Política Forestal

09
Abr
2024

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Los productos forestales en la FAO

A menos que comprendamos y midamos adecuadamente cómo se obtienen y comercializan los productos forestales, no podremos establecer la bioeconomía transparente y dinámica necesaria

para que el mundo prospere. Los datos sobre los productos forestales son esenciales para hacer un seguimiento de las repercusiones y la innovación en la industria maderera mundial, para responder al cambio climático mediante el cálculo de las emisiones de carbono y para desarrollar políticas equitativas que defiendan los valores de los servicios ecosistémicos y los bosques para nuestras comunidades. En resumidas cuentas, los productos forestales —y los datos que los describen— cimientan nuestro futuro sostenible.

 

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05
Abr
2024

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Autor: COIM. Publicado: 18/03/2024

Un informe presentado en el Consello da Xunta analiza la evolución de la superficie forestal ordenada en Galicia, que supera el medio millón de hectáreas, más de un 25% de la total de superficie de monte. El dato actual de la superficie ordenada representa además un incremento del 40% en relación con el de 2018, cuando se aprobó inicialmente la Primera revisión del Plan Forestal de Galicia 2021-2040 “Hacia la neutralidad carbónica”.

07
Feb
2024

 

Autoría

Eduardo Rojas Briales

Profesor permanente laboral; ciencia e ingeniería forestal (selvicultura, repoblaciones, infraestructuras verdes, gobernanza, cooperación, recursos forestales globales, incendios, Universitat Politècnica de València

La actividad agropecuaria y los cambios de uso del suelo relacionados con ella son responsables de un 18 % del total global de emisiones de gases de efecto invernadero. Por ello, el cambio de dieta hacia aquellas basadas íntegramente en alimentos de origen vegetal (cereales, tubérculos, verduras, frutos…) se viene defendiendo como una de las medidas estrella para combatir el cambio climático.

Uno de sus principales argumentos pone el foco en las emisiones de metano ocasionadas por la ganadería, que además ocupa grandes extensiones de terreno y exige la dedicación de extensas áreas agrícolas para la producción de pienso para la alimentación animal.

A todo esto se suma el alto consumo de agua relacionado, así como los problemas de salud vinculados al exceso de consumo de carne.

Un 10 % de la población está hambrienta

Sin negar estos efectos, abordar una cuestión tan compleja requiere partir de un análisis objetivo y con perspectiva de la realidad. Alimentar a una población actual de 8 000 millones de seres humanos constituye todo un reto.

Cabe recordar que la superficie mundial destinada a producción agropecuaria se ha mantenido estable en 3 200 millones de hectáreas (25 % de la superficie de la Tierra) desde 1990, cuando éramos 5 300 millones. De hecho, tanto en Europa como en Norteamérica y Asia la superficie agrícola ha decrecido considerablemente en los últimos decenios, siendo a la vez en el caso europeo y norteamericano autosuficientes y exportadores netos de alimentos gracias a la intensificación agrícola.

Está en nuestras manos llevar una dieta sostenible

En la historia del género humano, ser cazadores y, posteriormente, usar el fuego para cocinar y consumir carne fueron pasos claves para la evolución de nuestro cuerpo y nuestra capacidad intelectual. La ausencia de proteína animal hace difícil alcanzar los requerimientos de proteína y otros nutrientes esenciales de los humanos, especialmente en fases de crecimiento.

Por otro lado, la agricultura y la ganadería han modulado nuestros territorios durante milenios y, a la vez que nos alimentaban, han forjado nuestra cultura. Suponen, además de un pilar de la economía, uno de los principales componentes de seguridad y el principal sustento económico y laboral del mundo rural para muchos países.

Cualquier propuesta que pretenda contribuir de forma constructiva a una dieta sostenible deberá incorporar todas las complejas dimensiones de la ecuación.

También debemos recordar que, pese a avances importantes, perdemos el 10 % de los alimentos disponibles en la UE debido al desperdicio, por lo que seguir reduciendo ese importante volumen resulta clave.

En todo caso, está en las manos de los ciudadanos no solo mejorar su salud, calidad de vida y economía, sino también aprovechar el poder de compra para reducir los impactos negativos y reforzar las sinergias. Por ejemplo, adquiriendo productos alimenticios de proximidad, de la estación y sin procesar, prefiriendo siempre al pequeño productor y comercio. Pero también consumiendo pescado y marisco de pesca, productos cárnicos y lácteos de ganadería extensiva o carne de caza, así como escogiendo una dieta equilibrada y variada, destinando más tiempo a su adquisición y cocinado.

