Incendios Forestales

27
Jul
2020

 

Riesgo de incendios forestales

La campaña se ve este año reforzada con un nuevo sistema informático denominado “AEMET incendios forestales” que permitirá ofrecer información de alta resolución, georreferenciada y actualizada en tiempo real, tanto de incendios forestales activos como del índice de incendio previsto

A esta mejora se añade una nueva herramienta desarrollada en colaboración con el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial de apoyo meteorológico a los vuelos de extinción de incendios y resto de trabajos aéreos

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ya tiene en marcha los nuevos desarrollos y mejoras implementados para la campaña de incendios forestales de este año. “AEMET Incendios Forestales” es un nuevo sistema informático que integra y georreferencia la visualización de todo tipo de información relacionada con incendios forestales.

Así, permite obtener información actualizada en tiempo real tanto del índice de incendio previsto, como de los parámetros que más afectan al desarrollo de un incendio como son la temperatura, el viento y la humedad obtenidos a través de un modelo numérico de alta resolución (HARMONIE). A esto se une la publicación de información de los incendios en tiempo real obtenida a partir de las plataformas satelitales.

  

A esta mejora se añade una nueva herramienta desarrollada por AEMET en colaboración con el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC), cuyo objetivo es el de aportar información meteorológica precisa y útil que contribuya a mejorar la seguridad y eficiencia de sus operaciones aéreas.

Los pilotos de trabajos aéreos, como los que este verano participan en la campaña de lucha contra incendios, ya pueden beneficiarse de las funcionalidades de ese nuevo servicio que aglutina todos los datos disponibles en las estaciones meteorológicas de superficie, las cámaras web y permite interactuar, mediante nuevas funcionalidades, con datos de teledetección a través del radar o del satélite (infrarrojo, masas de aire, tipos de nubes, seguimiento de núcleos convectivos…); también incorpora el perfil vertical de la temperatura y la humedad en la ruta para los distintos niveles de vuelo así como la orografía del terreno.

Fuente MITECO

24
Jun
2020

 Los grandes incendios forestales son endémicos en Australia. El verano austral, de diciembre a febrero, es la época de peligro en ese país. Siendo tan extenso como toda Europa, el peligro se concentra principalmente en el Este (Nueva Gales del Sur) y en el Sudeste (Victoria), aunque también aparece en el resto de las provincias costeras, pero generalmente con menor intensidad.

incendio australiano

Existe una impresionante base de datos sobre grandes incendios, generalmente concentrados en las provincias citadas. Por ejemplo, en 1938-1939 durante la temporada denominada “Black Friday” ardieron 2 millones de hectáreas, murieron 71 personas y el fuego destruyó 650 edificios. En 2008-2009 en el periodo llamado “Black Saturday” hubo 173 muertos y 2.000 edificios destruidos.

El reciente verano austral 2019-2020, llamado “Black Summer”, dejó también cifras de daños enormes, con 19 millones de hectáreas recorridas por el fuego, 34 muertos y 6.000 edificios quemados. Asimismo, se calculó que las emisiones de CO2 a la atmósfera por los incendios superaron los 300 millones de toneladas.

Estas terribles cifras han hecho que los poderes públicos se preocuparan desde siempre por desarrollar planes preventivos basados en los conocimientos técnicos disponibles en cada tiempo. Por ejemplo, en 1939 se constituyó lo que allí se llama una “Royal Commission” para analizar el problema y hacer propuestas. Lo mismo ha sucedido este año. Concretamente el Senado australiano ha comenzado a recabar informes que ayuden a revisar las políticas actuales para preparar un futuro plan nacional de acción.

Uno de los informes principales ha sido presentado conjuntamente por “The Institute of Foresters of Australia” (que reúne a los forestales profesionales) y los “Australian Forest Growers”(asociación de propietarios de montes comerciales), (en adelante IFA+AFG).

En este informe, los profesionales muestran su desacuerdo con la afirmación que atribuye los grandes incendios al cambio climático y los presenta como inevitables. El fuego ha estado siempre presente en Australia, como muestra el pirofitismo generalizado de las especies nativas. Los agentes naturales, como sequía y rayos, no son ninguna novedad.

