasta el sistema circulatorio (conocido como xilema). Asimismo, a mayor altura el tronco fabrica más tejido dedicado a almacenar agua y guarda más reservas de alimento, asimismo, desarrolla unas raíces más profundas y capaces de extraer agua de las partes más profundas del suelo. Estas adaptaciones son claves para soportar la falta de agua y potencialmente los hacen más resistentes a los episodios de sequía que los árboles más bajos.

“En este estudio no hemos comparado diferencias entre especies más o menos altas, sino que nos hemos centrado en cómo los árboles, dentro de cada especie, adaptan su estructura y funcionamiento a medida que ganan altura y en el potencial efecto de la altura en el sufrimiento frente a sequías”

El estudio de revisión ha evaluado más de 125 estudios (de los cuales más de 90 evaluaban árboles de distintas alturas), la mayoría en bosques templados debido a la falta de datos en otros tipos de ecosistemas, y más de 25 rasgos estructurales y funcionales

La sequía mata de sed o de hambre

En episodios de sequía, si vemos árboles con hojas marrones, o que se les caen las hojas, puede deberse a varios motivos. ‘Por un lado, puede que el agua no esté llegando a las ramas más altas, esto puede provocar fallos hidráulicos en su sistema circulatorio debido a las embolias’. Las embolias se producen cuando el calor es muy fuerte y las hojas deben evapotranspirar mucha agua desde las raíces y hasta las hojas, pero el suelo está seco o no hay suficiente agua. Esta situación aumenta la presión dentro del sistema circulatorio y se pueden llegar a provocar embolias si entra aire en los conductos, similar a lo que ocurre con los humanos. Las embolias se consideran fallos hidráulicos y pueden llevar a la muerte del árbol.

Por otro, el árbol puede sufrir hambre, “el calor también hace pasar hambre a los árboles porque, cuando aumenta la temperatura, las hojas cierran sus estomas para no perder agua con la evapotransipiración y la fotosíntesis se detiene. De hecho, igual que acumulan más agua, los árboles grandes tienden a tener mayores reservas de carbono en sus tejidos, que pueden utilizar durante esos periodos en los que no realizan fotosíntesis comenta Maurizio Mencuccini, co-autor del estudio, investigador ICREA en el CREAF, “las estomas son los agujeros que tienen las hojas para intercambiar gases durante la fotosíntesis, si el árbol cierra estomas detiene la fotosíntesis y el árbol se para de alimentar”, concluye.

Los árboles gigantes son muy importantes

Los árboles más altos son piezas clave de los bosques. Proveen comida, sombra y son refugio de especias forestales. Además, acumulan mucho carbono y son capaces de redistribuir los nutrientes y de modular gran parte del ciclo del agua del bosque, porque recogen mucha agua de lluvia por sus raíces y la evapotraspiran a grandes cantidades.

ARTÍCULO DE REFERENCIA

Fernández de Uña L., Martínez-Vilalta J., Poyatos R., Mencuccini M., McDowell N.G. The role of height-driven constraints and compensations on tree vulnerability to drought. New Phytologist. https://doi.org/10.1111/nph.19130.

Anna Ramon

CREAF

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