Este enfoque aportará un reencuentro con el territorio mucho más gratificante que las estanterías de una gran superficie, además de la base para un turismo mucho menos intrusivo, desconcentrado y desestacionalizado.

Pese a múltiples esfuerzos en la lucha contra la pobreza y el hambre, todavía hoy afecta a un 9,2 % de la humanidad, aunque haya bajado sensiblemente en las últimas décadas tanto en términos relativos como absolutos.

El análisis de este problema debe ser hoy mucho más cualitativo que en el pasado y atender no solo a cuánta comida se consume sino también a las principales carencias nutricionales.

Por otro lado, se observan crecientes problemas de obesidad debido a una alimentación poco diversificada y formas de vida poco saludables (vida sedentaria, contaminación…). De hecho, para la OMS la primera preocupación de salud pública en la actualidad son, precisamente, las enfermedades consecuencia de ese círculo vicioso de alimentación y formas de vida insanas.

Consideraciones sobre la agricultura y la ganadería

Parte de las críticas a la ganadería se sustentan en visiones muy simplificadas y desconocedoras de las actividades agrarias, la sociología rural y sus interacciones. Seguidamente se enumeran algunas consideraciones sobre ellas:

Una buena parte de la crítica a la ganadería se basa en la huella ecológica. Aunque se trata de un indicador con considerable potencial de comunicación, no se debe usar indiscriminadamente sin diferenciar entre recursos finitos (minerales, fósiles), de circuito cerrado (agua) o renovables (alimentos, productos forestales). Entre otras cosas porque en el primer caso ni siquiera es aplicable.

Uno de los cultivos más directamente relacionados con la deforestación es la soja, cuya alta demanda procede de su empleo como sucedáneo de productos lácteos y carne.

Es necesario diferenciar entre ganadería intensiva y extensiva, ya que sus efectos externos son radicalmente diferentes.

Existen culturas que abusan de ciertas carnes con exceso de grasa, y en las que una dieta más equilibrada con más pescado, marisco e insectos sería indudablemente recomendable. Los insectos permiten producir considerables volúmenes de proteína animal a bajo coste y mínimo impacto.

Si bien la capacidad de extracción sostenible de pescado y marisco de los mares está cercana a su límite, la acuicultura puede reforzarla tanto en zonas costeras como en aguas interiores, haciendo mucho más asequible esta excelente proteína animal a zonas alejadas de los mares.

La ganadería extensiva valoriza los terrenos de peor calidad y clima, mientras que la producción hortofrutícola requiere los mejores terrenos y climas más suaves. Por eso, pretender generalizar en todo el mundo una alimentación basada exclusivamente en alimentos de origen vegetal comportaría altísimos costes de transporte, en muchos casos aéreos –pensemos en territorios como Mongolia o Siberia–, y su correspondiente impacto climático e innecesario riesgo de seguridad alimentaria.

La ganadería extensiva adecuadamente gestionada puede ser clave para mantener sistemas de bosques secos abiertos, reduciendo el riesgo de grandes incendios y produciendo carne con mínimas emisiones al no requerir (casi) pienso.

El mantenimiento de los paisajes culturales abiertos o adehesados que nos asegura la actividad ganadera solo es posible si esta se mantiene. Estos paisajes, sean dehesas o prados alpinos, se caracterizan por una rica biodiversidad que se perdería inexorablemente con la desaparición de la ganadería extensiva tanto de razas autóctonas como de especies silvestres vinculadas a estos usos seculares.

07
Feb
2024

 

En 2018 NEIKER diseñó y puso en marcha EUSKOBASOA 2050, el Plan de I+D+i de Mejora de Forestal de Euskadi, con el fin de conseguir una reestructuración del sector mediante iniciativas para seguir avanzado en el conocimiento, en la investigación y en la divulgación de la madera local de los bosques vascos.

EUSKOBASOA 2050 consta de cuatro líneas troncales de trabajo: la sanidad, las nuevas alternativas, la calidad de la madera y la reactivación del plan de mejora genética de pino radiata, con otras dos líneas transversales -cambio climático y sostenibilidad- en las que en NEIKER hemos trabajado desde entonces.

Transcurridos 5 años desde su lanzamiento, queremos dar a conocer al sector forestal-madera los resultados preliminares obtenidos en el marco de EUSKOBASOA 2050 durante este tiempo.

