Incendios Forestales

22
Feb
2021

Science Daily thumb

Fecha:

17 de febrero de 2021

Fuente:

Universidad de California - Santa Bárbara

Resumen:

Los incendios sin precedentes y mortales que envolvieron el oeste estadounidense en 2020 atestiguan el creciente número, tamaño y gravedad de los incendios forestales en la región. Y aunque los científicos predicen que la crisis climática exacerbará esta situación, todavía hay mucha discusión en torno a sus factores contribuyentes.

    

HISTORIA COMPLETA

Los incendios sin precedentes y mortales que envolvieron el oeste estadounidense en 2020 atestiguan el creciente número, tamaño y gravedad de los incendios forestales en la región. Y aunque los científicos predicen que la crisis climática exacerbará esta situación, todavía hay mucha discusión en torno a sus factores contribuyentes.

Con esto en mente, científicos de cinco universidades occidentales, incluida la UC Santa Bárbara, investigaron los efectos del cambio climático impulsado por el hombre y más de un siglo de extinción de incendios, que ha producido densos bosques preparados para arder. Su investigación, publicada en la revista Environmental Research Letters,confirma la importancia de ambos factores para impulsar los incendios forestales, pero reveló que su influencia varía, incluso dentro de la misma región del oeste de Estados Unidos.

"Queríamos saber cómo el cambio climático y la extinción de incendios, cada uno de diferentes maneras, pueden influir en los regímenes de incendios", dijo la coautora Naomi Tague, profesora de ecohidrología y ecoinformática en la Escuela de Ciencias y Gestión Ambiental Bren de la UCSB.

Los científicos, dirigidos por la profesora asistente Erin Hanan de la Universidad de Nevada, integraron tres métodos de investigación para abordar estas cuestiones. Emplearon datos de tele-detección para caracterizar incendios pasados. Aprovecharon los modelos climáticos para determinar el papel que el cambio climático ha desempeñado en los patrones meteorológicos locales, incluyendo la temperatura, las precipitaciones y la humedad. Y utilizaron un modelo de sistema de tierra para simular cómo el clima, el agua, la vegetación y los incendios forestales interactúan en el espacio y el tiempo.

Los científicos se basaron en los registros climáticos desarrollados a través de una iniciativa financiada por la Fundación Nacional de Ciencias llamada FireEarth y un modelo de cuenca hidrográfica llamado RHESSys-Fire que se originó en el Laboratorio del Equipo Tague en UC Santa Barbara. La financiación de otra iniciativa del FSN ha permitido al laboratorio de Tague incorporar avances a este modelo que representan los impactos climáticos en el fuego, así como la hidrología y el crecimiento de la vegetación. Los autores aplicaron estas técnicas a los datos recogidos en terrenos complejos en dos cuencas hidrográficas mixtas en idaho Batholith y las Montañas Rocosas Centrales.

Los resultados fueron claros, pero lejos de ser sencillos. "Para algunos lugares, encontramos que el cambio climático aumentó la actividad de incendios", dijo Tague, quien dirigió la iniciativa SERI-Fire, "pero sorprendentemente, en otros lugares, el cambio climático en realidad disminuyó la actividad de incendios".

El equipo encontró que el cambio climático aumentó la probabilidad de quemaduras y condujo a incendios más grandes y frecuentes en áreas más húmedas mientras hacía lo contrario en lugares más áridos. En áreas de humedad intermedia del suelo, los efectos del cambio climático y la extinción del fuego variaron en respuesta a las compensaciones locales entre la inflamabilidad y la carga de combustible.

Los científicos se sorprendieron de que el cambio climático pudiera disminuir la gravedad de los incendios bajo ciertas condiciones, pero Tague ofrece una explicación. "El cambio climático puede reducir el crecimiento y el desarrollo de combustibles", dijo, "particularmente en sitios más áridos".

Estos son puntos cruciales en nuestros esfuerzos por entender y manejar los incendios forestales. "Este artículo presenta uno de los primeros estudios de atribución de incendios forestales a la escala de la gestión procesable", dijo la autora principal Erin Hanan, "y muestra que las respuestas locales al cambio climático y la extinción de incendios pueden ser altamente variables incluso dentro de las cuencas hidrográficas individuales".

