Se alcanza de esta manera uno de los objetivos que perseguían los representantes sectoriales del sector de la castaña en Europa, en los que participa la Red Estatal del Castaño de España, organización sectorial impulsada por la Mesa del Castaño del Bierzo desde el año 2012, y que está conformada por las organizaciones del sector de Galicia, Extremadura y Andalucía.
El Foro de Bosques y Cambio Climático reclama el reconocimiento del papel que juegan los bosques y el sector forestal en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC)
“El PNIEC es la oportunidad que necesita España para poner en marcha una espiral positiva de puesta en valor de los montes y consolidación del patrimonio forestal”
Miércoles, 13 de septiembre de 2023.- El pasado lunes 4 de septiembre finalizaba el proceso de audiencia pública, abierto por Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, para la Actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030.
Ante este proceso, que busca enriquecer y mejorar el plan nacional, el Foro de Bosques y Cambio Climático, ha elaborado el documento adjunto en que refleja las aportaciones y propuestas de las 15 entidades que lo conforman, con el objetivo de aumentar la contribución de los montes y el sector forestal a la lucha contra el cambio climático. Además, se busca reequilibrar el territorio, fomentar el desarrollo del medio rural y mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos, así como de las generaciones futuras.
El Foro sostiene que la contribución de los montes y el sector forestal nacionales puede ser significativamente mayor de lo previsto en la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y en la Estrategia Nacional de Descarbonización a Largo Plazo 2050 (ELP), aprobada en noviembre de 2020. Estas aportaciones buscan garantizar una gestión sostenible de los recursos forestales y su papel esencial en la mitigación y adaptación al cambio climático.
Estas alegaciones resaltan ocho puntos clave que consideran esenciales para mejorar el plan y garantizar una gestión forestal sostenible en España.
Inclusión de la Dimensión Territorial: El Foro solicita la elaboración en dos años de un Plan territorial conjunto para el despliegue de las energías renovables y la red de transporte de energía eléctrica, con la participación de diversas entidades y comunidades autónomas.
Apoyo al Desarrollo Rural y la Bioeconomía: Se subraya la falta de apoyo explícito al desarrollo rural y la bioeconomía en el borrador del PNIEC, se propone la creación de una nueva Estrategia de Bioeconomía Circular y se solicita un nuevo PERTE para la industrialización y mecanización forestal, por importe de 1.000 M€.
Prioridad en Objetivos de Absorción: Se destaca la importancia de establecer un objetivo de absorciones en sumideros naturales como prioridad, para cumplir con los compromisos internacionales de España. Se propone incrementarlos un 15%, desde los 38,326 hasta 44,075 MtCO2eq.
Aprovechamiento del Potencial de los Bosques y el Sector Forestal: Se insta a aprovechar el potencial de los bosques y el sector forestal en la descarbonización de la economía y se solicita una Hoja de Ruta para sumideros naturales y el sector forestal.
Objetivos claros para la Biomasa Forestal: Se demanda la inclusión de objetivos claros para la biomasa forestal, con un enfoque en la generación eléctrica y térmica, para contribuir al empleo rural y la descarbonización. Se solicita instalar otras 500 redes de calor, con una potencia instalada adicional de 500 MW e incrementar el objetivo de generación eléctrica, de 1,4 a 1,9 GW, modificando el sistema de adjudicaciones para que no prime el tamaño. Se proponen centrales de 10 a 15 MW, mejor distribuidas por el territorio y de cogeneración, con un aprovechamiento de la energía primaria mínimo del 75%.
Acciones clave para Dinamizar el Sector Forestal: Se proponen 4 acciones que se consideran transformadoras del sector forestal:
La revisión y actualización del Catastro en áreas forestales y la implantación de un sistema más ágil y económico de registro de los derechos de propiedad.
La revisión de la fiscalidad forestal.
La digitalización del sector y el inventario forestal continuo y
La dinamización del Registro de Huella de Carbono y la mejora de la calculadora de créditos de carbono forestales.
Objetivos clave para Sumideros Forestales: Se proponen 6 objetivos clave para dinamizar la actividad forestal nacional:
Recuperar un ritmo de repoblación forestal de 50.000 ha/año.
Regenerar dehesas a un ritmo de 100.000 ha/año.
Certificar la gestión forestal sostenible a un ritmo de 500.000 ha/año.
Incrementar progresivamente la producción de madera hasta alcanzar 25 M.mc en 2030 y una tasa de extracción del 66% en 2050.
Recuperar el uso pastoral de los montes hasta alcanzar 15 Mha para 2040 y desbrozar 100.000 ha/año.
