Política Forestal

02
Jun
2022

 

Autoría: Damián Copena Rodríguez

Profesor Ayudante Doctor, Universidad de Oviedo

Entre la propiedad privada y la pública existe una tercera alternativa: la propiedad colectiva. Esta forma de propiedad cuenta con gran relevancia superficial en áreas de monte del noroeste de la península ibérica.

Los montes vecinales en mano común son propiedades que podemos caracterizar como comunitarias (legalmente son privado-colectivas) y que se enmarcan en el ámbito de los comunes. Estos bienes están dentro de un ámbito con gran interés científico. Así lo demuestra el Premio Nobel de Economía obtenido por Elinor Ostrom, la primera mujer que consiguió ese galardón, por sus trabajos sobre el gobierno de los bienes comunes.

Comunidades abiertas y democráticas

Desde los ámbitos urbanos existe un cierto desconocimiento sobre esta singular figura de propiedad. Por tanto, pueden llegar a sorprender algunos datos y sus principales características.

Los montes vecinales en mano común cuentan con una gran relevancia superficial en el noroeste de España. El caso de Galicia es el más significativo: más de 660 000 hectáreas, que representan más del 20 % del territorio gallego, cuentan con la caracterización de monte vecinal.

Por otra parte, la participación en las instituciones que gestionan estos montes (las comunidades de montes vecinales en mano común) está ligada directamente a la residencia en el lugar donde se localiza el monte vecinal. De este modo, se pueden considerar como entidades abiertas. Cada individuo que se traslada a vivir a una aldea que cuente con esta clase de propiedad colectiva puede formar parte de la comunidad, participando en la toma de decisiones y en los aprovechamientos del monte.

Además, estas instituciones también cuentan con un componente democrático. Así, las decisiones más importantes se toman en asamblea y cada casa representa un voto.

Principales características

Los montes vecinales en mano común, como propiedades de carácter germánico, también cuentan con las siguientes características recogidas específicamente en los documentos legislativos que los regulan.

Son bienes inalienables, por lo que no se pueden comprar ni vender.

Son indivisibles, no pudiendo ser repartidos entre los vecinos.

Son inembargables.

Son bienes imprescriptibles, por lo que esta clase de propiedades no pierden sus características a lo largo del tiempo y se pueden recuperar por parte de las comunidades locales.

En definitiva, los montes vecinales son propiedades con características singulares. Son bienes diferentes a otras formas de propiedad, privada o pública.

Una trayectoria complicada

Su trayectoria se puede considerar convulsa. Las comunidades locales perdieron el control de estos bienes en diferentes períodos históricos, como el franquismo, hasta finales de los años setenta. A través del patrimonio forestal del Estado se realizaron plantaciones forestales masivas, de forma que las comunidades locales perdieron el control y el uso de esos montes, que eran fundamentales para el soporte de las economías familiares y el sistema agrario.

Tradicionalmente, se utilizaban para su aprovechamiento por el ganado, la obtención de cereales, madera o tojo, para fertilizar las tierras de cultivo. De hecho, una de las principales transformaciones de estos montes tuvo lugar en el siglo XX, después de la década de 1940, a partir de su forestación masiva. Este proceso tuvo lugar con especies arbóreas de crecimiento rápido, lo que supuso un brusco cambio de usos en estas propiedades.

No será hasta la década de los años setenta cuando se produce la recuperación del control y de la gestión de los montes vecinales por parte de los habitantes locales, hasta alcanzar la relevante cifra superficial de hoy en día.

Actividades de interés económico y ambiental

Los montes vecinales cuentan con unas características singulares que posibilitan la utilización de lógicas y racionalidades vinculadas con el bien común y la colectividad. En este sentido, aunque predominan los aprovechamientos forestales, en los últimos años están surgiendo interesantes iniciativas con otras racionalidades impulsadas directamente por las personas comuneras. Experiencias que utilizan de manera sostenible sus recursos locales, creando actividad económica y dinamizando los entornos geográficos donde se localizan.

Estas iniciativas se enmarcan en la multifuncionalidad del monte. Esta requiere una compatibilización de las funciones económica, social y ambiental. De este modo es necesario tratar de que exista un cierto equilibrio entre estas tres funciones del monte.

