Incendios Forestales

01
Ago
2019


Leemos con satisfacción la noticia que reproducimos del diario El Mundo. Para nosotros lo más importante de ella es que el Consejero de Medio Ambiente recalca la necesidad de realizar la selvicultura necesaria como prevención de los incendios forestales ya que disminuiría el riesgo de grandes incendios. Vaya por delante nuestra alegría por una decisión tan correcta desde un punto de vista técnico.

En DISTRITO FORESTAL creemos que es un gran avance que el Consejero Sr. Mir haga hincapié en la necesidad de la selvicultura preventiva. Desde aquí le felicitamos por la decisión y esperamos que, en los próximos presupuestos de las Islas Baleares, se contemple una dotación presupuestaria suficiente para poderla realizar.

A continuación reproducimos el artículo de prensa

Unidos contra los 'megaincendios' de sexta generación


Medio Ambiente insta a los ayuntamientos a implicarse en la lucha contra el fuego con sus propios planes municipales. La aridez extrema y la mayor masa forestal agravan los riesgos

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Imagen del incendio de 2013 en Andratx, el mayor de la historia en Baleares. EL MUNDO

Megaincendios de sexta generación. El concepto ha hecho fortuna en los dos últimos veranos, más por su impacto pegadizo que por su capacidad para generar consenso entre los expertos forestales. En cualquier caso, si no en la nomenclatura sí hay acuerdo acerca del endurecimiento de las condiciones del paisaje y de la creciente dificultad para contener y sofocar incendios. De ahí que ayer la Conselleria de Medio Ambiente emplazara a los ayuntamientos a mojarse y a colaborar en la lucha contra el fuego con una planificación propia.


El nuevo conseller, Miquel Mir, inauguró en el día de ayer la segunda edición de los encuentros con los responsables municipales para la prevención de los incendios forestales. A la cita asistieron hasta 25 representantes de los distintos consistorios que fueron instados a jugar un papel primordial en una lucha que Mir quiere hacer lo más transversal posible, con las corporaciones locales como primer barrera de defensa contra el fuego.


Así, el conseller -que estuvo acompañado de varios expertos en incendios forestales- hizo hincapié en el desarrollo de planes municipales contraincendios, al igual que ya existen o se están desarrollando planes municipales contra inundaciones. Parte importante de esos planes debe ir enfocada a cuestiones de concienciación ciudadana y de fomento de las medidas de autoprotección, esto es, el acondicionamiento que los propietarios de viviendas en suelo forestal deben acometer para hacerlas menos vulnerables al fuego.


Mir recordó que «hace solo una semana nuestros servicios de extinción pudieron controlar hasta seis incendios simultáneos en Mallorca, pero debemos ser conscientes de que con otras condiciones meteorológicas más adversas o simplemente con puntos de inicio más próximos a zonas residenciales o turísticas, las opciones de control inmediato de estos incendios posiblemente hubieran disminuido drásticamente».


El conseller recordó los últimos megaincendios de Grecia, California y Cataluña para remarcar que «nos toca aprender a convivir con los incendios y esto exige generar una cultura del riesgo que impregne todas nuestras decisiones territoriales, ambientales y culturales».

INCENDIOS DE SEXTA GENERACIÓN


En ese sentido, el concepto de los incendios de sexta generación hace referencia a un tipo de fenómenos que se viven desde hace tres o cuatro años (la primera generación se situaría en torno a las décadas de los 50 y 60) y que están condicionados por una aridez extrema del terreno consecuencia del Cambio Climático. A ello hay que sumar la cada vez mayor masa forestal disponible como combustible, debido al abandono de la actividad agraria y a la falta de intervención para gestionar la masa inerte (llegando a integrar en la ecuación la llamada paradoja de la extinción: cuanto más tiempo pasa sin un incendio, más material hay para que el día que se produzca sea más devastador). Con todos estos elementos confabulando entre sí, cada vez son más frecuentes estos tipos de megaincendios, los cuales llegan a liberar una cantidad de calor que pueden llegar incluso a modificar la meteorología de su entorno.


Hay que tener en cuenta que se trata de incendios de decenas de miles de hectáreas de bosque, algo que nunca se producirá en Baleares por cuestiones territoriales: el mayor incendio, el de la Serra de Tramuntana en 2013, arrasó 2.335 hectáreas. Con todo, los riesgos y las condiciones extremas también han aumentado para el archipiélago. Por ello, Mir insistió en que es necesaria más inversión en silvicultura preventiva, desarrollo rural o aprovechamiento de la biomasa forestal. Los ayuntamientos, por ende, «deben fomentar una intervención constante», no solo de los propietarios, sino también de usuarios, agentes turísticos, técnicos y payeses. «Es necesario trasladar a cada ciudadanos un compromiso activo respecto a la defensa de su seguridad», sentenció el conseller.
En sentido, hizo hincapié en que se planteen las medidas de autoprotección como una actuación particular exigible legalmente, «como lo fue en su día implantar el cinturón de seguridad en los coches o los extintores en los edificios».


