Política Forestal

07
Mar
2023

Varias asociaciones del sector forestal de Cantabria han remitido a los partidos políticos de la región un documento en el que hacen un repaso de su situación actual y recogen una veintena de medidas que cree necesarias y "urgentes" para su correcto desarrollo.

El documento está disponible en este enlace: https://drive.google.com/file/d/11ceI8OOnAJjMP2WuER5P6HfM67m70We4/view

 

Fuente: Boletín del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes

10
Feb
2023

 

Autoría

Luis Díaz Balteiro. Catedrático de Ordenación de Montes y Valoración Agraria, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)

Carlos Romero López. Catedrático Emérito de Economía, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)

La captura de carbono por parte de los bosques constituye un instrumento para mitigar la influencia de los gases de efecto invernadero. De ahí el creciente interés de los poderes públicos en incentivarlo. Sin embargo, a la hora de diseñar políticas, el foco se centra casi exclusivamente en el lado de la demanda, es decir, el de aquellas empresas que quieren compensar sus emisiones a través de créditos asociados a la captura de carbono en tierras forestales.

En otras palabras, las políticas actuales se basan en el conocido principio “quien contamina paga”. Este enfoque es necesario, pero no es suficiente.

Habría que incluir también el lado de la oferta, es decir, aplicar también el principio de “quién descontamina recibe una compensación”. Este enfoque mejoraría las políticas actuales tanto en términos de eficiencia como de equidad. Implicaría no solo que los poderes públicos incrementen sus ingresos fiscales, sino también que, olvidando afanes recaudatorios, dediquen parte de esos ingresos a compensar a los capturadores de carbono.

Compensación de emisiones por el sector forestal

Conviene recordar que este tipo de captura se considera como un servicio ecosistémico de regulación, y está recogido como tal en el Protocolo de Kyoto, como medida para combatir el exceso de emisiones de gases de efecto invernadero.

Podemos resaltar los datos de España en este sentido. Según las últimas estadísticas oficiales, el sector forestal compensa algo más del 12 % de las emisiones totales anuales.

Esta cifra, aunque lejos de otros países como Nueva Zelanda (allí se alcanza el 33 %), se puede considerar como notable. Equivale al 45 % de las emisiones anuales del transporte, o al 83 % de las emisiones de la industria manufacturera y de la construcción. Por otra parte, la contabilización del carbono se basa en unas hipótesis no justificadas, muy desfavorables para el sector forestal.

En primer lugar, se ha impuesto la llamada hipótesis de la oxidación instantánea. Según esta, cada vez que se corta un árbol, todo el carbono contenido en el mismo se emite de forma instantánea. Obviamente, eso no es cierto: según el uso que se dé a la madera asociada a dicha corta, la emisión del carbono se dilatará en el tiempo.

Actualmente, no se contabilizan aumentos de la captura de carbono vinculada a cambios en la gestión forestal (turnos más largos, masas más densas, etc.). No se ha brindado a la propiedad la facultad de modificar la gestión con el fin de obtener productos donde el carbono permanezca más tiempo.

Rentabilidad para los propietarios

Las estadísticas sobre el carbono que hemos citado más arriba corresponden casi en su totalidad a plantaciones posteriores al año 1989. Según la normativa internacional, el carbono capturado se contabiliza a nivel nacional y apenas se tiene en cuenta el absorbido por masas naturales. Además, presentan una característica básica: de forma implícita se ha “expropiado” esta captura, ya que los propietarios no reciben compensación alguna por este servicio ecosistémico que se computa anualmente.

Por otro lado, conviene recordar que el mercado de derechos de emisión de carbono existente en Europa (el más importante a nivel mundial) no admite los créditos vinculados a la captura de carbono forestal.

Sin embargo, a partir del Real Decreto 163/2014 –ahora en revisión– se ha desarrollado un mercado incipiente en España mediante el cual los propietarios de plantaciones posteriores a 2013 (o de superficies incendiadas) pueden obtener una rentabilidad vendiendo el carbono capturado a una empresa, apuntándose en un registro oficial y siguiendo las pautas recogidas en la norma.