Así, podemos encontrar diversos ejemplos de comunidades de montes vecinales que realizan actividades de interés. Hay algunas que tienen explotaciones que están certificadas como de producción ecológica. Por ejemplo, la Comunidad de Couso produce la seta conocida como shiitake. La de Penamá obtiene carne de bovino con ganado de razas autóctonas.

El monte vecinal de Carballo cuenta con un coto micológico certificado por el organismo regulador de la agricultura ecológica. En él, las personas comuneras y los visitantes pueden recoger setas silvestres.

Algunas de las iniciativas incluso han obtenido visibilidad a nivel internacional. Esto ocurre con la reciente declaración como ICCA –territorios y áreas conservados por pueblos indígenas y comunidades locales o territorios de vida– de varias comunidades de montes vecinales de Galicia. Así, las entidades colectivas de Covelo, Teis, Froxán y Couso han sido reconocidas dentro de esta iniciativa impulsada por el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas.

Otras comunidades también hacen hincapié en cuestiones patrimoniales como, por ejemplo, Paraños, y muchas cuentan también con el apoyo de voluntariado, como Coruxo.

También hay experiencias vecinales que recuperan actividades tradicionales como la recolección de resina, tarea que realizan en Baroña. Muchas de estas iniciativas son recientes y están abarcando nuevos ámbitos, desde una perspectiva vinculada con la sostenibilidad.

En definitiva, los montes vecinales son propiedades colectivas localizadas en el mundo rural y gestionadas por los habitantes locales. Por sus singulares características tienen potencial para el desarrollo de iniciativas sostenibles a partir de la acción colectiva.

A pesar de las grandes dificultades con las que cuentan, en un contexto complejo como el que existe actualmente, se han puesto en marcha diversas experiencias recientes de interés basadas en la multifuncionalidad y en la sostenibilidad.

01
Jun
2022

 

La Asociación Forestal de Galicia, PROMAVI y Promagal han organizado en Viveiro un encuentro de asociaciones de propietarios forestales (PROMAS) de la Armada para abordar el futuro de las especies en el marco de la bioeconomía. La reunión constató el compromiso de los propietarios forestales en mejorar la gestión de los bosques de eucalipto, con la mejora de su biodiversidad y su manejo, con el fin de fortalecer los servicios ambientales que ya brindan.

El acto sirvió también para presentar el Informe forestal de eucalipto en Galicia y la Cornisa Cantábrica, editado por la Confederación de Organizaciones Forestales de España (COSE). El documento confirma que la gestión sostenible del eucalipto representa una oportunidad en los humedales de la Península Ibérica, en el contexto de la bioeconomía, ya que la especie proporciona una materia prima renovable que, ambientalmente, es de especial interés para mitigar el cambio climático.

El informe señala que los bosques de eucalipto aportan a la contabilidad de CO2 de España la fijación de unos 65,2 millones de toneladas de carbono, de las que más de la mitad corresponden a Galicia. La especie destaca por ser una de las que más carbono absorben en la atmósfera, por ejemplo, en sus primeros 20 años, un pie de eucalipto capta ocho veces más carbono que un roble, según datos del Ministerio de Transición Ecológica.

A esta capacidad se suma el hecho de que los materiales derivados del eucalipto (madera, papel, fibra, etc.) sustituyen a productos fósiles, como plásticos, hormigón o acero, con mayor huella de carbono, según se detalla en el informe.

Una tercera cuestión ambiental a tener en cuenta es que el consumo europeo de madera ayuda a reducir el potencial de deforestación por importaciones de países del sur, ya que mientras Europa es un continente que sigue aumentando sus masas forestales de forma progresiva, asegurando su aprovechamiento sostenible, la gestión forestal en otros continentes carece de estas garantías.

Compromiso de los propietarios

El informe forestal de eucaliptos desmiente el mito sobre los supuestos riesgos asociados a la especie y se centra en el tema: el riesgo no es la especie, sino la falta de manejo forestal o la mala gestión técnica. Por ello, las asociaciones de propietarios forestales apuestan por optimizar su cultivo, integrándolo en paisajes rurales más resistentes a los incendios y a los riesgos asociados al cambio climático.