Reproducido del Diario El Mundo 18/07/2019

29
Jul
2019

La cifra es elocuente: a 28 de julio habían ardido 53.119 ha de monte.

 

noticias de Almeria                                                                   Fotografía de noticiasdealmeria.com

Es más del quintuplo de la superficie de 2018. Un año como 2019 en que ha habido una primavera seca y cálida por encima de lo habitual unido a las olas de calor ha generado esta desastrosa situación que deseamos amaine en los próximos meses.


Sin embargo, las condiciones que se han producido en 2019, desde hace varios años son bastante frecuentes; es más, sin necesidad de acudir a sortilegios para prever el futuro, resulta previsible que, teniendo en cuenta los años anteriores de este siglo, estas situaciones meteorológicas se repetiran cada tres o cuatro años.


Pese a ello son muchas las administraciones, autonómicas y no autonómicas, que solo preven 3 o 4 meses de campaña de incendios pese a que la experiencia indica que las primaveras y los meses de octubre puedan ser tan secos como el mes de julio.


Urge que los responsables de Medio Ambiente aumenten el periodo de las campañas contra incendios con todos los efectivos del verano, al menos desde quince de marzo hasta quince de octubre como periodo mínimo.

 

12
May
2019

SE PRODUJO EN ABRIL DE 2018



Afectó a 391,80 hectáreas incluidas en Red Natura 2000 pertenecientes al término municipal de Granadilla de Abona, en Santa Cruz de Tenerife

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Los trabajos de restauración hidrológico-forestal y de la biodiversidad han supuesto una inversión de 212.992,68 euros


El Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, a través de la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Política Forestal, ha finalizado las obras de restauración hidrológico-forestal y de la biodiversidad de las áreas afectadas por el incendio forestal que se produjo en Tenerife entre los días 8 y 11 de abril de 2018. Unos trabajos que han supuesto una inversión de 212.992,68 euros.

Este incendio afectó a 391,80 hectáreas incluidas en Red Natura 2000 pertenecientes al término municipal de Granadilla de Abona, en Santa Cruz de Tenerife.

Los objetivos que han cumplido estas actuaciones hidrológico-forestales de emergencia sobre las zonas afectadas por el incendio forestal, han sido disminuir el aporte de cenizas y arrastres, así como facilitar la regeneración vegetal, impidiendo la destrucción del regenerado natural por parte de la abundante población de conejo existente en la zona.

Todo ello para lograr el restablecimiento de la vegetación, para garantizar el suministro de agua potable y evitar la proliferación de plagas y de procesos erosivos, como consecuencia del debilitamiento y pérdida de la cubierta forestal.

Fuente MAPA

26
May
2019

Un nuevo software, diseñado por la Universidad de Córdoba, mide el impacto económico de un incendio teniendo en cuenta tanto los recursos materiales como la utilidad para el ocio y recreo, el valor paisajístico y, ahora también, la fijación de carbono.
Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba trabaja en una herramienta visual para determinar el comportamiento de un incendio en un terreno y medir las pérdidas económicas que provoca de una forma más precisa, evaluando no solo los recursos tangibles sino también los intangibles. Se trata del programa Visual Seveif (Sistema de Evaluación Económica de Incendios Forestales) en el que llevan trabajando desde hace unos años.
Cada una de las variables y ecuaciones que se incorpora a la herramienta para evaluar el impacto económico están respaldadas por una investigación científica. La última variable ha sido la de la fijación de carbono.
Para generar esta ecuación que mide las pérdidas económicas en relación a la fijación de carbono de un bosque, se han analizado dos incendios diferentes, según publica en un artículo el grupo de investigación integrado por los profesores de la Universidad de Córdoba Francisco Rodríguez Silva, Miguel Ángel Herrera y Juan Ramón Molina en la revista Envirommental Impact Assesment Review.
El primero de estos incendios tuvo lugar en 2011 en Cerro Vértice en la provincia de Córdoba que arrasó más de 140 hectáreas de matorral, pinar y pastos. El segundo se originó a raíz de la caída de un avión militar en el paraje de Cañadas Catena en Jaén en el que ardieron más de 200 hectáreas de bosque denso de pino.
Se han tenido en cuenta diversas variables como el valor del precio del carbono, la capacidad de fijación de carbono de cada una de las especies, la edad de los árboles e, incluso, los años de aprovechamiento establecidos en su proyecto de ordenación. Pero la pérdida económica de un incendio nunca se produce al 100%. Esta también depende de la longitud de la llama y de la intensidad del fuego. En el programa Visual Seveif todo esto está contemplado con el objetivo de que la estimación del impacto económico sea lo más precisa posible.
Esta herramienta ya se está utilizando en diversos ámbitos de la investigación científica pero también en la gestión directa de incendios. El siguiente paso es convertir este software en una plataforma web para facilitar el acceso de los usuarios y hacer los cálculos de manera rápida con los que ayudar a identificar y priorizar áreas para actividades de restauración y optimizar la asignación de recursos.
Fuente:
Agencia SINC

Reproducido de CESEFOR

07
May
2019

asturias

El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural ha valorado recientemente el anuncio del Principado de Asturias sobre un estudio estratégico, a punto de hacerse público, sobre mejoras del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) incluyendo la creación de 78 nuevas plazas con un incremento de 3,3 millones de coste anual.