"Este estudio es realmente el primero en comparar directamente los efectos independientes del cambio climático frente a la supresión del fuego, que sólo se puede hacer utilizando modelos dinámicos", agregó la profesora asistente de uc Merced Crystal Kolden, quien dirigió la iniciativa FireEarth. "En realidad nos sorprendió que la señal de cambio climático fuera tan clara; eso es un poco raro. Y a pesar de que nuestro estudio se limitó a Idaho, los tipos de bosques y el clima que modelamos se encuentran en todo el oeste de estados Unidos, por lo que son buenos análogos para muchas otras cuencas hidrográficas".

Además de iluminar el papel de los principales factores de incendios forestales, la investigación también impulsa la metodología. "Este documento mueve el modelado y la predicción del fuego hacia adelante mirando dentro de las cuencas hidrográficas y desenredando los muchos factores que influyen en cómo evolucionarán los regímenes de incendios en las próximas décadas", dijo Tague.

Si bien el cambio climático sigue siendo un componente importante --el aumento de la frecuencia y la intensidad de los grandes incendios forestales en todo el mundo--, hay muchas regiones en las que los esfuerzos de represión del pasado siguen desempeñando un papel importante. La reducción de la densidad forestal es a menudo un enfoque favorecido en regiones donde décadas de extinción de incendios han aumentado significativamente las cargas de combustible. Sin embargo, las reducciones de densidad a veces tienen consecuencias no deseadas, como Tague y sus colegas detallaron en un artículo publicado recientemente en Frontiers in Forests and Global Change. Bajo ciertas condiciones, esta práctica puede fomentar el crecimiento de la vegetación, lo que puede conducir a un mayor uso del agua por parte de las plantas y potencialmente aumentar los riesgos de incendio.

Debido a que la gestión del combustible a menudo ocurre a escalas finas, se necesitan modelos espacialmente explícitos para proyectar cómo diferentes áreas dentro de las cuencas hidrográficas responderán a la supresión de incendios o a los tratamientos de combustible en las condiciones cambiantes provocadas por el cambio climático.

"Nuestros resultados nos dicen que es poco probable que un enfoque único para el tratamiento de combustibles y la gestión de incendios funcione", dijo Tague. "Los debates sobre las causas de la actividad contra incendios, y qué buenas opciones de tratamiento podrían ser, siempre deben tener en cuenta dónde se tiene en cuenta."

Fuente de la historia:

Materiales proporcionados por la Universidad de California - Santa Bárbara. Original escrito por Harrison Tasoff. 

Referencia del diario:

1.     Erin J Hanan, Jianning Ren, Christina L Tague, Crystal A Kolden, John T Abatzoglou, Ryan R Bart, Maureen C Kennedy, Mingliang Liu, Jennifer C Adam. Cómo el cambio climático y la exclusión de incendios impulsan los regímenes de incendios forestales a escalas procesables. Cartas de Investigación Ambiental, 2021; 16 (2): 024051 DOI: 10.1088/1748-9326/abd78e

Universidad de California - Santa Bárbara. "Cambio climático y extinción de incendios: Los investigadores investigan los complejos factores que alimentarán los incendios forestales del siglo XXI". CienciaDaily. ScienceDaily, 17 de febrero de 2021. <www.sciencedaily.com/releases/2021/02/210217115404.htm>.

06
Feb
2021

 

Un novedoso estudio computacional 3D vincula las características del bosque observables con el comportamiento del fuego y revela cómo la estructura forestal propaga el fuego

 

Laboratorio Nacional DOE/Los Alamos

 

Resumen:

Un nuevo análisis 3D muestra que los incendios forestales estallan en bosques poblados por árboles de tamaño similar o a prueba de escasas y ralentizan donde los árboles son más variados.