Los profesionales muestran su desacuerdo con la afirmación que atribuye los grandes incendios al cambio climático y los presenta como inevitables. El fuego ha estado siempre presente en Australia, como muestra el pirofitismo generalizado de las especies nativas. Los agentes naturales, como sequía y rayos, no son ninguna novedad.

IFA+AFG señalan como determinante de la actual gravedad e intensidad de los incendios la creciente acumulación de combustibles forestales en los montes, debida a la insuficiencia de inversiones en selvicultura preventiva, tanto en montes públicos como en privados. Las recomendaciones de las Royal Commissions de 1939 y 2009 se han seguido deficientemente. En ellas, se insistía en el uso del fuego prescrito para reducción de combustibles como técnica más adecuada para trabajar en ecosistemas pirofíticos, típicos de Australia, cuya biodiversidad se mantiene con presencia de fuegos de baja intensidad.

El fuego prescrito se ha ido limitando al mantenimiento de fajas cortafuegos alrededor de zonas de interfaz urbano-forestal (IUF). Esta medida, que es acertada, resulta insuficiente ante la expansión de la IUF alrededor de las grandes ciudades.

IFA+AFG señalan como determinante de la actual gravedad e intensidad de los incendios la creciente acumulación de combustibles forestales en los montes, debida a la insuficiencia de inversiones en selvicultura preventiva. Las recomendaciones de las Royal Commissions de 1939 y 2009 insistían en el uso del fuego prescrito para reducción de combustibles como técnica más adecuada para trabajar en ecosistemas pirofíticos, típicos de Australia. Sin embargo, el fuego prescrito se ha ido limitando al mantenimiento de fajas cortafuegos alrededor de zonas de interfaz urbano-forestal (IUF).

IAF+AFG se muestran preocupados por la tendencia a tratar los incendios forestales simplemente como emergencias, olvidando la prevención, y concentrando las inversiones en la contratación de costosos medios aéreos, de aplicación limitada en los enormes fuegos, en los que la visibilidad es muy reducida por el humo. Señalan que el exceso de confianza en los medios aéreos reduce la aplicación de las técnicas de ataque terrestre directo e indirecto con brigadas apoyadas por maquinaria pesada. Las operaciones nocturnas también se limitan. IAF+AFG solicitan apoyo de los servicios meteorológicos oficiales sin coste tanto para la aplicación de fuego prescrito como para las operaciones de extinción. Solicitan también refuerzo de los programas de investigación sobre selvicultura preventiva incluyendo la utilización del fuego prescrito, así como de los programas de formación de personal y actualización de los equipos de los servicios de emergencias. Finalmente, señalan la conveniencia de auditar de qué manera se aplicaron las medidas recomendadas por las Royal Commissions de 1939 y 2009 y las consecuencias positivas y negativas de esa aplicación.

 

Ricardo Vélez Doctor Ingeniero de Montes

18
Jun
2020

 

incendios greenpeace

 

 Los incendios ya no se apagan solo en el medio natural, se combaten también en las redes sociales, en los medios de comunicación, en la opinión pública. De ahí que el papel de los periodistas tenga cada día más relevancia en la percepción social del fuego y de los incendios; en percepción de la gestión de la emergencia y del trabajo de los dispositivos de extinción; del papel de los bosques y la gestión sostenible ante el gran reto del cambio climático. Por ello, Greenpeace ha elaborado una guía dirigida a periodistas con reflexiones y recomendaciones para que ayuden a prevenir incendios y mitigar “los impactos de la crisis climática”.

 

“Los incendios no son solo un suceso, tal y como se presentan en numerosas ocasiones en los medios, no se pueden observar sin analizar el contexto en el que se producen: cambio climático, abandono rural y falta de gestión forestal”. Este primer mensaje de Mónica Parrilla, responsable de incendios en Greenpeace, ha sido el punto de partida coincidente de los otros dos participantes que la han acompañado en el encuentro con la prensa: Oriol Vilalta, de la Fundación Pau Costa e Ismael Muñoz de Osbodigital.