Con ese objetivo estamos organizando una jornada de transferencia que tendrá lugar el próximo 14 de febrero de 2024 en nuestro centro de Arkaute, dirigida a profesionales del sector madera-forestal de diferentes ámbitos: pequeños propietarios, empresas, administraciones, etc.

PROGRAMA

9:30 | Bienvenida. Leire Barañano, directora general de NEIKER.

9:35 | Presentación de EUSKOBASOA 2050 y evolución futura. Ander Arias González, responsable del Departamento de Ciencias Forestales de NEIKER.

9:45|Sanidad Forestal: estado del conocimiento de las enfermedades forestales. Eugenia Iturritxa, investigadora del Departamento de Ciencias Forestales de NEIKER.

10:10 | Mejora genética: selección de recursos forestales de interés y desarrollo de material base para el programa de mejora en pino radiata. Itziar Montalbán y Javier Herrero, investigadores del Departamento de Ciencias Forestales de NEIKER.

10:35| Cambio climático: inducción de la tolerancia a estrés hídrico en Pinus radiata. Paloma Moncaleán, investigadora del Departamento de Ciencias Forestales de NEIKER.

11:00 | Nuevas alternativas: la diversidad forestal en el marco del cambio global. Itziar Montalbán y Nahia Gartzia Bengoetxea, investigadoras del Departamento de Ciencias Forestales de NEIKER.

11:25 | Sostenibilidad de la gestión forestal: ecoservicios forestales (biodiversidad, protección de suelos y agua). Nahia Gartzia Bengoetxea, investigadora del Departamento de Ciencias Forestales de NEIKER.

11:50 | Turno de preguntas.

12:00 | Networking y café

NEIKER

15
Ene
2024

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Las cifras del sector entre enero y octubre apuntan a un descenso de las talas de alrededor del 15% a fin de año. La segunda transformación de la madera es el único segmento que se prevé que repita las cifras de facturación del 2022, en tanto bajan tablero y pasta de papel, aserrado y biomasa

El consumo de madera ha bajado a nivel internacional en el último año, un escenario que se acompañó de una caída de precios en coníferas y pasta de papel (eucalipto). Ese contexto negativo se reproduce en Galicia, donde las cifras de la cadena forestal madera muestran una ralentización general de talas y facturación, como ya se venía percibiendo en los últimos meses. La excepción en la comunidad es el sector de la segunda transformación de la madera, que se mantiene, en buena medida por el buen comportamiento de los productos de madera para construcción, un nicho que compensó la bajada del mobiliario y carpintería.

Las cifras provisionales del 2023 de la cadena forestal madera de Galicia se presentaron ayer en un acto en Santiago, organizado por la Consellería de Medio Rural. La elaboración del informe anual de la cadena, como otros años, correspondió a la Escuela de Enxeñaría Forestal de la Universidad de Vigo. “Este año, la previsión es que la facturación de la cadena forestal madera ronde a final de año los 2.400 millones de euros, unos 300 millones menos que el año pasado”, apuntó como conclusión general el director de la Escuela, Juan Picos.

La menor actividad se dejó sentir en especial en las talas y en la primera transformación de la madera (aserrado, tablero y pasta). Con los datos de talas a 31 de octubre, la previsión es que las talas finales del año concluyan en el entorno de los 9,5 millones de metros cúbicos, con una bajada de alrededor del 15%, en comparación con los algo más de 11 millones de metros cúbicos del pasado ejercicio.

Por especies, bajaron tanto los pinos como el eucalipto, si bien el descenso de las talas fue más significativo en los pinos, que pueden finalizar el año con una caída del volumen de talas próxima al 25%, en tanto el eucalipto rondará el 12% de descenso.

A nivel territorial, la reducción de los aprovechamientos se dejó sentir en todos los distritos forestales. Con los datos provisionales a 31 de octubre, en eucalipto, destaca la bajada de Santiago – Meseta interior y de la Mariña lucense, en tanto en pino el descenso principal se produjo en Lugo – Sarria.

Contexto general

Los datos de Galicia se corresponden con el contexto general de mercado en Europa, marcado por la bajada de consumo y de precios de la madera. Se calcula que el consumo general de madera aserrada, en especial de coníferas, bajó un 2%, con casos como el alemán, que se sitúa en una caída del 14%. Hay también un descenso claro del mercado de embalaje y palets, que en Galicia es fundamental para el sector del pino.