Esta iniciativa que a priori se puede calificar de muy interesante para los propietarios, ha nacido con una tara que ha desincentivado su expansión: el Gobierno ha diseñado un mercado imperfecto, en el que no se puede conocer el precio que cada empresa paga a cada propietario en cada proyecto de absorción incluido en el citado registro. Es decir, a diferencia de lo que ocurre en otros mercados de carbono a nivel mundial, regulados o voluntarios, en España se ha decidido (sin dar explicaciones al respecto) que el precio en un mercado vinculado a un bien público como es el carbono sea desconocido.

Los propietarios pueden recibir una compensación económica por el carbono asociado a la plantación siguiendo el citado Real Decreto. Pero, así como hay estadísticas del número de proyectos ya en funcionamiento, de las especies utilizadas, de la superficie, etc., no hay estadísticas oficiales de cuál es el precio que se paga por cada tonelada de carbono.

A esto añadimos que en algunas comunidades autónomas no se permite forestar en la actualidad con eucaliptos, la especie más eficiente para optimizar la captura de carbono. Asimismo, la inexistencia de apoyos nacionales o europeos para fomentar estas forestaciones, y también de incentivos fiscales, nos permite concluir que el tratamiento dado a los propietarios no ha sido muy favorable.

Con todo ello, y dado el interés creciente que está despertando este servicio ecosistémico forestal, urge que tanto el propietario como el gestor dispongan de un marco estable, con garantías, con apoyo técnico y que esté en el centro de las normativas propuestas.

Esto pasa por hacer transparente el mercado actual de créditos de carbono, incentivar estas prácticas, promover estadísticas más rigurosas (no se conoce, hoy en día, dónde y en qué plantaciones se concentra ese 12 % del carbono que se compensa) y desarrollar un tratamiento fiscal más favorable, dada la longitud innata de estas inversiones forestales.

07
Feb
2023

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09
Feb
2023

Science Daily thumb

Fecha: febrero 1, 2023

Fuente: Universidad Estatal de Carolina del Norte

Resumen:

Un estudio encontró que en escenarios de calentamiento climático más severos, el inventario de árboles utilizados para la madera en los Estados Unidos continentales podría disminuir hasta en un 23% para 2100. Las mayores pérdidas de inventario ocurrirían en dos de las principales regiones madereras de los Estados Unidos, ambas en el sur.

HISTORIA COMPLETA

Un estudio dirigido por un investigador de la Universidad Estatal de Carolina del Norte encontró que en escenarios de calentamiento climático más severos, el inventario de árboles utilizados para la madera en los Estados Unidos continentales podría disminuir hasta en un 23% para 2100. Las mayores pérdidas de inventario ocurrirían en dos de las principales regiones madereras de los Estados Unidos, ambas en el sur.

Los investigadores dicen que sus hallazgos muestran impactos modestos en los precios de los productos forestales hasta finales de siglo, pero sugieren mayores impactos en términos de almacenamiento de carbono en los bosques de Estados Unidos. Dos tercios de los bosques de Estados Unidos están clasificados como tierras forestales.

"Ya vemos cierta disminución del inventario al inicio de nuestro análisis, pero en relación con eso, podría perder, además, hasta el 23% del inventario forestal de Estados Unidos", dijo el autor principal del estudio, Justin Baker, profesor asociado de recursos forestales y ambientales en la Universidad Estatal de Carolina del Norte. "Ese es un cambio bastante dramático en los bosques en pie".

En el estudio, que se publica en Forest Policy and Economics, los investigadores utilizaron modelos informáticos para proyectar cómo 94 especies de árboles individuales en los Estados Unidos continentales crecerán bajo seis escenarios de calentamiento climático hasta 2100. También consideraron el impacto de dos escenarios económicos diferentes en el crecimiento de la demanda de productos forestales. Los investigadores compararon sus resultados para el inventario forestal, la cosecha, los precios y el secuestro de carbono con escenarios sin cambio climático. Los investigadores dijeron que sus métodos podrían proporcionar una imagen más matizada del futuro sector forestal en escenarios de cambio climático de alto impacto en comparación con otros modelos.