Una apuesta clara a partir de ahora será la combinación de plantaciones de eucalipto con franjas de árboles caducifolios donde sea técnicamente aconsejable (vallado con arroyos, entorno de casas y asentamientos, proximidad de carreteras, etc.), así como el respeto de las necesarias distancias de plantación que marque la legislación en cada momento.

Fuente: Asociación Forestal de Galicia (AFG)

01
Jun
2022

 

La Xunta se ha marcado como objetivo del sector forestal gallego superar los 10,9 millones de metros cúbicos de madera con uso industrial. Según sus cálculos, supondrá un incremento de la facturación de la cadena monte-industria en un 8 %, hasta conseguir los 2.700 millones de euros anuales y permitirá alcanzar 25.000 puestos de trabajo. En 2019 se cortaron algo más de 9 millones de m³ en Galicia. Para el consejero de Desarrollo Rural, José González, el sector forestal “es una de las principales fuentes de creación de riqueza y empleo en el rural gallego”.

Señaló el consejero, José González, la importancia de tres acciones legislativas para lograr este objetivo. La primera la Ley de recuperación de la tierra agraria, que contempla tanto los usos agrícola y ganadero como forestal, favorece a las agrupaciones forestales de gestión conjunta y apuesta por los polígonos forestales.

La segunda el desarrollo del Plan Forestal de Galicia 2021-2040, “una herramienta necesaria para comenzar a ahondar en el papel de la silvicultura y la gestión forestal como mecanismo fundamental para conseguir un territorio resiliente, un monte ordenado y con biomasa controlada que, además de ser fuente de riqueza, no arda o tenga menos posibilidades de arder”.

La tercera es la futura ley de lucha integral contra los incendios forestales, que marca la clave de la defensa precisamente en la gestión del territorio.

Entra las acciones concretas que permitirán ese objetivo de producción señaló el consejero la diversificación del monte gallego, a través de los planes estratégicos del castaño y del pino.

En segundo lugar, señaló la estrategia de la Xunta a favor de la digitalización y descarbonización, con el objetivo de acelerar los procesos productivos del sector, incidir en la simplificación administrativa, ahondar en el consumo y acumulación de información actualizada y fiable y conseguir políticas kilómetro cero o de cercanías.

En tercer lugar, la elaboración continua del Inventario Forestal de Galicia, que aporta conocimiento e informatización el territorio forestal gallego para tomar decisiones.

Y, por último, la tramitación telemática de las talas, la simplificación administrativa de estos procesos, el Observatorio forestal y la detección satelital de las talas.

El director general de Planificación y Ordenación Forestal, José Luis Chan, señaló que la bioeconomía y la economía circular, son guías de esa gestión forestal. Y abogó por que el sector forestal ahonde en su carácter “responsable, transparente y maduro”, al apostar por una gestión forestal activa, pero sostenible, basada en un monte multifuncional y con futuro. Algo que, resaltó, “constituye una exigencia social irrenunciable”.

01
Jun
2022

 

El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se reunió el pasado 20 de mayo con la Mesa Intersectorial de la Madera de Castilla y León, que aglutina a los principales representantes del sector forestal y de su industria en la Comunidad, entre ellos los representantes de las asociaciones AVEBIOM, CEMCAL, FAFCYLE y ASEMFO, para darles a conocer un plan de choque diseñado por la Consejería que permita incrementar la puesta de madera en el mercado, que así lo demanda, y consensuar con el sector forestal y la industria de la madera una colaboración intensa para que el plan sea efectivo y eficaz. La finalidad es dinamizar el sector entre todos y paliar la situación de crisis de materia primas provocada por la recuperación acelerada post-COVID y los cambios en el mercado internacional por la guerra en Ucrania, teniendo por objetivo la agilización de los aprovechamientos dentro de la sostenibilidad y la conservación y creación de empleo rural, siendo un instrumento esencial de lucha por el reto demográfico.

Entre la batería de medidas dadas a conocer, las más urgentes hacen referencia a la agilización de los procedimientos de enajenación de lotes de madera en los más de 3.500 montes de utilidad pública gestionados por la Consejería, para lo que se procederá a la incorporación inmediata de técnicos y agentes medioambientales para incrementar la dotación de los servicios territoriales y centrales en materia de aprovechamientos forestales, además de la puesta en marcha de servicios de apoyo especializados en la tramitación de las enajenaciones y en la elaboración de nuevos lotes.