 

Mónica Parrilla ha resaltado la importancia de los medios de comunicación en la prevención de los incendios, con informaciones que incidan en “las causas de ignición y en las causas de propagación como son: el abandono rural y la falta de gestión forestal que acumula combustible; el cambio climático y sus efectos de sequía y vulnerabilidad de los bosques. Tenemos un polvorín en el que hemos insertado casas lo cual va a hacer más complicada aún la tarea de la extinción”. Greenpeace elaboró para la campaña pasada una herramienta digital «Calculadora de riesgo», que permite a cualquier ciudadano medir el riesgo que asume con una vivienda en zona de interfaz urbano-forestal, en función de las medidas de autoprotección que tome.

 

Oriol Vilalta ha señalado la importancia de la colaboración entre periodistas y dispositivos de extinción, “el mundo de la lucha contra los incendios necesita a los periodistas para hacer llegar a la sociedad la nueva cultura del fuego. Necesitamos cambiar la mentalidad de «Todos contra el fuego», tan efectiva en otra época, por otra en la que la sociedad vuelva a convivir con el fuego. Necesitamos una nueva cultura del fuego para comunidades activas, con conciencia de riesgo que potencien la autoprotección”.

 

Para que ese mensaje llegue a la sociedad es precisa una sinergia de intereses y ha reconocido Oriol que “la capacidad de los técnicos para enviar los mensajes adecuados que toda la sociedad pueda comprender”. “Incendios va a haber siempre, no podemos pensar en eliminarlos completamente, forman parte del ecosistema mediterráneo. Necesitamos fuego de baja intensidad que nos ayude a evitar los grandes incendios o de alta intensidad”, ha añadido Mónica.

 

Para Ismael Muñoz los medios de comunicación y los gestores de la emergencia deben colaborar durante la misma. “Los medios de comunicación deben ser aliados de la gestión de la emergencia, no de la gestión política, pero sí de la gestión de la emergencia. El problema de la interfaz urbano-forestal es el mejor ejemplo, va a haber confinamientos y evacuaciones y es imprescindible que los medios transmitan a la sociedad los mensajes de utilidad pública que permitan salvar vidas y bienes siguiendo las indicaciones de los responsables de la emergencia”.

 

Una guía para huir de tópicos y lugares comunes

Greenpeace ha elaborado esta guía para periodistas con la intención de que su cobertura sobre los incendios forestales “ayude a concienciar a la población de que son un problema social y ambiental que se ha convertido ya, y cada vez lo será más debido al cambio climático, en un problema de seguridad nacional para las personas y nuestro medioambiente”.

 

La guía recoge los resultados de diferentes estudios sobre el tratamiento informativo de los incendios forestales en los medios de comunicación y ha extraído varias conclusiones:

• Tratamiento de suceso, sin análisis en profundidad

• Estacionalidad. El 80% de las noticias de incendios se dan en el periodo estival, cuando el resto del año determina lo que pase en verano

• Falta de fuentes expertas y variadas, priorizando las gubernamentales

• Foco en la preocupación presente y en las consecuencias inmediatas, sin análisis pedagógico a medio/largo plazo sobre las causas

• Sensacionalismo y tendencia al alarmismo

• Confusión en la terminología y en conceptos relacionados con fuego, extinción, etc.

• Politización del enfoque en relación a la asignación de recursos y responsabilidades, frente a las causas y problemas que han llevado a la situación.

En su análisis de estas informaciones ha recogido una importante cantidad de tópicos y lugares comunes que se repiten en las informaciones sobre incendios. Frente a ellos ha señalado la explicación o información y datos que los desmienten. Entre los más destacados se encuentran:

– Los incendios son “terrorismo ambiental” o una “trama organizada para incendiar”, cuando una oleada de grandes incendios no tiene una explicación inmediata. Incluso la Fiscalía “no encontró tramas criminales ni terroristas ni en 2006, después de la oleada incendiaria que calcinó 80.000 hectáreas en 12 días”.