"Muchos estudios anteriores muestran una imagen bastante optimista para los bosques bajo el cambio climático porque ven un gran impulso en el crecimiento forestal a partir de dióxido de carbono adicional en la atmósfera", dijo Baker. "El efecto que el dióxido de carbono tiene sobre la fotosíntesis en algunos de esos modelos tiende a superar las pérdidas que se ven por los cambios inducidos por la precipitación y la temperatura en la productividad forestal y la mortalidad de los árboles. Tenemos un modelo que es específico para especies de árboles individuales, y que nos permite comprender mejor cómo los factores climáticos influyen en las tasas de crecimiento y mortalidad".

Los investigadores encontraron que en ciertas regiones los árboles crecerían más lentamente a temperaturas más altas y morirían más rápido. Combinado con el aumento de los niveles de cosecha y mayores presiones de desarrollo, eso llevó a disminuciones en el inventario total de árboles. Proyectaron que las mayores pérdidas se producirían en las regiones sureste y centro-sur, que son dos de las tres regiones de suministro de madera más productivas de los Estados Unidos. Esas regiones podrían ver que los inventarios de árboles se reduzcan hasta en un 40% para 2095 en comparación con uno de sus escenarios de referencia. Debido a las disminuciones en los productos de pino, los investigadores proyectaron que los precios de la madera blanda podrían aumentar hasta un 32% para 2050.

"Encontramos niveles bastante altos de sensibilidad al calentamiento y los cambios de precipitación para las especies productivas de pino en el sur, especialmente cuando el cambio climático se combina con un alto crecimiento de la demanda de productos forestales", dijo Baker.

Sin embargo, los investigadores proyectaron ganancias en los suministros de árboles en las regiones de las Montañas Rocosas y el suroeste del Pacífico, impulsadas por tasas más altas de muerte de ciertos árboles que conducen a cosechas más grandes inicialmente, seguidas por el crecimiento de especies más tolerantes al calor.

"Estas son regiones que pierden mucho inventario en este momento debido a plagas y perturbaciones por incendios", dijo Baker. "Lo que se está viendo es un mayor nivel de reemplazo con especies adaptables al clima como el enebro, que son más tolerantes a las futuras condiciones de crecimiento".

Combinando los efectos de todas las regiones, los investigadores proyectaron pérdidas totales del inventario de árboles de los Estados Unidos de 3 a 23% en comparación con la línea de base. Proyectaron pérdidas en el secuestro de carbono en la mayoría de los escenarios, y estimaron el valor del carbono perdido almacenado en los bosques de los Estados Unidos hasta $ 5.5 mil millones por año.

Encontraron que el impacto económico del cambio climático en el valor general de la industria de productos forestales de Estados Unidos podría variar desde una pérdida de hasta $ 2.6 mil millones por año, lo que representa el 2.5% del valor de la industria, o una ganancia en el valor de más de $ 200 millones por año.

"Vimos que los mercados podrían ser más resistentes que los propios bosques", dijo Baker. "Sus efectos en el mercado pueden parecer modestos en términos del efecto que tiene en los consumidores y productores, pero esos impactos son pequeños en comparación con el valor de secuestro de carbono que los bosques proporcionan anualmente".

Los investigadores dicen que se necesitan más estudios para enfocar mejor el futuro de la silvicultura en Estados Unidos.

"No sabemos mucho sobre cómo la mortalidad relacionada con las perturbaciones o la pérdida en la productividad de los árboles se extenderá por todo el paisaje a medida que las temperaturas se calentarán", dijo Baker. "Hicimos todo lo posible para abordar un par de piezas del rompecabezas con los cambios de temperatura y precipitación, y las interacciones entre el clima y la demanda del mercado, pero se necesita hacer mucho más trabajo para controlar bien el cambio climático y la silvicultura".