Entre tanto, en el eucalipto, los precios de la pasta de papel se desplomaron este año. De los más de 800 euros / tonelada a que cotizaba la pasta de papel hace un año se pasó a los 477 euros / tonelada del tercer trimestre del 2023.

La buena noticia es que tanto en pino como en eucalipto hay motivos para un moderado optimismo. En eucalipto, el precio de la pasta de papel ya comenzó a repuntar en el último trimestre del año, y la previsión de Ence es que en el 2024 se continúe esa senda, con los precios avanzando hacia los 600 euros / tonelada de pasta.

En coníferas, el análisis de Juan Picos subraya las perspectivas positivas de la madera para construcción en el 2025, de recuperarse la ralentización general que hubo en la construcción en Europa en los últimos meses. En Estados Unidos existe ya una tendencia de mejora en el consumo de coníferas para construcción.

Por parte gallega, la Consellería de Medio Rural recordó que a partir del 2024, se introducirá progresivamente en Galicia un porcentaje de edificaciones estructurales en madera en la obra pública, hasta llegar al 20%, un camino que se espera que siga también en el futuro la iniciativa privada.

El camino de futuro, ganar peso en la transformación de la madera

Las cifras de facturación del sector en el 2023 dejan un dato para la reflexión. En un contexto general de caída de actividad, el único segmento que mantuvo cifras fue la segunda transformación de la madera, que se mueve en unos 600 millones de euros, un 25% de la facturación total de la cadena. El resto de segmentos sufrieron bajadas significativas, tanto los rematantes como la biomasa y el aserrado, así como el tablero y pasta de papel,

Es de destacar, además, que mobiliario y manufacturas de la madera fueron ganando peso en las cifras de exportación, hasta representar el 25% del total (por el 5% que tenían a mediados de los años 90).

Ante esas cifras, el conselleiro de Medio Rural, José González, subrayó que el camino pasa por “trabajar para darle el peso necesario a las segundas y terceras transformaciones en Galicia”. Para eso, es preciso componer una hoja de ruta clara y concreta para los siguientes años, señaló, en alusión a la elaboración del Plan estratégico de la industria forestal-madera.

En la misma línea, próximamente se espera una declaración sectorial a favor del cierre de los ciclos industriales de la madera en Galicia.

Valor de los árboles gallegos

Más allá de las cifras anuales, el informe anual de la cadena introduce este año la novedad de hacer un cálculo sobre el valor de los árboles existentes en los montes gallegos (1,4 millones de hectáreas). El cálculo, siguiendo una metodología establecida a nivel ministerial, tuvo en cuenta no solo el valor de la madera, sino los valores ambientales (captura de carbono, control de la erosión, reservorio de agua, ocio, caza, biodiversidad, etc.). La conclusión es que el bosque gallego tiene un valor de 43.000 millones de euros.

De esa cantidad, el principal valor es aportado por las frondosas (17.700 millones de euros), que son también las que mayor superficie ocupan, con más de 600.000 hectáreas. Si bien a nivel industrial, su aprovechamiento es escaso, con alrededor de solo el 3% de las talas anuales, sus aportes como leñas domésticas y sobre todo, sus aportes ambientales, le deparan ese primer puesto en valor.

En segunda posición, se sitúa el eucalipto, con 16.500 millones de euros, y en tercera posición las coníferas, con 8.700 millones de euros.

Récord de talas del 2022

Las cifras finales del 2022 sitúan las talas en Galicia en 11 millones de metros cúbicos, lo que constituye un récord. De esa cifra, más de 10,7 millones corresponden a montes privados (particulares o vecinales) y la parte restante a montes de gestión pública.

Por especies, en montes privados destaca el eucalipto, con 6,2 millones de metros cúbicos, seguido de los pinos, con 4,25 millones y de las frondosas, con alrededor de 300.000 metros cúbicos.

Entre los pinos, hay casi empate entre el pino del país (‘Pinus pinaster’) y el pino insigne (‘Pinus radiata’), pues ambos rondan los 2 millones de metros cúbicos, con una ligera ventaja para el pino del país. Hay también 155.000 metros cúbicos de pino silvestre, característico de alta montaña, y 70.000 de otras coníferas.

A continuación, se listan los 20 ayuntamientos gallegos donde más talas se producen. Destaca el dato de que solo el ayuntamiento de Ortigueira tiene más talas que comunidades autónomas enteras, como Aragón (211.000 metros cúbicos) o Extremadura (203.000 metros cúbicos).

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