– la intención de quemar para “recalificar los terrenos quemados”, cuando eso está prohibido por ley;

– la petición de “aumentar las penas a los incendiarios”, como solución fácil o como si no tuviesen ya castigo de hasta 20 años de prisión;

– “Los que queman el monte son pirómanos” cuando se trata de un patología que es la causa del 9,79 % de los incendios;

– “Los incendios ocurren porque los pinos y los eucaliptos son muy inflamables”, cuando es obvio que “el eucalipto o el pino no explican la geografía del fuego ni su virulencia”;

– “los incendios forestales son un problema del medio rural” como si sus efectos no fuesen una grave consecuencia para toda la sociedad y, además, afecta a segundas residencias y urbanizaciones “Es imprescindible que la población asuma el riesgo de incendios forestal y adapte sus viviendas en el monte (interfaz urbano-forestal) cumpliendo una serie de directrices para prepararse ante riesgo de incendios forestales”.

– “la culpa de los incendios es que los montes están sucios” cuando no se trata de un problema de limpieza, sino de “la reducción de la densidad del arbolado, el matorral o el pasto en determinados lugares para evitar el exceso y la continuidad del combustible”.

– “Se necesitan más medios para la extinción” cuando, en opinión de Greenpeace, “si bien es necesario presupuesto para extinción y que los operativos tengan condiciones laborales dignas, es aún más fundamental que exista un presupuesto ambicioso en prevención para que no se produzcan”.

– “Los incendios se apagan en invierno”, expresión que quiere incidir en la necesidad de aumentar la inversión en prevención frente a la inversión en extinción. “Los incendios se apagan cuando se producen, es decir, durante todo el año. Cada vez más, los incendios forestales son un problema que afecta durante gran parte del año y en todos los territorios”.

 

Frente a los tópicos, Greenpeace invita a informarse adecuadamente en las fuentes especializadas, “para asegurar una narrativa adecuada y con diferentes enfoques: administración, operativo en terreno, sector forestal, tercer sector… y sus distintas demandas” y conocer las fuentes oficiales y sus herramientas de seguimiento y estadísticas. Invita también a hacer una información que vaya más allá de la crisis, cuando los focos han pasado y el bosque quemado ha dejado de ser noticia.

 

Para Mónica Parrilla “necesitamos que toda la sociedad, también los medios, sumen su grano de arena contra la emergencia climática. Tienen, y van a tener, un papel fundamental ante un escenario de incendios de alta intensidad, punta de iceberg de la emergencia climática. Es fundamental conocer la problemática de los incendios y huir de lugares comunes que nos alejan de los verdaderos debates y retos”, que en su opinión son: combatir los cambios de paisaje por el éxodo rural; revertir el abandono de los recursos forestales; la falta de gestión forestal; abordar las políticas de supresión del fuego; gestionar el aumento de la interfaz urbano-forestal y el cambio climático y sus efectos sobre los incendios forestales.

Fuente.- Osbo digital

23
Jun
2020

 • La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha presentado el dispositivo nacional de lucha contra incendios forestales, que cuenta con 73 aeronaves, 7 unidades móviles sobre el terreno y cerca de 1.000 efectivos entre técnicos, pilotos y mecánicos de las aeronaves, personal de brigadas forestales y las bases de medios aéreos y trabajadores del Ministerio

• Tras visitar la central de operaciones desde donde se coordina todo el operativo, Ribera ha visitado junto a la ministra de Defensa, Margarita Robles, al 43 Grupo del Ejército del Aire en la Base Militar de Torrejón de Ardoz, que son los encargados de operar y mantener la flota de medios aéreos del MITECO

• En lo que llevamos de 2020, debido a la situación excepcional por la pandemia, el confinamiento de la población y las lluvias de la primavera el territorio afectado por los incendios ha sido un 50% inferior a la media La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha presentado hoy el dispositivo de lucha contra incendios forestales que el MITECO pone a disposición de las Comunidades Autónomas para apoyarles en la campaña de verano.

Aunque son las Comunidades Autónomas las competentes en extinción de incendios forestales, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) aporta medios materiales, tecnológicos y humanos que por su coste no pueden ser asumidos por las autonomías y que son desplegados estratégicamente en todo el territorio nacional.

Tras asumir recientemente el MITECO las competencias en política forestal, Teresa Ribera ha visitado esta mañana, en primer lugar, el Centro de Coordinación de la Información Nacional sobre Incendios Forestales (CCINIF), la central de operaciones desde donde se coordina todo el operativo nacional preparado para afrontar esta campaña de máximo riesgo que coincide con el periodo estival. Posteriormente, Ribera se ha trasladado a la Base Militar de Torrejón de Ardoz, donde ha estado acompañada por la ministra de Defensa, Margarita Robles. Allí, ambas han firmado la renovación del acuerdo para la operación y el mantenimiento de la flota de medios aéreos del MITECO por el 43 Grupo del Ejército del Aire.