Inventariar y mejorar la red de pistas forestales actuando anualmente sobre 50.000 km/año.
Financiación Adecuada y el Papel del Fondo Nacional de Eficiencia Energética: Se subraya la necesidad de una financiación adecuada para las acciones forestales y la posibilidad de utilizar el Fondo Nacional de Eficiencia Energética como instrumento útil.
Descarga el informe completo de las aportaciones al PNIEC en el siguiente enlace:
Es una pésima noticia la que debemos reproducir aquí: Osbodigital desaparece. Tras años en los que se había convertido en una herramienta de información de referencia y rigor en cuanto se trataba de la gestión forestal y la lucha contra incendios forestales desaparece. Lo lamentamos en Distrito Forestal y solo nos queda desear a Ismael lo mejor.
Reproducimos a continuación el escrito de despedida de Ismael Muñoz.
Ismael Muñoz Linares (@ismaelnatura)
Periodista especializado en bosques, gestión forestal y desarrollo rural
Director de Osbodigital.es
No resulta fácil comenzar a escribir para decir que hasta aquí hemos llegado, al menos de momento. Después de más de cuatro años, Osbodigital.es cierra su escaparate informativo sobre el mundo de los incendios forestales y la gestión forestal. Desde el mes de junio, en el que se cortaron los fondos que permitían actualizar a diario la información, hemos mantenido una presencia más escasa con la intención de alargar un proyecto informativo tan necesario como útil a la comunidad de incendios forestales y también al resto de la sociedad.
Sin embargo, una decisión inesperada ha decidido cerrar inmediatamente este periódico especializado y, en unos días, dejaréis de verlo online.
Este proyecto nació con la convicción de que comunicar es casi tan importante como respirar. La oferta informativa en medios generalistas sobre incendios forestales y gestión forestal era, casi siempre, muy estacional y, en demasiadas ocasiones, cargada de tópicos y prejuicios. Era necesario que la sociedad conociera que detrás de la gestión forestal y de la lucha contra los incendios forestales hay un gran número de profesionales, desde la ciencia hasta la ejecución directa en el monte, con conocimientos, experiencia y compromiso con su conservación.
Desde el primer momento, tuvimos claro que si queríamos hablar de incendios forestales debíamos hacerlo en igual medida de gestión forestal. El tiempo confirmó nuestro punto de vista: los grandes incendios forestales, los que tanto alarman a la sociedad por sus gravísimas consecuencias para el medio natural, las personas y sus bienes, están directamente relacionados con la falta de gestión forestal, el abandono rural y una abrumadora atención a la respuesta a la emergencia en vez de a sus causas.
Quiero agradecer en primer lugar a las empresas que con su colaboración económica han permitido sostener este medio de comunicación. Sin su apuesta generosa no habría sido posible. Especialmente a Miguel Ángel Porrero, presidente del Observatorio, por su confianza depositada en mí y la libertad con la que he podido trabajar.
Quiero agradecer también la participación de todos los colaboradores que han pasado de forma periódica o esporádica por estas páginas virtuales. Y, del mismo modo, a todos los que habéis compartido conocimiento, experiencia y puntos de vista para elaborar nuestras informaciones.
Quiero agradecer también su colaboración a todas las organizaciones, instituciones y personas a nivel individual que forman parte del Observatorio Social El Batefuegos de Oro. Sus consejos e ilusionantes ánimos han sido un acicate en esta trayectoria. Estoy convencido de que tanto potencial científico, técnico, profesional y personal no se puede perder y que el Observatorio encontrará la forma de mantener su actividad. Visibilizar a este sector es, además de justo, muy útil a la sociedad porque le permite comprender la gravedad de los incendios forestales y le recuerda su parte de responsabilidad para evitarlos.
Quiero personalizar el agradecimiento en dos ingenieras forestales: Isabel Poza y Rocío Silva. El entusiasmo con el que trabajaron en el nacimiento del periódico, su positivismo y rigor fueron siempre contagiosos.
Mi trabajo como periodista especializado en bosques, naturaleza, gestión forestal y desarrollo rural seguirá otros caminos, probablemente no tan centrado en incendios forestales, aunque no dejaré nunca de escribir y contar lo que sucede en un sector profesional que se ha convertido en imprescindible socialmente. La comunidad de incendios, con su actitud decidida y valiente por comunicar, ha sido fundamental para que la sociedad comprenda y acepte, de forma general, la necesidad de gestionar los bosques, si no quiere que los grandes incendios forestales y el cambio climático lo gestionen por ella.