En un comunicado, el Colegio apunta que este órgano reconoce "el esfuerzo realizado por los sucesivos gobiernos del Principado de Asturias para crear y mantener un servicio de emergencias generalista y profesional que tiene como una de sus misiones la extinción de los incendios forestales", subrayando datos como que desde 2001 el gasto en extinción casi se ha multiplicado por seis; en los últimos años aproximadamente el 40% del presupuesto del SEPA se destina a los incendios forestales, a lo que hay que sumar el coste, nada desdeñable, del personal que trabaja en el 112, los bomberos y auxiliares de bomberos. Esto sin contar con el personal y medios facilitados por la Administración General del Estado.


Sin embargo, el Colegio lamenta que en los últimos años se haya asistido "a un aumento de las superficies quemadas y de los siniestros con afección a la población, por lo que nos atrevemos a asegurar sin temor a equivocarnos que, aun siendo la extinción la necesaria respuesta a la emergencia, la solución debe llegar desde la prevención integrada en la gestión de los montes". Los expertos coinciden en que nos enfrentamos a un agravamiento del problema, debido la mezcla de varios factores negativos entre los que cabe señalar el incremento del potencial combustible en los montes y el cambio climático, que hacen que los incendios forestales no puedan enfrentarse -como hasta ahora- sólo desde la extinción. Es necesario gestionar el monte para evitar que su vegetación se convierta en el combustible de los incendios y en esta gestión hay que analizar y prever los potenciales grandes siniestros y su defensa.


Falta de personal


"Somos testigos del debate social y mediático recurrente desde el año 2015, y de la sensibilidad y la demanda de medidas preventivas, reclamadas también desde la propia Junta General del Principado, por lo que no entendemos como el Gobierno del Principado de Asturias ni si quiera haya hecho referencia a un estudio o análisis sobre las necesidades también en medios y recursos para la prevención y la gestión forestal", apuntan en el comunicado. Frente a la decidida inversión en medios humanos y materiales desde el año 2000, hasta profesionalizar la extinción con más de 450 miembros del ahora SEPA -a los que el anuncio del portavoz indica que aún podrían sumarse hasta 78 más- el Servicio de Montes, unidad responsable dentro de la Consejería competente en la prevención de los incendios forestales, se mantiene con la misma dotación humana que ya era escasa en el año 2001.


"A pesar de que la labor de prevención se configura cada vez más como el eje fundamental, para evitar o mitigar los efectos de los incendios, en 18 años no se ha visto en absoluto reforzada", afirman desde el Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales, y temen que esta inacción "sea debida a que los responsables políticos todavía no han comprendido la apremiante necesidad de disponer de suficiente personal facultativo para poder planificar y realizar con acierto las medidas preventivas necesarias".


Los datos facilitados por los ingenieros técnicos forestales que desempeñan su labor en la administración regional no dejan lugar a duda: el volumen de trabajo en informes, expedientes, inspecciones y supervisión de particulares, etc., suman cerca del 40% del total de la superficie forestal de Asturias lo que dificulta sobre manera la atención de los montes de gestión directa. Además el Servicio de Montes también gestiona más del 40% del volumen de los asuntos que tienen registro de entrada de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales con menos del 23% del personal total de la Consejería; y referido al personal facultativo este valor es incluso inferior al 10% del total correspondiente.


Planes de defensa contra incendios forestales


El comunicado del Colegio incide en que la falta de medios que se detecta en las actuales deficiencias en planificación "es elocuente y habla por sí sola; basta decir que 55 de los 78 concejos asturianos fueron declarados zonas de alto riesgo de incendios en 2007, y a pesar de que, según la Ley de Montes, en estos terrenos es obligatorio contar con un Plan de Defensa contra Incendios Forestales no se ha hecho absolutamente nada". Después de 12 años trascurridos no se ha aprobado ninguno, señalan al tiempo que opinan que se deben duplicar las ayudas a los ayuntamientos para trabajos de prevención, como de hecho se ha presupuestado para 2019, "pero esta positiva medida podría quedarse en papel mojado puesto que no hay personal cualificado suficiente en los concejos para proyectarlas (ni siquiera para supervisarlo por la administración regional), ni tampoco existe ni se ha previsto una planificación a medio y largo plazo que oriente las actuaciones".


Según esta agrupación profesional, "en la dimensión actual de los medios humanos disponibles sería más efectivo, con un gasto notablemente menor, poner en marcha un proyecto dinámico y plurianual con varios equipos regionales para la realización de quemas controladas y apoyo técnico a la gestión consensuada de los montes comunales que dé continuidad a la labor, ahora estacional, realizada por las tres Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) y los trabajos de la Brigada de Labores Preventivas (BLP) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación".



Fuente:
Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural

INDFORMA 25/Abr/2019

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