El Centro de Coordinación de la Información Nacional sobre Incendios Forestales visitado a primera hora por Ribera está dotado de una avanzada tecnología que permite recabar toda la información necesaria para la toma de decisiones: ubicación en tiempo real de todos los medios aéreos de extinción de España, datos meteorológicos (temperatura, humedad, velocidad y dirección del viento…) e información en tiempo real de los incendios, aportada por aeronaves de observación y drones. Desde este centro se gestionan las peticiones de apoyo que realizan las Comunidades Autónomas, e incluso otros países, y se envian los medios de apoyo necesarios a los diferentes incendios.

85 MILLONES DE EUROS En total, el dispositivo de extinción dispondrá de 73 aeronaves previstas para la campaña de verano 2020, 7 unidades móviles de análisis y planificación sobre el terreno y cerca de 1.000 efectivos entre técnicos, pilotos y mecánicos de las aeronaves, personal de las brigadas forestales y las bases de medios aéreos y trabajadores del Ministerio, entre otros. Para ello, el Ministerio destinará este año 85 millones de euros, sin contar el coste del personal funcionario.

“Esta inversión anual, junto con lo que aportan las CCAA, es un presupuesto necesario pero que se debe complementar también con una mayor concienciación y actuaciones preventivas por parte de todos los ciudadanos”, ha señalado Ribera.

“En este Ministerio trabajamos para conservar y proteger nuestros montes. Pero también para vertebrar el sector forestal, visibilizar su aportación socioeconómica al territorio, su valor ambiental y desarrollar su potencial para fijar población al medio rural, creando valor añadido y empleo de calidad”, ha explicado la vicepresidenta.

BRIGADAS HELITRANSPORTADAS, EN PRIMERA LÍNEA DEL FUEGO

Dentro del personal que trabaja para el MITECO en este dispositivo, el grupo más numeroso lo forman las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), formado por cerca de 600 personas, entre técnicos, capataces, especialistas y preparadores físicos. Este servicio se presta a través de la empresa pública TRAGSA. Estas brigadas helitransportadas son la fuerza de extinción sobre el terreno, siempre en primera línea del fuego, que aporta el Ministerio en apoyo a las comunidades autónomas. Desempeñan su trabajo en los lugares de los siniestros, bajo la dirección de los responsables de extinción de las Comunidades Autónomas y cooperando con el personal de éstas.

El dispositivo BRIF cuenta con 10 bases repartidas en distintos puntos del país que , al igual que los medios aéreos, pueden actuar en cualquier punto de nuestro territorio, incluyendo Canarias y Baleares. El pasado mes de mayo se inició el nuevo encargo para los próximos cuatro años a TRAGSA para este dispositivo, con importantes mejoras en el servicio y respuesta a las reivindicaciones de este colectivo, como es su contratación durante los 12 meses del año. Asimismo, está en marcha un plan de renovación de todas las bases BRIF.

APOYO Y REFERENTE INTERNACIONAL

Estos medios materiales, humanos y tecnológicos hacen de España un referente en la gestión de los incendios forestales, con capacidad de prestar apoyo internacional. En este sentido, desde 2018 España contribuye con el Mecanismo Europeo de Protección Civil, dependiente de la Comisión Europea, con el apoyo de expertos españoles que evalúan y asesoran sobre incendios forestales a otros países con problemas de incendios, gracias a su solidaridad, conocimiento y experiencia. El MITECO, como coordinador de esta iniciativa, que se realiza en colaboración con las Comunidades Autónomas y en coordinación con el Ministerio del Interior, ha sido pionero en esta tarea de poner en valor nuestra experiencia y conocimiento en la materia.

Desde 2019, además, el apoyo internacional se refuerza con la puesta a disposición de la Comisión Europa de dos aviones anfibios de este Ministerio, operados por el Ejército del Aire, para misiones en el extranjero en apoyo de otros países con necesidades en extinción de grandes incendios forestales, dentro de la iniciativa europea conocida como “RescEU Transition”.