Modestamente, creo que desde Osbodigital.es hemos contribuido a lanzar y expandir este mensaje con un compromiso claro de rigor informativo e interés general. Los medios de comunicación generalistas han encontrado en nuestras páginas a las fuentes solventes en las que apoyarse para comprender y explicar el fenómeno de los incendios forestales, tan complejo como atrayente informativamente. Han sido numerosas las llamadas de teléfono de compañeros periodistas solicitando contactos especializados a los que poder entrevistar.
No ha sido siempre fácil informar sobre la comunidad de incendios y la gestión forestal, en todos los sectores hay siempre colectivos con intereses compartidos y, en ocasiones, al mismo tiempo enfrentados. Pero siempre he tenido muy claro que debíamos dar voz a todos los profesionales que trabajan en la gestión y extinción de incendios. Solo a partir del conocimiento de las necesidades e intereses de todos ellos sería posible encontrar los puntos de conexión para lanzar a la sociedad los mensajes más adecuados y eficaces. Este es uno de los principios fundadores del Observatorio Social El Batefuegos de Oro, una organización donde están representados los colectivos que forman parte del mundo forestal en general y de la lucha contra los incendios, en particular.
Por mi parte, no es un adiós, sino un hasta luego. Nos vemos en el monte y en la defensa de un sector forestal tan necesario como útil a la sociedad, especialmente la que vive en el entorno urbano, en ocasiones tan ajena a la importancia que tiene para su calidad de vida lo que sucede a kilómetros de distancia, monte arriba.
Mucha suerte a todos, especialmente a los profesionales que más directamente estáis en la extinción de incendios, no olvidéis que lo más importante es volver siempre a casa. Yo también #osquierovermañana.
Desgranamos las principales propuestas incluidas en el primer borrador de este documento presentado por la Consellería de Medio Rural que sirve de paso inicial de cara a la modificación de la Ley que regula los montes vecinales en mano común
Uno de los primeros pasos de la Consellería de Medio Rural para renovar la actual Ley de montes vecinales en mano común, aprobada en el 1989, ha sido la elaboración de un borrador de Libro Blanco sobre la regulación de este tipo de montes. Este documento incorpora las aportaciones recibidas en el proceso de participación pública que la Consellería llevó a cabo el año pasado, así como la consulta que realizó entre los miembros del Consejo Forestal de Galicia para afrontar la revisión de la Ley. Precisamente, las comunidades de montes vecinales llevaban años reclamando esta modificación de la normativa, dados los cambios registrados en la gestión del monte en estos últimos 30 años.
Como se señala en el propio Libro Blanco, este “es un documento de trabajo, a modo de punto de encuentro, que sirva para aúnar esfuerzos de las Administraciones Públicas con los de otros sectores involucrados que comparten los mismos objetivos de puesta en valor de los montes vecinales en mano común”. Así, la Consellería mantiene hasta el próximo 8 de septiembre abierto el plazo para presentar aportaciones a este documento, como paso previo a iniciar la modificación de la Ley.
A la hora de analizar esta reforma de la Ley hace falta tener presente que en Galicia hay 3.371 montes vecinales en mano común (MVMC), que ocupan una superficie de unas 665.000 hectáreas, lo que supone la cuarta parte del territorio gallego y casi la mitad de la superficie forestal con árboles. La mayoría de estos montes se encuentran en la provincia de Ourense y Lugo, seguida de Pontevedra y por último A Coruña.
A continuación recogemos algunos de los aspectos que se incluyen en este primer borrador de Libro Blanco sobre los montes vecinales en mano común:
El concepto de monte vecinal
Una de las primeras cuestiones que se abordan es el propio concepto de montes vecinales, en el que se alude a la posesión de este monte basado en la costumbre y sin que figure una asignación de cuotas por un grupo de vecinos, sino como colectividad. Así, cada comunero tiene el derecho de propiedad completo pero limitado, ya que los demás tienen igual derecho total.
También se hace referencia a que se trata de montes con una honda tradición y en régimen de propiedad germánica, un tipo de titularidad singular en Galicia. Así, se concreta que los montes vecinales en mano común tienen una propiedad privada y colectiva. Precisamente, preservar el origen germánico de esta figura fue una de las reclamaciones que hicieron desde distintos colectivos.
La condición de comunero
Definir la condición de comunero de estos montes vecinales es uno de los retos que también coincidían en pedir desde distintos colectivos, ya que estaba siendo uno de los problemas a los que hacer frente en las comunidades. El Libro Blanco aborda esta cuestión y mantiene vinculada la condición de comunero con una casa abierta que sea la residencia habitual y que esté situada en el área geográfica a la que pertenecen los montes vecinales en mano común. Además, recoge que los comuneros deberán ejercer algún uso, costumbre o actividad relacionada con esos montes.