 

Forests with diverse tree sizes and small clearings hinder wildland fire growth: Novel 3D computational study links observable forest characteristics with fire behavior and reveals how forest structure propagates fire -- ScienceDaily

21
Ene
2021

good awards

“Quemamos virtualmente California cada hora para ver dónde puede haber puntos que causen mucho daño a personas o a bienes”. Lo dice Joaquín Ramírez, director de Tecnosylva, la empresa española que lidera la lucha tecnológica contra los incendios forestales en Estados Unidos y que ha sido galardonada por The New York Times con uno de sus prestigiosos premios anuales, “The 2020 Good Tech Awards”.

Technosylva no ha dejado de ser noticia positiva durante 2020, primero fue el contrato con CalFire tras ganar en el concurso a 130 empresas, entre ellas Google y Microsoft, en el suministro del servicio de predicción y evolución de los incendios forestales. Después llegó el reconocimiento público del Gobernador de California por su contribución a la lucha contra los enormes incendios forestales que asolaban el Estado y ahora llega el premio del periódico más importante de Estados Unidos y uno de los más importantes del mundo.

Destaca The New York Times que el software de modelado predicitivo “desarrollado por Technosylva permite a los departamentos de bomberos calcular hacia dónde se dirige un incendio, la rapidez con que se mueve y qué patrones climáticos podrían afectar su trayectoria. Su software se utiliza en nueve Estados y ayudó al Departamento Forestal y Protección contra Incendios de California (Cal Fire) a predecir la trayectoria de los incendios forestales iniciados en agosto de 2020, ahorrando un tiempo valioso para quienes intentan extinguir las llamas”.

Technosylva nace en 1997 y en 2013 se instala en California. La sede principal está en León, donde trabajan más de 50 personas entre ingenieros forestales, geógrafos, informáticos y otros profesionales que desarrollan los cuatro productos tecnológicos estrella de la compañía: Wildfire Analyst, Fire Response, Wildfire Risk Atlas y Tactical Analyst.

Wildfire Analyst, la herramienta instalada en CalFire, permite “evaluar y predecir los incendios cuando arrancan y ser capaz de predecir qué puede pasar en los próximos días con un análisis de riesgos, que es lo que les permite a ellos ser proactivos en la lucha contra los incendios”, comenta Joaquín Ramírez al Colegio de Ingenieros de Montes, que ha resaltado su figura y sus logros como empresa española que exporta conocimiento tecnología.

“Hacemos todos los días unos 145 millones de simulacionesquemamos virtualmente California cada hora. Cuando hay incendios simulamos cada 20 segundos su evolución y para eso utilizamos satélites de defensa americanos, cámaras en tiempo real, drones y toda la tecnología posible. Es un reto hacerla usable para tomar decisiones de forma inmediata cuando hay emergencias que suponen la evacuación de miles de personas”.

El premio, como es lógico, es un reconocimiento a años de trabajo, estudio y desarrollo de aplicaciones que se han convertido en una referencia mundial. “Es una enorme satisfacción que te reconozca el New York Times, sobre todo para mi equipo que está en León trabajando. Pero nuestra motivación es facilitar información para tomar decisiones cuando hay muy poco tiempo para tomarlas. Intentar poner encima de la mesa un poco de ciencia y de números a algo que se escapa de la imaginación humana si no lo has vivido por las dimensiones que tiene”.

Aunque la tecnología es imprescindible en la lucha contra los incendios, sobre todo para poder adelantarse a su posible evolución cuando se trata de grandes incendios y disponer de oportunidades de control y extinción, Joaquín considera que “donde tenemos que avanzar es en volver a invertir en gestión forestal para cambiar este escenario creciente de incendios extremos”. Aún así, señala que “comparada con el gasto en extinción de incendios, la inversión en tecnología en la lucha contra incendios apenas supone nada”.

Además de California, Technosylva trabaja con otros nueve Estados norteamericanos y también asesora al Laboratorio del Fuego de Misssoula (FireLab de Missoula), en Montana, el mayor centro de investigación de incendios de Estados Unidos. Han realizado la cartografía de vegetación LIDAR del Bosque Nacional de los Ángeles (Angeles National Forest). Y tiene también entre sus clientes a las tres mayores compañías eléctricas de Estados Unidos, con el objetivo de asesorarlas sobre cuándo deben cortar el suministro eléctrico cuando las condiciones meteorológicas indican un elevado riesgo de incendio forestal.