A corto plazo, también está prevista la modificación de la Ley 3/2009, de Montes de Castilla y León, para agilizar los trámites necesarios para realizar los aprovechamientos forestales y la aprobación de un nuevo decreto de aprovechamientos forestales en montes en régimen privado.

Finalmente se ha anunciado el inicio de la certificación de las primeras al menos 25.000 hectáreas en gestión forestal sostenible FSC, algo intensamente demandado por la industria de la Comunidad, y cuyo proceso de auditoría se iniciará la próxima semana, para unirse a las ya casi 800.000 hectáreas ya certificadas por el sistema PEFC, cuya auditoría concluyó la semana pasada con resultado plenamente satisfactorio, con casi 50.000 hectáreas más que el pasado año.

El consejero, en su comparecencia en las Cortes de Castilla y León del pasado día 17, ya expresó su compromiso de trabajar para dinamizar la actividad y generar empleo en el territorio forestal de la Comunidad (más de la mitad de su territorio y el del 40% de sus municipios) garantizando plenamente la sostenibilidad, y avanzó los ejes de actuación sobre el territorio:  la movilización y aprovechamiento de los recursos forestales endógenos de todo tipo y su capacidad de creación de empleo y fijación de población activa, por un lado, y la consolidación y desarrollo del tejido industrial basado en la transformación de los productos forestales y el fomento de iniciativas empresariales ligadas al monte, por otro.

Impulso a la I+D+I en el sector forestal

El consejero también ha dado a conocer en la reunión las medidas previstas a corto plazo, entre ellas,  promover la concentración e informatización de los procedimientos de ventas públicas de madera, abordar la digitalización en la tramitación de los aprovechamientos, desarrollar la ordenación de la producción forestal, implantar el inventario forestal continuo, aprobar antes de fin de 2022 un nuevo decreto de planificación forestal que articule marcos más flexibles y sencillos, incrementar la superficie ordenada de forma sustancial, mejorar la formación del personal técnico y de los agentes medioambientales en esta materia, convocar ayudas al sector para la modernización de maquinaria especializada, establecer una línea de ayudas a la formación en el manejo de maquinaria forestal pesada, potenciar con la Consejería de Economía y Hacienda el apoyo a las inversiones en las industrias de segunda transformación y de aprovechamiento y valorización de la biomasa forestal, así como un impulso significativo a la I+D+i en el sector forestal.

A todas estas medidas se une el impulso a la construcción de centros logísticos para la recepción y transformación de biomasa, avanzar en la integración de los aprovechamientos de la biomasa generada en los tratamientos selvícolas preventivos, incrementar las superficies certificadas, apoyar el papel de las asociaciones de propietarios forestales en la concentración de fincas forestales y buscar fórmulas de reorganización administrativa más activas, ágiles y efectivas.

El consejero ha informado también a los representantes de la Mesa Intersectorial de la Madera de las nuevas competencias relacionadas con el sector forestal que ha asumido la ahora Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, como las ayudas públicas a las explotaciones forestales, al asesoramiento forestal y a la industria forestal no alimentaria de primera transformación, de acuerdo con las recomendaciones del Consejo Económico y Social de Castilla y León y lo previsto en el Programa de Movilización de los Recursos Forestales.

Los representantes de la Mesa agradecieron la rapidez de la convocatoria, así como manifestaron la adecuación del plan de choque a sus demandas, que incluye la apertura de unos grupos de trabajo permanentes sobre las cuestiones concretas que más preocupan al sector y que entienden merecedoras de una especial atención, revisión y consenso, acordando la celebración de reuniones mensuales de seguimiento.

Fuente: CESEFOR

25
May
2022

El manifiesto “Sumar complicidades” busca el apoyo de la sociedad, en general, y del sector forestal en particular, en defensa de los Montes de Utilidad Pública. Defiende su gestión forestal sostenible y el desarrollo de los pueblos directamente relacionados con ellos a partir del aprovechamiento de sus recursos naturales y el pago por los servicios ambientales que prestan. Este manifiesto se puede firmar enviando los datos al correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

La iniciativa surgió de la Vocalía Forestal de la Asociación de Municipios de Montaña esMontañas, que organizó una mesa participativa con más de cincuenta entidades del mundo rural durante la celebración del Día Internacional de las Montañas 2022 celebrado en Orea y Orihuela del Tremedal.