El estudio, "Projecting U.S. Forest Management, Market, and Carbon Sequestration Responses to a High-Impact Climate Scenario", fue publicado en línea en Forest Policy and Economics. Los coautores incluyeron a George Van Houtven, Jennifer Phelan, Gregory Latta, Christopher M. Clark, Kemen Austin, Olakunle Sodiya, Sara B. Ohrel, John Buckley, Lauren E. Gentile y Jeremy Martinich. El estudio fue financiado por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos bajo el contrato No. 68HERH19D0030. Los puntos de vista y opiniones expresados en este documento son los de los autores solos y no necesariamente declaran o reflejan los de la EPA, y no se debe inferir ningún respaldo oficial.

Materiales proporcionados por la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Original escrito por Laura Oleniacz. Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.

Referencia de la revista:

Justin S. Baker, George Van Houtven, Jennifer Phelan, Gregory Latta, Christopher M. Clark, Kemen G. Austin, Olakunle E. Sodiya, Sara B. Ohrel, John Buckley, Lauren E. Gentile, Jeremy Martinich. Proyectar las respuestas de gestión forestal, mercado y secuestro de carbono de los Estados Unidos a un escenario climático de alto impacto. Política y economía forestal, 2023; 147: 102898 DOI: 10.1016/j.forpol.2022.102898

Citar esta página: MLA APA Chicago

Universidad Estatal de Carolina del Norte. "El cambio climático puede reducir el inventario forestal de Estados Unidos en una quinta parte este siglo". ScienceDaily. ScienceDaily, 1 de febrero de 2023. <www.sciencedaily.com/releases/2023/02/230201134216.htm>.

30
Ene
2023

El Consejo de Ministros aprobó el 20/12/2022 tres documentos estratégicos propuestos por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) que reforman la política forestal española a largo plazo con el principal objetivo de conseguir montes gestionados, más resilientes frente al cambio climático, protegidos de las amenazas principales (abandono forestal, incendios, enfermedades y plagas) y que proporcionen los bienes y servicios ecosistémicos necesarios para nuestro bienestar y para hacer posible que la economía inicie una necesaria transición ecológica.

Para ello, se ha aprobado la revisión de la Estrategia Forestal Española Horizonte 2050 y del Plan Forestal Español (PFE) 2022-2032, así como las Directrices Básicas Comunes de Gestión Forestal Sostenible previstas en la Ley de Montes. Con esta aprobación se cumple además el hito 64 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia dentro de las reformas incluidas en el componente 4 dedicado a la conservación y restauración de ecosistemas y su biodiversidad. 

Los documentos ya se encuentran disponibles en la web de MITECO, y podéis descargarlos a continuación.

Estrategia Forestal Española Horizonte 2050

La Estrategia Forestal Española (en adelante, EFE) horizonte 2050, como documento de referencia para establecer la política forestal española, se elabora para dar respuesta al mandato de la Ley 43/2003, de Montes, para su elaboración y actualización. En dicha norma, se establece que la EFE será revisada cuando las circunstancias lo aconsejen, y en cualquier caso con ocasión de cada revisión del Plan Forestal Español.

Plan Forestal Español 2022-2032

El Plan Forestal Español (en adelante, PFE), como instrumento de planificación a largo plazo de la política forestal española, que desarrolla la Estrategia Forestal Español (EFE) se elabora para dar respuesta al mandato de la Ley 43/2003, de Montes, para su elaboración y actualización. En dicha norma, se establece que el PFE será revisado cada diez años, o en un plazo inferior cuando las circunstancias así lo aconsejen.

Directrices Básicas Comunes de Gestión Forestal Sostenible

Las Directrices básicas comunes de gestión forestal sostenible (en adelante, DBCGFS) se elaboran, previa consulta a las comunidades autónomas, para dar respuesta al mandato de la Ley 43/2003, de Montes.

 

Fuente: MITECO

https://www.miteco.gob.es/es/prensa/ultimas-noticias/el-gobierno-aprueba-la-reforma-del-programa-forestal-espa%C3%B1ol-para-garantizar-la-buena-gesti%C3%B3n-de-los-bosques/tcm:30-549665

https://www.miteco.gob.es/es/prensa/221220ndpplanforestalespanol_tcm30-549664.pdf

https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/politica-forestal/planificacion-forestal/politica-forestal-en-espana/index.aspx

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