PREVENCIÓN Junto a las labores de extinción es importante destacar la importancia de los trabajos en prevención de incendios forestales. El MITECO también apoya a las Comunidades Autónomas en este ámbito a través de las Brigadas de Labores Preventivas, que se encargan de reducir y controlar los combustibles forestales, y con los Equipos de Prevención Integral de Incendios Forestales, que realizan labores de formación en información a la población.

“Prevenir no es sólo limpiar los montes, la prevención se consigue invirtiendo en gestión forestal, en utilizar el monte en su sentido amplio”, ha añadió Ribera. En este sentido, la vicepresidenta ha avanzado que se están revisando y actualizando los principales documentos de planificación de la política forestal española, como son la Estrategia Forestal Española y el Plan Forestal Español.

España es el segundo país de Europa en cuanto a superficie forestal, y el tercero en superficie arbolada. De hecho, los montes españoles ocupan más de la mitad del territorio. Esto es una prueba más de la importancia que el enorme abanico de bienes y servicios de esta superficie natural proporciona silenciosamente a la sociedad: agua, sumidero de CO2, materiales, biodiversidad, recreo o valores culturales son sólo algunos ejemplos de ello.

RESTAURACIÓN DE TERRENOS QUEMADOS

Igualmente importante es restaurar los terrenos quemados y la recuperación del entorno afectado por los incendios. En los casos más graves y de mayor superficie quemada, el Ministerio apoya a las administraciones regionales afectadas. En los últimos años se han realizado 131 restauraciones de superficies afectadas por incendios forestales, cubriendo 61.640 hectáreas, y con una inversión de más de 151,5 millones de euros. Se trata en definitiva de inversiones en actuaciones hidrológico-forestales de emergencia en zonas quemadas y especialmente sensibles.

ÚLTIMOS DATOS

El año 2019, pese a tener un inicio complicado en los primeros cuatro meses, durante el verano y el final del año hubo una menor intensidad de fuegos y el ejercicio acabó por debajo de la media de la década (11% por debajo en número de siniestros y 15% por debajo en superficie afectada). En 2020, debido a la situación excepcional vivida por la pandemia, el confinamiento de la población y las lluvias de la primavera nos encontramos con unos datos que se mantienen a esta fecha un 50% por debajo de la media.

DISPOSITIVO DE EXTINCIÓN DEL MITECO

El dispositivo de extinción que el MITECO despliega en apoyo a las comunidades autónomas es gestionado durante todo el año y en todo momento desde la Central de Operaciones de la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, ubicada en el Centro de Coordinación de la Información Nacional sobre Incendios Forestales (CCINIF). Este apoyo se realizará en 2020 con los siguientes medios durante la campaña de verano:

Medios aéreos En total, para la campaña estival de 2020, el MITECO pone a disposición de las comunidades autónomas que lo soliciten 22 aeronaves de su propiedad cuyas características se detallan a continuación:

• 18 Aviones anfibios Canadair. Cuentan con 5.500 y 6.000 litros de capacidad de descarga según modelo. Flota operada por el 43 Grupo del Ejército del Aire de acuerdo a un convenio entre el MITECO y el Ministerio de Defensa.

Los aviones desplegarán de manera escalonada en 7 destacamentos (A Coruña, Zaragoza, Baleares, Salamanca, Málaga, Torrejón de Ardoz y Badajoz).

• 4 Helicópteros BK-117. Adscritos al MITECO, y operados por la Guardia Civil. No realizan labores de extinción sino que son un elemento de apoyo a otras muchas actividades de defensa contra incendios, garantizándose la disponibilidad de un aparato en esta campaña.

Aparte, el MITECO pone a disposición de las comunidades autónomas que lo soliciten 51 aeronaves contratadas cuyas características se detallan a continuación:

• 8 helicópteros bombarderos Kamov K32A 11 BC. Durante esta campaña de verano estarán disponibles en las bases de Plasencia del Monte (Huesca), Ibias (Asturias), Tenerife Sur (Tenerife), Caravaca de la Cruz (Murcia), Huelma (Jaén), La Almoraima (Cádiz), Plasencia (Cáceres) y El Serranillo (Guadalajara). Su gran capacidad de carga de agua (4.500 l.) los convierte en idóneos para actuar en zonas con escasez de embalses o muy montañosas, donde los aviones anfibios tienen mayores dificultades. Operarán durante un periodo de 4 meses.