Al mismo tiempo se abre la puerta a flexibilizar la condición de comunero con el objetivo de evitar el abandono y la desaparición de algunas comunidades vecinales. Se valora que pueda eximirse temporalmente de tener que residir de forma habitual en esa población y estaría pendiente si es preciso pedir justificación legal y la duración por la cual se puede residir en otra área geográfica. Esta excepción se propone pensando en aquellas personas que han nacido en el seno de la comunidad vecinal y mantienen tanto la casa como vínculos con la comunidad, pero no viven en la aldea. Se abre la posibilidad de nombrarlos comuneros con voz, pero sin voto.
Además, la vinculación de los comuneros con el monte vecinal no siempre tiene que estar circunscrita solo a la parroquia, puesto que la concepción de parroquia es posterior a esta titularidad de monte vecinal en mano común.
Aprovechamiento del monte
Se aborda también el aprovechamiento que se hace del monte, decisiones que deben acordarse en asamblea y debe tener el apoyo de al menos la mitad de los comuneros en primera convocatoria y del 30% en segunda. También se reconoce que en los montes vecinales en mano común pueden realizarse permutas, cesiones temporales, arrendamientos o derechos de superficie.
Asimismo, este tipo de montes también pueden ser objeto de expropiación forzosa o de imposición de servidumbres por causa de utilidad pública o interés social prevalentes a los del propio monte. Además, también pueden incluirse en procesos de reestructuración parcelaria.
Adquisición de terrenos
Las comunidades de montes vecinales también podrán adquirir nuevos terrenos, siempre que redunden en el beneficio de la comunidad vecinal, de manera que con esta adquisición se procure el interés general de las personas comuneras. En la actual normativa esta compra debe ser autorizada por la Administración forestal y este es uno de los aspectos sobre los que también se abre reflexión, poniendo sobre la mesa la posibilidad de mantener o suprimir esta autorización.
Ordenación y gestión de los montes vecinales
Para la gestión forestal y ordenación de este tipo de montes, la actual normativa recoge que en el caso de aquellos montes que tengan una superficie superior a las 25 hectáreas en coto redondo deberán contar con un proyecto de ordenación. Mientras, aquellos con una superficie inferior basta con que dispongan de un documento simple de gestión. En este sentido, inicialmente no se contemplan modificaciones específicas.
Gobernanza del monte vecinal
Como se reconoce en el Libro Blanco, la regulación de los montes vecinales y su gobernanza es una cuestión compleja, por lo que se propone estructurar un modelo con alto grado de autonomía interna de las comunidades que pueda facilitar el funcionamiento de las comunidades.
También se recoge que las comunidades de montes vecinales en mano común tengan una mayor participación y representación en la propiedad forestal. En este sentido se apuntan varias posibilidades:
-La creación de un Consejo Gallego de Comunidades de Montes Vecinales en mano común.
-Modificar la composición del actual Consejo Forestal de Galicia para que haya un mayor número de representantes tanto de las comunidades de montes vecinales en mano común como de mancomunidades.
-La creación de una Mesa de la propiedad forestal dependiente del Consejo Forestal con representación de las CMVMC proporcional a la superficie de este tipo de propiedad.
-La revisión de la regulación de la representación de las CMVMC en los jurados provinciales.
En lo tocante a la gobernanza también se abordan los órganos que deben integrar estas comunidades, así como el funcionamiento de los estatutos y el voto o la documentación de la que deben disponer.
Otros aspectos incluídos
En el Libro Blanco también se atiende a otros aspectos que afectan directamente a los montes vecinales como son los deslindes o los convenios de explotación, en los que se incluyen los contratos temporales de gestión pública que vienen a sustituir a los consorcios y convenios.
Además, hay otras cuestiones que también afectan a la gestión de este tipo de montes y que se recogen para abordar en la futura Ley como son la pervivencia o eliminación de los jurados provinciales de los montes vecinales en mano común, así como los trámites de registro de estos montes.
También se hace referencia a distintos aprovechamientos como el cinegético, con la correspondiente regulación que precisaría para llevarse a cabo, así como la función social y recreativa que tienen sobre todo de aquellos montes vecinales que se encuentran en zonas periurbanas o la gestión de los residuos abandonados en estos montes. Además, incluso se aborda la propia desaparición o abandono de los montes vecinales en mano común.