Los objetivos del documento son: reivindicar la importancia de la figura de los Montes de Utilidad Pública (MUP); la necesidad de su gestión forestal sostenible como garantía de su conservación, de la obtención de productos naturales y renovables y de los servicios ecosistémicos que prestan; y su papel fundamental, a través de la bioeconomía, para el mantenimiento de los pueblos directamente relacionados con ellos.

El documento comienza con una descripción del contexto: reconoce la importancia de los MUP como primera figura de protección de bosques de España. Señala cómo su gestión sostenible, “desde hace más de un siglo”, ha creado bosques que proporcionan servicios ecosistémicos “esenciales” para la sociedad de hoy, como evitar la desertificación, regular el ciclo hidrológico y preservar la fertilidad de las tierras agrícolas, servir de “amortiguadores de los excesos climáticos”, y constituyen el mayor foco de biodiversidad terrestre, además de “lugar cada vez más reclamado para el esparcimiento, ocio y salud”.

Destacan su papel mitigador del cambio climático que “no solo pasa por crear nuevos bosques sino por gestionar los actuales en su papel como sumideros de carbono, como sustitutivos de otros materiales más contaminantes y con mayor huella de carbono”.

Los MUP “han contribuido a la generación de empleo fijando población en el pasado” y ofrecen un enorme potencial de bioeconomía al “ser fuente de recursos naturales renovables y reciclables, en especial la madera, pero también otros recursos como la resina, el corcho, la caza, la pesca, los hongos, las setas, las plantas aromáticas y demás productos no maderables”.

Destacan “el papel fundamental de la ganadería extensiva en los ámbitos social y ambiental, en particular por su contribución a la prevención de los incendios en los territorios forestales y fuente de alimentación en sentido nutricional y climático, esencial para una soberanía alimentaria”.

Por todo ello considera el documento que “en el contexto de la gestión adaptativa”, la gestión realizada en los MUP “debe servir de punto de partida a los nuevos modelos de conservación y ordenación sostenible de los bosques”.

Situación de los MUP y peligros

Sin embargo, a pesar de los servicios prestados por los MUP, sobe ellos se ciernen algunos problemas burocráticos, sociales y políticos que dificultan su correcta gestión sostenible. En primer lugar, el desconocimiento “social y político” que existe sobre ellos, fruto de una “visión distorsionada de la gestión forestal sostenible, de los profundos vínculos de bosques y población rural y de sus múltiples beneficios, debido a una dramática pérdida de las raíces rurales de nuestra sociedad”.

Señala la incapacidad de las administraciones autonómicas, responsables de la gestión de los MUP, para obtener recursos financieros y personal suficiente para “abordar de forma plena la gestión forestal de los montes españoles y, en particular, la de los bosques incluidos en el Catálogo de MUP”.

Identifica el manifiesto una coincidencia muy significativa entre dos mapas: el despoblamiento y el mapa forestal. “Ambos se solapan en un alto porcentaje, debido a la pérdida de oportunidades en estos pequeños pueblos forestales de montaña y a la falta de reconocimiento y compensación económica por los servicios que han prestado y prestan”.

Y denuncia tres cuestiones diferentes pero relacionadas. Por un lado, más del 70 % de la superficie protegida terrestre en España es forestal lo que le “somete” a limitaciones y regulación de usos que, en ocasiones, “conllevan pérdidas significativas en biodiversidad, colapso de biomasa y perjuicio en las rentas de la propiedad, coartando la posibilidad de generar oportunidades en aquellos lugares más castigados por el despoblamiento y el desequilibrio territorial”.

Por otro lado, los fondos europeos son la principal fuente de financiación de los montes, lo que consideran “manifiestamente insuficiente para asegurar la cohesión territorial y abordar el reto demográfico interior”, ya que tan solo reciben aproximadamente el 3 % de la PAC en España.

Y, por último, “el peligroso abandono” de la ganadería extensiva, “tan necesaria en nuestros bosques”, entre otras cuestiones por “la imposición de un coeficiente de admisibilidad de pastos bajo arbolado, para la PAC, no adaptado a la realidad de nuestros bosques”.