• 19 helicópteros medios de transporte y extinción. Helicópteros biturbina, con una capacidad de descarga de 1.200 litros. Es el medio utilizado para el transporte y apoyo con agua al trabajo de las brigadas de refuerzo en incendios forestales (las BRIF). Operarán durante un periodo de 4 meses.

• 6 aviones anfibios Fire Boss AT-802. Con 3.100 litros de capacidad de depósito, operarán por parejas durante un periodo de 3 meses en la campaña de verano, con base en Reus (Tarragona), Requena (Valencia) y Rosinos de la Requejada (Zamora).

• 10 aviones de carga en tierra Airtractor AT-802. Con 3.100 litros de capacidad de depósito, estarán ubicados en las siguientes bases: 2 en Ampuria Brava (Girona), 2 en Agoncillo (La Rioja), 1 en Niebla (Huelva), 1 en Son Bonet (Baleares), 2 en Xinzo de Limia (Ourense), 1 en Pamplona (Navarra) y 1 en La Gomera (Islas Canarias). Operarán durante un periodo de 3 meses.

• 4 aviones de coordinación y observación (ACO). Prestarán servicio en el periodo de alto riesgo desde 4 bases: León, Talavera la Real (Badajoz), Zaragoza y (Muchamiel) Alicante.

En estas aeronaves se desplaza personal formado para la realización de acciones de coordinación aérea que permitan un trabajo eficiente y seguro de los medios aéreos. Además, están equipados con un equipo de transmisión de fotografías digitales a través de telefonía móvil GPRS y de vídeo continuo a través de microondas tanto en espectro visible como en infrarrojo, información crucial para la toma de decisión en la extinción de incendios forestales.

• 4 vehículos aéreos no tripulados (RPAS). Prestarán servicio en el periodo de alto riesgo desde 4 bases: Rabanal del Camino (León), Cáceres, Zaragoza y Albacete. Operarán en el arco nocturno con objetivos de vigilancia y seguimiento de los incendios en apoyo a la toma de decisiones tanto al director de extinción en el territorio como a los técnicos de las centrales de operaciones autonómicas y del Área de Defensa contra Incendios Forestales del MITECO.

Medios terrestres • 7 unidades móviles de análisis y planificación (UMAP). Propiedad del MITECO, estos medios son vehículos todoterreno dotados de una estación meteorológica automática, equipo de comunicaciones radio en banda aérea y terrestre y unidad de recepción de imágenes enviadas desde el ACO. Su labor principal es la de servir de apoyo a la toma de decisiones del director de extinción en el terreno. Cuando no hay incendio, realizan tareas complementarias, tales como planimetrías con GPS de incendios anteriores, vigilancia, estudios locales, etc. Las UMAP estarán ubicadas en Laza (Orense), Rabanal del Camino (León), Cáceres, Zaragoza, Valencia, Albacete y Sevilla.

Medios humanos • 10 brigadas de refuerzo en incendios forestales (BRIF). Se trata de un servicio de bomberos forestales de apoyo a las comunidades autónomas integrado por más de 600 trabajadores entre las distintas categorías. Las BRIF están ubicada en Laza (Orense), Tineo (Asturias), Tabuyo del Monte (León), Pinofranqueado (Cáceres), La iglesuela (Toledo), Puerto de El Pico (Ávila), Lubia (Soria), Daroca (Zaragoza), Prado de los Esquiladores (Cuenca) y Puntagorda (Isla de La Palma).

Las BRIF desarrollan su actividad de extinción de incendios forestales durante cinco meses en verano y dos meses en invierno-primavera, trabajando el resto del año en labores de prevención. Estas brigadas pueden actuar en cualquier punto del territorio nacional donde sea necesaria su presencia, y están especializadas en el combate de grandes incendios y el uso del fuego técnico. Para su transporte y apoyo disponen de los helicópteros de transporte y extinción descritos anteriormente.