“Ahora, los profesionales españoles de la lucha contra incendios lideran las actuaciones tanto en Europa como en Latinoamerica, gracias al crecimiento técnico de este colectivo en los últimos años”, señala Eduardo Rojas Briales, decano del Colegio de Ingenieros de Montes. “Este reconocimiento a Technosylva es un acicate a la internacionalización para los profesionales y empresas españolas en el ámbito forestal, tan clave para alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente en relación con los retos climáticos, energéticos, de calidad de vida en el medio urbano, de condiciones de vida equiparables en el medio rural, de alimentación, de prevención de desastres naturales, de aguas o biodiversidad».

18
Nov
2020

 

incendios california 1

Fenómenos meteorológicos extremos como el Niño tienen influencia en las condiciones que favorecen los grandes incendios

Un estudio de los incendios forestales de California de los últimos 70 años ha comprobado la relación de los patrones meteorológicos a escala regional y las teleconexiones climáticas, que juegan un papel clave en la modulación de las condiciones propicias para el fuego. Vientos y oleadas de calor, que son clave para explicar los grandes incendios de California, están influenciados por fenómenos meteorológicos como El Niño.
Las condiciones del cambio climático, con periodos más prolongados de sequía, condiciones extremas de viento y picos de temperaturas más elevadas, unidas a un aumento de combustible por falta de gestión de la vegetación, se ven potenciadas por fenómenos recurrentes y extremos como El Niño. Los expertos hablan de cambio global y son el cóctel perfecto para grandes incendios convectivos.

La teleconexiones climáticas son anomalías de un clima regional que pueden afectar a otra región alejada. En el caso de California los fenómenos analizados son El Niño y La Niña, es decir el calentamiento y enfriamiento del mar en la zona ecuatorial del Pacífico. Se producen con una variedad irregular pero su influencia meteorológica y sus efectos devastadores en la zona tropical se dejan notar también en otras partes del planeta. Ahora sabemos que también tienen influencia directa en los incendios forestales de California.

«Comprender el efecto que la variabilidad climática causa en los grandes incendios forestales es esencial para una planificación eficiente de los recursos ambientales a largo plazo y para prever adecuadamente el peligro y el riesgo de fuego durante la temporada de incendios», explica Adrián Cardil, autor principal del estudio, investigador del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC) y técnico de la empresa Technosylva, suministradora del programa de prevención de riesgos del Departamento Forestal y Prevención de incendios de California CalFire.

“Disponemos de una ingente cantidad de datos en tiempo real de los incendios en California y de su histórico. Esto nos ha permitido analizar la meteorología de los incendios mayores de 100 hectáreas, principalmente las variables del viento y la sequía, y cómo se relaciona con el fenómeno de El Niño y La Niña”, comenta Adrián Cardil.

Y la conclusión a la que han llegado es que hay una relación directa entre este fenómeno meteorológico, el estado de la vegetación y la probabilidad de incendios en California. “Hemos comprobado que cuando es año de Niña es un año más seco en California y aumentan los incendios en primavera. Por el contrario, cuando es año de Niño, hay mayor humedad en primavera lo cual provoca un aumento del pasto y combustible fino, y los problemas de incendios se trasladan al verano u otoño, cuando esa vegetación se ha secado. Se trata de una influencia significativa, lo cual no implica que se cumpla a rajatabla todos los años”, confirma Adrián.

Estos fenómenos extremos pueden potenciar a otras variables como la sequía. “No todos los incendios se pueden explicar por acción del cambio climático. El estudio lo contextualiza dentro de otras problemáticas como son las teleconexiones climáticas, que comportan cambios meteorológicos recurrentes que pueden aumentar sus efectos. Se establecen sinergias entre estos fenómenos que actúan a distintas escalas espaciales. Es un cóctel que explica los incendios de California”, asegura Sergio de Miguel, coautor del estudio, profesor en la Universidad de Lleida y director del GFBI (Global Forest Biodiversity Initiative) Hub.