Es necesario más personal público y financiación para su correcta gestión

Termina el documento con una serie de reclamaciones a las distintas administraciones públicas con alguna responsabilidad sobre los bosques, no solo los de UP.

La primera de ella es el reconocimiento del papel fundamental del Catálogo de Montes de Utilidad Pública para disponer ahora de algunos de los bosques mejor conservados de España, “y de las comunidades locales que los han custodiado”.

Por ello, reclaman que “se compense económicamente a la propiedad de los bosques por los servicios ecosistémicos que prestan”, como la fijación de carbono, la lucha contra la desertificación, la regulación hídrica, la conservación de la biodiversidad, etcétera. Solicitan “un sistema justo y trasparente de pago por los servicios ambientales que los bosques generan”, algo ya recogido en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y previsto en la Ley 43/2003 de Montes, pero aún no resuelto.

Los incendios forestales y su relación con el abandono rural también han merecido atención. El documento solicita que “se considere claramente la relación directa que existe entre el abandono rural y la falta de gestión forestal, con los grandes incendios imparables”.

Relacionado con la gestión del territorio y la vegetación considera necesario que “se modifique y adapte a la realidad de España el coeficiente de admisibilidad de pastos, defendiendo ante las instancias de la Unión Europea que se requiere un enfoque particularizado para los montes del ámbito mediterráneo”.

La admisibilidad de pastos ha sido una de las grandes reclamaciones del sector ganadero desde que, en la anterior reforma de la PAC, quedaran excluidas de subvención los pastos bajo cubierta arbórea. Situación que las asociaciones ganaderas consideraban no se ajustaba a la realidad de los montes españoles donde pasta el ganado en extensivo.

Quiere que se realice un esfuerzo para contabilizar “de forma adecuada el papel de los bosques y su gestión sostenible en la mitigación del cambio climático, en particular de los ya existentes”.

Considera necesario que se haga una adaptación fiscal de los montes comunales dentro del Catálogo UP, “de conformidad con el articulo 75 y 78 Reglamento de Bienes de las Corporaciones Locales que establece que los bienes comunales no están sujetos a tributo alguno”. Por ello solicita que se dicte un Decreto que regule estos aprovechamientos y que incluya una exención de IVA de la venta de los aprovechamientos comunales, de forma que ese importe se destine a la bolsa del Fondo de Mejoras del Monte correspondiente.

La dificultad para desarrollar los planes de ordenación de montes aprobados, por falta de personal en la Administración Pública que controle las actuaciones, fue otra de las denuncias que hicieron distintos representantes municipales en aquella mesa redonda. De ahí que una de las reclamaciones que le hacen a las administraciones es que “doten a sus departamentos forestales de los suficientes recursos humanos y financieros que permitan la descentralización de los mismos en las Comarcas Forestales”.

Es esta cuestión un problema reconocido por distintas Administraciones Públicas que han tenido una tasa de reposición muy baja en los últimos años y en donde se acumulan trámites burocráticos mientras se atascan proyectos dinamizadores.

Participar en la gestión de sus montes, ese es el mensaje principal que quisieron lanzar los municipios de montaña. Por eso consideran necesario impulsar a las más de 2.000 comunidades que integran el Catálogo de Montes de Utilidad Pública, “para que sean protagonistas de la conservación de sus bosques, con una moderna y ágil política forestal que responda a los retos de futuro y al cumplimiento de los ODS 20-30”. Este impulso ayudará a generar “enonomía verde”, reequilibrio territorial, una gestión sostenible del territorio por la presencia humana y mantener los servicios ecosistémicos de los MUP.

En junio se debatirá en Europa el Pacto Rural Europeo, será una oportunidad para que el documento se presente en ese foro. Sus promotores quieren que lo haga con el mayor número posible de apoyos.

“No somos la España vacía, somos la España donante, dispuesta a compartir, pero seguimos sin voz, queremos tener voz para discutir nuestro futuro y necesitamos complicidad para seguir donando. Somos resilientes pero si no se valora todo lo que aportamos a la sociedad, al planeta, estaremos en la indigencia económica y tendremos que marchar todos. Y, sin pueblos, ni habrá paraíso, ni tendremos futuro”, concluyó Marta Corella, alcaldesa de Orea y promotora de la iniciativa.

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