• Dispositivo periférico. Formado por más de 80 profesionales que desarrollan las funciones de jefatura técnica de las 37 bases de medios del Ministerio distribuidas por todo el territorio nacional y ejercen la coordinación de dichos medios con la Central de Operaciones del Área de Defensa contra Incendios Forestales del MITECO.

• 2 equipos de prevención de incendios forestales (EPRIF). Equipos que continúan su trabajo de prevención durante esta época de máximo riesgo, ubicados en las Comunidades Autónomas de Cantabria y Asturias, estando prevista la continuidad anual también de un tercer equipo en los próximos meses en Navarra.

• Equipo humano en el CCINIF (Centro de Coordinación de la Información de Incendios Forestales). Formado por personal técnico adscrito a la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación.

04
Jun
2020

 Como si fueran los nervios de una primera cita, hace días que a muchos de los integrantes de los dispositivos de extinción les revolotean mariposas en el estómago. Está a punto de comenzar la campaña de verano, la de mayor riesgo de incendios en buena parte de España. Y las previsiones no son halagüeñas: las lluvias de primavera han dejado mucho pasto que se puede agostar rápidamente; se prevé un verano muy caluroso y seco; no se han podido hacer todos los trabajos de selvicultura preventiva que estaban programados por causa de la pandemia y las medidas de seguridad en los dispositivos para evitar contagios por COVID-19 aumentan la incertidumbre de los más expertos. El Comité de Lucha contra Incendios Forestales CLIF se ha reunido esta semana y ha dado la salida a una campaña que parece especial.

En la habitual reunión del CLIF, previa al comienzo de la campaña de verano, el consenso y la coordinación entre las distintas administraciones púbicas que intervienen en ella ha sido lo más destacado. Se han repasado las cifras definitivas de los incendios en 2019 y un avance de lo que va de 2020; anunció cada comunidad autónoma las novedades en sus respectivos dispositivos y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico MITECO, que se estrena como máximo responsable nacional de la coordinación entre administraciones, ha compartido su plan frente al coronavirus para el dispositivo de prevención y extinción de incendios forestales del ministerio, “tanto en el territorio como en el Centro de Coordinación de la Información Nacional sobre Incendios Forestales (CCINIF)”, donde se desarrolla la labor de coordinación y apoyo a las comunidades autónomas, con la intención de «garantizar el dispositivo habitual y el mismo servicio» que en campañas anteriores.

En 2019 se produjeron 10.883 siniestros, un 11 % menos que la media del decenio, y se vieron afectadas 83.962,69 hectáreas, un 15 % menos que la media del decenio. En lo que va de 2020 (con datos hasta el 30 de abril) se han producido la mitad de los incidentes y la mitad de hectáreas quemadas que en la media del decenio, en concreto 2.032 siniestros que han quemado 12.947 hectáreas. La explicación se encuentra, según el MITECO, en “unas condiciones meteorológicas favorables y por el confinamiento a causa del estado de alarma”, aunque las diferencias entre comunidades autónomas vecinas han sido notables, por ejemplo Asturias y Cantabria, donde las condiciones meteorológicas han incidido notablemente en una reducción de incendios en la primera, a pesar de que, evidentemente, el confinamiento ha sido el mismo para ambas.

En estos días presenta cada comunidad autónoma su dispositivo de extinción para la campaña de verano. En todos ellos se observan esfuerzos por aumentar los medios disponibles o por mantener lo que tenían en campañas anteriores, a pesar de que el gasto que ha exigido la pandemia va a obligar a revisar todos los presupuestos autonómicos, también el de la extinción de incendios.

Por parte del MITECO, los medios para esta campaña entre el 1 de junio y el 31 de octubre son: 73 medios aéreos (18 aviones anfibios de 5.500 litros de capacidad de descarga, 8 helicópteros bombarderos de 4.500 litros, 10 aviones de carga en tierra de 3.100 litros, 6 aviones anfibios de 3.100 litros y 19 helicópteros de transporte de las 10 Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) con capacidad de descarga de 1.500 litros). Completan la lista de medios cuatro helicópteros de vigilancia y cuatro aeronaves civiles por control remoto (RPAS), más siete unidades móviles de análisis y planificación (UMAP), para apoyar en las tareas de extinción. Autor: Ismael Muñoz Linares

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