Lo que sí parece explicar el cambio climático es que se produce una lenta ampliación de la campaña de incendios. “Cada vez se observa con más claridad que hay un alargamiento de las condiciones ideales para los incendios. Tenemos más ventanas para incendios más grandes, en un escenario con acumulación de vegetación por falta de gestión. Se acumula el combustible y nuestra exposición aumenta en meses de abril y mayo en California y el Mediterráneo”, afirma Adrián.

Condiciones meteorológicas globales, regionales y locales se alían para dibujar un paisaje preocupante. A ellas hay que sumar los factores socioeconómicos “que implican un cambio en el uso del territorio. Por esto, no debemos hablar sólo de cambio climático, sino de cambio global» explica Sergio de Miguel.

La investigación se publica en la revista científica Science of the Total Environment bajo el título Coupled effects of climate teleconnections on drought, Santa Ana winds and wildfires in southern California y cuenta con la participación de investigadores del resto de España, Reino Unido, Italia y Estados Unidos.

Similitudes con el Mediterráneo

No todos los incendios forestales mundiales responden a la misma dinámica. En las zonas tropicales la fuerza motora es un cambio de uso en el suelo. En el contexto mediterráneo compartimos situaciones socioeconómicas comunes con California muy distintas de las tropicales. Entre California y el Mediterráneo existen similitudes de vegetación, meteorológicas y de falta de gestión del territorio por razones diferentes.

Se da la circunstancia de que en el mes de octubre en California se producen los temidos vientos de Santa Ana, con velocidades constantes de 100 km/h. En el arco mediterráneo no se producen estos vientos tan fuertes de forma recurrente pero sí se producen vientos de Tramontana en Girona o de poniente en otros lugares que crean las condiciones favorables para grandes incendios.

“Las condiciones no son exactamente iguales entre California y el Mediterráneo pero se asemejan bastante en cuanto a vegetación, meteorología, acumulación de combustible y la disposición de viviendas y núcleos urbanos en contacto directo con terrenos forestales”, comenta Adrián.

Este es otro factor que condiciona las tareas de extinción, y que puede dar lugar a grandes incendios, al obligar a emplear los recursos del dispositivo en la protección de núcleos urbanos y viviendas que salpican un territorio más vulnerable a incendios forestales.

“El cambio climático contribuye a incrementar periodos de sequía y abre más ventanas de oportunidad para ignición. Crea las condiciones ambientales para episodios de grandes incendios forestales”, confirma Sergio de Miguel.

¿Qué se puede hacer?

“Los incendios dependen de tres variables: topografía, meteorología y vegetación.
La topografía no la podemos variar; sobre la meteorología poco podemos hacer de forma inmediata; y sobre la vegetación es la única variable que podemos actuar gestionando el combustible”, señala Adrián.

Para Sergio de Miguel es obligatorio gestionar el territorio y especialmente realizar gestión forestal. “La solución es revertir la situación, volver a dar vida a las zonas rurales que permitan crear paisajes más diversos. Se llama bioeconomía y consiste en dar valor a los recursos forestales, naturales y renovables, para que sean generadores de oportunidades en territorios abandonados o a punto de serlo. Nuevos usos energéticos de la biomasa forestal, la sustitución de materiales contaminantes en la construcción por madera estructural o la utilización de fibras de la madera en el textil y en proyectos de nanotecnología pueden ser un ejemplo”.

Las quemas prescritas pueden ser una herramienta más en la gestión del territorio. El abandono de esta práctica por presiones de grupos ecologistas o sociales ha sido señalado en varias ocasiones como una de los agravantes de los grandes incendios en California y Australia, donde los ecosistemas estaban acostumbrados al fuego.

“Es verdad que se utilizan menos las quemas prescritas en California, pero, en mi opinión, hay que entenderlas como una herramienta para crear zonas de defensa que permitan maniobras seguras y un trabajo eficaz al dispositivo de extinción. No podemos poner en peligro a nuestros equipos, tenemos que hacer una gestión del combustible que les permita trabajar de forma segura”, afirma Adrián.

Para Sergio de Miguel, “debemos partir de la base que el fuego forma parte de la ecología del territorio y después decidir cómo queremos convivir con el fuego, con qué tipos de incendios podemos convivir”.

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